SeokJin y TaeHyung caminaban a paso lento y calmado a aquella puerta.

La emoción en SeokJin era difícil de ocultar, pues después de pasarse 3 semanas enteras amoldandose a vivir nuevamente en Corea, después de pasar 3 semanas adaptándose para poder ser su mejor versión para su esposa e hijo.

Al fin era el día que se sentía preparado, para tener a su familia.

TaeHyung coloco el silenciador y disparo a la cerradura, para después con un leve empujón abrirla.

El interior estaba en penumbras, no entraba luz por ningún lado las ventanas permanecían con tablas pegadas.

Un pequeño foco parpadeando en una lámpara era el que se esforzaba por iluminar aquel lugar.

TaeHyung miró extrañado el lugar, aquel que recordaba con brillo, colores y mucha luz, a pesar se vivir con un demonio.

Entraron procurando no pisar ni un solo pedazo de vidrios qué adoraban el piso.

-Papá, esto no está bien-Susurro TaeHyung caminando hasta la sala.

Y fue ahí cuando un estruendoso grito se escucho, a SeokJin no le sobraron segundos cuando ya estaba parado frente a la puerta que daba origen al grito.

Dentro se escuchaban lamentos, súplicas y quejidos de dolor.

-Párate maldita zorra-Ordenó.

-Por fa-vor JunHo, ba-baja ese bate... ya, ya fue suficiente.

SeokJin se quedo perplejo al escuchar la voz lastimera que salia de su amada.

TaeHyung miró a su padre y le golpeó el hombro para que reaccionará, mientras disparaba nuevamente al cerrojo, para de una parada abrir la puerta, su madre estaba tirada al lado de la cama, con sangre corriendo por su cabeza y moretones en cada parte del cuerpo, JunHo parado al lado de ella con un bate en el aire a punto de darle otro golpe.

TaeHyung reacciono a tiempo disparando hacía el bate, logrando que este cayera al suelo.

JunHo sorprendido se hizo a un lado.

-Papá, reacciona y llévate a mamá, al hospital, yo me encargo de Jun.

-¿Seguro, hijo?

-¡Rápido o la perderemos!

SeokJin asintió, guardo su arma en su cinturón y cargo a AhnSun para sacarla de ahí.

-Hoy se acaban tus maltratos maldito.

-¿Acaso sabes utilizar esa arma, mi niño?-Dijo con burla intentando acercarse a TaeHyung-Veo que encontraste al cobarde de tu padre. Ya era hora que se dignara a aparecer. Aunque un poco tarde, no creo que la zorro de tu madre sobreviva-Rió para después caer al suelo inmerso en un grito tras sentir su ante brazo ser perforado por una bala.

-Deja de hablar así de mi madre.

-Es la verdad, estúpido, ella me engaño, y tuvo un hijo con otro imbécil.

-¿Y por eso tantos años llenos del maltrato?

-Todo lo que ella se merece, era eso.

-Y yo te daré lo que mereces. ¡Lee, Trebor!

-¿Si, joven Kim?

-Llévenselo al sótano de la casa.

-A sus ordenes. Por cierto, joven Kim. Feliz cumpleaños.

TaeHyung sonrío en agradecimiento y miro como sus escoltas golpeaban a JunHo dejándolo inconsciente y sacándolo de ahí.

Salió de aquella habitación y fue a la que le pertenecía tomando así cosas de gran valor sentimental y saliendo de ese horrible lugar para jamás volver.

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La señora Lee, se encuentra en grave estado, deberá permarecer en observación al menos una semana. La hemorragia la contuvimos y realizamos una operación de reconstrucción de tejido debido a daños colaterales en su pierna derecha. Ahora mismo se encuentra en terapia intensiva.

-Gracias, Doctora, ¿Cuándo podremos verla?

-Una vez que logremos estabilizarla y respondan el cuestionario de la policía, presenta abuso domestico en gran medida y debemos llevar a cabo el protocolo de emergencia, mandamos una unidad a su residencia para encontrar más pruebas u poder llevar a cabo el proceso de arresto sl agresor.

-Nosotros nos encargamos de eso, no meta a la policía-Dijo TaeHyung.

-No puedo, hacer eso.

-Espere a hablar con mi padre.

SeokJin entro al hospital con un barbijo puesto y caminó hasta su hijo, saludo a la doctora y asegurándose de que nadie más lo viese bajo su barbijo.

-Haga lo que mi hijo dice, nosotros nos encargamos del agresor.

-Se-señor Kim... si, lo que usted nos diga.

-Tenga este celular, comuníquese con nosotros en cuanto mi mujer despierte. Le ordenó que lleve a cabo la mejor atención y si ella muere ahí adentro, usted muere con ella.

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-JungKook entendemos tu desesperación, pero necesitamos que mantengas la calma.

-Necesito avances, NamJoon.

-En eso estamos, solo necesito que Pyung llegue para poder determinar si lo podremos hacer.

-Dense prisa...

-JungKook, ¿con quien hablas?

Colgó rápidamente la llamada y volteó a ver a SooJin

-Hablaba con él encargado de la casa que atacaremos en unos días, hable con el para "Ir a una inspección de rutina" y acepto, quizá desde el interior pueda hacer algún movimiento para adelantar el ataque.

-Ese es mi hombre. Estoy tan orgullosa de ti-Dijo ella para después caminar hacía el, acariciarle el cabello y cerrar sus ojos para besarlo.

JungKook permaneció con los ojos abiertos e inmóvil, dejando que esta lo besara.

-Aún te falta ser más romántico con tu futura esposa... pero seguiremos trabajando en ello-Dijo para mostrarle el anillo en su mano, mano en la cual tenía el botón del chip bomba.

JungKook gruñó y la tomó de la cintura para darle un "apasionado" beso. Debía tenerla satisfecha para que no cometiera una estupidez.

-¡Eso!, así me gusta.

-¿Qué se siente tener atado a un hombre que jamás te amará para proteger a quien si ama. ¿Qué se siente que ni siquiera te contemplo como 2da opción?, tuviste que amenazarme para poder tenerme, si no fuera por eso, jamás te habría volteado a ver.

SooJin soltó un gemido lastimero y lo miro con reproche.

-Sigue, y lo mato-Dijo apuntando al botón.

Se dio la vuelta caminando hasta la puerta del lugar, justo al momento en que JungKook recibió un mensaje.

•Número no registrado•

El trabajo está hecho.

Todo salio bien.

JungKook suspiro tranquilo y caminó hasta alcanzar a SooJin, jalarla del cabello y tirarla al suelo.

-¡¿Qué te pasa, idiota?!, ¿quieres que tu estúpido amorcito muera.

-Quién morirá hoy, serás tú.