Ciudad de Jade, capital de Longwei.

El consejo se vio entre si tratando de estar de acuerdo, perder a la princesa heredera era terrible, pero enviarla a su hogar verdadero era necesario.

—Incluso si ella se va jamás dejará de ser la heredera  -la emperatriz tomó la palabra —Aelys es la heredera de Longwei, Zhulong es su imperio y jamás dejará de serlo, sólo irá a visitar a su familia.

—Esta decidido  - el emperador golpeó la mesa una vez —Aelys irá a Desembarco del Rey para ver a su familia materna.

La joven sonrió un poco, no quería ir, no se sentía cómoda sabiendo que vería a su madre que la abandono y menos quería dejar a su padre y a su madrastra, pero ese sueño había sido tan vivido, había visto sufrir a niños inocentes y la había visto morir a ella, no podía permitirlo.

—No pongas esa cara - la emperatriz Xiulan tomó su mano con cariño.

Xiulan podría no ser su madre de sangre, pero la había criado con amor y con cariño, sin hijos, Aelys era su mayor tesoro. Con tan solo catorce años ser madre de una niña que no era suya fue difícil, pero amaba a Aelys con amor genuino.

En cambio el emperador amo con intensidad a Aelys, cuando la sostuvo en brazos y fue encomendado a su cuidado, supo que no había otro hijo para sucederlo en el trono.

—Iras unos meses y regresaras - su padre aseguró —Tú madre desea verte y tu misma nos pediste esto.

—Yo no quiero verla, pero fue mi culpa perdirlo. - Aelys suspiro —Soy una Long, no una Targaryen ¿Acaso tengo el cabello blanco?

—Pero si sus ojos, unos hermosos ojos que contienen el cielo estrellado. - la emperatriz le habló con sutilidad —Ve a verla, si no te gusta regresa a cas, yo no me pondré celosa.

—Son tan buenos que me da pena - comentó la menor —Lo haré por ustedes, pero regresaré pronto.

—Hay una noticia más - el emperador tomó asiento. —Tú segundo hermano quiere defender su legitimidad a la sucesión de los Velaryon, sería bueno que ayudes en eso.

—¿Tengo hermanos?

—Cinco hermanos varones - Aelys suspiro.

—Apuesto a que se quedó con los cinco sin ningún problema, me retiro - se dio la vuelta y salió.

—Comprende la. - la emperatriz tomó la mano de su esposo y la beso —De repente un día, te dicen que tu madre ha pedido verte luego de años y aparte te enteras de que tienes hermanos con los que si se quedó, seguro es molesto y triste para ella, debe de pensar mucho.

—Lo se, es difícil para ella, debes consolarla y abrazarla mucho.

—Ambos, ambos estaremos para ella - el emperador asintió y la abrazo, aquella joven era su mayor tesoro, su única hija y la más amada.

Preparar sus cosas fue doloroso, la emperatriz siempre fue su madre, pero en el fondo quería saber los motivos por los cuales su verdadera madre la había dejado con su padre y ese dolor aumento al saber que aquella mujer tenía más hijos y ella en su vida nunca había recibido ninguna carta de ella, supuso que fue el deseo de una noche o simplemente no era lo que ella quería, un varón.

—Hija - la emperatriz se acercó. —Irán contigo el general Zhan y tu doncella personal Ningning.

—¿Estas segura de enviar a Ningning? Es problemática, revoltosa y pelea con todo el mundo.

—Princesa. - la joven se quejo, ambas damas rieron.

—Es una buena luchadora y te protegerá en ese lugar desconocido.

—Incluso tu lo eres madre, eres la mejor espadachín del imperio, incluso mejor que padre y que cualquier guerrero de élite del imperio.

—Tú estas siguiendo mis pasos, nunca dejes de practicar y cuando regreses te entrenare nuevamente - Aelys sonrió. —En lo que estaba, ellos serán tu apoyo, llevaras más doncellas y guardias, quiero que todos vean que Longwei y el continente Zhulong están en su era dorada.

—Ire por Valkirya, debe de estar ansiosa por verme.

En Longwei, en la era de la conquista había un centenar de dragones, lamentablemente la última guerra para unir todos los Reinos acabó con todos ellos, durante la fundación de Zhulong solo se pudo apreciar atraves de pinturas, festivales y oraciones.

Eso fue hasta que el emperador Long Feng llevó consigo a la princesa Aelys, cuando llego con ella el primer dragón blanco apareció, con ello revivió la gloria de Longwei y del continente.

—Todos se han ido ya, ¿iras en ella?

—Si padre - se reverencio —Esta heredera debe de hacer su gran entrada, todos verán que Zhulong no es débil -el emperador beso su frente y le deseo suerte, su madre la abrazo pidiéndole que por favor se cuidara, y con ello Aelys partió hacia una nueva aventura.

Desembarco del rey, día del reclamo de Lord Vaemond.

El día en que el Principe Lucerys Velaryon entraba a juicio había llegado, junto a su madre, hermanos y su padrastro, llegaron al temible palacio.

Aquel palacio que los había visto nacer y en el mismo en el que habían sido menospreciados y humillados.

—Vamos a recorrer - Jace le ofreció, acepto para ver los alrededores y conocer, no quería perderse y acabar mal.

—¿Qué sucede?

—Todos nos están mirando, nadie me cuestionaria si me viera más como Sir Laenor Velaryon que como un Strong.

—No debería de importarte y menos lo que piensen los demás, ven aquí. - lo tomo del brazo y lo llevo a ver a Aemond practicar, este dio unos certeros golpes a Sir Criston y finalmente los señaló a ambos.

—¿Vienen a entrenar sobrinos? -un dragón tan blanco como una nube sobrevolo los cielos del palacio, las puertas se abrieron anunciando la llegada de alguien importante.

—¡Viene entrando la delegación de Zhulong y la princesa heredera de Longwei! - parecía la llegada de un ejército grande, doncellas en perfecta sintonia y guardias iban entrando por filas, del dragón bajo una hermosa joven perfectamente adornada, aquello dejó sin aliento a más de uno.

—Hermanos - pronunció aquella hermosa dama, eso dejó perplejo a todos los presentes.

Primer capítulo aquí.

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Dataso, Yang Mi (la que hace de Xiulan) es solo unos pocos años mayor que Xudan ajaja

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