
Capitulo 7
–Jasper tienes que saber que... me es difícil de decir, no me como, ni por donde iniciar– Lydia estaba asustada, asustada por que Jasper la odiara, pero el tenía que saber–¿Te acuerdas de lo que hicimos el día anterior al que me fui?–
–Como olvidarlo– Jasper asintió.
–Bueno, unos meses después, me di cuenta que estaba embarazada...–
–¿Tienes una familia?, felicidades, ¿conozco al padre? Si no te molesta que pregunte– la interrumpió Jasper
–Jasper, no estás entendiendo–
–Si lo estoy, tienes una familia y me lo dices para no herirme, pero no hay problema, estas en todo tu derecho–
–Jasper, no estoy en ninguna relación y no me interrumpas hasta que termine– Lydia lo mira seriamente–Tuve mellizos, pero ellos crecen muy rápido, en el transcurso de un año y cuatro meses ya parecen tener 15 o 16 años, mis hijos son Cheryl y Alec, o bueno, nuestros hijo, Jasper, tu eres su padre–
Jasper se quedó en silencio, impactado por la noticia, y entendiendo por que ella le tenía tanto odio por irse, entendiendo y odiandose a sí mismo por haberla abandonado en ese momento, el no tenía ni idea, pero la idea de tener hijos con Lydia lo alegró, pero eso no era posible, los vampiros no pueden procrear, si Jasper fuera humano se habría desmayado, pero para el no era posible.
–Pero... es imposible, los vampiros no pueden... ya sabes, tener hijos–
–Mi tía investigó sobre eso, descubrió que es la mujer vampiro la que no puede, el hombre si.–
–¿Por que me lo dices hasta ahora?–
–Jazz, lo siento, pero tenía miedo de tu reacción, estaba un poco molesta por tu abandono, lo siento mucho–
–Yo... ahorita no se como reaccionar, solo... dame tiempo–
Jasper salió de la casa dejando a Lydia sola, el no sabía a dónde ir, o con quien hablar, su única amiga era Lydia y Alice, pero el no quería hablar con ella, mientras pensaba en Lydia y sus hijos, se encontró con Alec.
–Alexander, yo...– Jasper empezó a decir, pero no pudo terminar ya que Alec lo interrumpió.
–Ya lo sabes– no era una pregunta, el estaba afirmando un hecho.
–Sí, yo quería preguntar algo, pero no sé si me vas a contest...– pero de nuevo, Alec lo interrumpió.
–No te odio–
–¿Como...? Lees mentes claro, ¿cómo se me olvido?– Lo último Jasper no lo dijo con intensión de que Alec escuchara, pero aún así lo escucho– Tu dices que no me odias, pero me miras de esa manera, como con rencor, no me dejas llamarte Alec, si me odias–
–Yo sabia que te iba a conocer, mientras crecimos Cheryl y yo empezamos a preguntar por ti, pero mamá solo decía que vivías en Forks, y que en algún momento te íbamos a conocer, nunca me faltó nada, el abuelo hizo de abuelo y padre, pero no era lo mismo, cuando tenía la apariencia de 7 años, fue cuando por primera vez escuché la mente de mamá a propósito para saber más de ti, ella estaba tan dolida, la dejaste, y no le explicaste nada–
–Me fui por su bien, soy peligroso, soy inestable, no quería hacerle daño, solo quería protegerla, casi mató a Bella el día de su cumpleaños–
–Pero mínimo te pudiste despedir, decidiste dejarla de la manera más dolorosa, sin ninguna explicación–
Jasper no sabía que decir ante eso, por lo que se quedo callado, al poco tiempo se formó un silencio incomodo, en ese momento se escucharon pasos, por lo que Jasper a velocidad vampírica se alejó.
–Aquí estas, te busqué por todos lados, ¿con quién estabas?– Cheryl hablo apenas vio a Alec.
–¿De que hablas? Estaba solo–
–Pero las emociones, eran de más personas–
–Creo que no eres muy buena con tu don hermanita–
–Ja, ya quisieras, soy la mejor–
Lo que ellos no sabían, es que desde un lugar en la copa de un árbol Jasper los observaba, con nostalgia, pero sabiendo que todo fue por una mala decisión, su mala decisión.
Estaba cayendo la noche, cuando Cheryl y Alec llegaron a la casa, Lydia ya estaba ahí.
–Mami, no te pregunte, pero ¿como te fue hablando con papi?– Cheryl pregunto, dividida entre la alegría y la preocupación.
–Bien... supongo– Lydia tenía la mirada a la lejanía, sin enfocar nada, perdida en sus pensamientos– pero eso no importa, mañana es la batalla, no quiero que les pasen nada, se van a quedar aquí, yo mañana temprano con un hechizo de invisibilidad voy donde su tía Bella y Edward, ¿entendido?–
–Pero mama, podemos pelear, podemos luchar–
–Alec, no.–
–Bien, apartanos entonces, vamos hermano mayor–
Era el momento en que Lydia tenia que ir con Bella, pero antes de irse, observo a sus bebés, a sus hijos dormir, no importa que tan grandes estén, siempre iban a ser sus bebés, Lydia esperaba que por una vez hicieran caso y se quedaran en la casa, ella no quería que les pasara nada, quería que ellos estuvieran a salvo.
Cuando Lydia llegó donde se ubicaba Bella y Edward, los observó hablando, con ganas de asustarlos o sorprenderlos siguió invisible.
–Podrías contarme cuáles han sido tus diez mejores noches –cuando Bella dijo eso, Lydia tuvo que aguantarnos ganas ee reír–Me pica la curiosidad.– Edward se echó a reír.
–Intenta adivinarlas.–
–Has vivido demasiadas noches de las que no sé nada, todo un siglo…– en eso Lydia le dio la razón, pero ella sabía que Edward era un romántico, osea, todas tenían que ver con Bella.
–Las mejores han ocurrido desde que nos conocemos.–
–¿De verdad?–
–Sí, sin duda, y por un amplio margen.–
Bella se quedo pensativa unos minutos.
–Sólo puedo pensar en las mías–admitió.
–Lo más probable es que coincidan –le alentó Edward.
–Bueno, hay que contar con la primera noche, la que te quedaste conmigo.–
–Sí, ésa es una de las mías también; aunque claro, tú estuviste inconsciente
durante mi parte favorita.–
–Llevas razón –recordó Bella–. Aquella noche también estuve hablando.–
–Sí –Bella asintió mientras sus mejillas adoptaban un ligero tono rojo–¿De qué hablé anoche?–murmuró con voz muy baja. Edward se encogió de hombros en vez de contestar.
–¿Tan malo fue?–.
–No, no tanto –suspiró Edward.
–Por favor, dímelo.–
–Principalmente me llamaste, lo mismo que de costumbre.– Lydia sentía que era una conversación privada, pero algo la detenía de irse.
–Eso no tiene nada de malo –Bella admitió con cautela.
–Pero al final, sin embargo, empezaste a murmurar algo sin sentido sobre "Jacob, mi Jacob" –el dolor era obvio incluso en el susurro de su voz –Tu
Jacob disfrutó lo suyo con esa parte.–
–Lo siento– Bella se disculpó–Ésa es la manera en que le distingo.–
–¿Distingues?–
–De ese modo, diferencio entre el doctor Jeky ll y el señor Hyde, entre el
Jacob que me gusta y ese que me pone de un humor de perros– le explicó, aunque a Lydia no la convencía de todo.
–Eso tiene sentido– Edward sonó ligeramente aplacado– Háblame de otra de tus noches favoritas.–
–La que volamos de regreso desde Italia– Lydia frunció el ceño– ¿No es una de las tuyas? –Bella preguntó.
–Sí, lo cierto es que sí, pero me sorprende que figure en tu lista. ¿No tenías la absurda impresión de que yo actuaba impulsado por la culpabilidad y de que iba a salir disparado en cuanto se abrieran las puertas del avión?–
–Sí– Bella sonrió–pero, sin embargo, te quedaste.–
–Me amas más de lo que merezco.– Bella solo río.
–La siguiente fue la noche posterior a Italia–continuó
–Sí, ésa está en la lista. Estuviste muy divertida–
–¿Divertida?–
–No tenía ni idea de que tus sueños fueran tan vívidos. Me costó lo indecible convencerte de que estabas despierta.–
–Todavía no estoy segura–musité– Siempre me has parecido más un
sueño que una realidad. Dime una de las tuyas, venga. ¿He adivinado tu mejor noche?–
–No. La mía fue hace dos días, cuando por fin accediste a casarte conmigo.– Eso sorprendió a Lydia, ella no lo sabía, Bella no le había contado, y eso le dolió.
–¿Ésa no está en tu lista?–
–Sí, sí que está, pero con reservas. No entiendo por qué es tan importante
para ti. Ya me tienes para siempre.–
–Dentro de cien años, cuando dispongas de una perspectiva suficiente para apreciar realmente la respuesta, te lo explicaré.–
–Te recordaré que me lo cuentes… dentro de cien años–
Lydia estaba por quitar el hechizo y hacer una broma sobre eso último, pero un aullido de dolor, no físico, si no dolor emocional se escuchó por todo el lugar, Jacob había escuchado que se iban a casar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro