Ɛℓ ιηιƇισ ∂єℓ ∂яαмα 

El pueblo de greendale donde parece siempre Halloween, vivían dos hermanos que eran mitad bruja y mitad mortal y que, en su decimosexto cumpleaños, tendrán que elegir entre el mundo de las brujas de su familia y el mundo mortal de sus amigos. Mi nombre es Sabir Spellman y mi hermana Sabrina y yo, somos esos chicos.

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Salí de mis pensamientos al sentir un sobresalto a mi lado, me volteé para ver Harvey evitando ver la película con su cara de niño asustado, apenas pude aguantar la risa al verlo, pero decidí guardarlo y burlarme de él después. Justo ahora estoy en el cine con mis amigos y mi hermana viendo una película de zombis. yo y Sabrina tenemos un gusto que es considerado extraño, por nuestros amigos, a las películas de terror. al ver sangre en pantalla de ves de asustarme me emociona al punto de estar en la orilla del asiento.

-me confundieron lo zombis ¿Por qué eran tan lentos? - pregunto Harvey al salir de la sala, yo estaba a su lado analizando la película en mi mente para discutirla al rato.

-los zombis que caminan rápido son un concepto nuevo. Se solía asumir que los cuerpos reanimados los afectaba el rigor mortis y, por ende, se movían lentamente. - dijo Sabrina casi automáticamente como si lo estuviera leyendo de un libro.

- ¿cómo es que siempre sabes tanto de este tema? - pregunto Susie mientras bajábamos por las escaleras.

-vivimos en una funeraria ¿Qué esperabas? –conteste por Sabrina con una sonrisa irónica. Susie solo puso los ojos en blanco con una sonrisa en su rostro, la cual se borró al instante al ver en frente de nosotros. Al voltear hacia esa dirección pude ver a los nombrados bullys, por la mayoría de la escuela Baxter, idiotas por nosotros, pero más importante y lo que más me molesta los abusadores principales de Susie. -oye ¿estás bien? -le pregunte en vos baja.

-estoy bien-contesto amargamente dejando de mirarlos.

Obviamente no estaba bien, iba a decirle algo para animarla, pero me interrumpió alguien quien choco con mi hermana.

-Sabrina-exclamo mi maestra de historia.

- ¿señorita Wardwell? Hola. -dijo Sabrina al verla mientras se acomodaba su abrigo rojo. -no sabía que le gustaban las películas de terror.

-Los gemelos las aman. Cuanta más sangre, mejor-comentó Harvey después de Sabrina.

- ¿a quién no le gusta un susto de ves en cuándo? En especial en esta época del año-dijo mientras limpiaba sus lentes. Estábamos afuera del cine y ella parecía lista para irse, llámenme blando, pero al recordar que vive solitaria en su casa la detuve, tal vez que sea una de mis maestras favoritas influyo un poco.

-señorita Wardwell, tenemos la tradición de ir al cine- explique seguido por Sabrina.

-y luego a Dr. Cerberus a analizar la película-dijo Sabrina justo después de mí.

- ¿quiere acompañarnos? -pregunte finalmente. mis amigos siempre mencionaban la espeluznante manera de auto completar las frases de mí y Sabrina, siempre culpábamos el hecho de ser gemelos que, aunque es cierto, va mucho más allá.

-debo corregir tareas-expresó mi maestra sin saber si verme a mi o a Sabrina. -Pero gracias por la invitación. De verdad-agradeció finalmente con una sonrisa para marcharse-los veo en clase.

-...oigan ¿Por qué hicieron eso? -nos preguntó Roz al verla alejarse.

- ¿invitarla? -le pregunto Sabrina.

-si.

-es que me dio un poco de pena. Vive en esa casa...tan sola. -conteste suspirando volteándome para seguir el camino al Dr. Cerberus.

Harvey se puso a mi lado pasando su brazo por mis hombros, lo que siempre hace ya que según él "es su derecho por ser más alto". En cuanto llegamos al Dr. Cerberus, una librería que también es cafetería, las chicas nos explicaron su loca idea sobre el mensaje de la película.

-todo funciona como una metáfora-nos trataba de explicar Susie a mí y a Harvey.

-es una película de monstruos-replico Harvey

- ¿no pude ser ambas cosas? -dijo Sabrina apoyando a Susie

-exacto en un nivel hablas de zombis, pero también de la guerra fría

-derechos civiles-argumentó Roz.

-el fin de la familia tradicional-nos explicó Susie.

- ¿acaso vi otra película? -dijo Harvey en desacuerdo con ellas.

-yo apoyo a Harvey, solo vi un montón de gore en una película de terror, no un mensaje de trasfondo- debatí con las chicas.

- ¿no lo entendieron? Cuando la hija se convirtió en zombi y luego se comió a su mama-siguió insistiendo Susie en explicarnos.

-ni lo intenten chicas, Harvey tenía los ojos cerrados en esa parte, la película fue demasiado para el-me burle de él ocasionando que las chicas se rieran.

- ¿Qué estas tratándome de decir? -dijo entrecerrando los ojos hacia mi dirección con falso enojo.

- ¿yo? Nada, no me atrevería...miedoso-dije con una tos falsa lo último.

-oh ¿así quieres jugar? Está bien-me tomo del cuello juguetonamente para quitarme el gorro rojo de mi cabeza y sacudirme el cabello, mientras las chicas se reían de mi desgracia, yo intentaba zafarme y recuperar mi gorro- ¡retráctate!

- ¡Nunca!

Así transcurrió la noche entre bromas y risas, Harvey le platicaba a Sabrina sobre algo de basquetbol mientras esta lo miraba soñadoramente, yo me reía de un chiste que conto Ros hasta que me fije en la hora que mostraba el reloj en la pared.

-Sabrina-la llame mirándola fijamente.

- ¿Qué pasa? Estoy ocupada-me dijo mirándome también fijamente, con la diferencia de que tiene el ceño fruncido.

-ya es media noche nos tenemos que ir-dije señalando el reloj.

- ¿tenemos? Vamos, tu y yo sabemos que esa regla es ridícula-reclamo con ojos acusadores.

-por favor sabes que la tía Zelda me matara si llego tarde-le dije con ojos de cachorro, ella solo puso cara de "ese truco no funciona conmigo" así que volví a intentar-además ella tampoco le gustara saber que estabas conmigo y aun así decidiste quedarte-pero esta vez por medio del chantaje.

-oh vamos, no pued...-reclamo Sabrina, hasta que la vos de Roz nos sacó de nuestra pelea.

-chicos, lo están haciendo de nuevo

Fue suficiente ver las miradas fijas de nuestros amigos en nosotros para darnos cuento que nuestra platica no fue por palabras sino a través de la mente. Esto nos pasaba de vez en cuando, yo y Sabrina al ser gemelos tenemos nuestra magia entrelazada lo que nos daba ciertas "ventajas" una de esas es comunicarnos a través de la mente, algo que nos ha puesto en varias situaciones incomodas ya que cuando nosotros tenemos una plática, los demás solo observan cómo nos miramos haciendo caras y ademanes con las manos.

Fue Sabrina quien finalmente rompió el silencio atrayendo la atención.

-lo siento chicos, pero tenemos que irnos- dijo Sabrina desatando comentarios de "en serio", "no inventes", "aún es temprano" por parte de nuestros amigos. -lose es que la tía Zee es muy estricta con nuestro horario y nos matara si no lo cumplimos.

-pero ni siquiera es tan tarde-dijo Ros tratando de que nos quedáramos.

-lo lamento, pero caminando llegaremos aún más tarde así que tenemos que irnos-me excuse parándome de la mesa acomodándome mi gorro de lana y mi abrigo.

Sabrina también se estaba alistando para irnos hasta que de repente se detiene y puso una sonrisa que, por desgracia, conozco muy bien.

-Harvey ¿nos podrías llevar? Con tu auto solo tardaremos unos minutos-pidió Sabrina con una sonrisa que mostraba todos sus dientes, yo solo trataba de poner un rostro sereno, pero por dentro pensaba, di que no, di que no, di que no.

-claro, me encantaría-acepto con una sonrisa.

Mierda, no otra vez.

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- ¡Sálvate, Sabrina!

Y heme aquí viendo una escena que no quisiera presenciar, después de soportar un viaje en auto muy incómodo para mí.

No me mal entiendan el problema no es Harvey, él es mi mejor amigo, su presencia lo menos que hace es incomodarme. Mi conflicto es con Sabrina, hace unos meses ella me confeso estar enamorada de Harvey desde hace tiempo y que ha intentado varias veces acercarse a él, eso no hubiera sido un problema de no haber sido que ahora puedo notar todos los coqueteos de Sabrina ah Harvey. Al principio fue fácil ignorarlo, siempre que salíamos solo tenía que dejar a ambos solos y platicar con Susie y Ros. El problema es cuando estamos solos los tres, ya que parece que los coqueteos de Sabrina se intensifican y que yo dejo de existir, siempre que Harvey intenta incluirme en la conversación Sabrina me dice inmediatamente, "no te metas" dejándome atrás, como ahora.

- "vienen por ti Bárbara"-dijo Harvey actuando como un zombi de la película.

-Harvey Kinkle, la única persona que asustaras es a ti mismo-exclamo Sabrina, justo antes de que Harvey la atrapara y que ambos estallaran de risa.

Ya estaba acercándome a la casa cuando ellos estaban en el umbral, Sabrina se despedía con entusiasmo abrasando a Harvey yo solo podía observar la nuca de este desde lejos. Al acercarme a la casa, Sabrina ya había entrado y Harvey ya estaba bajando las escaleras de la entrada.

- ¡Harvey! Te quería agradecer por traernos-dije parándome a su lado.

-sabes que no hay problema, no podía dejarlos caminar solos por la noche-me contesto con su típica sonrisa.

-de todos modos, gracias sr. Kinkle por su servicio-agradecí dramáticamente con una reverencia.

-oh de nada sr. Spellman es un honor haberlo traído a su morada-contesto haciendo también una reverencia siguiéndome el juego. Al final ambos estallamos en carcajadas por la ridícula escena. Al enderezarme me encontré con su intensa mirada que, aunque intentara, no podía apartar los ojos.

-bueno ya tengo que entrar, apuesto que Sabrina me está esperando adentro-mencione tratando de romper la tensión.

- ¡si! Cierto, ya me debería de ir-dijo con la mirada baja y las mejillas enrojecidas como si algo le avergonzara-yo solo...tengo algo para ti-me dijo titubeando lo último, mostrándome una pequeña caja del interior de su bolsillo.

no entendí por qué se avergonzaría por eso, hasta que abrió la caja revelando un lindo collar dorado. Estaba seguro que mis mejillas habían estallado, porque de repente las siento muy calientes. No sabía que decir, estaba abriendo y cerrando la boca sin saber que palabras soltar.

-Ha-Harvey esto es...no debiste molestarte-dije finalmente mirándolo a los ojos.

-lose, yo solo quería darte un regalo adelantado...-me contesto con una sonrisa nerviosa-ya sabes por tu cumpleaños, como me habías dicho que no lo pasarías conmigo como los demás años quise darte algo que significara, no sabía que te gustaría, así que busque en tiendas hasta que encontré esto-me explico rápidamente, de tal manera que parecía ensayado, mirándome atentamente esperando una respuesta. Yo seguía en shock, indeciso si, darle las gracias o aventarme a sus brazos, al final elegí ambos.

-gracias, gracias, gracias, ¡gracias! -grite emocionado abrasándole por el cuello-podría besarte.

El me abrasaba por la cintura y al separarnos pude notar que aún conservaba las mejillas teñidas de rojo.

- ¿quieres...que te lo ponga? -me pregunto sacando el collar del estuche.

Tan cursi como suena me di la vuelta mostrando mi cuello, esperando a que Harvey coloque el collar, aguante la respiración al sentir las manos de Harvey tocar la curva de mi cuello antes de ponerme el collar. Al girarme no dijimos nada, solo nos miramos como si ninguno quisiera terminar con este momento.

-Sabir, yo...-trataba de decir Harvey, pero parecía que el coraje en su postura se escapaba y sus palabras no salían.

- ¿tu...?

-yo...te lo diré después, en tu cumpleaños-dijo finalmente dando un paso atrás, como si apenas se diera cuenta de nuestra cercanía.

-sabes que no podre pasar mi cumpleaños contigo-le volví a recordar ya que parecía olvidar que tenía un compromiso.

-Puedo decírtelo después, tengo paciencia-contesto simplemente con una sonrisa.

No tenía el valor de decirle que eso no será posible, ya que en mi cumpleaños será probablemente la última vez que nos veamos.

-más vale que sea importante-conteste en cambio, apuntando juguetonamente a su pecho haciéndolo reír-buenas noches Harvey

-buenas noches Sabir-se despidió dirigiéndose a su auto. Al verlo irse me metí a mi casa incapaz de ocultar la enorme sonrisa de mi rostro, apenas note la música que llenaba la casa, normalmente la apagaría para no despertar a mis tías, pero justo ahora no importaba, de hecho, empecé a bailar al compás de la música mientras subía las escaleras.

Sentía que volaba y que nada me podía derribar.

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"Comienza la obra maestra, Señor Oscuro.

He de entregarte a Sabir y Sabrina Spellman."

.. ☆..

Este fanfic está escrito por mí y editado por dos amigas con las que comparto esta cuenta. Esta es mi primera historia así que si ven alguna falla ortográfica agradecería mucho que me la señalaran para corregirla.

Sinceramente me gusta mucho la serie y no pude resistirme a hacer una historia sobre ella, estoy un poco asustado sobre como la voy a escribir, pero ya que aquí estoy.

Espero que les guste.

-нαѕтα qυє ℓα σѕƇυяι∂α∂ ησѕ ℓℓαмє