Maratón de " SIAMQ " 5/5

—Es broma, es broma—dijo él riendo. Sus manos aferrándose con gran fuerza de la delgada tela de la cama—hubieras visto tu cara, enserio era como una película dramática—añadió removiendoce como un niño de en la cama mientras reía a carcajadas.

Ganas no me faltan para golpearlo y no me quedé con ellas.

Hale las sábanas de la cama con fuerza, la misma trayendo a Asher con ella y como era de esperarse calló de bruces contra el piso. Sus pies se enredaron entre ellos tomando un aspecto enroscado, su cuerpo se contrajo volviéndose en una poción que de sólo verla sabes que es bastante incómoda, mientras sus brazos se enrollaron alrededor de su cabeza de una manera descomunal, quedando así atrapado en el pequeño espacio que separa la cama con la pequeña mesita de noche al lado.

La manera en la que queda atrapado se me hace bastante graciosa y su cara es el detonante que sin poder evitarlo mi risa es el único sonido que se escucha en toda la habitación, además de su respiración algo agitada por la incomodidad de su posición.

Asher se remueve incómodo, con la poca capacidad de espacio que tiene para hacerlo. Su pantalón rechina al rozar con la madera de la cama resultando imposible para él poder salir. Su cara fuerza una sonrisa triunfante ante mi incesable risa, a este punto he de parecer foca intoxicada de tanto reír. Mi estómago empieza a doler, por lo que me inclino hacia delante colocando mi brazo en él.

—T-tienes una sonrisa muy linda—se esfuerza a hablar de manera entrecortada. Su voz sale casi inaudible—no me cansaría de verla ni en siglo-se detuvo tomando bocanadas de aire—P-pero necesito tu ayuda, siento como si me estirparan un pulmón sin una pizca de anestesia recorriendo mi cuerpo—mi risa al contrario de cesar se intencifica—¡es encerio, desde hace un momento siento que algo puntiagudo puya mi espalda y es extraño, además de doloroso!

Me limito a odservarlo de manera fija al tratar de regular mi respiración, luego de conseguir calmar un poco mi constante risa. Sin intensión alguna mi mirada cae sobre el despertador sobre la diminuta mesa, las diez con treinta y seis minutos. Las horas pasaron tan rápido que no me percate de que fuese tan tarde.

La habitación estaba poco iluminada, debido a que empezamos temprano no era necesario alguna luz aparte de la que entrase por la ventana. La tenue luz de la luna colaba pequeños destellos iluminando gran parte de ella. Asher volvió a tratar de impulsarse y salir, siendo totalmente inútil estaba demaciado apretado y sus extremidades no le ayudaban en nada más que estorbar y hacerlo más apretado e incómodo. Su cabello cae sobre su frente cubriendo hasta sus cejas, bajo la poca luz de la luna sus ojos se bañan de un tono grisáceo casi antinatural, impidiendo el hecho de que deje de mirarlos.

Tiene unos lindos ojos.

Ante dicho pensamiento desvío de manera automática centrándola en alguna parte de la habitación. Mi risa cesa totalmente y me acerco hasta quedar lo suficiente cerca para ayudarlo. Extiendo mi mano con la intensión de ayudarlo a levantarse.

—Ven—¿en qué demonios estaba pensando?—rápido que no tengo toda la noche Asher.

Él hace el esfuerzo de darme la mano. Se mueve, revuelve, creo que incluso escuché como uno de sus huesos crujió.

—Es imposible—dijo fatigado dejando de moverse—no puedo mover ni una mínima parte de mi cuerpo—afirmó con ciera diversión haciendo que me confunda por su acción—ni modo, supongo que tendrás que acercarte más y ayudarme a salir Mikaela—con que ese era la razón de su diversión.

—Me niego—respondo con rudeza cruzándome de brazos—no voy a hacer eso.

—Bueno, entonces tendré que dormir esta noche aquí...contigo—dijo él con picardía.

—No tengo problema con dormir en el sofá—no pienso caer en sus juegos, si hay algo que he aprendido en el poco tiempo que llevo conociéndolo, es que hace hasta lo imposible con tal de conseguir lo que quiere.

—Imagino que tampoco tendrás problemas con que vea alguna de tus cosas—soltó con picardía. Sabía con exactitud que lo estaba poniendo doble sentido a sus palabras. Desvergonzado.

La idea de que tocaran mis cosas hacía que mi enojo se precenciara. No permito que nadie toque mis cosas porque es más que molesto.

—Eres una molestia.

Él sólo esculpió esa estúpida sonrisa en su rosto que tanto estaba empezado a fastidiarme. Como sugirió me acerqué hasta él inclinando mi cuerpo hasta alcanzar sus manos para después empezar a tirar con fuerza. El problema está en que su cuerpo no parecía moverme por más fuerza que ejerzo.

—Oye, sé que eres fuerte y para sacarme de aquí se necesita fuerza, pero esto no parece surtir efecto.

—No hables.

—No, es que...

—¡Maldición cállate de una vez Asher!—esta situación empezaba a ponerme de mal humor y su voz sólo empeora las cosas.

Halé, halé y halé. Pero simplemente su cuerpo no parecía moverde de ninguna forma, estaba empezando a frustrarme. Asher miraba expectante cada uno de mis movimientos. ¡Mierda reacciona, tira más fuerte!

Entonces salió.

Su cuerpo se abalanzó con gran velocidad hacia delante estrellándose contra mí. El impacto de su cuerpo contra el mío fue tan derepente e impulsivo que mis pies perdieron el equilibrio completamente y como consecuencia ambos caímos al piso. Cerré mis ojos esperando el impacto de mi cabeza contra el duro piso, sin embargo al caer el impacto no fue como esperaba, algo suave amortiguó mi cabeza impidiendo que el golpe sea más doloso.

Al abrir mis ojos Asher tiene una mueca de dolor en su rostro y sus brazos están a ambos costados de mi cabeza, entonces caigo en cuenta de que sus manos están debajo de mi cabeza. Esa fue la razón de que el golpe fuese más fuerte. ¿Cómo pudo reaccionar tan rápido?

—¿estás bien?—pregunta al abrir sus ojos con seriedad.

—¿Q-qué?—respondo atontada y aclaro mi garganta—Si, estoy bien.

Abrí la boca con la intención de decir algo más, pero el sonido de la puerta abrirse de repente me alertó.

—Capullo ya es tarde baja a cen... ¡Oh! ¡lo siento no era mi intención interrumpirlos, pueden continuar!—todo fue tan rápido que me pregunto si realmente sucedió. Al instante así como entró la abuela también salió cerrando la puerta volviendo a su estado inicial.

Otro problema más.

—Mierda...—murmuro empujando a Asher a un lado y escuchando como se quejaba me levanto—¡abuela no mal interpretes!—grité con la esperanza de que escuche y vuelva a entrar.

—Auch...—se quejó él.

—No te atrevas a quejarte que todo esto es culpa tuya para empezar.

—¿yo? Pero si no he hecho nada—se justifica con inocencia.

Le miro dándole una de mis peores miradas, arrugando mi entrecejo. Él saltó en su lugar y agachó su cabeza como un cachorro apenado. Incluso imaginé como sus orejas caían a ambos lados de su cabeza.

—Encerio no hice nada-susurra caminando hacia mí.

#####

Todos estamos parados en la puerta despidiendo a Asher. ¿por qué? Resulta, acontece y todas las cosas desagradables que puedas imaginar, todo me sale mal al parecer nací para atraer nada más que problemas y estorbarme. El punto es que después de el mal entendido con la abuela al habernos encontrado justamente en el momento que la situación puede resultar comprometedora, intenté por todos los medios aclarar el problema. Sin embargo todo fue peor. Asher no deja de dar ideas erróneas afirmando que sí somos pareja, lo cual ni en otra vida podrá suceder. Y para el colmo todos se encariñaron al instante con él. Pareciese que él fuera su nieto y yo no. Al menos papá no cedió del todo y durante toda la cena se mantuvo sólo como un espectador sin pronunciar palabra.

—Nos vemos Señor y señora Burnett—Asher se despide saliendo por la puerta moviendo sus manos y sonriendo.

—¡oh! Olvidemos las formalidades Nene. Puedes decirme abuela.

Esto tiene que ser una jodida pesadilla.

—A mi por igual hijo, puedes llamarme abuelo. Después de todo eres la pareja de nuestro capullo que al fin empieza a abrirse paso para salir y volar—añade el abuelo acariciando mi cabeza con ternura. Resultó filosófico y todo.

Puse los ojos en blanco, haciendo una mueca de desagrado sin poder evitarlo.

—¡Que no somos pareja!—intervengo indignada.

—Sí, abuelo y abuela. Nos veremos pronto.

—¡Y tú no le sigas el juego Asher!

—Sí, sí lo que digas—responde despreocupadamente moviendo sus manos sin importancia y adecuándose a ellos susurra—no le presten atención abuelo y abuela, es un poco tímida por eso no quiere aceptarlo delante de ustedes. Pero la verdad cuando ustedes no están precente es bastante tierna y acaramelada.

Los tres a exepción de papá y yo se ríen de manera descontrolada.

Resignada tomé a Asher del brazo y lo halé saliendo de la casa. Debí saber de antemano que con éste chico no se puede tratar, las cosas que hace y habla son totalmente inesperadas. Es como una bomba dentro de un elevador del cual no sabes en qué momento explotará, pero que de todos modos lo que se avecina no es para nada bueno. Sin lugar a duda consigue sacarme de mis casillas con sus acciones poniendo mi pacífica vida de cabeza.

—¡Hey capullo, debes aprender a compartir!—gritó el abuelo desde adentro.

Escuché el movimiento de pasos alejándoce, sin embargo ya sabía lo que vendría después. Liberé mi agarre de su brazo y crucé los míos frente a mi pecho, tratando de transmitirles un poco de calor. Pequeñas oleadas de viento se estampan con la piel descubierta de mis brazos. Un pequeño escalofrío recorre mi cuerpo provocando que un diminuto quejido salga de mis labios inconscientemente.

—Hace mucho frío acá fuera, así que entra. No tienes que preocuparte ya me iré—extendió su mano hasta mi cabeza revolviendo mi cabello.

La llema de sus dedos se sienten cálidas ante el contacto con mi cuero cabelludo. Mi cabeza se encoje por el repentino toque y cerré mis ojos por impulso. Estaba disfrutando su toque. Entonce un Clip retumbó dentro de mi cabeza abriendo mis ojos al instante y apartar su a mano de un golpe dando un paso en retroceso.

—No me preocupo por ti, sólo me aseguro que te vallas y no regreses—hablé tornando mi voz helada.

El sentimiento de que esto no es del todo correcto se incrusta en mi pecho lentilizando mi respiración por un momento. Tal vez sus palabras sean verdaderas y sólo quiera mi amistad, pero el contante miedo a tener que enfrentarme a lo mismo me detiene e impide poder aceptarlo. Me aterra acostumbrarme a su compañía y luego perderla quedando envuelta en la oscuridad nuevamente. No quiero tener que pasar por lo mismo por lo cual pasé, duele tanto siquiera recordarlo que mi cabeza empieza a doler. Las lágrimas, soledad y culpabilidad, me he acostumbrado poco a poco a ello y sobrellevarlo, pero el tener esperanza en algo y de la mada todo venga hacia abajo arropandome es aterrador. Prefiero tratar con mi soledad como ahora, a acostumbre a la compañía para luego perderla y quedar peor. No pienso caer dos veces en el mismo fango.

—Sabes que aunque sea un poco me quieres Mikaela. Te dije que me dieras la oportunidad de conocerme y aunque ha sido a la fuerza me parece que nuestra relación mejora. Puede que aún no me tengas en la categoría de amigos, pero verás que pronto lo harás y no sólo se quedará ahí eso lo puedes asegurar porque pondré todo mi esfuerzo en ello. Buenas noches.

Una sonrisa se formó en su rostro mirándome con determinación.

¿Cómo puede sonreír incluso en esta situación? La sonrisa nunca abandona su rostro por más incómoda, extraña o dura que sea la situación. Él es como un interruptor, que una vez que se enciende no se apaga. La opción abortar no está en su sistema.

Asher comenzó a alejarse. Sus pies siguiendo el pequeño sendero que guía hasta la salida. Su cabello brilla ante la luz que refleja la luna dándole un aspecto luminoso y magnífico. Introdujo sus manos en los bolsillos de su pantalón, la sudadera que trae consigo sube y baja a medida que avanza. Todo en él indica despreocupación, no le importa cuánto trate de alejarlo se empeña tanto a pesar de todo lo malo que le digo. Me gustaría tener esa determinación, sentirme segura conmigo misma, arriesgarme sin importar el peligro tan sólo dejarme llevar por el momento, poder sonreír cuantas veces me de la gana de manera verdadera, tener aunque sea un poco de la luz que él desprende. Pero no lo tengo y la verdad poder llegar a serlo se ve sumamente lejano, tanto que no me permito siquiera intentarlo.

—Asher—le llamo dispuesta a hacerlo con la poca valentía que siento antes de que la pierda por completo. Él detiene su andar y gira hacia mi dirección sin extraer las manos de sus bolsillos—B-buenas noches—mi voz sale más como un susurro que otra cosa.

—¿Eh?—inclinó su cabeza hacia un lado, dejando todo el peso de su cuerpo en su pié derecho—no escuché nada ¿podrías repetirlo?

Estoy segura que ha escuchado lo que he dicho sin duda. Y sus labios apretados tratando de reprimir una sonrisa me lo confirma. El hecho de gritarle pasó por mi mente, sin embargo no lo hice.

—He dicho, buenas noches Asher—contesté enganchado mi mirada en algún lugar que no fuese él—nos vemos mañana.

Es cierto que me da mucho miedo acercarme a las personas. Pero lo dejaré pasar sólo por esta noche.

—Buenas noches Gorila—concluyó con una sonrisa tierna, mientras rascaba la parte trasera de su cabeza.

Nota:

Con esto doy por concluido el maratón, espero que les haya gustado. Ya estoy que parezco un disco rayado de tanto repetirlo, pero enserio aprecio mucho el que a alguien le haya gustado lo que he escrito y agradecería que me lo hicieran saber de una u otra manera.

Y no... a quien engaño, me haría mucha ilusión poder leer sus comentarios.

Sin más que decir, por ahora será un hasta luego.

◇Se les quiere Lions◇

××CHOI××