
Capitulo 22.- Panico
El ambiente era terrorífico, hostil y tenso, el clima incluso parecía cooperar ante esa situación, las nubes eran negras borrando cualquier rastro de sol e incluso el viento que corría era frío ocasionando escalofríos, aunque no se sabia si era por la situación que los rodeaba o por algo tan simple como el frío.
Las lagrimas nublaban su vista y estaba inmóvil, siendo sostenido por alguien, tenia miedo, tanto miedo que hasta podia escuchar sus latidos retumbar en su cabeza.
Se desgarro la garganta gritando que por favor pararan, pero todo parecía ser inútil, los demás del grupo estaban arrodillados llorando pero sin atreverse a moverse o hacer algo que fuera peor.
No fue hasta que después de tantos golpes Daryl se levanto tembloroso del suelo, cubierto en sangre y con la mirada borrosa, podia escuchar un pitido en sus oídos y no supo si realmente se habia tambaleado por el mareo o por la debilidad en su cuerpo.
Entonces la persona contraria soltó una risa llena de burla, sin realmente creerse si había tenido las agallas para continuar, pero las había tenido y con ello también se gano el enojo de ese hombre.
Lo tomaron de los hombros y entonces le lanzaron un puñetazo tan fuerte que le aflojo uno de sus dientes, se fue de espaldas al suelo y sintió la sangre invadir su boca, por lo cual escupió sangre y el que era su diente.
— ¡Me acabas de dar una idea! — dijo el desconocido.
Solo basto chasquear los dedos para que otra persona le acercara unas pinzas, Daryl vio completamente borroso, no distinguió nada ni tampoco sintió cuando le sostuvieron la cabeza con fuerza y le abrieron la boca.
Realmente lo que pasara con su ser no le preocupaba, podían torturarlo ahi de una y mil maneras y realmente no le interesaba.
Podia estar al borde de la muerte y en lo único que ahora podia pensar era en Donovan, mismo que no callaba su llanto, ni gritos, ni su desespero.
No quería escucharlo de esa forma pero sabia que la imagen que le estaba dando no ayudaba en nada. Soltó un quejido de dolor cuando sintió el como le jalaban uno de sus dientes con fuerza, era una sensación horrible y que no parecía querer parar, no fue hasta que el proceso continuo con sus demás dientes que realmente ya no sintió nada más que la boca entumecida en dolor, el sabor metálico a su propia sangre, cualquier otra persona se hubiese desmayado de dolor pero incluso en ello Daryl demostraba lo muy fuerte que era.
Seguía vivo y despierto, sintiendo a carne viva y completamente cuerdo todo el dolor que le hicieron.
— ¡Cállenlo de una puta vez! — rugió el torturador tirando las pinzas ensangrentadas al suelo una vez que finalizo — ¡Cállenlo o continuamos con él!
Daryl se removió en su lugar ante esas palabras, el llanto de Donovan finalizó y el mayor temió lo peor, quería saber que había ocurrido con él, ¿por qué se había callado?
Donovan veía y sentía todo, lloraba pero el sonido no salía de su boca y los demás no podían escucharlo. Tan solo guardo silencio y lo único que escuchaba eran los que estaban frente a él. Un intenso dolor en su cabeza le hizo cerrar los ojos, se inclinó hacia el frente y se tuvo que sostener del suelo para no irse de bruces a este, era insoportable.
— ¡Ah, ya veo! — la voz del torturador se hizo clara — Movimos una fibra nerviosa en ti.
Donovan sintió como lo tomaban de los brazos y lo arrastraban hacia donde Daryl y el hombre estaban, fue entonces que le tomaron el rostro con brusquedad y lo giraron en dirección del castaño mayor.
Los ojos de Daryl le vieron al instante y Donovan no lloro, se había quedado perplejo viendo su rostro hinchado por los golpes, cubierto de hematomas y sangre, pero su boca... era un torturoso desastre.
— ¿Que podríamos hacerle a este rostro? — señaló el hombre — Es como un lienzo en blanco, ¿no?
Y se rio, su risa era asquerosa, causaba escalofríos y esa sonrisa debía ser borrada. Tan solo bastaba que se riera para que causara incomodidad, la tortura debía terminar.
— Hay que despellejarlo — soltó el hombre chasqueando los dedos como si hubiese tenido una grandiosa idea — Hay que quitarle la piel del rostro, ver que tan rojas son sus mejillas.
El pánico se acentúo en el pecho de Donovan, sus ojos no se despegaron de los de Daryl y este abrió la boca para decir algo.
— Donovan — a pesar de todo, la sorpresa fue grande cuando el nombre salió completamente claro de sus labios.
Donovan no comprendía, se pregunto el como era eso posible si la boca de Daryl estaba completamente hinchada por tanta tortura, eso sin contar los dientes que le habían sido retirados.
— ¡Donovan! — volvió a repetir pero esta vez en un tono de voz más alto.
El mencionado sintió desespero, intento moverse o hacer algo pero no pudo, en cambio sintió como todo se volvía borroso, las imágenes poco a poco se distorsionaron y sintió aquella sensación de estar cayendo por un vacío.
El dolor de cabeza le volvió a invadir, solo que más intenso y doloroso que la primera vez, era insoportable y al mas mínimo sonido alto iba a sentirse explotar.
— ¡Donovan!
Otra vez, solo que ahora se escuchaba más claro y cerca, no entendía como eso era posible si Daryl había estado frente a él, pero era como si se lo estuviese diciendo al oído.
— Despierta.
Acompañado de un movimiento en sus hombros, entonces todo fue demasiado claro y el alivio le invadió el pecho como si de una enorme bocanada de aire se tratase.
Todo había sido parte de su subconsciencia.
Entonces....
— Donovan, por favor — dijo la voz de Daryl — Estabas soñando, estas.. despierta.
El llanto salió desde lo más profundo de su pecho, como si lo hubiese tenido atorado desde hace horas, a pesar del dolor de cabeza, era demasiado rectificaste saber que todo había sido un sueño.
Cuando abrió los ojos noto que Daryl acaparaba todo su campo de vision, poco a poco enfoco su vista y las sensaciones volvieron a su cuerpo, sintió la espalda entumecida de estar acostado, el olor a tierra mojada lo que significaba que tal vez había estado lloviendo.
— Tus dientes... — murmuró Donovan buscando algún indicio de falta de ellos, la expresión de Daryl fue de confusion mientras le veía.
— ¿De que hablas? — preguntó Daryl posando una de sus manos en la cabeza del chico — ¿Cómo te sientes?
— Te los quitaron — insistió Donovan haciendo el esfuerzo por levantarse pero la mano de Daryl en su pecho para impedírselo lo regreso a su lugar — ¿Cómo se libraron?
— No se de que hablas — admitió Daryl — Has estado inconsciente por 3 días, pensábamos que entraste en coma por el golpe.
— ¿El golpe? Ah
Daryl entonces se alejo un poco y Donovan noto a su alrededor. Era una enfermería y no comprendió en donde estaban.
— Estamos en Alexandria — dijo Daryl — Encontramos una comunidad y te han podido revisar. No hay daños profundos pero te han recomendado reposo, la cabeza seguirá doliéndote por unos días.
Donovan se notaba consternado y Daryl pareció notarlo por lo cual guardo silencio y en cambio se aseguro que la venda alrededor de su cabeza estuviese bien puesta.
— Me quiero sentar.
Daryl asintió con la cabeza y tomo a Donovan de los hombros para ayudar a que se sentara, tras el acomodo las almohadas para que su espalda se sintiera cómoda. Podia sentir el cuerpo del mas joven temblar y eso le preocupo ya que no sabia si era porque se sentía mal o por el aparentemente sueño que tuvo.
— Ire a llamar a Denise para que...
— ¿Quien...? ¿Quien es Denise? — preguntó Donovan carraspeando la garganta cuando esta le ardió ante la resequedad.
— Una de las doctoras.. o algo así.. — respondió Daryl, aunque por el tono parecía ser que había un trasfondo tras ello — Ya vuelvo.
Donovan no alcanzo a impedírselo cuando Daryl salió con velocidad de la enfermería, el menor entonces observo con detenimiento a su alrededor.
A pesar de que era una enfermería, el lugar se notaba lindo, pudo también notar que su brazo estaba conectado a un suero via intravenosa, tenia sed y el hambre le había despertado todos sus sentidos.
Noto que en su brazo izquierdo tenia un moretón en la misma distancia que su intravenosa, lo que le hizo pensar que tal vez habían intentado canalizarlo en ese brazo pero sin tener éxito y le dolía, pero era un dolor leve.
La puerta pronto se abrió y Donovan escucho el ruido de las personas ingresar, vio a una chica rubia de lentes quien parecía ser la doctora y tras ella estaba su padre junto con Daryl terminando la fila.
Rick no espero a que Denise lo revisara, se había acercado a Donovan para abrazarle y besarle la cabeza completamente aliviado. Habían sido apenas unos segundos antes de que la mujer se acercara al chico con una pequeña linterna que alumbro en dirección de sus ojos.
— Hola, soy Denise, ¿recuerdas como te llamas?
— Hola — saludó Donovan mientras la mujer le revisaba su respiración — Me llamo Donovan.
— Hola, Donovan, ¿recuerdas como resultaste herido?
— Yo.. estaba en el bosque — enumeró el castaño — Y creo que me caí.
— ¿Es todo lo que recuerdas?
— Puedes decir lo que sea que haya ocurrido — le alentó Daryl — Esta bien.
— Estaba en el bosque.. — volvió a decir Donovan —.. con Carol, yo no tenia armas, un caminante me ataco y me caí.
— ¿Y que estaba haciendo Carol? — preguntó Rick con el ceño fruncido, su semblante y tono de voz se convirtió en la misma que utilizaba cuando interrogaba criminales en sus tiempos de policía.
— Estaba... — balbuceo Donovan nervioso, su mirada se dirigió a Daryl y este le dio un asentimiento con la cabeza para alentarlo a continuar — Recogiendo agua.
— ¿Y siguió recogiendo agua cuando el caminante te ataco? — volvió a preguntar Rick — ¿Ella lo vio?
— Ella me dijo que lo eliminara — murmuró Donovan — Le dije que no tenia armas y me dijo que usara mi cuchillo, tampoco llevaba uno conmigo.
La mandíbula de Rick se apretó ante el enojo, su ceño se había fruncido más si eso era posible y sus ojos azules se habían oscurecido. Su mirada entonces se dirigió a Daryl y el hombre se notaba molesto de igual forma.
— Tendrá que irse — dijo Rick hacia Daryl.
El castaño mayor emitió una extraña mueca para después asentir con la cabeza.
— Lo sé.
— No hagas nada de esfuerzo — dijo Rick a Donovan — Más tarde vendré a verte.
— Yo me quedare con él.
— No. Tú vienes conmigo — indicó Rick y Daryl casi rodaba los ojos ahi mismo, no le quedo de otra más que seguir al hombre a la salida dejando a Donovan a cuidado de Denise.
Resultaba ser que el doctor de Alexandria era Pete, tan solo basto una muy corta conversación para que Daryl se rehusara a que el hombre atendiera a Donovan y en cambio prefirieron a Denise sin importar que la mujer haya insistido en no ser lo suficientemente buena. Rick no refuto nada porque había tenido los mismos pensamientos que Daryl.
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