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Una mujer platinada caminaba por los pasillos del aquel palacio, le preocupó no ver a su hija mayor en la cena, mando a llamarla que la sirvienta asignada a su hija, le dijo que no estaba indispuesta, a si que ahora se encuentra caminando junto a Maestre hacia la habitación de su hija.
En el camino se encontró, que los guardias de si hija Deamys, llegando, la princesa heredara los miro y recibió un asentimiento de cabeza de parte de los hombres, y rápidamente trataron de abrir la puerta, pero no podían y eso confundió a los presentes.
Rhaenyra rápidamente pidió que forgaran la puerta, confundida y preocupada, por que Deamys jamás se encontraba en su habitación.
Después de unos minutos más, los dos guardias pudieron abrir la puerta, la princesa heredara rápidamente entró a la habitación y con la miraba buscó a su hija, hasta que su mirada se posó en la cama, y su mundo se vino a abajo.
Grito, grito con todas sus fuerzas, el grito fue tan fuerte que todos en el palacio la oyeron, Daemon que estaba hablando con Colrys, salió corriendo hacia donde provenía el grito de su esposa.
Jacearys, Lucerys, junto a las hijas de Daemon, también salieron corriendo, los gritos venían de la habitación de su hermana y eso los confundió y preocupó.
Una vez que todos ellos llegaron, vieron algo que los dejó en shok, vieron a la princesa heredara, llorando y gritando, más bien pidiendo a gritos que Deamys se despertará.
La sangre cubría toda la cama, la piel antes morena de la castaña, estaba pálido por la falta de sangre, Rhaenyra lloraba mientras abrazaba el cuerpo sin vida de su hija.
Sir Leanor Velaryon llegó, desesperado por los gritos, pero cuando vio a su dulce hija, calló de rodillas, gritando de dolor, y maldiciendose por dentro por no estar con su hija cuando seguramente ella lo necesitaba y el no estuvo con ella.
Unas horas después todo Westeros supo sobre la muerte la muerte de la hija mayor de Rhaenyra, el rey Viserys al enterarse rompió en llanto y rápidamente ordenó que preparan un barco para poder ir a Rocadragón en cuánto antes.
Día del funeral
Todos se encontraba en aquel acantilado donde se llevaría a cabo el funeral de Deamys Velaryon, nadie estaba tan destrazodo como la Princesa Heredera sus hijos, y el Rey Viserys.
Rhaenyra lloraba mientras era sostenida por su esposo, la platinada miraba el ataúd que muy pronto sería lanzado al mar.
Había personas que también lloraban por la muerte de aquella princesa que siempre fue buena con todos sin importar la rama social de aquella persona.
Una vez que el ataúd fue lanzado al mar, Rhaenyra terminó de desplomarse, llorando por la muerte de si hija.
Llorando por la muerte de si hija, si cuando fueron sus palabras, las que hicieron que Deamys terminará de derrumbarse por completó.
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