Gracias por sus
Bonitos comentarios❤
Me alegran el alma😢

Diganme,
¿Cuál es su personaje
Favorito? 😍

Los quiero💜🖇

♡♡♡

Capitulo 50

Nicolle

Era una confesión...

Si lo fue.

Stanley esta enamorado de mi. Aun puedo escuchar sus palabras dentro de mi cabeza, una y otra vez. Trato de convencerme de que no fue real, de que escuche mal y de que...

Ash...¡Con una mierda!

Esta enamorado de mi, aunque le pedi que no lo hiciera, aunque le haya dicho que voy a hacerle daño...

¿Que hago?

Porque, sí, él me gusta. Pero...yo no estoy enamorada de él, jamás podría estarlo. No cuando me jure a mi misma no volver a enamorarme.

Sí, siento una atracción física hacia él, pero solo es eso: atracción, nada más.

Y quiero que siga asi. Pero si en algún momento llego a sentir cosas que no debería o cosas muchas más intensas hacia él, me alejare. Aunque no es eso lo que mi cuerpo quiere, pero sí lo que me dice la voz de la razón.

¿Y la del corazón?

Ese corazón mio es tan complicado que ni siquiera yo puedo comprenderlo.

A veces quisiera que dejara de latir y asi poder dejar de sentir.

Suelto un suspiro y me dispongo a mirar mi batido de fresa como si fuera la cosa más aburrida del mundo, mientras juego con la pajilla entre mis manos.

No dejo de pensar en él, en sus palabras. Dijo cada oración con tanta seguridad, que me frustró descomunalmente. ¿Y si tiene razón, y si logro enamorarme de él? ¿Que podría salir mal?

Que te traicione escucho esa voz en lo profundo de mi cerebro, recordándome el porque yo no debo enamorarme.

Tengo que dejar de pensar en eso.

Enamorarse es una ridiculez y entregar tu corazón a alguien para que lo haga pedazos es lo más estúpido que puede hacer el ser humano...

Somos tan débiles.

Muchas veces debemos dejarnos guiar por lo que dice nuestro corazón, pero otras veces suele ser el peor de tus errores.

El corazón es el órgano más débil y más patético de nuestro organismo. Debes cuidarlo, porque sino colapsará, se destruirá y morirás. Asi también es el amor, sino lo cuidas...muere.

- ¿Y esa cara de tragedia?. - Levanto la mirada y veo a Camilla sentada frente a mi, mirándome fijamente con sus ojos azules y su cabello rojo recogido en una coleta desaliñada. -Por cierto, tu batido no tiene la culpa de que lo mires de esa forma.

-¿Que haces aqui?

-Nada. -se encoge de hombros. -Solo vine hasta aqui para ver tu hermoso rostro. -dice con sarcasmo y yo la fulmino con la mirada. -¿Vas a contarme o no?

-No lo vas a entender...

-A menos que sea un geroglífico, porque todo lo demás es entendible. A ver, cuentame el motivo de tu desgracia.

Suspiro y ella apoya un codo sobre la mesa y sostiene su cabeza observándome detenidamente.

-Stanley me dijo que esta enamorado de mi.

Ella me mira sorprendida y parpadea varias veces, atónita.

-Bueeeno, eso no me lo esperaba. No quisiera decirte esto pero: te lo dije, te dije que esto iba a suceder.

-Jamás pensé que esto iría tan lejos. ¡Se supone que lo nuestro solo era un juego!

-Para ti, Nicolle, No para el. Yo te lo advertí, te dije que te alejarás de él. Pero no me hiciste caso.

Quizás Camilla tenga razón. Todo este tiempo, él para mi solo un juguete, alguien con quien divertirme y se que el no estaba jugando. Cada palabra que salía de su boca, cada gesto, era totalmente real...pero aun así, yo seguí jugando con él. Pensé que sería divertido acercarme a él, se veía tan aburrido y amargado en clases o en cualquier parte que estuviera y yo, que soy todo lo contrario a él, quería sacarlo de su zona de confort; de esa burbuja de silencio y contagiarle un poco de mi diversión. Pero nunca imaginé que llegaría tan lejos. Bueno, desde un principio lo supuse, pero no me importó lo más mínimo lo que el llegara a sentir por mi. Y...ahora...me siento fatal. Porque...yo no quiero lastimarlo, él es una de las personas más sinceras y honestas que he conocido en la vida. Y no lo merezco. Yo solo me divertí con él, ese era mi objetivo desde el principio pero nunca imaginé que se volvería especial para mi. Y no solo lo digo de manera sexual. Él vale la pena y no se merece a alguien como yo.

Y lo peor de todo...es que no quiero alejarme de él. Porque no lo quiero verlo con otra persona que no sea yo. Sí, eso suena egoista de mi parte, pero así soy.

-Es que...-hago una pausa. -No quiero alejarme de él, me gusta estar a su lado.

-Entonces...¿También sientes lo mismo por él?

-¡Claro que no! Es solo que...no lo se. No se que sentir en estos momentos.

-¿Pero te gusta?

-Si.

-¿Te gusta estar con él?

-Si.

-¿Y no quieres alejarte de él?

- No.

-¿Sabes que significa eso?

-¿Que?

-Que también estas enamorada de él, solo que no quieres aceptarlo.

-¿Que? Yo...no...no puedo.

-¿Porque no?

-Porque no quiero enamorarme, no de nuevo.

-¿Crees que Stanley también va a traicionarte como lo hizo Ian?

-No menciones su nombre. -le espeto con amargura.

-¿Cuando vas a pasar página, Nicolle? Ya ha pasado un año, deberías superarlo de una buena vez.

-No puedo superarlo...

-Entonces nunca serás feliz.

-No...no lo seré. Nunca he sido feliz solo...

Cuando él está conmigo

Cuando estoy con él, no me siento tan vacía...tan sola.

-¿Que?

Ella me mira con el ceño fruncido al ver que me he quedado callada. Meneo la cabeza negativamente.

-Nada, Camilla.

Ella pone los ojos en blanco.

-¿Porque eres tan terca? Stanley es un chico genial y está enamorado de ti. Es inteligente, guapo y es todo lo contrario a ti, lo que los hace perfectos el uno para el otro. ¿Porque no le das una oportunidad? Nunca te había visto sonreir como cuando estas con él, ¡Joder! Ni siquiera te he visto estudiar como lo haces con él.

Eso me hace sonreir. Odio estudiar y aunque odie admitirlo, me gusta estudiar con él. Pero solo es una forma de mantenerme a su lado. No se porque lo hago, pero me gusta su cercanía; su calidez, su aroma, su seguridad, su sinceridad, hasta su amarga y odiosa personalidad. Creo que eso eso último es lo que lo hace único y especial para mi. Todos los chicos que me ven me sonríen, me halagan, me coquetean y luego está él: me mira mal, me ignora, me desafía, me molesta, me odia, y eso me hace querer estar ahí, desafiándolo en cualquier momento. Porque él me mira diferente; como si fuera una persona común y corriente, no como la perfecta chica de cristal que todos creen que soy. Será por esa razón que combinamos tan bien el uno hacia él, porque somos polos opuestos.

Sonrío ante mis pensamientos.

-Eso...fue parte del trato.

-A mi no me vengas con cuentos que te conozco perfectamente, Nicolle. Eres como mi hermana. Se que lo quieres también y no solo para pasar el rato, y se que no es solo una simple atracción. Admitelo, estas enamorada de él.

Suspiro, mientras que sus palabras calan hondo en mi memoria.

-¿Crees en el amor?

-Obvio.

-Camilla, hablo del amor real, no de esos amores de tus libros...porque esos no existen.

-No te metas con mis libros.

Sonrío.

-Sí, si creo en el amor, también en las personas.

-¿Aunque te fallen?

-Aunque me fallen.

-Quisiera tener un poco de tu fe.

Sonrío divertida y ella también.

- ¿Sabías que eres mi mejor amiga?

-Obvio, soy la única que tienes.

Pongo los ojos en blanco.

-Y la mas terca de todas. ¡Oh mira, allá esta Stanley con una chica!. -me señala con su dedo por sobre mi hombro y yo me giro inmediatamente...pero no hay nadie. -¡Caiste, tonta!

Le lanzo la pajita de mi batido mientras ella se carcajea.

-¡Eres una idiota!

-Y luego dices que no estas enamorada de Stanley.

-¡Oh cállate!.

Nos carcajeamos divertidas. Ella me quita el batido de la mano y le da un sorbo.

-A propósito, ¿Has hablado con tu madre?

La sonrisa se borra de mi rostro.

-No.

-¿Y hoy no debías cancelar tu colegiatura?

-Mierda.

Lo había olvidado. Ni siquiera pude hablar con mi madre de eso. Todo han sido problemas entre las dos.

-Debo ir a hablar con el director.

Me levanto de la mesa y cuelgo mi mochila en mi hombro.

-Si quieres, puedo acompañarte.

-Claro.

Ella se levanta y nos apresuramos a caminar hasta llegar a la oficina del Director Benson. Subimos al segundo piso por las escaleras hasta que llegamos a la puerta Marrón con un cartel que dice: Dirección. Toco la puerta y la abro cuando escucho la voz del anciano diciendo Adelante.

-Permiso.

Digo y Camilla cierra la puerta detrás de mi. El Director Benson se encuentra sentado en su respectivo asiento frente a un portátil. El levanta la mirada para verme.

-Señorita Morrison, ha vuelto. ¿Que tal su semana de vacaciones?. -bromea y casi que pongo los ojos en blanco ante su intento de chiste, pero no lo hago.

-Bien.

-¿Cuál es el motivo de su visita? ¿Otro castigo?

Finjo una sonrisa.

-No se acostumbre, Profe. Solo vine para pedirle que me de una semana más de plazo para pagar mi colegiatura.

El frunce el ceño.

-¿Su colegiatura? Pero si su año ya está completamente pago.

Camilla me mira, yo miro a Camilla y luego miro de nuevo al director.

-¿Que? Pero si mi madre no tenía el dinero.

-No fue su madre quien hizo el pago.

-¿No? ¿Entonces quien?

-El señor Montgomery.

-¿Spencer Montgomery?

Suelto sorprendida y Camilla abre su boca sorprendida. ¿Porque ese hombre haría tal cosa? El Director menea su cabeza negativamente:

-No, Stanley Montgomery.

Camilla me mira y me sonríe mientras yo me quedo con la boca abierta sin saber que decir. ¿Porque...como se enteró? ¿Porque hizo tal cosa?.
Le doy las gracias al director y salimos de la oficina.

-No puedo creerlo. -suelto sorprendida.

-Creelo, tonta. Ese chico está loco por ti.

-Pero no debió hacer eso.

-Oh, vamos. El tiene el dinero suficiente para hacer lo que le de la gana con él y si el quizo pagar tu colegiatura a ti solo te queda agradecerle.

-Tienes razón.

-Con que le digas: "Oh, Stanley, eres mi héroe y el amor de mi vida" con eso será más que suficiente.

-¡Jah! Como si fuera hacerlo. Hay mejores maneras de agradecer, Camilla.

Meneo las cejas divertida y Camilla pone su cara de horror.

-¡Asco!

Yo me carcajeo y seguimos caminando por el pasillo. Ella se va hacia la clase de Biología y yo a la cancha de Voleibol para hacer mi respectivo trabajo de limpieza. Pero no creo que vaya a ser divertido, teniendo a Timothy y a Stanley juntos. Esto será un desastre.

♡♡♡

Stanley

Al llegar al laboratorio de Química, todo está en silencio. Solo veo al profesor Nicholas en su escritorio tomando notas en una libreta. Hablamos unos minutos sobre los exámenes finales, también sobre las clases privadas que le doy a Nicolle. Obviamente no le doy los detalles. No creo que quiera saberlos. Me aconsejó que dejara de meterme en problemas, porque ese sería un bajón intachable para mi promedio perfecto. Yo le respondí que lo intentaría. El palmeó mi hombro y salió del laboratorio, dejándome allí solo.
Tomo asiento unos minutos y suelto un suspiro pasando las manos por mi desordenado cabello. Por los pasillos todos se me quedaban viendo, algunas chicas me saludaban con coquetería y otras me miraban de mala manera mientras pasaba por los pasillos, cuchicheando entre ellas. Sabrá Dios de que estaban hablando. Yo me imagino que del famoso artículo en la revista. Solo recordarlo me enfurece. Ahora las personas en el instituto saben quien soy realmente, no solo el Nerd del instituto sino también el hijo de uno de los Empresarios más importantes del país.

La idea no me emociona para nada. Eso solo crea rumores, hace que las personas se acerquen a mi por mi estatus social y eso, la verdad, me saca de quicio.

Ahora al parecer, existo para todo el mundo.

La puerta del laboratorio se abre y veo la figura de Gerson atravesar la puerta. Pongo los ojos en blanco.

Lo que me faltaba.

-¡Hey! Sabía que te encontraría aqui.

-Y yo que quería un poco de paz.

-No seas, Cabrón. Ultimamente, ni hablas conmigo.

El toma asiento en la silla frente a mi.

-¡Oh claro! Como ya tienes "novia". -hace comillas con sus dedos. -Y además eres famoso.

-Te recuerdo que todo esto pasó por tu culpa.

-Solo lo hice para ayudarte y veo que funcionó.

-¿A que te refieres?.

-Vi el artículo en la revista.- me responde. -que por cierto, parecían una pareja real. ¡Hasta me creí su relación!

El se ríe y yo pongo los ojos en blanco hastiado.

-¿Que quieres, Gerson?

-Solo quería saber de tu vida, Cabrón.

-Bueno, aun sigo vivo como puedes ver, ahora puedes irte. Quiero estar solo.

-Tan amargado como siempre.

-¿Y la loca de tu hermana, ya se fue a otro continente?

-¡Giselle no es ninguna loca! Y para tu desgracia, no. Aun está en casa, se irá la próxima semana. -me responde.

-Me has dado la mejor noticia del mundo.

-¡Stan! ¿Porque eres así con Giselle? Ella no te ha hecho nada malo. Deberías de tratarla mejor, ella es tu amiga.

-Ella no es mi amiga, ni siquiera puedo tenerla cerca.

-¡Pero le gustas!

-¿Y?

-Que deberías fijarte en ella y no en Nicolle.

-¿Disculpa?. -suelto desconcertado por sus palabras. -Recuerdas que fuiste tú, quien me la metió por los ojos. Que fuiste tú quien me dijo que estuviera con ella, ¿O es que ya se te olvidó?.

-Si. Pero era porque no sabía lo que sentía mi hermana por ti. Si lo hubiera sabido antes, no hubiera permitido que estuvieses con Nicolle.

Suelto una risa amarga.

-¿No hubieras permitido?. -repito indignado. -Tu no eres nadie para exigirme con quien estar y con quien no. ¿Que te sucede?.

-¡Soy tu mejor amigo!

-No lo creo.

-Si fueras un poco inteligente, Stan, te alejarías de Nicolle. Ella no es para ti. En cualquier momento se cansará de ti y buscará a otro con quien jugar.

-Tu no la conoces...

-¡Y tu tampoco!. -replica levantando la voz. -¡Que te la hayas follado no significa que la conozcas!

Tenso mi mandíbula y aprieto mis manos en puños. El corazon comienza a latirme con fuerza y el pulso me tiembla de la rabia que empieza a apoderarse de mi cuerpo.

-Cállate, Gerson.

Digo entre dientes, en una advertencia.

-¿Que? ¿Te duele la verdad?. -cuestiona. -Pues aceptalo, Stanley. Solo eres un capricho para la princesita y en cualquier momento dejarás de serlo. ¿Es que acaso...? ¿No me digas que te has enamorado de ella?.

No respondo. Él empieza a carcajearse divertido.

-Ay, Cabrón. Estas jodido, ella nunca va a fijarse en ti. ¿Y sabes porque? Porque nadie es suficiente para ella. Aunque, pensandolo bien. -se coloca una mano en la barbilla pensativo. -Tú tienes dinero, de seguro eso es más que suficiente para ella. ¿A que sí?

Me levanto de mi asiento y camino hasta llegar a su lado con la rabia corriendo por mis venas, y le doy un puñetazo en la cara. Él cae al suelo mientras se limpia su labio roto con el dorso de la mano. Mi pecho sube y baja con fuerza, mi respiración esta agitada y el corazón me late frenéticamente.

-En lo que te ha convertido...

Dice mientras se levanta lentamente del piso. Yo lo fulmino con la mirada, mientras aprieto mis dientes con fuerza conteniendo las ganas de estrellar su cabeza contra la pared.

-¿Ya te contó ella que mientras se acostaba contigo también lo hacía con Timothy?

-Eso no es cierto. -pronuncio con dureza.

-Es la verdad.

Mi mente comienza a atar hilos. Los recuerdos de Timothy al lado de Nicolle llegan a mi mente. ¿Y si Gerson tiene razón? No...no quiero pensar en eso. Ella no haría algo como eso, ¿O si?. Además, ella me dijo que nunca había estado con Timothy y yo le creo. Se que ella no es totalmente sincera conmigo, pero le creo.

-¡No te creo...!

-Ese es tu problema, Stanley. Cree lo que quieras, al fin y al cabo tu solo serás su puto juguete sexual.

Aprieto mis puños a mis costados. Tenso mis labios. Recojo mi mochila del piso de mala gana y paso por su lado para salir por la puerta.

-Muérete, Gerson.

Camino a paso decidido por el pasillo mientras algunos estudiantes me miran de mala manera.

-¡¿Que me ven?!

Espeto con fuerza, con el pulso alterado, la respiración entrecortada y la rabia carcomiéndome el cuerpo entero. Las chicas dejan de mirarme y yo sigo mi camino totalmente frustrado. Me molesta el solo pensar que Gerson tiene razón. Si Timothy la ha tocado...¡No! ¡Arg, joder! Ni siquiera se porque me molesta. Nicolle y yo no somos nada ella puede hacer lo que quiera con quien quiera. Pero solo imaginar a alguien más tocando su cuerpo me enfurece, hace que me hierva la sangre descomunalmente. No quiero que nadie la toque. Yo...no se que hacer...¡Maldición!

Pateo uno de los botes de basura con fuerza haciendo un estruendo por el pasillo, descargando mi rabia mientras los demás me observan, pero no me molesto en prestarles atención. Me da igual sus estúpidas caras. Bajo las escaleras hacia de la cancha de Voleibol y ahí la veo; con un pequeño top, su cabello recogido en una coleta con un trapeador entre sus manos y una cubeta. Suelto un suspiro y bajo las escaleras en silencio. Al llegar al final dejo caer mi bolso al piso y me acerco a ella. Tiene unos auriculares en sus oídos, por eso no se ha percatado de mi presencia. Está de espaldas a mi, abrazo su cintura y ella da un respingo soltando el trapeador al mismo tiempo que se gira para quedar frente a mi. Se quita los auriculares y me mira fijamente.

-¿Que...?

No la dejo terminar la oración porque estampo mis labios sobre los suyos, besándola con fuerza. Descargando toda mi rabia en sus labios. Ella no se aparta, sino que se aferra a mi cuello y me devuelve el beso con la misma fuerza e intensidad, haciendo que mi corazón enloquezca al instante y toda esa rabia, esa frustración que antes me embargaba, vaya desapareciendo con la humedad de su boca. No me importa si alguien nos ve, solo quiero seguirla besando hasta que me quede sin respiración. El cuerpo me tiembla, el corazón me salta catastróficamente y la desesperación comienza adueñarse de mi cuerpo entero. Puedo sentir los latidos de mi corazón en mis oídos. Ella se aparta de mi boca lentamente y me observa con los labios rojos y sus mejillas sonrosadas. Está sudorosa y huele a desinfectante, pero nada que sea desagradable sino todo lo contrario.

-¿Estas bien?

-Perfectamente.

Le contesto con la voz agitada y ella me sonríe. Le coloco un mechón de cabello detrás de su oreja y ella no deja de mirarme.

-¿Porque me miras así?

-Estoy sorprendida, nada más.

-Se que no debería estar besándote cada vez que me de la gana, lo siento es que no puedo evitarlo.

Trago saliva y ella moja sus labios rápidamente.

-No volveré a hacerlo, a menos que tu me lo pidas.

Quisiera poder retirar esas palabras, pero no puedo, es lo correcto. Es lo que debo hacer, aunque no es lo que quiero. Nos miramos fijamente a los ojos mientras yo tomo su rostro en mis manos, esperando que ella me diga que la bese cuando quiera pero ella se queda en silencio. Alguien se aclara la garganta y al instante me aparto de ella.

-Vaya, vaya, pero si es la parejita perfecta.

Suelto un suspiro. Me giro sobre mis talones para ver a Timothy caminar hacia nosotros divertido fumándose un cigarrillo. Al parecer no suele cumplir con las normas en el instituto. Su mirada se posa sobre la mia. Nicolle se cruza de brazos a mi lado.

-No empieces, Tim.

El sonríe, mirándola.

-Calma, fiera. Vine en son de paz. -levanta sus manos al aire. -¿Interrumpí algo importante?. -inquiere divertido mirándome con malicia.

-Porque mejor no empiezas con tu tarea en lugar de molestar a los demás, Timothy. -le dice Nicolle.

-Es que no puedo evitarlo, me sale natural. -el le guiña un ojo y le da una calada a su cigarrillo. Trato de calmarme mentalmente, antes de estrellarlo contra la pared por mirar a Nicolle de esa manera. Podría sacarle los putos ojos en este instante. Últimamente no se que pasa conmigo, pero lo único que quiero es asesinar a cualquiera que me saque de mis casillas. La paciencia no es una de mis virtudes.

-Solo vine a pasar a saludar. Ya me voy.

-¡Y no vas a ayudarnos!

-¿Me ves cara de querer fregar pisos, Pitufina?

-¡Pero también es tu castigo! Tienes que ayudarnos. ¡Y ya deja de llamarme de esa manera!

-Oh, claro. Se me olvidaba que prefieres que te llame Harley.

¿Harley? ¿Pitufina? ¡Que coño!

Frunzo el ceño confundido. Ella lo fulmina con la mirada y el solo le sonríe. Yo tenso mi mandíbula y aprieto mis puños a mis costados.

-¿Sabes que? Es mejor que te largues. -le ordena ella notablemente molesta. ¿Porque la llamara de esa manera? ¿Y porque se ve tan molesta? No voy a negar que a mi tambien me causa molestia, pero tambien mucha curiosidad.

El sonríe de nuevo y luego me mira desafiándome con la mirada.

-¿Tienes tatuajes, Stanley?

Yo frunzo el ceño, pero no le respondo. Giro mi rostro y veo a Nicolle parece nerviosa, incómoda por la situación. Luego vuelvo a mirar a Timothy.

-Supongo que no. -añade con una sonrisa. El empieza a levantarse la camiseta negra que lo cubre.

Pero, ¿Que hace?

-Tim...

Escucho a Nicolle decir en un tono de advertencia pero el la ignora. Deja a la vista su abdomen y puedo ver la tinta negra allí: es un tatuaje.

Pero, ¿Porque quiere que yo lo vea? ¿A que diablos está jugando?
Entonces me doy cuenta de la letra negra en cursiva que dice Pitufina en la parte baja de su abdomen.

-Un bonito recuerdo, ¿No, Pitufina?

Me giro para verla y ella luce molesta e irritada, pero no me devuelve la mirada. Parece avergonzada, fulminando con la mirada a Timothy quien sonríe con diversión.

-Lárgate.

Escupe Nicolle con dureza y habla con tanta frialdad que la desconozco.

-No te molestes, Nicolle. Ese día fue especial, ¿A que sí?

-Eres un imbécil.

-Lo se y eso nunca voy a cambiarlo.

-Vete.

Le ordeno yo y el se ríe.

-Y si no lo hago que, ¿Vas a golpearme?. -no le respondo. -¿Porque la defiendes si ella solo está jugando contigo así como lo hizo conmigo?

-Ese no es tu problema.

-¿Sabes cual es la diferencia entre tu y yo?. -inquiere. -Que yo no me dejo doblegar por nadie. Pero tu...eres débil.

Aprieto más fuerte mis puños.

-¿Puedo darte un consejo, Stanley?

-No lo necesito...

-No permitas que una cara bonita te vuelva débil.

El corazón me salta con furia en el pecho.

-Esta vez me ganaste, Stanley. Fuiste mejor que yo, lo acepto. Pero ya llegará alguien que sea mejor que tú, y ese alguien ocupará tu lugar.

-Nunca quise ganarte, nunca he competido contra ti y Nicolle no es un puto trofeo.

-En eso tienes razón, Montgomery, porque tu ocupaste ese puesto; te convertiste en el trofeo de ella, uno que puede desechar en cualquier momento cuando deje de gustarle.

Doy un paso hacia adelante furioso, pero Nicolle toma mi mano deteniéndome.

-Déjalo, no vale la pena.

La miro y ella me devuelve la mirada, pero sus ojos lucen sombríos llenos de rabia y frustración. Yo tenso mis labios y asiento.

-Me gustaría seguir divirtiéndome con ustedes, pero tengo otras cosas mas importantes que hacer.

Se da la vuelta para irse.

-Ah...-vuelve a girarse para mirarnos. -Si alguna vez se les ocurre la maravillosa idea de formar un trio, no duden en llamarme.

Le guiña un ojo a Nicolle con una sonrisa pícara y se va.

¡Maldito idiota!.

Suspiro y me giro para ver a Nicolle quien aun sostiene mi mano.

-¿Estas bien?.

-Ah...si...claro.

Quisiera preguntar que es lo que sucede entre ella y Timothy. Me mata la curiosidad, pero sobre todo me molesta que sea cierto lo que me dijo Gerson.

-¿Tu y...él...?

-Nada. Él y yo no somos, ni seremos nunca nada. Es un idiota. Y lo del tatuaje...bueno...

-No hace falta que me expliques nada, Nicolle.

-Pero quiero hacerlo. No quiero que pienses que soy una cualquiera.

Baja su rostro, pero yo levanto su barbilla para que me mire de nuevo.

-Nunca he pensado tal cosa.

-Pero las demás personas sí.

-Y a mi no me importa lo que los demás piensen de ti, me importa lo que yo pienso de ti.

-¿Y que...piensas de mi?

-Que estas loca, pero eso ya lo sabes.

Ella se carcajea.

-Me gusta cuando sonríes. -acaricio su mejilla con mi pulgar. -Aunque el mundo te juzgue nunca dejes de sonreir.

-Gracias.

-¿Porque?

-Por hacerme sonreir.

Le sonrío con sinceridad mientras el corazón me salta enloquecido en el pecho. Acorto el espacio entre los dos y presiono mis labios sobre su frente.

-Lo haré las veces que sean necesarias, aunque en el proceso me enamore aun más de ti.

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Hola bellezas 💜

¿Como están?

¿Me extrañaron?

Cuentenme, ¿Que les pareció el capitulo?

Dejenmeee sus comentarios
Porque me hace feliz leerlos🤓

Se vienen secretos y verdades, mi gente 😨😬
Van a llorar en los próximos capítulos asi que vayan buscando sus pañuelos, les aviso.

¡Gracias por la paciencia y por el apoyo a la historia!❤
Los adoro con mi corazón de melón 😢💜

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