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📱:Capítulo Veinte:⇢ˏˋ Almuerzoˎˊ ꒰ 💚 ꒱





El sonido del timbre resonó por toda la casa. Naomi, quien se encontraba arreglando la mesa del comedor, desvió su atención de su quehacer para observar el pasillo que daba al recibidor.

Ya había llegado el fin de semana, y como era de esperarse, su madre había cumplido su palabra al preparar una exquisita comida para que Naomi y sus amigos pasaran la tarde juntos. Killua no se había comunicado con ella desde que se vieron por última vez en la escuela, pero anteriormente le había dado su palabra de que asistiría.

Ella confiaba en que así sería.

Daiki había llegado hace unas cuantas horas, pero se encontraba muy ocupado jugando con su teléfono como para prestarle atención a sus alrededores. Su madre estaba terminando de preparar la ensalada en la cocina, y eso solo la dejaba a ella como única opción para recibir al invitado.

Con nervios limpió el sudor de sus manos con la parte trasera de su pantalón, mientras caminaba rápidamente hacia la entrada de su hogar. El Zoldyck ya había visitado su morada anteriormente, pero seguía dándole vergüenza reunirse con él en este espacio tan personal.

Esperaba de todo corazón que su madre no dijera o hiciera algo que pudiese avergonzarla frente al chico, ya que conocía lo suficientemente bien la personalidad burlona del albino, y lo que menos quería era ser material de sus chistes durante toda la semana.

Antes de que pudiese abrir la puerta, el timbre volvió a sonar, siendo seguido de varios murmullos que no pudo escuchar correctamente. Frunció las cejas confundida al darse cuenta de que había más de una persona afuera, y con curiosidad se puso de puntillas para llegar a la mirilla de su puerta.

Killua, Gon y Kurapika se encontraban del otro lado de la puerta, manteniendo lo que parecía ser una pequeña discusión entre ellos. El albino estaba hablando mientras el Freecss lo escuchaba atentamente, por otro lado, el rubio no se veía muy conforme con lo que sea que estuviera diciendo el Zoldyck.

«Que raro, no mencionó que vendría con más personas...» pensó la muchacha, volviendo a su posición original «Aunque no me sorprende mucho, seguro no quería aburrirse solo»

No pasó ni un segundo cuando el timbre volvió a sonar repetidas veces, haciendo que dejara de lado sus pensamientos para terminar de abrir la puerta.

—¡Por fin! Un segundo más y hacíamos un picnic afuera —bufó el Zoldyck, reforzando el agarre en las bolsas que sostenía. Naomi apartó la mirada nerviosa, haciendo que suspirara en silencio—. Traje comida... y a estos dos.—murmuró lo último, señalando con su pulgar a su par de amigos.

Había pensado en invitar a Leorio, pero lo que menos quería era ver como trataba de ligarse a la mamá de Naomi.

El peliverde fue el primero en acercarse a saludarla. Gon le parecía un chico bastante simpático, era una de las pocas personas con las que se sentía segura a pesar de no ser tan cercanos. No sabría cómo explicarlo, pero le daba muy buenas vibras.

—¿Cómo estás, Naomi-chan? —cuestionó el joven, a lo que ella asintió para darle a entender que estaba bien. Él ensanchó un poco más su sonrisa, asintiendole devuelta— Estamos muy emocionados por tu fiesta, cancelamos todos nuestros planes para venir.

La castaña ensanchó los ojos confundida, sin entender a qué se refería con "su fiesta". El Zoldyck se veía bastante disgustado con aquel comentario, y no tardó mucho en jalar al peliverde por su camisa—Ya te dije que no es una fiesta, baka. Solo vamos a comer con su mamá y estudiar.

—Cualquier lugar donde esté yo es una fiesta.—sonrió, ganándose un golpe por parte de su mejor amigo.

El rubio, que hasta el momento se había mantenido en silencio, suspiró pesadamente antes de dar un paso hacía el frente. Se sentía un poco molesto por haber sido forzado a asistir a una reunión donde originalmente no estaba invitado, ya que aquello lo hacía sentir fuera de lugar; pero su tonto amigo Killua había suplicado tanto que no lo dejaran solo con la que según él "podría ser su suegra algún día" que se vió en la obligación moral de echarle una mano.

No sabía exactamente como podría ayudar, pero algo haría.

—Buenas tardes, Naomi —saludó, ganándose una corta sonrisa de la chica—. Tienes una linda casa —halagó, levantando un poco la vista para detallar mejor la estructura de la morada— ¿Entramos?

La muchacha se sobresaltó un poco, avergonzada por no haberlos invitado a pasar por su cuenta. Asintió cortamente antes de hacerse a un lado, dándoles espacio para que pudieran cruzar la puerta. Los invitados sin invitación previa fueron los primeros en ingresar, dejando por último al ojiazul.

Este se encontraba nervioso, y no era muy bueno ocultando aquello. Su cuerpo estaba tenso, su mirada perdida y apretaba las bolsas en sus manos como si no hubiera un mañana. Naomi se quedó observándolo un par de segundos, esperando que el muchacho tuviera la iniciativa de entrar a su hogar, pero no parecía querer hacerlo.

—¿Está todo bien?—cuestiona la muchacha, haciéndolo salir de sus pensamientos.

Killua la observó un par de segundos antes de asentir cortamente con la cabeza y cruzar el marco de la puerta. Estaba preocupado por como saldría todo en esta reunión. No quería causarle una mala impresión a la mamá de Naomi, y mucho menos que esta última se llevara otra mala experiencia con su persona. Ahora que sabía que Naomi era en realidad su adorada Asuka, tenía que empezar a cuidar su actitud con ella.

La conversación que tuvo con Kurapika hace poco cruzó por su cabeza. Él tenía razón, no tenía sentido tratar de forzar una personalidad falsa, él era lo suficientemente genial para conquistar a Naomi, simplemente debía enfocarse en eso.

Si quería enamorarla, debía impresionarla, y eso era exactamente lo que pensaba lograr el día de hoy.

Ambos jóvenes caminaban a paso tranquilo por el pasillo que conducía al comedor. Killua aprovechó para detallar más a la muchacha; esta era la primera vez que la veía vestida con ropa casual, ya que normalmente frecuentaban únicamente en la academia, y ahí obligatoriamente debía usar el respectivo uniforme. Pero el día de hoy llevaba una linda falda negra, una camiseta blanca y un suéter rosa tejido con bordados de corazón.

Se veía linda, y aquel pensamiento lo hizo sonrojar inconscientemente.

—M-Me gusta tu suéter.—comenta, fingiendo un tono desinteresado mientras evitaba a toda costa cruzar miradas con ella.

Naomi observó momentáneamente su prenda antes de subir la mirada para observarlo—Pensé que odiabas el color rosa.—murmuró, recordando algunos vagos comentarios que llegó a hacer el joven aquella vez que visitó su habitación.

Killua torció una sonrisa incómodo, aclarando su garganta antes de girarse a verla—Ya no me parece tan desagradable como antes, supongo —responde, a lo que ella frunció las cejas confundida— ¡Las personas tienen derecho a cambiar de opinión!

La muchacha soltó una corta risa. Estar con Killua ya no era tan difícil como antes, incluso se atrevía a decir que era la segunda persona con la que se sentía más cómoda actualmente, por debajo de su mejor amigo Daiki, por supuesto. Esto seguramente se debía a la personalidad juguetona y burlesca del muchacho, la cual le recordaba mucho a su curioso amigo de Tinder.

Y hablando de él, últimamente ya no conversaban tanto como antes, y eso la hacía sentir triste de vez en cuando. Seguramente el muchacho estaba muy ocupado tratando de recuperar sus notas académicas, ya que una de las últimas conversaciones que mantuvo con él fue respecto a ese tema, y si ese era el caso, entendía perfectamente el porqué de su ausencia.

—A mí me gusta mucho tu camisa —habló la castaña, haciendo que Killua la observara de reojo— El azul es un color muy lindo, co-combina bien con tus ojos.

Él asintió cortamente, tratando de disimular lo increíblemente feliz que lo había hecho aquel comentario—A mi todos los colores me quedan bien, es una de las ventajas de ser guapo.

Aquello la hizo reír nuevamente, haciéndolo sentir satisfecho.

Naomi parecía ser una niña bastante simpática y alegre, no lograba entender por qué tenía tantos problemas para comunicarse con las personas. Seguramente algo malo había sucedido en su infancia que le causó alguna especie de trauma o algo por el estilo.

Pero no le dió mucha mente a eso, en algún momento tendría la confianza suficiente para hablar con ella sobre ese tema a profundidad.

Ya se habían acercado lo suficiente para escuchar los murmullos de los tres jóvenes que se encontraban conversando en el comedor. Kurapika, Gon y Daiki parecían llevarse bien, estaban bastante entretenidos hablando como para notar la presencia de Killua y Naomi. El albino se acercó a la isla que daba a la cocina para dejar las compras que anteriormente había hecho, para luego tomar asiento en la silla junto al peliverde.

—¿Y desde cuándo son amigos ustedes dos?—pregunta Gon, señalando con su dedo índice a Daiki y Naomi.

La joven se quedó en silencio, recordando el momento en el que conoció al que hoy en día es su mejor amigo. Ambos se conocieron cuando apenas tenían seis años de edad, los padres de Daiki se mudaron a la casa frente a la suya por temas laborales, y lo primero que hicieron ambas familias fue presentar a sus hijos por ser contemporáneos en edad. 

Daiki siempre fue muy dulce con Naomi, desde el momento en el que se conocieron la trató con mucho respeto y delicadeza, como si de su hermana menor se tratase. Seguramente eso se debía a la actitud pasiva y tranquila que tenía la muchacha desde tan corta edad, y eso hacia que el castaño sintiera la necesidad de protegerla de cualquier mal, y es lo que ha estado haciendo desde entonces.

—Nos conocemos desde... ¿los cuatro años?—responde dudativo, buscando confirmación por parte de su amiga, la cual negó lentamente antes de responder.

—S-Somos amigos desde los 6 años.

Gon hizo un ligero movimiento con su cabeza, mientras miraba distraídamente el techo—¿Y Daiki-kun no tiene novia?—pregunta interesado, a lo que él negó lentamente—¿Y Naomi-chan no tiene novio?

Killua bufó inmediatamente, rodando los ojos ante reverenda estupidez que acababa de escuchar—Apenas está haciendo amigos, baka. ¿Cómo demonios tendría novio? —responde, a lo que Gon se rascó la nuca, avergonzado por su pregunta anterior— Y lo otro, jamás en mi vida he escuchado decir a alguna chica que Dereck es atractivo.

—Tal vez sea porque me llamo Daiki y no Dereck, imbécil.—gruñe, mandándole una mala mirada al albino— Y tampoco es que tú seas muy popular entre las chicas, literalmente no conozco a una sola que no piense que eres un imbécil.

Kurapika y Naomi observaron de mala manera a sus respectivos amigos, reprendiendolos silenciosamente por sus inapropiados comentarios—Es de mala educación discutir en la mesa —comenta el rubio, haciendo que Daiki sonriera avergonzado— Y mucho más cuando hay una mujer presente, Killua.—aquello último lo masculló, mientras le proporcionaba una discreta patada al albino debajo de la mesa.

Este último ahogó una queja, desviando la mirada hacia él suelo mientras pronunciaba inaudibles maldiciones hacia el Kurta.

Pero tenía razón, no podía tener ese tipo de comportamiento infantil frente a la chica que le gusta.

Naomi suspiró aliviada al escuchar los pasos de su madre acercandose al comedor, dudaba mucho que ambos jóvenes siguieran peleando con su mamá presente en la mesa.

O eso esperaba, claro.

Miko, la madre de Naomi, se encontraba completamente fascinada con la presencia de estos cuatro jóvenes en su hogar. Esta era la primera vez que su pequeña hija estaba en una reunión con tantos chicos que rondaban su edad, y se sentía orgullosa al ver que actuaba con normalidad frente a ellos, e incluso se unía a las conversaciones que mantenían de vez en cuando.

Siempre se había preocupado mucho por el futuro de Naomi. Si, ella era una niña bastante aplicada en sus estudios, de hecho los profesores particulares que tenía eran muy exigentes con ella en ese aspecto, así que siempre estuvo por encima del promedio cuando se trataba de temas académicos. Pero la vida real era más que eso, a una persona sin habilidades sociales se le dificulta mucho más alcanzar el éxito, y no quería que su hija se quedara estancada a raíz de eso.

Sin contar que también estaba el tema de su vida personal. La muchacha jamás ha tenido ningún interés amoroso en sus 16 años de edad, y eso la angustiaba mucho, ya que, a pesar de que ella no hablaba mucho de esos temas, ya estaba acercándose a la edad donde empezaría a sentir curiosidad sobre ese tipo de sentimientos, y no quería que terminara entrando en depresión o algo por el estilo.

Pero verla el día de hoy hizo que aquellas preocupaciones se apaciguaran un poco. Naomi se veía cómoda, tranquila, e incluso podría decir que la estaba pasando bien.

Sin duda fue buena idea inscribirla en el instituto.

—... Y entonces, con mucho esfuerzo logramos terminar de construir el asilo para personas mayores —relata Gon, haciendo un ademán con su mano derecha. Miko sonrió enternecida, observando al peliverde con ternura— No fue fácil, pero gracias a eso todos los ancianos de la Isla Ballena tienen un hogar.

Killua hizo un mojin con sus labios, entrecerrando los ojos para enviarle una mala mirada a su amigo «¿Acaso se le olvida que lo traje aquí para que me hiciera quedar bien A MI?» gruñó mentalmente

Esperaba un poco más de apoyo por parte del dúo que trajo consigo, pero todo lo que estaban haciendo hasta el momento era chismosear sobre la vida de cada uno sin tomar en cuenta la existencia del Zoldyck. Él se consideraba a si mismo como una persona bastante interesante y entretenida, pero tenía un pequeño problema; no sabe comunicarse adecuadamente con personas mayores a él.

En resúmen, era un grosero maleducado.

En su vida cotidiana, aquello no le causaba tantos problemas. Si, los maestros siempre se llevaban una mala impresión de él al comienzo, pero con el tiempo se acostumbraban a su odiosa personalidad y dejaban de darle importancia. Pero en esta ocasión todo era diferente, sabía que el mínimo error podía costarle su relación con Naomi.

Y eso lo asustaba, mucho.

—Eres un jovencito muy noble.—halaga la señora, a lo que Gon se encogió de hombros mientras sonreía levemente.

—Eso no es nada, Kurapika todos los fines de semana va a los orfanatos de la ciudad a cantarle canciones a los niños y llevarles juguetes nuevos que compra con su propio dinero.—menciona con orgullo, estirando su brazo para tocar el hombro del Kurta, quien se encontraba sentado a su costado derecho.

Este último paró de comer para observar de reojo a Killua, y no le sorprendió en absoluto ver lo disgustado que se veía justo ahora. Suspiró levemente antes de colocar sus cubiertos sobre una de las servilletas junto a su plato, embozando una corta sonrisa en dirección a la mayor.

—Pero nada de eso fuese posible de no ser porque Killua me salvó la vida —comenta tranquilamente, haciendo que todos los presentes alzaran las cejas sorprendidos, incluyendo al albino— ¿Oh? Parece que nadie conoce esa historia, fue realmente increíble.. —continua, haciendo un ademán con su mano en dirección al Zoldyck— Killua eh... me donó un riñón.

«¿Qué carajos?» Pensó el Zoldyck desencajado, curvando una mueca en dirección a su amigo por aquella horrible mentira que acababa de decir.

—¡Cierto! ¡A mí también!—exclama Gon rápidamente, a lo que Daiki frunció el ceño.

—¿Cuántos riñones tienes o que?—cuestiona en dirección a Killua, haciendo que este desviara la mirada incómodo.

—Parece que los suficientes para todos...—murmura. Sus ojos se cruzaron con la mirada curiosa de Naomi, haciendo que sus nervios florecieran inmediatamente— P-Pero eso no es nada, cuando mi gata se perdió Gon recorrió toooooda la ciudad hasta encontrarla, es un gran tipo.

«Ay, Killua...» se lamentó mentalmente el peliverde, frunciendo sus labios en un puchero mientras observaba con ternura a su mejor amigo «¿Con que cara le digo que solo le compré otra gata igual a la que se perdió?»

Cuando mi padre se emborracha Killua es quien me ayuda a llevarlo a casa arrastrandolo por todo el barrio.—cuenta alegremente, levantandose de su asiento mientras señalaba al chico con el dedo indice.

«Que tipos tan raros...» Pensó Daiki, observando con el ceño fruncido al trío frente a él «Parece que estuvieran tratando de conquistar a la mamá de Naomi. Y yo que pensaba que el único con esa clase de gustos era Leorio»

La señora entreabrió los labios sutilmente, observando con asombro al ojiazul, quien se mantenía sentado mientras observaba con vergüenza a sus dos compañeros—Pareces ser un buen muchacho, Killua —sonrie, haciendo que este se sonrojara levemente mientras colocaba una de sus manos detrás de su nuca— Aunque eso lo sé desde que acompañaste a Naomi a casa para que no volviera sola.

Naomi asintió inmediatamente. No lo había analizado de esa manera, pero su madre tenía razón, ese fue un gesto muy lindo de parte de Killua.

—Si... Killua-kun es muy amable.—susurra la chica, ganándose una mueca por parte de su mejor amigo.

—Este ha sido el almuerzo más extraño de mi vida —niega el castaño, suspirando cortamente antes de arrimar su silla hacia atrás y levantarse de su asiento— Deberíamos empezar ya con la sesión de estudio, quiero terminar con mi tarea para poder jugar lol.





Hola...

Solo para que sepan, me tardé 3 años en actualizar a propósito  para comprobar quienes eran los fieles lectores y así asegurarme de que no me leían solo porque estábamos en pandemia >:(

Bueno, es mentira JAJAJAJAJA Simplemente empecé a vivir la vida adulta y bueno, tengo casi 23 años y me toca chambear. Pero estos últimos años he estado tan sumergida en mi trabajo que siento que no tengo vida, literalmente, como cambie de país hace unos 4 años, no tengo muchos amigos, ni novio, y literalmente todo lo que hago es trabajar de la mañana hasta la noche, entonces volveré a usar este espacio para distraerme un poco siempre que tenga tiempo, además me releí todas mis historias y me emocioné mucho entonces realmente me gustaría terminarlas, así no las lea nadie o haya perdido la mayoría de seguidores que tenía en ese entonces

Entonces, esta historia es una de mis favoritas, no tanto por el contenido sino porque es un fanfic de mi bebé hermoso Killua y disfruto muchísimo escribir sobre él, entonces estaré muy activa por este lado. Lo mismo con Hunter x Ninja por si alguien de aquí la sigue también. Con respecto a la saga social... de pronto me animo con la de Kurapika, tengo que pensar bien el orden que tendré ya que son varias historias que pienso estar ojeando, así que si son seguidores de mis historias en general, escucho sugerencias de cuales son sus favoritas para que actualice

Por cierto, algo que caracteriza mucho esta historia (y todas mis historias en general) es el sentido del humor, y una cosa que me detuvo todos estos años para actualizar es que sentía que había perdido ese toque con el pasar de los años, ya que viví ciertas experiencias desagradables que apagaron un poco el brillo de mi personalidad, pero últimamente me siento mejor respecto a eso, entonces seguro con el pasar del tiempo vuelvo a ser la misma en ese sentido, entonces realmente espero que les haya gustado este cap (no estoy del todo conforme, pero prefiero ir mejorando progresivamente y no quedarme toda la vida editando este cap jeje)

💟No olviden votaaar y comentar, eso siempre me anima mucho jeje los tqm perdón por todo

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