
Capitulo 54 💜
¡Denle amor al capitulo!
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Capitulo 54
Stanley
Pasos para conquistar a una chica:
1)Vestir bien: La forma de vestir es muy importante a la hora de conquistar.
2) Perfume: si un chico huele bien nos atraerá de inmediato.
3) El cabello: Las chicas preferimos a los chicos bien peinados y afeitados. Eso hace que sus rostros se vean mas atractivos. El físico es muy importante.
4) Personalidad: A la hora de conquistar siempre muestra una sonrisa coqueta. Eso nos llama la atención.
5) Miradas: Las chicas amamos que nos observen. Nunca le apartes la mirada a una chica. Observala con picardía con picardía e intensidad. Las miradas nos hacen temblar las piernas como gelatina.
6) Bailar: Las chicas amamos bailar. Si una chica te invita a bailar nunca te niegues. Si lo haces, creerá que eres un aburrido. La mayoría de las chicas opinan que el baile está relacionado con él sexo. Bailar es uno de los pasos más importantes para conquistar.
7) Detalles: Las chicas amamos los detalles. Algunos chicos piensan que las mujeres somos unas interesadas, pero no es así. Un detalle siempre es la mejor manera para conquistar.
8) Amabilidad: Besar su mano, abrir la puerta de su auto e invitarla a cenar o a pasear, es un gesto que las chicas consideramos romántico. Las mujeres somos unas románticas emperdernidas.
9) Comunicación: Las chicas somos muy observadoras y la comunicación es clave para el coqueteo. Las chicas solemos fijarnos en la voz, en como habla o se expresa. Eso dice mucho de una persona.
10) Coqueteo: Este es el paso más importante (todos son importantes pero este es primordial). Las chicas nos fijamos en las facciones de su rostro; la forma de su boca, la intensidad de su mirada, o cualquier gesto coqueto. Tocar su mano inconscientemente, acariciar su mejilla con delicadeza, oler su cuello, entre otros. También amamos que nos alaguen. Eso siempre funciona.
Sigue estos pasos, te convertirás en el chico perfecto y ella caerá rendida a tus pies.
Miro a la pelirroja con horror, después de leer la larga lista de pasos.
-¿No crees que estas exagerando?.
-No.
-¿Se supone que debo seguir todos estos pasos?
Señalo la hoja.
-Exactamente. Si sigues cada uno de esos pasos, podrás conquistar a Nicolle o a cualquier otra chica.
-¿No crees que es algo absurdo? ¿Porque debería cambiar algo en mi? ¿No es mejor conquistarla siendo yo mismo?
-Lo harás. No te estoy diciendo que cambies tu forma de ser, solo que intentes cambiar algunos aspectos de tu personalidad. Por ejemplo, tu look. Tu cabello esta demasiado largo, necesitas un corte nuevo. Tu ropa es demasiado ancha para tu contextura
-Eso es irrelevante...
-Nada es irrelevante cuando se trata de Nicolle. -replica y se cruza de brazos. -Eres un poco aburrido, Stanley...
Levanto una ceja.
-¿Y tu no?
-¡No estamos hablando de mi!. -replica rápidamente. -Como te decía: Debes soltarte. A Nicolle le gustan los chicos inocentes como tú, pero también divertidos, pícaros. Ya tu la conoces, a ella le gusta ser dominante en todo. Pero lo que tienes que hacer ahora es dominarla a ella.
Frunzo el ceño.
-¿Yo? ¿Pero...como?
-No lo se. Haz algo que a ella le guste lo suficiente para dejarse dominar.
Me sonrojo al instante.
-¿Porque pareces un tomate?
-Yo...¡¿Que?! ¡No parezco tomate!.
Ella se carcajea.
-Debo imaginar que ya Nicolle te ha lavado el cerebro con sus perversidades. Típico de ella.
Me obligo a no sonreir porque tiene razón. Lo primer que paso por mi mente fue su cuerpo desnudo.
-¿Porque sonríes como idiota? -me cuestiona la pelirroja.
Me aclaro la garganta.
-Ah...yo, lo siento.
Rasco mi nuca avergonzado, ella me mira con una ceja alzada divertida.
-No te avergüences, tonto. El amor a veces vuelve idiota a las personas.
Ella camina por el pasillo y yo camino junto a ella.
-¿Tu...tu te has enamorado alguna vez, Camilla?
-No. Nunca.
-¿Porque?
-Porque no he tenido la oportunidad de hacerlo..
-Pero...¿Y si la tuvieras?
Ella parece sopesar su respuesta.
-No dudaría en dejarme llevar por mis sentimientos. -contesta con sinceridad. -Pero por los momentos me conformo con mis amores literarios.
Yo sonrío.
-Al menos ellos no pueden romperme el corazón.
Entonces ella empieza a hablar sobre los libro que lee. Empieza a relatarme sobre un libro que se llama Boulevard donde un chico era adicto a las drogas, pero al final el muere para salvar a su amada. Y que ese libro destruyó todos sus sentimientos y acabo con su estabilidad emocional. Yo la escucho atentamente hasta llegar a la salida.
-Entonces, ¿Seguirás la lista al pie de la letra?
Suspiro.
-¿Tengo otra opción?. -ella se encoge de hombros. -Solo espero que funcione.
Ella sonríe divertida.
-Ya verás que sí. Cuando te vea con tu nuevo look de seguro le dan tres infartos y una alteración cerebro vascular.
Me rio.
-¿Me ayudas?
-¿Tienes tarjeta de crédito?
-Ilimitada.
-¡Genial! Entonces, ¡nos vamos de compras!
Meneo la cabeza divertido. Me voy a arrepentir de esto, eso lo se.
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Caminamos por el centro comercial. Ella observa miles de tiendas de ropa, mientras que yo solo rezo mentalmente por salir de este lugar.
-¿Que es lo primero que debo hacer?
-Un nuevo corte de cabello.
Al cabo de unos minutos llegamos a una barbería. Nos adentramos y una chica empieza a cortarme el cabello con delicadeza. Camilla se sienta en el mueble y se dispone a leer una revista. Después de varios minutos, miro mi nuevo corte de cabello en el espejo frente a mi. No me veo mal, o eso creo.
-Asi esta mejor.
Comenta Camilla y nos miramos a través del espejo. Ella levanta uno de sus pulgares. Ahora llevo el cabello corto a los lados y largo solo en la parte de arriba. Al salir de la barbería caminamos por un centro comercial mientras ella mira a sus alrededores.
-¿Que haremos ahora?
-Cambiarte de look.
-¿Eh?
-Necesitas atuendos más decente, asi que iremos a buscar algo para ti.
-Estoy empezando a odiarte, ¿Sabes?. Te pareces a Nicolle.
Ella sonríe divertida.
-Luego me lo agradecerás.
Entramos en una tienda de ropa y ella me pregunta que tipo de ropa me gusta, pero ella me mira horrorizada ante mi respuesta. Soy muy básico, mi estilo no es nada extravagante. Toma miles de prendas. Algunas me gustan pero otras no, pero a ella no parece importarle mi opinión ya que las coge todas. Hay ropa de marca Gucci, Prada, Versace, Adidas, Nike, Puma entre otras.
Una hora despues de haberme probado miles de atuendos, salimos de la dichosa tienda de la tortura. No se como a las chicas les gusta esto de ir de compras. ¡Dios! Es lo más fastidioso que puede existir en la faz de la tierra.
Dejo las bolsas en el auto y ella se calla un momento ya que su teléfono no para de sonar. -Y hablando de la reina de roma. -dice para si misma. -¡Hola, tonta!
La escucho hablar por teléfono.
-¿Que dónde estoy?
Ella se gira para verme y yo niego con mi cabeza para que le diga que no esta conmigo. Inventa algo pronuncio en voz baja. Se que es Nicolle con quien esta hablando.
-Yo...estoy...aqui en casa. Si, eso. ¿Quieres que vaya a la tuya? Claro. Nos vemos en quince minutos...Adiós.
Ella cuelga soltando un suspiro.
-No creo que sospeche nada.
Me encojo de hombros. Nos subimos al auto y conduzco hasta llegar a su vecindario. La dejo en una esquina, porque Camilla vive cerca de la casa de Nicolle y no quiero que nos vea llegar juntos.
Antes de bajar del auto la detengo.
-Oye, ¿Que es lo que más odia, Nicolle?
-¿Además de la comida chatarra?
Eso me hace sonreir.
-Bueno...odia las flores. Le parecen demasiado cursi y clichés.
Sonrío.
-¿Porque sonríes como si se te hubiera ocurrido una idea maquiavélica?
-Porque es justo eso.
Ella abre la boca sorprendida, al darse cuenta de lo que estoy pensando.
-¡No me digas!. -ella se carcajea. -¡Harás que te odie!
-¿Más?
-¡Vamos! Ella no te odia.
-A que sería divertido.
-Si, tienes razón. ¡Me muero por ver su cara!
-Seré el hombre más detallista del mundo. Espero que le gusten las rosas.
Bromeo y Camilla se ríe
-Cuanta maldad hay en ti.
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Nicolle
¿Donde te metes cuando más te necesito, Camilla?
Cuando la llame, su voz se escuchaba rara. Me dijo que estaba en casa pero no le creí mucho. ¿Me estará ocultando algo? No. Solo son imaginaciones mías.
Me siento nerviosa. ¡Y ni siquiera se porque lo estoy! Ni que fuera a tener sexo por primera vez. Es una idiotez sentirme de esta manera.
Después de tomar una ducha y lavar mi cabello me encuentro sentada frente a mi tocador observándo mi reflejo en el espejo, preguntándome que debería ponerme esta noche. Porque hoy es un dia especial y quiero verme increible; quiero que él me vea increible. ¡Joder, Pero que estoy diciendo!. Los nervios han alterado mis neuronas, ya estoy pensando estupideces. Escucho el chirrido de la puerta y Camilla hace acto de presencia.
-¡Hasta que por fin! Casi estoy que me vuelvo loca sin ti.
-Suenas como lesbiana.
Pongo los ojos en blanco ante su intento de broma.
-No estoy de humor, Camilla.
Ella se sienta en la cama.
-Pues deberías estarlo, hoy es tu noche, ¿No?.
Suspiro.
-Si, pero tengo los nervios de punta. ¡Por primera vez en mi vida estoy nerviosa!.
Ella sonríe divertida.
-Eso es normal.
-No es normal en mi. Tengo la adrenalina a mil y siento que el corazón se va a salir de mi pecho.
-No exageres, Nicolle.
-¡No estoy exagerando!.
-Mejor dime, ¿Que usarás esta noche. -ella cambia el tema.
-No lo se.
-¿Y que estas esperando para buscar algo?
-Necesito de tu ayuda, Loca.
-¿Para que soy buena?
Dice divertida y yo arrugo las cejas ante tanto entusiasmo. Es algo bastante raro ya que ella suele estar amargada todo el tiempo.
-¿Porque sonríes tanto? Pareces recién follada.
Ella se sonroja al instante.
-Yo...¿Que?...¡Dios, no estoy recién follada!
Suelta indignada.
-¿Ah no?. -cuestiona. -Entonces, ¿Cuál es el motivo de tanta felicidad?
-No hay ningún motivo. Deja tus inventos, trastornada.
-¿Ya te desvirgaron?
-¡No!. -chilla avergonzada y me lanza una almohada a la cara.
-Es una lastima. -bufo. -Si sigues así te quedarás virgen por toda la eternidad.
-¡No voy a quedarme virgen!. Solo estoy esperando el momento correcto.
-Si, si, claro. Esperando ese Príncipe azul, ese chico ideal que ni siquiera existe.
-Eres cruel...
-Soy realista, Camilla. El hombre perfecto no existe...
-¿Y Stanley?
Cierro mi boca al instante ante su pregunta. Paso saliva.
-¿Stanley que?
-¿No es el chico perfecto?
El corazón me late con fuerza.
-Nadie es perfecto, Camilla. Él es...diferente, pero no perfecto.
-Si, tienes razón. Nadie es perfecto. Y por los momentos me quedaré con mis perfectos novios literarios, ellos sí que son perfectos.
Eso me hace sonreir.
-Tú y tus libros. Te volverás loca algún dia.
-Jah, ignorante.
Sonrío meneando la cabeza divertida y me levanto para caminar hasta mi closet. Abro el enorme armario y me quedo parada viendo que look usar esta noche. Esta noche será especial, esta noche va a ser la mejor de mi vida. Ya lo presiento.
-¿Irás conmigo?
-Obvio, hay que celebrar tu gran logro. Además, de seguro te llevarás una gran sorpresa esta noche.
Ella sonríe. No entiendo a lo que se refiere, pero también le sonrío dejando los nervios de lado.
-Voy a embriagarme hasta perder la conciencia. -menciono divertida. -Amen a eso.
-¡Amen, hermana!
Concede la pelirroja y sonreímos en total complicidad.
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Me miro al espejo por milésima vez buscando algún defecto en mi maquillaje, alguna arruga en mi ropa, pero como las otra veces, no encuentro nada estoy perfecta. Al final decidí ponerme un vestido bohemio violeta de tirantes holgado, de tela casi transparente que llega por encima de mis rodillas. El tatuaje en mi clavícula resalta en mi piel. Mi maquillaje es sutil y delicado. Mis labios solo llevan brillo labial rosa muy sutíl, nada extravagante. Mi cabello cae en hondas desprolijas por mis hombros. Llevo unas argollas plateadas largas que cuelgan en mis orejas y brillan en la oscuridad. En mis pies llevo unas pequeñas zandalias plateadas brillantes de tacón bajo. Quiero bailar mucho esta noche asi que por eso decidí usar tacones bajos. Camilla lleva un leggins negro de cuero resaltando su figura junto con una blusa de tirantes plateada de brillos que deja ver su abdomen. Sus tacones son negros cerrados cubriendo sus uñas. Su cabello rojo lo lleva suelto dándole ese toque rebelde y sensual. Su maquillaje es muy básico pero la obligué a que se colocara un labial rojo que hiciera contraste con su cabello, que llamara la atención. Camilla siempre ha sido muy conservadora, no le gusta mostrar demás. Pero en esta ocasión la obligué a que mostrara un poco su sensualidad y fuera más coqueta. Que dejara su amargura y aburrimiento en casa. Se ve totalmente diferente a como de costumbre.
-Me veo como actriz porno.
Suelta ella con molestia acomodando sus pechos en su lugar. Yo me carcajeo divertida.
-Te ves fenomenal. ¡Ya deja de acomodar tus pechos, pareces retrasada!
-Todo es tu culpa. No debí ponerme esta ropa tan ajustada.
Caminamos a la entrada del club. Pasamos rápidamente las puertas.
-¿Porque me miran como si quisieran violarme?
Me grita cerca del oído y me doy cuenta de que unos chicos muy guapos nos miran.
-Porque quieren violarte.
-¡Nicolle!.
-Solo bromeaba, tonta. ¡Vamos por un trago!
Grito por encima de la música. El lugar esta a rebosar de personas saltando y bailando. Las luces estroboscópicas rojas, azul y verdes, iluminan el lugar. Tomo a Camilla de la mano y nos abrimos espacio entre la multitud hasta llegar a la barra.
-¡Dios! ¡Casi me asfixian!
Grita Camilla y yo sonrío. Llamo al chico detrás de la barra y le pido dos orgasmos. El chico me guiña un ojo y al cabo de unos segundos nos trae las bebidas.
-¿Que es esto?
Suelta Camilla haciendo una mueca de asco.
-¡Un orgasmo!
-¡Sabe horrible!
-¡Me recuerdas a alguien que opina lo mismo!
Stanley.
Sonrío y le doy un trago a mi bebida sintiendo el ardor en mi garganta. Hago una mueca ya que el líquido es bastante fuerte. Camilla sonríe divertida y levanta su mano sacudiéndola en el aire como si le hiciera señas a alguien detrás de mi. Confundida, me giro y entonces casi me atraganto con mi bebida. Veo a Stanley caminar hacia nosotras, pero mis ojos casi salen de sus cuencas. Se ve...diferente. ¡Joder! Ni parece el mismo chico simple de siempre. Paso saliva mirándolo descaradamente mientras el se abre pasa entre la multitud. Parece incómodo, pero me sonríe cuando sus ojos encuentran los míos. Y en ese maldito instante, mi corazón comienza a latir desbocado. ¡Odio el poder que tiene sobre mi!.
Lo recorro con la mirada. ¡Se ve demasiado bien!. El jeans negro con aberturas en las rodillas le marcan sus piernas. La camisa de cuadros rojos y negros, le queda ajustada marcando su perfecto cuerpo tallado por los dioses. ¡Señor, juro que puedo morir en este instante y sería la mujer más feliz del mundo con semejante vista!.
Sus antebrazos están a la vista, esos antebrazos que tanto me gustan.
Quisiera poder desviar la mirada a cualquier lugar que no sea él, pero me es imposible. Estoy petrificada observándolo descaradamente.
Su cabello se ve mas corto a los lados, pero en la parte su superior más largo dando un toque descuidado pero sexy a la vez. ¡Ese idiota parece sacado de una jodida revista!. Lleva sus gafas puestas, pero ni siquiera parece el Nerd de siempre sino más bien uno de esos chicos tumblrs de pinterest.
¡Ay mierda! ¿Trae un ramo de rosas rojas en sus manos? ¡Joder! ¿Acaso no sabía que no me gustan las flores? No. Bueno, nunca se lo dije. ¿Ahora que hago, finjo que me gustan demasiado las rosas o le digo directamente que las odio y que puede tirarlas en la basura?
Si, mejor me quedo con la primera opción. Ya que, soy bastante buena fingiendo.
Pero no voy a negar que se ve jodidamente lindo con un ramo de rosas en sus manos. ¡Lastima que no me gusten!
-¿No se ve genial?
Comenta Camilla a mi lado, pero yo solo me le quedo viendo fijamente, a medida que se acerca a nosotras .
-Hola. -me saluda con una sonrisa, luego besa mi mejilla con delicadeza: acto que me deja sorprendida. Es entonces cuando el olor de su perfume se impregna en mis fosas nasales. Huele tan bien que podría lamerlo.
-Hola.
Es lo que digo, mirándolo. El estira su mano.
-Son para ti. Espero que te gusten las rosas.
Miro el enorme ramo de rosas, lo tomo entre mis manos y le sonrío fingidamente.
-Gracias. Me...encantan.
Miro a Camilla a mi lado y esta solo tensa sus labios para no reirse de mi. La fulmino con la mirada y luego vuelvo a mirar a Stanley. El toma asiento a mi lado.
-Te ves...bien.
Suelto con sinceridad mientras dejo las rosas sobre la barra.
-No mas que tú. Aunque, no hace falta que te lo diga ya que siempre te ves hermosa.
Mojo mis labios rápidamente bajo su atenta mirada.
-¿Ya te he dicho que eres un idiota?
El sonríe.
-Miles de veces. Pero no esta demás que me lo repitas cada segundo.
-Idiota.
Suelto divertida y luego le doy un trago a mi bebida.
-Hola, Bellezas.
Nos dicen unos chicos al acercarse a la barra. Me doy cuenta de que son los mismos chicos que nos miraban al entrar. Uno es rubio de ojos verdes bastante guapo no lo voy a negar. Es alto y musculoso. Lleva el cabello peinado a los lados y una camisa blanca ajustada marcando sus abdominales. No está nada mal. El otro chico es moreno de cabello negro despinado y ojos cafés, un poco más bajo que su amigo. Lleva una chaqueta de cuero. Se ve bastante rudo e imponente.
-Uhmm...Hola.
-Las vimos al entrar. -comenta el rubio. -Queríamos invitarles un trago, si nos lo permiten.
Camilla me mira y yo la miro. El rubio mira a Camilla con una sonrisa, pero luego me mira a mi.
-Ah...no, gracias.
Responde Camilla de mala gana, pero el chico rubio sonríe divertido.
-Entonces, ¿Quieres bailar?
La pelirroja se cruza de brazos.
-No bailo con desconocidos.
-Yo tampoco. Ahora tenemos algo en común.
Le guiña un ojo pero mi amiga ni se inmuta. Es obvio que esta coqueteando con ella pero no parece importarle en lo absoluto. Stanley se mantiene en silencio solo observando y escuchando.
-¿Que dices, bailas conmigo?
Me pregunta el otro chico moreno a mi y yo me giro hacia él.
-Ah...
-Ella bailará conmigo.
Suelta Stanley a mi lado y eso me toma desprevenida. Asi que lo miro perpleja. Pero el mira al chico asesinándolo con la mirada. El moreno solo sonríe divertido.
-Veo que tienes compañía. Es una lastima. Fue un placer conocerte, preciosa. Por cierto, soy Miles.
Me sonríe ignorando las miradas matadoras de Stanley.
-Ya puedes irte.
Le dice Stanley con enfado. El moreno sonríe, levanta las manos dándose por vencido y se va. El rubio habla con Camilla, pero no logro escuchar de lo que hablan. Me giro hacia Stanley y este tiene la mandíbula tensa. Parece molesto, irritado. Yo sonrío divertida.
-¿Porque sonríes?
-Es que me parece gracioso verte celoso.
-No estoy celoso. El te estaba molestando y yo no quería que te molestara, eso es todo. Pero no son celos. Aunque, si quieres irte a bailar con él no tengo ningún problema aun estas a tiempo.
-Bien.
Entonces me levanto de la silla y empiezo a alejarme pero un tirón en mi muñeca no me deja avanzar. Me detengo en seco.
-¿A dónde crees que vas?
Me pregunta Stanley, sujetándome de la muñeca.
-A bailar. Tu dijiste que podía hacerlo y eso es lo que voy a hacer.
-No quiero que bailes con él.
-Entonces lo haré con otro.
El me mira con frustración y eso me parece de lo más divertido, pero me mantengo seria.
-No.
-¿Porque no?
-Porque no quiero que nadie te toque.
Muerdo mi labio conteniendo una sonrisa.
-Entonces si no quieres verme bailar con alguien más, tendrás que bailar tu conmigo.
El me suelta de la muñeca.
-Lo hare.
-¿Vas a bailar conmigo? ¿Enserio?
Se levanta de su asiento y toma mi mano. Yo levanto mi cabeza un poco para mirarlo. Su cercanía acelera, inevitablemente, mi corazón. El acaricia mi mejilla con su pulgar.
-Si. Porque no soportaría la idea de verte bailar con otro. Me vuelvo loco solo de pensarlo.
Le sonrío de lado. La música se detiene y empieza una nueva canción.
Trago saliva.
-Baila conmigo entonces.
El moja sus labios y yo lo sujeto de la mano para llevarlo a la pista de baile. Le echo un vistazo a Camilla quien me sonríe cuando me ve y luego levanta su pulgar. Pongo los ojos en blanco divertida.
Caminamos esquivando la multitud de personas que bailan a nuestro alrededor. Me detengo cuando llegamos a un espacio menos asfixiante para bailar. Las luces cambian, ya no son tan luminosas sino más bien tenues. Todo se ve rojo a nuestro alrededor. Entonces esa canción empieza a sonar, una de mis favoritas. Sonrío para mi misma, mientras Stanley me observa.
-¡Es mi canción favorita!
Le digo cuando me acerco a su oído. El coloca las manos en mi cintura y yo me alejo despacio de él.
-¿Cómo se llama?
-Beso
El sonríe, llega hasta mi boca y deja un casto beso sobre mis labios que me descoloca.
-Los que quieras.
El corazon me late apresurado y muerdo mi labio queriendo más besos. Me acerco a su oído.
-Tengo algo para ti.
-¿Que es?
Me alejo de nuevo y le coloco el pequeño control remoto en sus manos. El observa el aparato con el ceño fruncido. Yo sonrío. Al ver la confusión en su rostro vuelvo a acercarme a su oído para responder su duda.
-Ahora me tienes en tus manos. -sonrío en su oído. -Solo no te aproveches de mi.
Me aparto de él y observo su rostro. Sigue sin comprender y me parece un gesto tan inocente de su parte.
-¡Pruébalo!
Le grito por sobre la música. El observa el aparato y entonces aprieta uno de los pequeños botones. Entonces siento el cosquilleo en mi interior, pero es una vibración suave que hace que quiera apretar las piernas.
-¿Que es lo que estoy controlando?
Me pregunta y yo me carcajeo.
-Vuelve a probarlo y encontrarás la respuesta.
Entonces aprieta otro botón, el ultimo. Mi cuerpo entero comienza a enloquecer, mis bragas empiezan a mojarse y mi centro palpita dolorosamente. Muerdo mi labio, me acerco a él y lo abrazo con el corazón latiéndome a millón. Dejo mi boca en su oído y jadeo de la excitación. El pulso lo tengo acelerado y la necesidad aumenta.
Gimo en su oído con fuerza y me aferro a su cabello.
-¡Joder! Te dije que no te aprovecharás de mi.
Suelto en voz alta. Gracias a todos los santos la música suena a todo volumen y nadie se percata de mis jadeos involuntarios.
El aprieta mi espalda enterrando sus dedos y me alejo lentamente de, él quedando su rostro tan cerca del mio.
El pasa saliva y entonces lo comprende: Llevo un vibrador a control remoto.
-Estas loca.
Muerdo mi labio inferior sintiendo la necesidad de tocar su piel desnuda. Sonrío divertida y el me mira con la mirada ensombrecida, lujuriosa.
-¿Acaso quieres que me corra delante de todos los presentes?
El moja sus labios rápidamente, sin apartar la mirada de mi. Abre su boca para decir algo, pero no lo dejo porque cubro su boca con la mia en un beso. Un beso intenso, lleno de éxtasis y necesidad. Me atrae más hacia él y yo deslizo mi mano por su abdomen hasta llegar a su dureza y tocarla por encima de su pantalón. El ahoga un gemido en mi boca al sentir el contacto. Esta duro como una roca y eso hace que mi piel se estremezca de satisfacción. Beso su cuello con el corazón a punto de colapsar y mi respiración entrecortada. Llego hasta su oído y muerdo el lóbulo de su oreja con mis dientes. El aprieta mi espalda con fuerza, enterrando sus dedos en mi piel. Dejándome saber lo necesitado que está, lo mucho que le gusta jugar con fuego sin temor a quemarse.
Suelto un gemido en su oído, mientras que el vibrador dentro de mi hace su trabajo.
-En este momento estoy en el puto cielo, Einstein.
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===========》♡《=========
Holaaaaa
A quien más se le subió la temperatura 🔥 hace calor por aqui.
Cuentenmeee que les pareció el capitulo. Lo escribí lo más rápido que pude. Asi que de seguro habrán miles de errores ortográficos y demás. Pero luego los corregiré.
Ahora...
HABLENMEEEE VAGABUNDAS
😨😌
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El siguiente es mi favorito,
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Los quiero
Patrixia Gómez
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