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𝗖𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗱𝗼𝘀

永遠の|𝐓𝐢𝐦𝐞𝐥𝐞𝐬𝐬
Clase A.
─────♡──────

—Muy bien, ¿quién quiere empezar?—cuestiona Aizawa, posando su vista en ambos hermanos.

—Haruka quiere.—respondió con rapidez el varón, sonriendo por habérsele adelantado a la chica.

El héroe murmuró un sonido pensativo, asintiendo con la cabeza—Entonces empezamos con Haru y Kendo.

—¿¡Eh!?, ¿y por qué conmigo?—replica el pelirrojo, ganandose una risa de su hermana.

—Por idiota.

Haru chasqueó la lengua irritado, pateando el suelo antes de emprender su camino hacía el centro del círculo. Kendo lo siguió en silencio, mientras los otros cuatro se alejaban un poco para presenciar mejor la pelea. No se encontraba nervioso, tenía confianza en sus habilidades y la prueba en si no era nada del otro mundo. No conocía el quirk de su adversaria, pero si conseguía dar el primer golpe, tendría la victoria segura.

«Bueno, si de casualidad llego a perder... solo debo pedirle a Haruka que retroceda el tiempo» pensó el joven con malicia, sonriendo inconcientemente.

Su hermana frunció el ceño al verlo, negando lentamente con la cabeza «Seguro está pensando que lo ayudaré si pierde. Já, iluso» suspiró, desviando disimuladamente la mirada para observar a su futuro contrincante de reojo «Aunque no es una mala idea, lo haré conmigo si llego a perder contra este tipo»

—¿Están listos?—cuestiona Vlad King, levantando una de sus manos para dar inicio a la batalla. Ambos jóvenes asintieron, y con un brusco movimiento bajó su mano—. Empiecen.

Shōto mantuvo su mirada fija en los movimientos del varón. Su profesor no le había dado información alguna sobre ambos hermanos, dando como única orden el tratar de vencerlos durante la batalla. Sería muy útil para él averiguar algo sobre su quirk, ya que al ser gemelo de su contrincante, ambas peculiaridades debían compartir alguna similitud.

Al notar que el muchacho no se movía en lo más mínimo, Kendo decidió darle inicio a la batalla. Activó su peculiaridad, haciendo que una de sus manos se agrandara considerablemente; la cerró en un puño y corrió en dirección al pelirrojo. Este se mantuvo sereno, esperando que se acercara un poco más para atacar.

—¿Qué—murmuró Shōto perplejo, observando como de la nada, Kendo se había echado hacía atrás cubriendo su rostro—¿La golpeó? No ví que se moviera nunca.

Haruka sonrió burlonamente al notar la confusión del bicolor, sintiéndose profundamente orgullosa de las habilidades de su mellizo. El poder de Haru podía resultar más eficaz que el suyo en combates cuerpo a cuerpo, ya que sus adversarios ni siquiera tenían tiempo de esquivar sus ataques. Su quirk, Time Change; le permite saltarse el trayecto de sus movimientos, dejando únicamente el resultado de su acción.

Técnicamente, lo que hace es avanzar en el tiempo para evitar que sus contrincantes perciban sus movimientos. Aquella habilidad consume una enorme cantidad de energía, por lo que necesita dar golpes certeros para no alargar mucho la batalla.

Era un quirk bueno, pero agotador.

Kendo frunció el ceño, sobando su mejilla con la mano normal para apaciguar un poco el dolor que sentía. El pelirrojo ya había empezado a correr hacía ella, haciendo que se colocara en guardia nuevamente. Otro imprevisto golpe en su vientre la hizo jadear y echarse hacía atrás, mientras la confusión empezaba a agobiarla internamente.

—No entiendo, la está golpeando pero... ni siquiera se mueve —murmura Todoroki, frunciendo el ceño antes de girarse a ver a la chica—. ¿Cuál es el quirk de tu hermano?

Haruka soltó un ligero bufido, rodando los ojos en el proceso—Buen intento, amigo. Si quieres te lo digo luego de ganarte en nuestro combate.

El bicolor alzó una ceja, desconcertado por la actitud arrogante de la muchacha. Decidió tomarle la palabra y no insistir con el tema, centrando nuevamente su atención en el combate frente a él.

Kendo ya había recibido una considerable cantidad de golpes en diferentes puntos de su cuerpo; y no hace falta recalcar que estaba bastante adolorida por lo mismo. Haru también estaba empezando a sentir el precio a pagar por su habilidad, y sabía que no faltaba mucho para que aquello empezara a notarse externamente.

«Debo terminar esto como Saitama. De un solo golpe» pensó, riendo en voz alta ante su propio chiste.

Con cada golpe que le proporcionó a la muchacha, está había empezado a retroceder inconcientemente, y ya faltaba poco para que saliera de los límites del círculo. Dió un par de pasos más para intimidarla, y cuando está dió un pequeño paso hacía atrás, terminó de empujarla fuera del ring.

—¡Victoria magistral!—exclamó su hermana, dando algunos saltitos antes de correr para felicitar al varón.

Vlad King frunció el ceño, perplejo. No podía creer que una de sus mejores alumnas haya sido vencida sin siquiera tener la oportunidad de atacar. El combate no había durado más de dos minutos, pero había sido más que suficiente para impresionar a ambos héroes.

«Es bueno» pensó el pelinegro, observando de lejos como ambos hermanos celebraban aquella victoria «Veamos como le va a Haruka con Todoroki»

—Suficiente celebración. Todoroki, ve al ring.

El bicolor obedeció sin decir una sola palabra, preparándose mentalmente para cualquier cosa que pudiese suceder durante el encuentro. El pelirrojo le mando una mala mirada al chico, agachándose un poco para susurrarle algo a su hermana.

—Tienes una sola oportunidad para derrotarlo, no la desperdicies.—aconseja, a lo que ella asintió inmediatamente.

—No te preocupes, esto acabará apenas empiece.

Todos se colocaron en sus respectivas posiciones, mientras Aizawa los analizaba para dar inicio al combate. Dió la seña a los pocos segundos, haciendo que ambos jóvenes se pusieran en guardia.

«Quiero saber como funciona su quirk antes de atacar; si resulta ser igual que el de su hermano, puede que logre descubrir el truco al recibir algún golpe» pensó el bicolor, frunciendo el ceño al ver como la chica jadeaba de cansancio.

—Eres... muy pesado.—exhala, apoyando las manos en sus rodillas para reposar un poco su cuerpo.

—¿A qué te refieres con-....

—Haruka gana.—anuncia su profesor, dejándolo completamente desconcertado.

Entreabrió los labios confundido al ver como su cuerpo se encontraba fuera de los límites del círculo, mientras la chica ocupaba el lugar que anteriormente le correspondía. No entendía que había pasado, ¿en qué momento salió del círculo? Apenas había transcurrido un segundo desde que inició el combate, y lo único que alcanzó a ver fue como la chica alzaba un poco una de sus manos, pero nada más.

«¿Acaso se puede teletransportar? No lo creo, si ese fuese el caso, me habría dado cuenta cuando me empujó» pensó, observando con el ceño fruncido a la muchacha «¿Cuál es su quirk?»

Haru sonrió, caminando hacía su hermana para darle una amistosa palmada en la espalda—Lo hiciste bien, por un momento pensé que no lo lograrías.

A ella le hubiese gustado replicar, pero también había perdido la esperanza al darse cuenta de lo pesado que era Todoroki. Los cinco segundos de tiempo suspendido que le obsequiaba su quirk resultaron ser suficientes para empujar al muchacho fuera del círculo; por suerte, este no se había posicionado muy lejos de los límites, facilitándole mucho más las cosas.

«Necesito hacer más ejercicio» exhaló la chica, reincorporándose para caminar en dirección a los héroes.

Estos intercambiaron miradas por un corto tiempo antes de asentir y observar a los hermanos—Aprobaron, apartir de ahora ambos son estudiantes de primer año en la U.A —anuncia Aizawa, ganandose un par de brillantes sonrisas—. Felicidades.

—Agh, ¿era necesario empezar hoy? Pensé que nos darían el uniforme y el resto de la tarde libre.—refunfuña la chica, terminando de acomodar la corbata de su hermano.

Este sonrió como agradecimiento, asintiendo para apoyar su comentario—Es cierto, pero escuché que los japoneses son muy estrictos con la educación. Nos hubiésemos ido a Latinoamérica, ahí seguro la pasamos mejor.

—Ya es demasiado tarde para eso —suspira, recostandose de la pared—. ¿En qué clase crees que quedemos?

—Hmm, seguro en la B; el maestro de esa se veía bastante interesado en nosotros —murmura él, llevándose una mano a la nuca—. Peeero, ese tal Aizawa también se veía sorprendido cuando le ganaste a Todoroki; así que no sabría decirte.

—Por lo menos quedaremos en la misma.

—Sip, por cierto; no olvides lo que acordamos —señala, haciendo que ella alzara una ceja confundida—. Debemos conseguir un mejor amigo que; sea inteligente, fuerte; pero no más que nosotros, divertido y que sepa hablar inglés; lo usaremos como traductor si llegamos a confundirnos con algo.

—¿Debe ser hombre?—cuestiona con fastidio, a lo que él asintió—. ¿Por qué?

—Me la paso todo el día contigo, necesito convivir con hombres también —refunfuña, frunciendo las cejas—. ¿Alguna objeción?

Su hermana suspiró pesadamente, negando con la cabeza. En Estados Unidos, pocas veces había visto a su mellizo convivir con otra persona que no fuese ella; jamás se había quedado hasta tarde jugando fútbol con sus compañeros, ni lo habían invitado a alguna reunión luego de la escuela. Lo mismo pasaba con ella, su círculo social empezaba con Haru y terminaba ahí mismo. Nunca sintieron la necesidad de convivir con otra persona ajena a ellos, ya que ambos se complementaban a la perfección.

Pero ya no eran niños, y si querían disfrutar de una adolescencia normal; debían hacer amigos.

—Está bien, Haru. Pero yo lo escogeré.—impone, a lo que él se encogió de hombros.

—Como quieras, lo dejo a tu criterio.

Ambos continuaron hablando algunos minutos más; debían esperar la llamada del director, quien les daría sus respectivos horarios y útiles escolares junto a toda la información que hiciese falta. Se sentían bastante ansiosos. La U.A era una escuela de élite, conocida mundialmente por ser la mejor; ni siquiera podían imaginar las cientos de actividades y pruebas que deberían realizar estos próximos tres años para convertirse en los héroes que tanto añoraban ser.

Tenían las expectativas sumamente altas.

La oficina del director se abrió, y de esta salieron Kendo y Todoroki; la muchacha les regaló una leve sonrisa antes de agitar su mano como gesto de despedida, mientras el bicolor permanecía inmóvil en su lugar, esperando a que la pelirroja terminara de alejarse. Carraspeó su garganta poco después, acomodando su bolso mientras observaba a Haruka—Me ganaste —comenta, a lo que ella hizo una mueca de obviedad—. Dijiste que luego de ganarme me explicarias el quirk de tu hermano.

Haru entreabrió los labios indignado, dándole un codazo a su hermana—¡Hey! No andes divulgando mis habilidades.

—No esperaba que se lo tomara en serio —susurra, frunciendo el ceño antes de observar al bicolor—. No te diré nada sobre Haru.

—Bueno, su quirk tampoco me interesa mucho. Mejor hablame del tuyo.—pide, pero antes de que ella pudiese responder, la figura de Aizawa se asomó por la puerta.

—Luego coqueteas con ella, Todoroki —masculla aburrido, confundiendolo—. Ahora los necesito a ambos, ve al salón con los demás.

Shōto asintió con la cabeza, obedeciendo de inmediato—Hablaremos después.—susurra al pasar junto a la muchacha, siguiendo con su camino sin esperar respuesta alguna.

Haruka negó con la cabeza, observando de reojo como el muchacho se alejaba tranquilamente—Vamos.—le murmuró a su hermano, tomandolo por el brazo para caminar a la par hacía la puerta.

Dentro de la oficina los esperaban Vlad King, el director Nezu y, obviamente, Eraser Head. Este último se acercó a ellos con dos mochilas en sus manos, entregándole una a cada quien antes de observarlos con seriedad—Ambos estarán bajo mi tutela, en la clase A —anuncia, sin cambiar su inexpresivo semblante. Los hermanos intercambiaron miradas sorprendidos, colocando las mochilas sobre sus espaldas—. Ahí dentro encontrarán los libros de las clases que verán hoy. El resto del material está guardado en sus casilleros.—informa, pasandoles una hoja que contenía el número y contraseña de cada locker.

—Tenemos grandes expectativas con ambos; si dan lo mejor que tienen estos próximos tres años, estoy seguro de que lograrán volverse grandes héroes algún día —habló el director, alzando una de sus manos antes de exclamar—. ¡Plus Ultra!

—¿Qué significa Plus Ultra?—le susurra Haru a su hermana, mientras ambos seguían las indicaciones que los guiaría hacía el aula.

Viene del latín Más allá; es el lema oficial de España, pero parece que lo plagiaron aquí —responde, observando la puerta de cada salón en busca de la suya—. ¿Por qué las puertas son tan grandes?

—Para que los héroes altos pasen, duh —responde con obviedad—. Y hablando de eso... ¿creés que ese señor alto y rubio del que siempre hablaba papá, esté aquí?

Haruka ladeó la cabeza, encogiéndose de hombros. Durante la niñez de ambos chicos, Mirai les habló múltiples veces sobre un sujeto que poseía el título de Símbolo de la Paz acá en Japón; pero de un día para otro, el peliverde dejó de comentar anécdotas sobre el héroe, y con el tiempo aquel sujeto quedó en el olvido para ambos.

Pero ahora que lo recordaban, les causaba mucha curiosidad.

—No lo sé, ¿cómo se llamaba?

—Huh... ni idea, luego lo busco por Google —murmura, parando su andar abruptamente. Observó el letrero que indicaba el número de aula sobre la puerta, leyendo lo que decía en voz alta—. 1-A, debe ser esta.

Haruka torció los labios antes de levantar su mano para dar un par de toques a la puerta. El ligero bullicio que se escuchaba dentro paró de pronto, y a los pocos segundos ambos fueron recibidos por una hermosa mujer de cabellera oscura.

Esta sonrió al verlos, embozando una leve sonrisa antes de hacerse a un lado para invitarlos a entrar—Ustedes deben ser los nuevos estudiantes. ¡Que guapos son!—exclama, llevándose ambas manos a las mejillas para acunar su rostro—. Pueden llamarme Midnight-sensei, soy la profesora de Arte moderno.

—Mi nombre es Haruk-...

—No, no, linda. Presentense frente a todos, pasen.

Ambos intercambiaron miradas antes de asentir, Haru dió el primer paso dentro del aula, siendo seguido al instante por su hermana. Ninguno de los dos desvío la mirada del frente hasta que llegaron a la mitad del salón, y entonces fue que se dieron el lujo de observar a todos sus nuevos compañeros.

«Que miedo, siento que en cualquier momento se me olvidará como hablar japonés» pensó el varón, tragando saliva mientras se acercaba más al cuerpo de su melliza.

—Ya les hablé de ustedes, presentense.—susurró la maestra, a lo que Haruka asintió.

—Mi nombre es Haruka Sasaki, tengo quince años.—balbuceó, sin saber que más decir para completar su presentación.

—El mío es Haru Sasaki, tengo quince años y...—titubeó, llevándose una mano a la nuca— espero que mínimo logremos hacernos amigos de uno de ustedes; de preferencia hombre, con habilidades promedio y buen sentido del humor.

El rubio con un curioso mechón negro en el cabello entreabrió los labios, mientras sus ojos brillaban de ilusión—Soy literalmente yo...—susurró, imaginando un futuro junto a ambos hermanos.

—¡Que lindos! Vayan a sentarse detrás de Todoroki y Yaoyorozu.—indica la mujer, señalando con su dedo índice los únicos asientos desocupados.

Haruka torció los labios con incomodidad al encontrarse nuevamente con el bicolor, ignorando su presencia mientras ocupaba el asiento detrás de él «Menos mal que estamos en clase, dudo que hable por ahora»

Les daré diez minutos para que se conozcan mientras voy al baño. No hagan mucho ruido.—canturreó la maestra, abandonando el aula.

«Maldición» chasqueó su lengua ella, observando como la mayor parte de sus compañeros se levantaban de sus asientos para rodearlos a ambos.

—¡Hola! Mi nombre es Uraraka Ochako.—se presentó una muchacha castaña, a quien lograron reconocer gracias a los vídeos del festival deportivo.

—Oh, a ti te recuerdo —habló el varón, ladeando un poco su cabeza—, tu pelea en el festival fue una de las más entretenidas. No como la primera de ese chico de cabello verde que-...

—Que también nos encantó mucho, por cierto —lo corta su hermana, sonriendo con incomodidad mientras observaba al peliverde—. Gran trabajo, huh...

—M-Midoriya Izuku —se presentó nervioso. Sus mejillas estaban bastante sonrojadas, y su postura tensa—. P-Pueden llamarme Deku, si gustan.

—¡Yo me llamo Kaminari Denki!—intervino el rubio, empujando a Izuku en el proceso—. Soy hombre, con fuerza promedio y muy divertido.—se presenta, ganandose una risa irónica de una de sus compañeras.

—¿Divertido según quién?—rueda los ojos, cruzándose de brazos antes de girarse hacía los hermanos—. Yo soy Kyōka Jirō, un placer.

Poco a poco, el resto de la clase había terminado de presentarse con sus nuevos compañeros; excluyendo entre ellos al bicolor y, para sorpresa de nadie, al rubio que obtuvo el primer lugar en el festival deportivo. Todos se veían bastante únicos, animados y extrovertidos a su manera; varios de ellos hicieron una corta presentación de sus habilidades, esperando así que los pelirrojos hicieran lo mismo.

—¿Cuáles son sus quirks?—cuestiona el peliverde interesado, llamando la atención del resto de los alumnos, los cuales tenían la misma duda. Todoroki se giró en su asiento para escuchar mejor, clavando su mirada en la chica que lo derrotó hace rato—. No, mejor no me digan. Yo lo adivinaré.

Haru soltó un bufido, llevándose ambas manos a la nuca—Dudo mucho que lo logres, pero dejaré que lo intentes.

—Bueno, hmm-...

—Es algo relacionado con el tiempo, ¿no?—lo interrumpe el bicolor, sin despegar su mirada de la muchacha—. Tus ojos son como relojes, por eso lo supuse —explica, a lo que ella frunció los labios incómoda—. Teniendo en cuenta que lograste empujarme sin que me diera cuenta, significa que... ¿puedes detener el tiempo?

Haruka suspiró resignada, asintiendo con la cabeza—Tambien puedo atrasarlo y adelantarlo.—añade, a lo que todos ensancharon los ojos.

—Wow, entonces adelanta el tiempo algunas horas; ya me quiero ir de aquí.—pide Kaminari, a lo que ella sonrió antes de negar.

—Solo puedo adelantarlo siete segundos, por ahora.

—¿Y detenerlo?—cuestiona Todoroki—, ¿por cuánto tiempo puedes detenerlo?

—Todoroki-san está muy hablador hoy.—comenta Yaoyorozu, haciendo que el aludido frunciera las cejas incómodo.

—Solo quería saber sobre su quirk...—murmura avergonzado, sentándose  correctamente en su asiento para dejar atrás aquel tema.

Haruka torció los labios una vez más, suspirando antes de responder:—Cinco segundos —dice, haciendo que él girara un poco la cabeza para observarla de reojo— solo puedo suspender el tiempo durante cinco segundos, por ahora.

—¿Y eso fue suficiente para ganarme?

—Huh... si.—responde, llevándose una mano al rostro para rascar su mejilla incómoda.

Todoroki soltó una corta risa nasal, embozando un atisbo de sonrisa antes de posar su vista al frente—Sorprendente.

Espero que les haya gustado el cap uwu
Y feliz cumpleaños para SHŌTOOOOO

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