"𝗧𝗵𝗲 𝗳𝗿𝗮𝗺𝗲 𝗼𝗳 𝗹𝗶𝗴𝗵𝘁"
AU: Paola,s World
Las clases eran la "Mierda más aburrida del planeta" como el mismo diría, un profesor mediocre, con alumnos mediocres, en una sala mediocre, con clases mediocres, se entretenía mirando por la ventana el pedazo de cielo que iluminaba las paredes grises, el pizarrón tiznado y la cara del profesor, más gris todavía, como si él y el salón hubieran sido hechos el uno para el otro, los rayos de sol eran lo único que iluminaba la aburrida estancia y le hacían pasar más rápido esas horas de sufrimiento.
Al menos eso pensó antes de que ella entrara a el aula.
No le tomo importancia al principio, otra niña mediocre, demasiado minúscula y anondina o desproporcionada y vanidosa, algo insípido a su gusto, volteo a la fuerza cuándo el maestro hizo ruidos infernales en la pizarra con sus uñas, si, en el salón el ruido ocupaba más espacio que los alumnos, pero ¿Era realmente necesario romperle los tímpanos?
-Clase, hoy recibiremos una nueva alumna, tiene una ligera discapacidad, por lo que hay que tratarla con cuidado, señorita, presentese-
Solo entonces la miro con profundidad: de su cuello colgaba una pequeña pizarrita, junto con tizas, seguía con las manos juntas, se veía nerviosa, también en su cara tenía una máscara electrónica, las había visto algunas veces, en centros comerciales, servían para mejorar la vista, no la cargaba completa, el podía ver sus labios húmedos y esponjosos, guardaría esa imagen.
Y el uniforme le quedaba apretado, pero eso también lo almacenaria para para más tarde.
Escucho el suave sonido de las tizas al pasar por la pizarra, levantó la mirada de nuevo, leyendola.
"Mi nombre es Paola"
Su letra era extrañamente dulce y estilizada, le gustó, y le ponía corazones a los puntos de las ies, también le gustó, tal vez no era tan aburrida como parecía.
-Ella se sentará junto a Jazz Tesla-
Mierda, mil veces Mierda ¿Por qué no podía ese señor dejarlo en paz?
Volteo a otro lado, fingiendo desinterés, la nueva le había gustado más de lo que desearía admitir, no lo mal entiendan, nisiquiera la conoce, pero es tan extraña que le atrae, quisiera ver sus ojos ¿Serán del mismo color que su pelo?
Mueve la cabeza, los pensamientos se alinean como tábanos sobre su cabeza, ¿Que tipo de mierda le ha hecho esa chica?
Escucha de nuevo el sonido de la tiza, voltea, ella ha escrito algo para el, un pedazo de su corazón se siente halagado, pero el otro quiere mandar a todos a la mierda y estar solo, por primera vez nota algo: Ella no sonríe.
Si, su máscara muestra emoticones vacíos, pero no hay nada en su exterior que revele que se siente así, se ve tan neutra... lo está poniendo incómodo, quiere que muestre alguna emoción, odio, asco, lo que sea, quiere sentir que es humana, no una cosa extraña con aspecto de una, Lee la pizarra, como si no quisiera saber.
"Hola"
-Si lo que sea-La mira con aburrimiento, quiere que haga algo, que se moleste o cualquier cosa-No me molestes mocosa-
"Tenemos la misma edad"
-No me interesan tus mierdas-Finge escribir, que no diga nada le molesta, como una muñeca inerte -Que seamos compañeros de cárcel no significa que tenga que quererte-
"Te llamas Jazz ¿Cierto? Dentro de poco podré hablar, solo perdí la voz por una tontería, ya se me pasará"
-No me importa un carajo-Ella sigue intentando socializar, ser amable, pero eso lo molesta por alguna razon- Ahora deja de escribir tus mariquerias y déjame en paz-
"No deberías usar ese lenguaje, tenemos 14 años..."
-y a ti que te importa lo que salga de mi boca-No sabe por qué, pero no dijo ninguna groseria- Deja vivir, dios-
Ella simplemente dejo de escribir.
El se sintió extrañamente culpable después de eso, la miraba de reojo: Ella escribía, el cabello le caía sobre la cara, era linda, bastante linda.
Ok, ahora siente que necesita lavarse el cerebro con cloro, debe dejar de mirarla, o le va a dar un paro.
El sol cae sobre su cuerpo, dándole un halo de luz a su figura, nunca había visto el sol tan hermoso, piensa en las luces danzarinas, rayos que caían en dónde ahora está su pupitre, como los miraba embelesado para distraerse de la tortura que es para el ir a la escuela, ahora son mil veces mejores.
Ahora ella es el rayo de sol, su rayo de sol, pero no va a abmitir eso, ni en sus más profundos pensamientos....
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Para el, cuyas horas sentados se hacían cada vez más lentas, la clase fue rápida esa vez, una fina llovizna caía afuera, la vio, no tenía la máscara, probablemente para no mojarla con la lluvia.
Sus ojos, sus ojos eran completamente negros, contrastaban con su piel canela, sus ojos eran únicos, extrañamente enigmáticos y hermosos, como un pozo sin fondo, no pudo dejar de mirarla, y agradecía que fuera ciega, por qué si no, probablemente estaría asustada.
¿Quien no lo estaría?
Todos se iban a casa, mientras ella miraba la lluvia aceptando el hecho de que no podría ir a casa también, se veía vacía aún, como una cáscara, con su expresión neutra de siempre, sin mostrar emociones, le sorprendió ¿No debería estar triste?
No pudo evitarlo, le tendió su paraguas, sin mirarla.
-Es para ti tonta-Lo puso en sus manos, fingiendo molestia-Haber si traes tus propias cosas a la escuela, así no tengo que perder las mías por una estúpida como tú-
Se cruzó de brazos, pero abrio los ojos sorprendido al escuchar su voz: sonaba tan pequeña y dulce, se notaba que hacía un esfuerzo, hacia un esfuerzo para el, volteo rápidamente, ella estaba sonriendo.
-¡G-gracias!-
Ella le estaba sonriendo, aquella cara inexpresiva y solitaria, le sonreía, y fue la sonrisa más hermosa del mundo, las mejillas de ella estaban ligeramente rojas, pero el seguramente estaba hirviendo, sintió que tenía que proteger esa sonrisa, costara lo que costara, sentía que el corazón se le iba a salir del pecho, ella le sonreía a el, soberano desgraciado que la trato de las patadas todo el día, no se lo merecía, pero se sentía tan bien.
-¡V-VETE A LA MIERDA!-
Salió corriendo, ¿No podía cagarla más, de casualidad? Y bajo la lluvia además, tal vez eso haría que sus pensamientos se derritieran y se fueran con el agua, se estaba empapando, Dios, ¿no podía reaccionar peor? Ella había Sido tan dulce, y el simplemente la había mandado a la mierda.
Pero le sonrió ¿Oíste Adam? ¡Una chica linda le sonrió! Ahora ya no era un pajero solo, ahora era un pajero al que le había sonreído una mujer, un poco mejor, sonrió, tal vez se mojaba, pero era un poco mejor que su hermano.
Pero el tenía novia ¿Verdad? Que le importaba, ¡A el no le habían sonreído!
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