
Capitulo 15.- Grimes
Donovan espero pacientemente a que Daryl y el doctor entraran a la habitación.
Habían demasiadas dudas en su cabeza y también estaba el hecho de que no sabia que había pasado para que los del hospital acordaran en salvarle la vida.
Pasaron unos minutos hasta que el doctor ingreso a la habitación, solamente que había entrado el solo, mismo que le saludo y solamente le hizo preguntas de rutina, reviso el vendaje de su abdomen y cuando noto que todo estaba bien fue que el chequeo termino.
— Disculpe.. — llamó Donovan — ¿Dónde es..?
— ¿Cómo te encuentras de los nervios? — preguntó el doctor ocasionando un ceño fruncido en Donovan.
— Bien, muy bien de hecho.
— Hay una persona que quiere pasar a verte pero antes necesito asegurarme de que tus nervios están bien y que eso no te va a afectar. Una noticia muy sorpresiva podría causarte cualquier tipo de shock emocional — explico el doctor — ¿Estas seguro de que te encuentras bien?
— Si — respondió Donovan — Un poco nervioso pero estoy más que nada muy confundido. Necesito respuestas de todo lo ocurrido.
— Bien, lo mandare a llamar y él te podrá explicar — dijo el doctor y sin más salió de la habitación.
Donovan no comprendía absolutamente nada y Daryl se había ido sin darle alguna respuesta en especifico, no sabia que sucedía y las palabras del doctor le trajeron curiosidad y demasiado nerviosismo.
No fue hasta que la puerta fue abierta lentamente que Donovan se sentó más recto en la cama, sus manos jugaron entre si a causa de los nervios y su boca se abrió en sorpresa mientras los ojos casi salían desorbitados de sus cuencas sin poder creerlo.
Los ojos azules contrarios le vieron dubitativo, sus ojos estaban cristalizados a causa de la felicidad y avanzo muy lentamente cerca de la camilla esperando otra reacción por parte de Donovan.
— ¿Cómo...? — balbuceó Donovan sus ojos inspeccionando a su padre sin poder creérselo.
Se había levantado de la camilla ignorando la punzada en su abdomen para ir directo a tocarle un brazo al castaño mayor, necesitaba estar seguro de que era real y de que no estaba soñando.
— No entiendo.. no — siguió balbuceando Donovan con los ojos llenos de lagrimas — Tú estabas muerto y... dios..
Rick sorbió su nariz y acerco a su hijo hacia sus brazos para fundirlo en un fuerte abrazo, cuando Donovan sintió la calidez y el cariño de su padre abrazarle después de tanto tiempo fue que se soltó llorando sin poder controlar todas las emociones que sentía dentro de si mismo.
— Has cambiado demasiado — soltó Donovan cerrando los ojos con fuerza.
— Eso es lo que yo debería decirte a ti — respondió Rick separándose del abrazo para ver el rostro de Donovan — No ha sido así. Sigues siendo el mismo niño.
El alivio que Rick le trasmitió a su hijo por medio de su mirada le hizo dar cuenta que nada malo podría pasarle si tenia a su padre de su lado.
A pesar de que las cosas podrían no salir bien, la calma de su familia le hacia sentir que todo estaba bien.
— No soy un niño — dijo Donovan con una pequeña sonrisa.
— Es difícil de verlo — se excusó Rick dandole una sonrisa tranquila — Hay alguien que estoy seguro le gustaría verte, él desde luego ya no es un niño pequeño, creo que es hasta más alto que tú.
— Carl — soltó Donovan sin ocultar su felicidad, fue entonces que Rick se alejo hacia la puerta para desde ahi llamar a su otro hijo.
Carl entonces ingreso al cuarto y fue directo a los brazos de Donovan, la sorpresa en el castaño había sido grande cuando vio su aspecto. La última vez que le había visto Carl tenia 10 años y actualmente ya era un adolescente, uno alto, delgado y que llevaba el cabello largo.
Ya no era un niño y Rick podia verlo, Carl había madurado antes de tiempo mientras que Rick aún no lograba ver a Donovan como un adulto a pesar de que ya tenia 23 años.
Era de noche cuando Daryl ingreso a la habitación de Donovan para visitarlo, las cejas del castaño se alzaron con sorpresa cuando lo visualizo con su ballesta puesta, era como si su aura hubiera cambiado completamente y lo que veía no fuera otro hombre.
— Vaya — soltó Donovan — Una ballesta.
— La he recuperado — dijo Daryl con simpleza — ¿Cómo te sientes?
— Demasiado contento — admitió Donovan — Quien diría que ambos buscábamos lo mismo.
— Fue una sorpresa.
— ¿Nunca lo sospechaste de mi?
— Lo hice — confesó Daryl — Era por eso que te había hecho tantas preguntas sobre tu padre, tenia mis dudas, quería saber si realmente eras Donovan Grimes y lo eras.
— El destino realmente nos había juntado para algo — dijo Donovan — ¿Ocurre algo, Daryl?
— ¿Se nota tanto? — preguntó Daryl con ironía, con Donovan ya iban dos veces que le preguntaban eso.
— Creo que tu rostro es demasiado expresivo — indicó Donovan — ¿Hay algo mal?
— Nada, es solo.. algo raro — dijo Daryl acercándose a Donovan para sentarse a su lado en la camilla, misma en la que el chico estaba sentado normalmente con una revista en manos — Me siento culpable de muchas cosas, todo lo que te paso principalmente.
— No me ha pasado nada, Daryl — aseguró Donovan — Sin esas cosas o sin haberte conocido yo no hubiera vuelto a ver a mi familia. Gracias.
Daryl negó con la cabeza sin aceptar las disculpas y sin saber si Donovan era realmente una persona real, nadie podia ser así de buena persona.
— Gracias a ti.
— ¿A mi? ¿Porque?
— Tan solo gracias — dijo Daryl — No volveré a trazar planes así de estúpidos.
— No importa, fue muy emocionante de igual forma — se encogió de hombros Donovan — ¿Puedo ver tu ballesta?
— Adelante — le concedió Daryl después de una pausa.
Se descolgó la ballesta del hombro y la poso en su regazo, fue entonces que se aseguro que no hubiera alguna flecha cargada antes de extenderla en dirección de Donovan.
La emoción en los ojos de Donovan había sido contagiosa y Daryl se sintió relajado y en calma con aquellas emociones que el menor le trasmitía con cosas tan simples.
— Es pesada — indicó Donovan — ¿Cómo consigues flechas?
— Yo las hago.
— ¿Eso se puede?
— Si — respondió Daryl — Tal vez te pueda enseñar.
— Eso me gustaría — dijo Donovan — ¿También a disparar?
— Si — aceptó Daryl — Lo que quieras.
Donovan entonces le regreso la ballesta y Daryl se la colgó en el hombro de regreso. La tensión que se había instalado de pronto lo puso nervioso y tuvo que carraspear la garganta para intentar aligerar el ambiente.
— ¿Ya has conocido a Judith?
— ¿Quien?
— Oh — soltó Daryl — Bueno.. tienes una hermana.
— ¿Que? ¿De verdad?
— Claro que es de verdad — indicó Daryl con diversion — Es una bebé, fue lo último que tu madre dejo antes de.. ya sabes.
Donovan asintió con la cabeza y sonrió levemente ante la confesión. Tenia una hermana, otra.
— Estoy demasiado contento, Daryl — murmuró — Tengo miedo de que sea un sueño y nada de esto sea real.
— Es completamente real — aseguró Daryl — ¿Quieres que te pellizque?
La leve risa de Donovan le trajo una sonrisa a Daryl misma que se borro cuando la puerta se abrió y de esta ingreso Carl con Judith en brazos.
— Donovan, ella es..
— ¡Oh por dios! — soltó Donovan levantándose de la camilla de un salto ganándose una mirada preocupada por parte de Daryl — ¿Ella es Judith?..
— Si lo es — respondió Carl viendo como Donovan se inclinaba levemente para tocarle con uno de sus dedos la mejilla de la bebé — Puedes cargarla si quieres.
— ¿No es doloroso por las puntadas? — preguntó Daryl quien parecía ser el único que recordaba que Donovan seguía en recuperación.
— Casi no duele — indicó Donovan estirando sus brazos hacia Judith, misma que Carl estiro hacia él.
Ahi estaba, la mejor imagen que Daryl pudo haber visto en mucho tiempo.
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Siguiente capitulo:
Phoenix atormenta a Daryl.
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