𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 83
Estaba recostado sobre mi cama, muy aburrido, no había visto a Jungkookie desde la mañana, sabía que estaba con sus amigos pero no justifica el hecho de que hubiera abandonado a su propio novio.
Hacia mucho frío; después de mandarle los mensajes a Jungkook decidí tomar un suéter que estaba encima de un mueble.
Me levanté con toda la flojera del mundo, deseando estar abrazando a Jungkook hasta que nos quedáramos dormidos. Eso pasaría en cuanto llegara.
Tomé el suéter de un jalón y algo cayó al piso. Me acerqué y vi lo que era. No, no podía ser.
Era una cajetilla de cigarros abierta. ¿Era de Jungkook? ¡Claro que era de Jungkook! ¿De quien más iba a ser?
No quería creerlo, no quería creer que había vuelto a fumar. Pensé que ya estaba bien, pensé que lo había superado.
Sentí una fuerte presión en el pecho, Jungkook me había mentido, tal vez nunca dejó de fumar.
¿No creyó que yo lo descubriría?
Me molesté demasiado con Jungkook. Me había dicho que ya lo había dejado, que había encontrado algo mejor. Pero supongo que no.
Hablaría con Jungkook muy seriamente cuando llegara.
No tan lejos de ahí.
Jungkook caminaba por el parque con rumbo al departamento de Taehyung.
Iba pensando en su hermoso novio, solo en él. Es que Taehyung era el mejor novio del mundo. Era demasiado comprensivo y romántico. Jungkook amaba cuando Taehyung lo miraba a los ojos. Era como si todo lo malo del pasado desapareciera cuando Jungkook se perdía en sus ojos.
Pero claro, una parte del pasado siempre iba a estar persiguiéndolo.
Jungkook sintió que alguien lo jalaba de la chaqueta de cuero que traía, sintió un fuerte golpe en la espalda. Lo habían estrellado contra un árbol.
—Oh, mira que tenemos aquí... Jeon, ¿no te dijeron que no debes salir de noche? —preguntó el chico que lo había azotado unos segundos antes. Se acercaba peligrosamente a sus labios.
—¡Yugyeom! ¿Ahora qué quieres? ¡Suéltame! —Jungkook comenzó a forcejear con el menor.
—No. No lo haré. —Yugyeom le dedicó una sonrisa ladina y presionó su cuerpo contra el de Jungkook.
—Déjame en paz, idiota. Tú solo quieres joderme. —Jungkook se molestó porque vió que era casi imposible hacerse soltar por aquel chico.
—¡No! Tú me jodes a mi Jungkook. Todos los días. —Dijo Yugyeom, esta vez sus ojos se veían oscuros, más que la misma noche. La sonrisa desapareció.
—¿De qué demonios hablas? —preguntó Jungkook. Al sentir que Yugyeom lo tomaba de la cintura trató de alejarse.
—Hablo de que no puedo sacarte de mi mente. —explicó Yugyeom en la cara del mayor mientras que acariciaba la pequeña cintura de Jungkook.
—¡Suéltame! ¿Por qué? Yugyeom, tú no tienes derecho a-
—No. No, Jungkook. Tú no tienes derecho a meterte en mi mente, no tienes derecho a hacerme sentir esto. —Yugyeom presionó más el cuerpo de Jungkook contra el árbol.
—¿Ahora que diablos estás diciendo? —Jungkook comenzaba a desesperarse.
—¡Que me gustas! ¡Me gustas, Jungkook! ¿Es tan difícil entender eso? —el menor miró a Jungkook a los ojos, a pesar de que estaba algo oscuro, Jungkook pudo notar que Yugyeom estaba a punto de quebrarse.
—Yugyeom, déjame en paz, tú y yo no tenemos nada que ver. —Jungkook trataba de empujar a Yugyeom lejos de él pero era imposible, el menor no se movería.
—Claro que si. Puedes dejar a ese inútil, podemos ser novios. —Yugyeom se acercó más a los labios de Jungkook.
—¡No! ¡Déjame ir! Eres un idiota.
—¡Tú eres el idiota! ¿Cómo te puede gustar ese imbécil y yo no? —Yugyeom se desesperó.
—Fácil, Taehyung es mucho mejor que tú. Él no me trata mal solo porque no querían que lo vieran feo. Yugyeom, no tienes derecho a decirme esto.
—¿Eso crees? Jungkook, ¡tú eres el que no tiene derecho a reclamarme! Te la pasas todos los días en mi mente, dando y dando vueltas, las ganas de besarte me carcomen. —Yugyeom seguía acariciando la cintura de Jungkook a pesar de que el mayor trataba de quitarse esas manos de encima. Se sentían feo.
—No me importa. Guárdatelas, porque te seguirán carcomiendo toda la eternidad. ¡Jamás te dejaré hacerlo! —gritó Jungkook.
—No te hagas el difícil. Jungkook, tú sabes de lo que soy capaz para tenerte conmigo. No quieres que le pase nada a ese Taehyung, ¿verdad?
—Yugyeom, te conozco, sé todo de ti. Jamás podrías atacar a alguien, eres demasiado cobarde. —soltó Jungkook, sabía que eso haría enfadar al menor.
—¿Yo? ¿Cobarde? Solo espera y verás. —soltó Yugyeom.
—No puedes amenazarme. No le tengo miedo a un hijo de perra. —soltó Jungkook.
Yugyeom se salió de sí mismo y volvió a azotar a Jungkook contra el árbol, el último se sobresaltó y su aire se le escapó.
Nadie lo venía venir, ni siquiera el mismo Yugyeom. Pero se acercó al cuello de Jungkook y comenzó a besar, más bien a atacar, lo mordió fuertemente y después comenzó a succionar su piel con rudeza.
Jungkook estaba inmóvil debido a los brazos de Yugyeom que le sostenían los suyos. Le dolía, le dolía demasiado. La boca de Yugyeom estaba justo en el inicio de su cicatriz.
No pudo soportarlo más, tomó impulso y logró que Yugyeom se separara de él con un rodillazo en sus partes íntimas.
El menor se quejó del dolor, lo cual le permitió a Jungkook soltarse de su agarre y comenzar a correr hacia el departamento de su novio.
Paró y se escondió detrás de un árbol. Vió que Yugyeom se levantó del suelo y comenzó a caminar hacia el otro lado. Al ver esto, por fin respiró.
Se paró detrás de un poste de luz y sacó su teléfono, abrió la cámara frontal y comenzó a observar su cuello. Estaba lastimado, estaba mal.
Su rostro se llenaba de decepción y odio a sí mismo al ver aquel moretón de color rojo con una tonalidad morada sobre este. Era horrible.
Taehyung jamás le había hecho algo como eso, es por eso que Jungkook sabía que era algo malo. Le dolía, Yugyeom ni siquiera había puesto atención a la gran cicatriz que atravesaba toda su garganta. Lo lastimó ahí.
Unas lágrimas salieron de los ojos de Jungkook al saber que Taehyung se iba a enojar con él si se enteraba de que alguien le había hecho un moretón en el cuello, necesitaba deshacerse de él en ese preciso momento.
Llamó a la persona que Jungkook sabía, tendría idea de cómo arreglar las cosas.
—¡Jin Hyung! —habló Jungkook desperado por el teléfono cuando la llamada fue atendida.
—Jungkookie, no pensé que llamaras, ya es tarde, ¿que ocurrió? —Jin se preocupó.
—Jin, tengo una pregunta.
—Adelante.
—Bueno, ¿cómo puedes deshacerte de un chupetón en el cuello? —preguntó Jungkook, dejó toda la pena de lado, tenía que arreglar eso.
—¡Kookencio! ¿Quien lo diría? Taehyung ya disfruta de ti tanto... pero aguarda, ¿por qué quieres deshacerte de un chupetón de Tae? —preguntó Jin, estaba confundido.
—Necesito quitarlo porque Tae se va a enojar. —de verdad tenía mucha prisa, era de noche y él estaba en la calle, sin mencionar que Taehyung lo estaba esperando en el departamento.
—¿Por qué se enojaría? ¿No lo hizo él? Aguarda, ¿qué estás...?
—¡SeokJin! Ahorita no puedo explicar, necesito quitarlo. —rogó Jungkook, sus lágrimas comenzaron a hacerse presentes, la sensación de impotencia lo carcomía.
—Está bien, puedes usar agua bien fría y tal vez una cuchara helada. Pero te lo advierto, tardará algunos días en desaparecer por completo.
—Mierda. Adiós, Jin.
—Kook, suerte.
Jungkook colgó y entró al edificio del departamento. Subió por el elevador y se paró justo en frente de la puerta. Trató de que la chaqueta cubriera aquel moretón, después de todo, no creía que Tae se fuera a dar cuenta, seguro ya estaba dormido.
Entró a la casa y no vió a nadie. Yeontan corrió a saludarlo.
—Hola, Tannie. ¿Cómo estás? —preguntó casi susurrando.
Sin embargo, alguien lo escuchó.
Por fin escuché la voz de Jungkook en toda la noche. Había llegado. Caminé hacia él y lo miré.
—Jungkookie, ya llegaste. —me acerqué a él y lo abracé.
—Hola, Tae. —habló un poco serio.
—¿Qué ocurrió? Tardaste mucho. —comencé a jugar y hacer caras tiernas, sabía que a Kookie le gustaba eso, sin embargo, sólo mantuvo su mirada seria.
—Lo lamento. Hubieron inconvenientes. Además, cené con Jin Hyung.
—Oh, genial. Jungkook... necesitamos hablar.
—le dije, estaba listo para preguntarle acerca de la caja de cigarros.
—¿De qué? —se tensó y comenzó a caminar hacia la cocina. Subía el cuello de su chaqueta de cuero a cada rato, no le di importancia, seguro tenía frío.
—¿Hay algo que me quieras contar? —pregunté, averiguaría si él iba a ser capaz de decírmelo.
Jungkook me miró pero evadió el contacto visual.
—N-No. No hay nada. —tomó de una botella de agua. Se inclinó y pude ver su cuello. Noté una mancha extraña, seguí restándole importancia, teníamos que resolver el tema de los cigarros antes.
—¿Seguro? —me mordí el labio con nerviosismo, ¿no me lo diría?
—Um, ¿a qué te refieres con eso? —preguntó, de nuevo volvió a subir el cuello de su chaqueta negra.
—Acerca de viejos hábitos o... ¿algo en lo que no me hubieras dicho la verdad? —lo miré de nuevo.
—Tae~
Evitaba el contacto visual, salió de la cocina pero lo detuve del brazo y lo puse frente a mi.
—Jungkook, dímelo. ¿Qué ocurrió? Pensé que estabas bien, en serio pero-
—¡Taehyung! Ya sé que ya lo sabes. Pero es un simple malentendido, de verdad. —Jungkook por fin me miró a los ojos, se veía bastante molesto.
—Kookie, tú sabes que puedes confiar en mi, sabes que no te juzgo, me duele que no me lo hayas dicho antes. —me refería a los cigarros, ¿estaba aceptándolo?
—Lo lamento, Tae. Pero te juro que no es lo que parece. —Miró hacia abajo, evadía el contacto visual a toda costa, eso me hizo dudar un poco.
—Tranquilo, amor. Puedes decirme lo que sea lo superaremos juntos. —quise abrazarlo. Me acerqué y al juntar nuestros cuerpos, la chaqueta de Jungkook se dobló descubriendo su cuello. Lo miré, tenía una mancha roja.
—Jungkook... ¿qué te pasó? —me alejé de él y pude ver que era un chupetón. —¿quién te hizo eso? —mi sangre comenzaba a hervir, por mi mente comenzaron a pasar muchas cosas. Se me olvidó por el completo el haber encontrado una cajetilla de cigarros unas cuantas horas antes.
—Taehyung, es un mal entendido. En serio. No es lo que crees. —comenzó a explicar. —Te juro que lo puedo explicar.
¿Qué era esto? ¿Jungkook con un chupetón? No había sido yo, yo jamás me atrevería a hacerle eso, ademas, estaba justo en donde comenzaba su cicatriz en la garganta. ¡Yo jamás haría eso!
¿Quien demonios había sido-? ¿Jungkook... me engañó? ¿Estuvo con alguien?
Mi cara se tornó roja, mis manos se volvieron puños, lo miré a los ojos.
—Explica. —Jungkook permaneció en silencio. —¡EXPLICA! —grité desesperado.
—Taehyung... yo- lo hiciste tú. —me dijo, vaya descaro decir que el culpable había sido yo.
—No digas mentiras, Jungkook. Joder, tú sabes perfectamente que yo no sería capaz de hacerte eso. —me enojé demasiado, pasé las manos por mi cabello, lo despeiné. Me sentía ofendido.
—Um, fue en clase de karate. Uno de los niños se resbaló y me golpeó por accidente. No quería contártelo para no preocuparte. —contestó Jungkook, podía notar su voz que no era sincera, estaba diciendo mentiras, ¿qué le costaba decir la verdad?
—¡Por dios, Jungkook! Dime la maldita verdad. —exigí mientras colocaba las manos en mi cintura. Lo miré con decepción en mis ojos, ¿me había sido infiel?
Jungkook comenzó a retroceder, me miraba con miedo, no quería eso. Respiró profundamente, notaba que quería decir algo, pero simplemente esas palabras jamás salieron de su boca.
—¡Mierda, Jungkook! ¿Quién lo hizo? —me acerqué y lo tomé de los brazos.
—¡Ya te lo dije! Me pegué. —me gritó.
—No me des esa basura. No te pegaste. Sé perfectamente que eso es un chupetón. ¿QUIÉN MIERDA TE LO HIZO?
Estaba gritándole a Jungkook. No podía con la idea de Jungkook con alguien más. No podía. Me lastimaba la idea. ¿MI Jungkook con un chupetón de alguien mas? ¡No!
Mierda, quería destruir algo. Iba a explotar.
—¡Ya lo dije! ¡Confía en mi una maldita vez! ¿Por qué no puedes, Taehyung? —me miró, sus ojos estaban llenos de lágrimas.
—¿Cómo podría? Ni siquiera me dijiste que seguías fumando. —solté. Jungkook levantó la mirada, completamente ofendido y me miró.
—¿Qué?
—¡No te hagas! Encontré la cajetilla de cigarros sobre el mueble. ¿Cómo puedo confiar en ti si no me dices cosas como esas? —me di la vuelta, una lagrima abandonó mi ojo, la limpié rápido.
—¿De qué hablas? ¿Ahora vas a reclamarme por algo que yo no hice? Ya te lo he dicho, ya no fumo, Taehyung. Es increíble que desconfíes de mi de esa manera. —gritó atrás de mi, su voz se oía molesta, mucho más fuerte y dura que nunca. Me sorprendía ver a Jungkook así.
—No. Solo veo lo que tengo. ¡Sigues fumando y además me eres infiel! —le grité en la cara, Jungkook arrugó las cejas, dejó de llorar y apretó sus puños.
—¿Qué mierda? Taehyung, eres un idiota. ¿Cómo puede ser? Número uno, no te soy infiel —comenzó a caminar hacia mi, yo retrocedía. —Número dos, ya no fumo. Y número tres... —choqué contra la pared, esta vez Jungkook se veía más alto que yo, más imponente y enojado.
—Vaya, Jungkook. No sabes mentir. —chasqueé mi lengua y me crucé de brazos.
—No puedo creer que desconfíes de mi de esa manera.
Mi corazón se rompió.
—Entonces, dime la verdad. ¿Quien te lo hizo? Sé que no es un golpe normal, y, Jungkook, si estás viendo a alguien más-
—¡DEJA DE DECIR ESTUPIDECES, KIM TAEHYUNG! ¿Tanto así desconfías de mi? Está bien. No puedo estar aquí. —se separó de mi.
Tomó su chaqueta de cuero. Y me miró.
—¿Te vas? ¿Así como si nada? —me molesté por su manera de evadir sus problemas.
—Si. Me voy, Taehyung. No te soporto. —se dirigió a la puerta, la abrió y salió del departamento. Corrí hacia él.
Estaba enojado, sí, pero no podía permitir que mi novio se fuera así. Una fuerza superior a mi me jaló hacia la puerta.
—¡Jungkook! —grité y lo tomé de la muñeca.
—Tú no sabes lo difícil que ha sido dejar el cigarro, lo hice por ti. ¿Es la recompensa que obtengo? —me miró, sus ojos eran oscuros, más oscuros que su chaqueta de cuero negra. No había rastros de luz.
—Jungkook- yo-
—¡Nada! ¡No quiero escucharte más! ¡Piérdete, Taehyung! —se soltó de mi agarre y corrió hasta el elevador.
Corrí detrás de él, cuando llegué, el elevador ya estaba cerrado. Decidí tomar las escaleras, eran demasiadas pero no para evitar que yo fuera tras mi novio.
Cuando llegué abajo, ya no había nada ni nadie.
Se había ido.
¡Hola! Aquí andamos actualizando de nuevo después de un largo tiempo. Disfruten que ahora se viene el drama... vamos a llorar juntos ;-;
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