La fiesta de circuncisión era un evento para todos, el pueblo celebraba junto a los príncipes este nuevo paso, todos vestían sus mejores ropas y disfrutaban de los espectáculos.

—Safiye  -la joven dejó de acomodar la ropa del príncipe y se acercó a él — Toma esto - era una gran caja de madera, Safiye se agacho y la tomó entre sus manos.

—¿Qué es?

—Ve a ponerte lo que hay ahí, no tardes, llevala Fidan - la criada se acercó a Safiye y tomo su brazo para luego salir.

Safiye miro hacia atrás confundida, el príncipe le regalo una pequeña sonrisa y finalmente salió de ahí para ir a los aposentos continuos.

Adentro le esperaba un grupo de criadas, estas la despojaron de sus ropas y la envolvieron en una toalla, la guiaron hacia el hammam en donde la bañaron, depilaron y lavaron con escencias su cabello.

—Le debes de agradar mucho a su alteza, no cualquiera recibe este trato  - Safiye sonrió un poco.

Todos hablaban de su mal temperamento, pero había visto de primera mano que su alteza era alguien tierno y amable.

—Este vestido es hermoso -al salir la llevaron nuevamente a los aposentos, ahí le mostraron el hermoso vestido de color naranja, la tela era de la más alta calidad, había una pequeña tiara y unos zapatos bordados.

—Safiye hatun es querida - comentó otra, entre todas la ayudaron a cambiarse y a maquillarse, le colocaron la pequeña corona y el velo y finalmente un sencillo pero hipnótico perfume.

—Debes irte ya - safiye agradeció a las mujeres y salió de los aposentos, ahí le esperaba Kasim con una enorme sonrisa.

—Wow, Safiye es hermosa  - ella sonrió —Muy hermosa.

—Gracias alteza, usted también esta hermoso  - el asintió y se acercó.

—Hace frío  -le acercó un abrigo —Úsalo.

—Su alteza esto es mucho - era un abrigo de piel de alta calidad —No puedo.

—Pontelo Safiye  - ella suspiro, se había puesto serio y no quería molestarlo.

Al salir al jardín se encontraban la valide y las consortes, su majestad faltaba pero siempre llegaba de último.

—Al fin llegas alteza - Kasim se reverencio ante su abuela, la mayor fijo su vista en Safiye, incluso la consorte principal parecía una criada ante la belleza y elegancia de aquella hatun —Oh Safiye que hermosa.

—Me alaga alteza - la valide sonrió un poco, Ece sultan fijo su vista en Safiye y apretó los puños, ni ella portaba un vestido tan ostentoso.

—¡Atención su majestad Berak está aquí! - todos los presentes se levantaron y se reverenciaron, la valide que estaba en su asiento estiro la mano esperando este la besara.

—Madre luce hermosa el día de hoy - La valide sonrió.

—Kasim debe de ir junto a su hermano para comenzar la circuncisión - Sevda habló, el sultán observo a su hijo mayor y sonrió un poco, pero alguien más robo su mirada.

La hatun detrás de él parecía brilla junto al sol, rostro hermoso y cuerpo pequeño pero con todo en su lugar, incluso abrió la boca al verla.

Aquella mirada fue captada por Ece, sintió tanto enfado que la copa en su mano se quebró.

—¿Estas bien Ece?

—Sí madre, fue accidente -le dio una corta sonrisa.

—Me retiro padre, abuela, madre - sonrió —¿Vamos Safiye? - la joven se reverencio y tomo la mano de Kasim, ambos se fueron del jardín.

—¿Quién es? - aquella pregunta alertó a Ece.

—Es la Daye del şehzade - Sevda se adelanto —Es la única que no se ha ido de su lado.

—Y espero no se vaya nunca - aquella fue una advertencia para Berak, pero poco le importaba.

Safiye ingreso a los aposentos de Kasim con una bandeja de dulces en mano, al ingresar le regalo una pequeña sonrisa y se sentó en la esquina.

—¿Duele?

—Para nada, soy el más valiente de este palacio - Safiye sonrió.

—Esto es para usted alteza, los escogí especialmente yo - se los acercó, Kasim sonrió y abrió la boca —Parece un bebé  - Kasim se giro ofendido —Alteza no me  rechace.

—Luego de dos años nos iremos a una provincia, así que Safiye, no te vayas nunca de mi lado.

—No lo dejare a menos que usted me eche  - Kasim tomo su mano.

—Entonces permanece a mi lado siempre, siempre.

Sevda ingreso a los aposentos al casi finalizar la fiesta, detrás de ella una pequeña niña le seguía, Sevda le regalo una pequeña sonrisa a Kasim y se sentó.

—¿Estas mejor? - Kasim asintió —Ella es Inçi hatun, será tu compañera de ahora en adelante.

—No necesito una compañera madre, con Safiye me basta - Inçi alzó la vista y miró mal a Safiye.

—Safiye es tu daye, Inçi un día podría ser tu concubina, así que deberás de verte con ella unas veces a la semana.

—Madre.

—Kasim - el menor suspiro.

—Bien, quisiera descansar madre - Sevda suspiro y se puso de pié.

—Otro día se saludaran adecuadamente  - Sevda salió, Inçi realizó una reverencia y le siguió en silencio.

—Safiye, dame un masaje - Safiye se sentó en la cama y lo sentó entre sus piernas —En los hombros por favor.

—¿Siente dolor? - el negó  —Creo que si pequeño mentiroso.

—Yo no miento - ambos rieron  —Solo que las manos de Safiye son suaves y delicadas, me gustan  - Safiye beso su cabeza.

—Usted es lindo, comportese con su madre, ella quiere lo mejor.

—No quiero una amiga, solo quiero que Safiye este a mi lado, nadie más me importa  - Safiye suspiro.

—Bien, como desee - Kasim sonrió.

Ece observo al sultán, este miraba el jardín de forma distraída, ella trato de llamarlo varias veces pero fue ignorada.

—¿Quién es? - este se giro.

—¿De que hablas?

—¿En quien piensas?

—No es tu asunto - Ece suspiro.

—Esa hatun es la niñera de tu hijo, tienes prohibido traerla a tu cama - Berak la miro mal —La valide lo ordena.

—Ni mi madre ni tu pueden intervenir en mi harén.

—Es la única mujer que ha durado al lado de tu hijo, es la única vez que lo repito Berak, no la traerás nunca, sobre mi cadaver.

—Cuida lo que dices.

—Ambos nos amamos y nadie ni nada me quitara de tu corazón, ¿Entendido?

El pequeño príncipe marcando su territorio.

¿Salto de dos años o neh?

Mis redes.