021
📱:Capítulo Veintiuno
ˏˋ Confianzaˎˊ꒰ 💚 ꒱
Daiki frunció el ceño, llevándose una mano a la barbilla mientras observaba atentamente las escaleras que daban al piso superior de la casa de su mejor amiga. La habitación de Naomi no era lo suficientemente grande para que tres jóvenes y su persona pudiesen tener una cómoda sesión de estudios, y tampoco veía apropiado meter a tantos adolescentes hormonales dentro de la habitación de la menor.
Con un suspiro desvío su mirada al corredor, encogiéndose de hombros antes de hacer un ademán hacia esa dirección—Creo que lo mejor es que estudiemos en la sala —propone, haciendo que la castaña asintiera repetidas veces. Ella tampoco se sentía muy cómoda con la idea de tener al trío de chicos en su pequeño cuarto— Además, el televisor de la sala es más grande, luego podemos jugar Play ahí.
Killua ensanchó sus afilados ojos con notoria emoción, mientras apretaba sus puños a la altura de su pecho—¿¡Tienen un Play aquí!?—aquella pregunta se la hizo directamente a Naomi, sonriendo ampliamente al recibir un asentimiento de su parte—¿¡Y apenas me lo dices!? ¡Hemos estado perdiendo taaanto tiempo!—refunfuña, observando con reproche a la chica.
Esta simplemente embozó una pequeña sonrisa. Ver a Killua con ese tipo de actitud le resultaba gracioso, ya que comúnmente solía verse aburrido y fastidiado de la vida.
—Si terminamos rápido creo que podríamos jugar un poco...—susurra, haciendo que el albino se acercara con emoción a ella, mientras asentía efusivamente
Kurapika y Gon observaban la escena en silencio, pensando en lo increíblemente extraño que era ver a su querido amigo tan feliz en compañía de una chica.
«Que lindo es el amor~»canturreó mentalmente Gon, acercándose un poco más a la parejita frente a él. Estaba muy feliz de ver a Killua experimentar ese tipo de sentimientos por primera vez en sus dieciséis años de edad, y lo que más le gustaba era que Naomi parecía ser una chica bastante linda en general, por lo que no debía preocuparse porque le rompiera el corazón al albino.
O bueno, eso esperaba. Ella todavía no había mostrado ningún tipo de interés amoroso por el joven Zoldyck, y tampoco lograba imaginar como haría su amigo para declararsele llegado el momento.
Eso podría salir muy bien o terriblemente mal. No había punto medio.
—Tengo un Ps4.
Aquello hizo que la deslumbrante sonrisa de Killua desapareciera por completo, siendo sustituida por una mueca de asco—¿Eh? ¿Acaso coleccionas consolas retro o algo así?—cuestiona con burla, ganándose una mala mirada de la menor— El Ps5 salió hace dos semanas, ya nadie utiliza esa reliquia antigua que tienes ahí.
—Yo todavía uso mi Ps2 chipeada.—comenta inocentemente Gon, rascando su nuca con vergüenza mientras sonreía levemente.
Killua observó de reojo a su amigo, negando lentamente con la cabeza e ignorando el comentario que acababa de hacer. Su mirada recayó nuevamente sobre la castaña, aclarando su garganta para llamar su atención—Pero como sea, ¿Sabías que soy campeón nacional de Mortal Kombat?—cuenta con orgullo, a lo que ella negó lentamente mientras lo observaba con curiosidad— El año pasado gané cinco torneos seguidos, me sé absolutamente todos los combos de cada uno de los personajes del juego.
—¿Y la de estudiar para que no te echen de casa no te la sabes?—cuestiona Kurapika, observando a su amigo con genuino fastidio. Killua chasqueó la lengua enojado, pero antes de que pudiera replicar, el rubio volvió a hablar—A mi no me gustan los videojuegos.
—Genial, entonces tú deberías hacer nuestra tarea mientras nosotros jugamos.—le responde Killua, sonriendo con suficiencia en dirección al rubio. Aquel comentario hizo reír a Naomi, haciendo que el ego del muchacho creciera considerablemente— Puedes pedirle a Dereck que te ayude si gustas. Naomi, Gon y yo nos iremos a jugar.
Obviamente, aquello simplemente se quedaría como una fantasía para Killua.
Kurapika giró los ojos con exasperación y, con un movimiento rápido, le propinó un suave golpe en la nuca al Zoldyck. Este, sorprendido y enfadado, respondió con insultos mientras intentaba, sin éxito, devolver aquel golpe al rubio.
Daiki suspiró con evidente fastidio y se interpuso entre ambos para continuar su camino hacia la sala. Se consideraba a si mismo como una persona relativamente simpática, pero llegaba un punto donde sentía que su batería social llegaba a cero, por lo que prefirió interrumpir aquella estúpida pelea para poder seguir con sus actividades e ir a descansar. Observó de reojo a su querida amiga, la cual parecía estar bastante entretenida viendo los vanos intentos de Killua de golpear al rubio, y como Gon trataba de calmarlos con un inútil discurso sobre lo importante del respeto en una amistad.
—Vamos Naomi, sino estaremos aquí todo el día.—la llama, tomando su mano para arrastrarla consigo por el corredor.
Killua frunció el ceño, su enfado hacia Kurapika se esfumó instantáneamente al fijar su atención en la pareja que se alejaba. Aunque era consciente de la estrecha amistad entre la chica y su compañero de clase, una sensación incómoda y desagradable se instaló en su pecho al presenciar su cercanía, despertando una emoción que no sabía cómo procesar correctamente.
—Mejor vamos de una vez, si vuelvo a reprobar alguna materia mis padres me castigarán con cadena perpetua.—suspira, cerrando los ojos mientras metía ambas manos en los bolsillos de su pantalón.
Gon observó con una ceja alzada como el Zoldyck caminaba a paso rápido para alcanzar a Naomi y Daiki, haciendo que una torpe risa se escapara de sus labios—Parece que Killua está celoso~.—murmura con burla, a lo que su rubio amigo se encogió de hombros.
—Es lo normal, yo tampoco podría dormir tranquilo sabiendo que la chica que me gusta tiene un mejor amigo —responde de forma neutra, ganándose una mirada curiosa de parte del peliverde— Es raro ver una amistad entre dos personas del sexo opuesto sin que exista algún tipo de atracción por parte de alguno. Se que suena infantil, pero he tenido tantas experiencias con esos supuestos "mejores amigos" que prefiero prevenir que lamentar.
El Freecss se quedó algunos segundos analizando sus palabras. Él no le veía mucho problema a eso, tal vez se debía a qué nunca había estado envuelto en una situación como las que comenta su amigo, así que decidió indagar más al respecto—¿Entonces mi novia no puede tener mejor amigo?—pregunta de manera retórica, ya que actualmente se encontraba soltero.
El rubio soltó una corta risa nasal, levantando con sutileza una de sus manos para cubrir la sonrisa en su rostro—Claro que si... Tu novia puede tener mejor amigo —responde, para luego subir la mirada y observarlo con repentina seriedad— Pero la mía no.
El peliverde alzó las cejas desconcertado, curvando una débil sonrisa mientras veía como Kurapika emprendía su camino junto a los demás «Vaya... no sabía que Kurapika era de esos novios celosos y posesivos» pensó con diversión, acelerando el paso para llegar a su lado «Pero si lo que dice es cierto... ¡No puedo permitir que nadie arruine la felicidad de Killua!»pensó con determinación, frunciendo levemente el ceño mientras hacía un puchero con sus labios.
Gon emitió un gruñido casi imperceptible, jugando con su lápiz mientras observaba intensamente la escena frente a él. Habían optado por dividirse en dos grupos para trabajar de manera más eficiente. Naomi y Kurapika asumieron el liderazgo de cada grupo, ya que eran los estudiantes con mejores calificaciones en su grado. Por lo tanto, cada grupo se enfocaría en materias específicas según las necesidades de sus compañeros. Kurapika eligió física, sabiendo que era la asignatura en la que su amigo peliverde tenía más dificultades, mientras que Naomi optó por matemáticas, materia en la cual tanto Killua como Daiki lloraban sangre cada vez que debían resolver una ecuación.
La chica estaba sentada en el centro, con Killua a su derecha y Daiki a su izquierda. Parecía estar explicándoles cómo resolver un ejercicio, y ambos jóvenes la escuchaban atentamente, mostrándose receptivos a sus indicaciones. Pero eso no era suficiente para cumplir con los caprichos de Gon, quien se había mentalizado en ayudar a su mejor amigo a conquistar a esa linda jovencita junto a él.
«¿Que hago...?»musitó mentalmente el Freecss, ignorando por completo las explicaciones de Kurapika «Necesito que Naomi le preste más atención a Killua, pero con Daiki ahí es imposible... ¡Bingo!»una encantadora sonrisa se formó en su rostro, a la vez que levantaba su dedo índice como si acabase de tener la mejor idea de su vida «Si me llevo a Daiki a otro lado, la atención de Naomi será exclusivamente para Killua. No creo que le moleste mucho perderse una sesión de estudio, total, siempre está con Naomi» con aquel último pensamiento terminó de convencerse a si mismo para ejecutar su improvisado plan.
—Heyyy, Daiki-kun —el aludido levantó la mirada, observando al chico con una ceja alzada. Kurapika resopló frustrado, cerrando fuertemente su libreta al notar que Gon no le estaba prestando la mínima atención nuevamente— Kurapika y yo tenemos mucha sed, ¿Nos acompañas a la tienda a comprar?—Gon frunció sus labios en un adorable puchero, observando al castaño con los ojos brillando de ilusión.
Este último hizo una mueca de fastidio, sin dejarse encantar por la actitud del peliverde—En la nevera hay agua.—responde neutral, ganándose una queja por parte del chico.
—Pero yo quiero refresco~.—insistió, moviendo sus piernas y brazos mientras mantenía una mirada suplicante— Por favor, no tardaremos mucho, y seguramente Naomi-chan debe tener sed también. No es fácil hablar por tanto tiempo seguido.
Ante aquel comentario, Daiki se giró a ver a su mejor amiga de manera expectante—¿Tienes sed? —cuestiona, a lo que ella titubeó un poco antes de asentir— ¿No hay problema si te quedas sola con Killua?
—¿Por qué habría problema con eso? —replicó Killua de inmediato, frunciendo el ceño con molestia. Sin embargo, se dio cuenta rápidamente de que estaba mostrando sus emociones de manera demasiado evidente, así que desvió la mirada y fingió desinterés—. Bah, da igual... si van a ir, váyanse ya y tráiganme un chocolate.
—A mi también tráeme uno, por favor.—le murmura tímidamente Naomi a su amigo, haciendo que el albino diera un pequeño salto en su asiento.
Se acordó de que había comprado chocolates entre las provisiones que trajo para compartir. Originalmente, pensaba guardarlos hasta que terminara la reunión para llevárselos nuevamente a casa y comerlos por su cuenta, pero al enterarse de que Naomi quería chocolate, de repente se sintió generoso y decidió compartir algunos con ella.
—Hmm... Killua-kun es mucho más inteligente de lo que parece.—comenta Naomi de manera pensativa, observando atentamente como el muchacho respondía sin mucho problema una de las ecuaciones que le asignó.
El albino entendía todas sus instrucciones a la primera, demostrando ser notablemente receptivo cuando se concentraba sin distracciones a su alrededor. Aquello la tomó por sorpresa, ya que teniendo en cuenta el terrible rendimiento académico que demostraba el muchacho en clases, esperaba sufrir un poco más durante estas sesiones de estudio; pero todo lo contrario, estaban avanzando increíblemente rápido.
Killua frunció las cejas, desviando la atención de su tarea para enviarle una mala mirada a la muchacha—¿Estás diciendo que parezco un idiota?—masculla, fingiendo estar molesto.
Naomi sonrió un poco, asintiendo cortamente con la cabeza—Realmente si —responde, y antes de que este pudiera replicar, extendió su mano hacía él para darle un trozo de chocolate— Ten, te lo ganaste.
Killua resopló antes de abrir la boca y hacer un gesto para que Naomi le lanzara el chocolate. Ella captó el movimiento al instante y entrecerró los ojos para apuntar con precisión. Una sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro cuando logró lanzar el chocolate directamente a la boca del chico.—¡Bien! Pasemos al siguiente ejercicio.
Killua asintió en silencio, saboreando el chocolate mientras observaba a Naomi. Ella era una excelente profesora. Anteriormente, había intentado estudiar con Kurapika, pero el estilo de enseñanza de su amigo era tan monótono y aburrido que le resultaba imposible mantener la atención. Sin embargo, con Naomi era diferente. Su forma de explicar era más clara y sencilla, y se tomaba el tiempo para asegurarse de que él entendiera cada concepto antes de avanzar. Esa era probablemente la razón por la que podía seguir su ritmo sin sentirse perdido.
O tal vez era porque siempre que resolvía bien una ecuación, lo premiaba con un chocolate.
—Deberias trabajar como tutora —dice de pronto Killua, ganándose la atención de la chica— Kurapika lo hizo un tiempo durante las vacaciones, ganó bastante dinero.
Naomi musitó un sonido pensativo antes de negar lentamente con la cabeza—No me gusta mucho dar clases realmente —responde, volviendo su vista al libro de matemáticas que reposaba sobre la mesa— Contigo y Daiki es divertido, pero no es algo que me apasione mucho. Prefiero hacer otras cosas en mi tiempo libre.
Killua alzó una ceja curioso, reposando su cabeza sobre su mano mientras observaba a la castaña—¿Cosas como qué?
Aquella pregunta dejó en blanco a Naomi durante algunos segundos. Era cierto, ¿Que cosas interesantes hacia ella en su tiempo libre? Solo se dedicaba a ver animes de romance, dibujar de vez en cuando y jugar algún juego random con su mejor amigo. No pensaba responderle eso, ya que sonaba bastante patético desde su punto de vista.
—Y-Yo eh... ¡No desviemos el tema!—exclamó, frunciendo sus labios en un puchero mientras sus mejillas adquirían un leve tono carmesí. Killua sonrió sutilmente al ver su reacción, se le hacía increíblemente adorable su actitud— M-Mejor sigamos estudiando.
—Como quieras...—murmuró, enviándole una mirada de reojo mientras abría nuevamente su cuaderno— No sales mucho, ¿cierto?—aquello era más una afirmación que una pregunta, y antes de que ella le respondiera con alguna obviedad, la interrumpió— Me refiero a salir a lugares divertidos, baka —bufa, observándola de mala manera— Ya sabes, zonas de juego, centros comerciales, parques de diversiones y así.
Naomi negó con la cabeza de inmediato, sintiéndose ligeramente avergonzada. Por lo general, ese tipo de lugares estaban abarrotados de personas que iban a pasar el rato, lo que aumentaba al tope su ansiedad social. Por eso, salir a esos lugares nunca había sido una opción para ella, a pesar de que siempre había sentido curiosidad por visitar alguno.
—¿Y no te gustaría... ir alguna vez?—balbuceó el Zoldyck. Le irritaba mucho sentirse tan nervioso en este tipo de situaciones, pero esta era la primera vez en su vida que trataba de invitar a una chica a salir con él. Algunos segundos pasaron y seguía sin recibir respuesta por parte de Naomi, así que subió la mirada, encontrandose con sus ojos rosas que lo observaban con genuina curiosidad. Eso logró ponerlo más nervioso, y la vergüenza empezó a inundarlo al sentir como sus mejillas se calentaban nuevamente— N-Ni creas que te estoy invitando a salir conmigo en una cita o algo así —se apresuró en aclarar, negando con sus manos— Solo quiero ir a jugar y Gon últimamente está muy ocupado.
—Hmm...—murmuró, inflando un poco las mejillas mientras movía distraídamente el lápiz en sus manos— N-No creo que esté lista para ir a ese tipo de lugares todavía, pero agradezco mucho la invitación.—con vergüenza buscó la mirada del joven, encontrándose con sus ojos azules llenos de desilusión.
Parecía haber hecho sentir mal a Killua.
Le habría encantado aceptar, ya que la idea parecía muy divertida. Sin embargo, sabía que probablemente se sentiría incómoda rodeada de tantas personas desconocidas, y lo último que quería era hacer que Killua pasara un mal rato por su culpa.
—Bueno, de todas formas estoy muy ocupado para salir estos días. Tengo hasta el primer corte de notas para subir mis calificaciones —carraspeó su garganta, desviando la mirada hacia la pared— Pero al menos juguemos play un rato, creo que merezco un descanso después de todooo lo que acabo de hacer.
No se dejó desanimar por aquel rechazo. Sabía de antemano que todo esto no sería fácil, pero estaba seguro de que tendría otra oportunidad de invitarla a salir cuando ella se sintiera más cómoda.
Además, a él no le gustaban las cosas fáciles. Esto se estaba convirtiendo en un desafío, y eso lo emocionaba mucho más.
Naomi embozó una sonrisa leve antes de asentir con la cabeza. Se sintió aliviada al ver que Killua no parecía haberse ofendido por su respuesta. A medida que pasaba más tiempo con él, comenzaba a valorar su amistad y temía que sus problemas personales la estropearan.
—Tienes razón, lo mereces —responde, estirando la mano que anteriormente reposaba sobre el escritorio, con el fin de alcanzar la caja de chocolates que se encontraba a su izquierda. Sacó una de las pequeñas bolas dulces con rapidez, girando la cabeza para observar al Zoldyck, quien inmediatamente abrió la boca en espera de su premio— y esto también.
Killua saboreó su dulce con una sonrisa, satisfecho de haberlo atrapado. Su mirada se desvió hacia la ojirosa, que se había levantado de su asiento y se dirigía hacia su consola de videojuegos. En cualquier otra ocasión, el albino habría estado ansioso por dejar de lado los libros y sumergirse en la emoción de los juegos, pero en esta oportunidad, algo se sentía diferente. La compañía de Naomi había hecho que el estudio fuera menos aburrido de lo que esperaba, y eso lo había sorprendido agradablemente.
Alzó las cejas confundido al ver como la muchacha detuvo abruptamente sus movimientos, girandose en su dirección para observarlo atentamente—¿Qué te parece si volvemos a tener más clases como esta?—propone, sintiéndose ligeramente avergonzada por la manera tan directa como lo dijo— D-Digo, sé que necesitas ayuda para subir tus calificaciones, y c-creo que hoy nos fue bastante bien. Seguramente si tenemos más sesiones de estudio juntos lograrás subir tu promedio para el próximo corte de notas.
—Hmm...—musitó Killua, observando el techo de manera pensativa. Aquella idea le había parecido increíblemente maravillosa, pero no quería que se notara su emoción al respecto— Pues si, no suena mal —se encogió de hombros, posando su atención sobre la chica. Esta sonrió emocionada, haciendo que el Zoldyck desviara nuevamente la mirada para evitar contagiarse con su ánimo— ¿Cuánto quieres que te pague?
Naomi negó inmediatamente con la cabeza. No había propuesto esa idea con intenciones de conseguir dinero a cambio, simplemente quería ayudar al chico con sus calificaciones—No te cobraré nada, somos amigos ¿no?
—Pues si, pero igual puedo pagarte. Mis padres seguramente me darán buen dinero si es por mis estudios —responde con cierto fastidio, ya que algunos desagradables recuerdos de sus progenitores cruzaron su mente— Además, así inviertes ese dinero y te compras un Ps5, no soporto seguir viendo ese vejestorio que tienes ahí.
—Ya te dije que no, bobo —resopló la chica, girando los ojos antes de dar media vuelta y retomar su camino. Killua entreabrió sus labios sorprendido por su respuesta, pero no pudo comentar nada al respecto ya que siguió hablando— Mejor vayamos a jugar, cuando los demás lleguen debemos volver con las clases.
El rostro de Killua se iluminó con una sonrisa ingenua mientras se levantaba para seguir a Naomi. Le sorprendió mucho la forma en que se expresó la chica hace un momento, sin rodeos ni miedo a herir sus sentimientos. Era un gesto que revelaba una conexión más profunda entre ellos, una conexión que se remontaba a sus primeras conversaciones en Tinder, cuando la comunicación era fluida y natural.
En ese momento, Killua sintió que estaba empezando a conocer a la verdadera Naomi.
—¿A quien llamas bobo? Baka~.—refunfuñó el chico, dándole un suave empujón hacia el frente. Esta detuvo su andar en seco, y no dudo mucho en devolverle aquel gesto con más fuerza, haciéndolo tambalear momentáneamente. Killua gruñó al darse cuenta de que casi se cae por estar desprevenido, y de manera hostil volvió a acercarse a la muchacha—¡Hey! Si me vuelves a hacer eso le iré a decir a tu mamá que eres una salvaje.—amenaza, señalando con su dedo índice la puerta que daba a la cocina, dónde seguramente se encontraba la madre de la ojirosa.
—Entonces yo le diré a tus padres que hiciste trampa en el examen de Biolog-...—no pudo terminar de pronunciar aquello, cuando una de las manos del chico se había plantado sobre sus labios.
—Shh, no digas esas cosas en voz alta, baka. Nunca sabes quién puede estar escuchando —susurra nervioso, observando frenéticamente a sus alrededores. Posó su mirada sobre el rostro de la chica al sentir como este se ponía más caliente debido al repentino contacto entre ambos. Curvó una sonrisa de suficiencia al notar aquello, y no tardó mucho en seguir molestandola—¿Eh? Parece que alguien se pone nerviosa si le-...—sus palabras quedaron ahogadas al sentir una fuerte presión sobre su dedo índice. Naomi le había pellizcado la mano con sus dientes— ¡Agh! ¡Señora Miko! ¡Su hija es una loca!
—Oigan, llevamos más de cuarenta minutos caminando, y ya hemos pasado más de cinco tiendas —la queja de Daiki hizo tensar a ambos chicos, quienes trataron de ignorarlo y seguir caminando como si nada. El castaño notó aquello, parando su andar bruscamente mientras giraba en dirección contraria— Como sea, me largo.
Gon entró en pánico ante aquello, dando vuelta rápidamente para correr en dirección al chico—P-Pero Daiki-kun...—balbuceó, tomándolo del brazo para frenarlo, ganándose así un gran bufido de su parte— Tranquilo, ya estamos por llegar, confía en mí.
Una mueca de incomodidad se formó en los labios del Kuruta, quien no había pronunciado una sola palabra desde que abandonaron el hogar de Naomi. Aunque no tenía certeza de lo que Gon estaba planeando con Daiki, su instinto le decía que su torpe amigo trataba de ganar algo de tiempo a solas entre Killua y Naomi, así que simplemente se dedicaba a acompañarlo en aquella incómoda misión.
«No puedo creer que haya cancelado mi día de estudio bíblico por estar aquí como un idiota» se lamentó el rubio, observando el cielo con arrepentimiento «Espero entiendas que lo hice para ayudar a mis amigos con escasos recursos mentales»
Soltó un suspiro, enfocando nuevamente su mirada en el par de chicos frente a él. Daiki parecía estar forcejeando con Gon para que le soltara el brazo, pero este ya se encontraba guindado a él como un Koala, mientras pataleaba y trataba a toda costa de evitar que el muchacho se moviera de su sitio. Las personas a su alrededor habían empezado a murmurar cosas ante todo el escándalo que estaban haciendo ambos chicos, haciendo que el rubio se decidiera a separarlos de una vez por todas.
—Oigan, ambos parecen un par de locos. Dejen de hacer tanto show —reprendió el Kuruta, ganando un puchero por parte de su amigo peliverde. Sin importarle aquello, se acercó más para deshacer el agarre del brazo del castaño, quien murmuró un Gracias mientras se arreglaba su camisa, ya que Gon se la había descolocado un poco cuando se le echó encima— Disculpalo, Daiki. Gon suele ser algo impulsivo de vez en cuando.
El joven simplemente se encogió de hombros. No estaba realmente enojado con Gon, pero si había logrado sacarlo de sus casillas momentáneamente—No importa, pero como sea, volveré a casa de Naomi. Ya me cansé de caminar.
—Pero no podemos volver con las manos vacías.—replica nuevamente el peliverde, librandose hábilmente del agarre de su amigo para acercarse a Daiki.
—Tranquilo, compraré algo en alguna de ¡Las cinco tiendas que pasamos antes de llegar aquí!—exclama, completamente irritado. Los labios de Gon se fruncieron en un puchero, mientras su dulce mirada perdia aquel brillo que tanto lo caracterizaba. Su reacción alarmó inmediatamente a Daiki, quien se sintió arrepentido por haberle alzado la voz de esa manera— Gon, huh... perdón, ¿si?—murmuró, tratando de buscar la mirada del peliverde.
Pero este se mantenía cabizbajo, mientras un aura deprimente lo cubría. Aquello hizo sentir mucho peor al castaño, quien se estaba empezando a angustiar ante la posibilidad de haber herido los sentimientos de alguien tan dulce como el Freecss.
Mientras tanto, Kurapika lo observaba con una ceja levantada y los brazos cruzados, pensando que su amigo era, sin duda, un maestro manipulador.
—Está bien, vayamos a donde quieras.—propone Daiki, con la esperanza de que sus palabras lograran aligerar la situación.
Al escuchar aquello, Gon inmediatamente levantó la mirada, dedicándole una hermosa sonrisa al chico antes de alzar los brazos para celebrar su victoria—¡Yujuu! ¡Síganme todos!—exclamó de lo más feliz, emprendiendo nuevamente su camino en dirección contraria a la casa de Naomi.
El rubio le envió una mirada compasiva a Daiki antes de dar media vuelta para seguir a su intrépido compañero—No te mortifiques mucho, Daiki. Mejor caminemos rápido para volver lo antes posible.
Esperaba de todo corazón que Killua estuviera aprovechando al máximo el tiempo que habían logrado conseguir para él.
Con un suspiro pesado, el castaño se puso en marcha con paso lento y desganado, sin rumbo fijo ni destino claro «Mañana hablaré con Feitan para que le consiga amigas mujeres a Naomi. No quiero que se junte más con este grupo de raritos»
Mucho texto este cap, pero traté de cerrar el año con algo decente
Espero que les haya gustado ese cosito que hice q no recuerdo cómo se llama así que le diré separador. Planeo hacer más luego para momentos que considere especiales o importantes en la historia, este lo hice porque me gustó el avance que hubo en la relación de Killua y Naomi, ya los niños se tienen más confianza 🥺❤️
Este es el último cap del 2024!!! Solo hubieron dos este año pero bueno peor es nada jeje Espero que les haya gustado
💟No olviden votaaar
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro