-Primero te mato antes de alejarme de TaeHyung.

-Al morir yo, morirá él. ¡Te cuento mi secreto!-Grito ella con emoción- Tengo dos formas de matar a tu noviecito, ¿quieres saber cuáles?

-Ya me estoy hartando, mejor termino contigo aquí y me ahorro esto.

-Tengo un chip implantado en la primer capa de mi corazón, en cuanto este deje de latir, el chip bomba de tu amado, explotará, y tengo otro al alcance de mi mano, que puedo oprimir en cuanto me desobedecas.

JungKook apretó sus puños con impotencia y la miro con rabia.

-¿Y entonces? ¿Estás de mi lado?-Sonrío con demacia y junto sus manos posando su barbilla sobre ellas.

-Si... dame hasta mañana.

-Mmh, esta bien, JungKookie, esta bien, nos vemos aquí mañana a la misma hora.

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Desde que salió de aquella cafetería fue a parar a un lago poco concurrido ahí en Tokio.

Su reloj marcaba las 23hrs pero estaba lo suficientemente ocupando pensando en lo que estaba pasando, como para pararse e ir directo a la casa.

No podía creer que había perdido ante un Seo.

Había perdido ante SooJin.

Pero aquella castaña estaba utilizando su kriptonita, a TaeHyung.

Algo debía hacer, algo debía se le debía ocurrir, algo debía salir de su cabeza para poder proteger a la persona que ama y mantenerlo a salvo.

-Pyung, ¿Sigues en Tokio?

-Así es jefe, estoy a sus ordenes.

-Ven a la dirección que te mandaré.

-Voy se inmediato, Jefe.

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Una hora después

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-¿Y TaeHyung?-Llego preguntando a SeokJin y YoonGi quienes aun permanecían despiertos en la sala de estar.

-Se quedo dormido, estuvo toda la tarde practicando tiro, y te espero mucho tiempo para que lo ayudaras con los cuchillos

-Y ya conoció a tu papá, quien ya esta dormido también.

Jungkook asintió y se sentó al lado de ellos dos.

-¿Se aseguraron de que TaeHyung comiera?, he notado que si no se lo pido yo, no lo hace.

-No comió, intentamos hacerlo comer. Hasta JiMin lo intento con su encantadora persuasión y no lo logró.

-¡¿Dejaron que se fuera a dormir con el estómago vacío?!

-Baja la voz, los vas a despertar.

-¿Qué tienes?-Preguntó YoonGi

-¿Por qué la pregunta?

-Te conozco, se que tienes algo, dime que es.

-Padre, no tengo nada. Me iré a dar un baño.

-Siéntate JungKook, debemos hablar contigo sobre algo importante.

-¿Qué cosa?

-TaeHyung.

-¿Qué pasa con él?

-Mientras practicabamos tiro, hubo un momento en el cual comenzó a quejarse de que sentía un fuerte dolor en el brazo derecho, lo checo la mujer de Jackson y fijo que había un vuelto uniforme en su brazo.

-Si bueno, lleva días así.

-No es normal, creemos que puede ser algo muy malo-Dijo SeokJin.

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Entro a la oscura habitación donde yacía su hermoso peligris dormido al cual el Luar lo iluminaba haciendo billar su dulce piel canela.

Camino hasta él y beso su frente.

-Lamento lo que haré, mi amor, pero es por ti, es por tu bien, te mantendré a salvo, y cuando encuentre la solución, volveré a ti. Espero puedas perdonarme.

Entro al baño y miro su cabello negro, aquel cabello que le llegaba ya a los hombros. La última vez que lo corto fue el día que conoció a TaeHyung. Tomó las tijeras y come cortarlo con rabia.

Se metió a la regadera y se metió a bañar torturandose con el agua caliente qué puso a su máxima potencia, de tan solo pensar en lo que le diría a TaeHyung para poder alejarlo de él, le dolía en el alma, su TaeHyung no merecía aquellas palabras que saldrían de su boca.

No lo merecía.

Su ángel no merecía ser dañado por culpa de una idiota que solo se había obsesionado con él.

La luz del sol entró golpeando su rostro, se puso de pie rápidamente y comenzó a tomar sus cosas para tenerlas listas antes de que TaeHyung despertase.

Lo guardo todo en una maleta y se sentó mirando a TaeHyung dormir, hasta que se empezo a mover poco a poco hasta quedar sentando en la cama mientras bostezaba y se sentaba.

-Hola, JungKookie, ¿Ya esta listo el baño?-Preguntó mientras estiraba los brazos esperando a ser tomado para ser ayudado a bañarse como los últimos días.

-No.

-¿Qué pasa, kookie?

-Me voy.

Se levantó y tomó la maleta dado vuelta para caminar a la puerta.

-¿JungKook qué pasa?-Preguntó parandolo en el camino evitando que saliera.

-¿Qué pasa?, ¿realmente me preguntas que pasa?

-S-si... ¿de qué me perdí?

-Quise pensar que todo estaba bien. Pero no, para que fingir. Ya me eres inservible, ya te tocaron, ya no eres virgen, dime ¿para que me sirves así?

-¿Q-qué?-Dijo con la voz entrecortada al borde de las lagrimas

-Estas sucio, TaeHyung, ya no me interesas. Quería cogerme a un maldito virgen y ¿qué recibo? Las sobras de un anciano. No me eres suficiente, entiéndelo.

Salió de la habitación cerrando la puerta tras de sí, posando su frente en esta.

-Lo lamento, precioso...

Escucho como TaeHyung comenzaba a llorar y dar pequeños gritos lastimeros y con el corazón hecho pedazos salió de aquella casa.

Llego a la Blue Cast y desde su auto miro a SooJin esperándolo, golpeó el volante más de una vez y tras pegar un ensordecedor grito. Bajo del auto.

-Estoy aquí, hice lo que me pediste.

-Estoy tan orgullosa de ti, mi querido JungKookie. Ahora, vamonos, mi padre nos espera, mi amor-Dijo lentamente la últimas dos palabras disfrutando decirlas.

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-No puedo, no puedo seguir aquí, papá, papá llévame a Corea, no quiero estar aquí déjame ir.

SeokJin siguió acariciando el cabello gris.
TaeHyung se sentó quitando su cabeza de las piernas de su padre.

-Quiero irme.

-Nos iremos hijo, ahora mismo si así lo ves necesario-TaeHyung abrazo a su papá mientras sus lágrimas no dejaban de caer, y su corazón no dejaba de doler.

La persona que más amana le había confirmado que ya solo era inservible y sucio.

Si JungKook lo decía, era verdad.
Porque a pesar de sus crueles palabras, seguía amandolo y confiando en él.

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Creo que la inspiración si me llevo lejos, quien diría que ya van 7 capítulos en un día cuando tarde 1 año y medio en publicar.

Por cierto, así es como se veía JungKook con su cabello largo.

Y así es como lo tiene corto.