Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 17 💜


Capitulo 17

Stanley

Volver a estar a solas con Nicolle es una completa tortura. No porque le tenga miedo sino porque me es completamente insoportable y frustrante estar a su lado. Ella siempre saca lo peor de mi, me hace actuar de manera distinta y no quiero cambiar mi forma de ser por su culpa. Y es que no puedo evitarlo, cada vez que la veo es como si me estrujaran los testículos es molesta y ¡Un tumor en el trasero! como ya lo he dicho. Quisiera actuar normal cuando estoy con ella, pero Nicolle Morrison es irritante y no colabora con mi humor. Odio sus estúpidos juegos y bromas de mal gusto. ¡Es una niñata inmadura y presumida!.

Es jueves y debemos practicar los experimentos, ya que mañana será la evaluación con el Profesor Nicolas. Solo espero que todo salga bien y Morrison no me haga quedar mal. Mis calificaciones son intachables y un cero sería un problema para mi que soy el mejor en Química y por lo general siempre acostumbro a sacar buenas calificaciones. Bueno, estudiaba con Gerson y nos iba bien, pero ahora estoy con Nicolle como compañera y se nota que es una pésima estudiante.
Necesito tener las mejores calificaciones para entrar a una prestigiosa Universidad. Aunque con todo el dinero de mi padre podría comprar la Universidad entera si quisiera, pero no necesito de su dinero quiero ser independiente y lograr mis metas solo por mi esfuerzo e inteligencia, no porque mi padre lo haya comprado con su dinero. No quiero eso. Se que mi padre podría pagarme la Universidad que yo quisiera, dinero le sobra, pero no quiero que las personas piensen que iré a una gran Universidad solo porque mi padre millonario la ha pagado. Quiero llegar lejos por mi mismo, no dependiendo del dinero de mis padres. Se que soy su único hijo y que quieren lo mejor para mi, pero no quiero su dinero. Siempre me ha gustado pasar desapercibido y por esa razón nadie me presta atención. En el instituto soy un ser inexistente, pero si supieran que soy el hijo del Empresario mas adinerado de todo los Estados Unidos y dueño del Concesionario mas grande del país, me mirarían diferente y no quiero eso tampoco. No quiero que las personas busquen de mi amistad por ser hijo de un empresario, por eso nadie lo sabe. Bueno, creo que Nicolle se ha dado cuenta de ello solo espero que no lo comente con nadie. Además, nadie le creería, para todos soy el tonto y cerebrito del Nerd. Y es mejor así. No quiero ser el centro de atención y mucho menos que las personas se acerquen a mi por hipocresía. Solo Gerson sabe en realidad quien soy y quien es mi familia, además de los profesores. Pero antes de ingresar al instituto les pedí discreción y que no comentaran nada de mi familia o de mi. Ellos aceptaron y así he permanecido inexistente ante los ojos de los estudiante de Preston Higth.
Termino de ducharme después de haber tomado una siesta. Por lo que solo dormí dos horas, suficiente para estar activo. El estómago me ruge del hambre, así que termino de colocarme una sudadera blanca de mangas largas. Me coloco mis gafas cuadradas y salgo de mi habitación sintiendo el frío en mis pies, ya que solo opté por ponerme medias sin ningún tipo de calzado. Mi cabello está húmedo y cae como un desastre sobre mi frente.

Bajo las escaleras hasta llegar a la cocina. Veo a Mara sentada en el sofá de la sala con una taza de café, está viendo una telenovela o eso creo, en el enorme TV de la sala. Rodeo la isla de la reluciente y blanca cocina. Veo unas galletas de Chispas de chocolates y no lo pienso dos veces, agarro unas cuantas sobre un pequeño plato de vidrio y me sirvo un vaso de leche. Esto es algo que nunca cambiaré. Desde pequeño siempre me ha gustado comer galletas con leche. Mara saben que son mis favoritas y ella es una gran pastelera por lo cual las galletas caseras nunca faltan en casa. Me siento sobre un banco mientras que Mara no se percata de mi presencia, ella empieza a reír con algo que dijeron en la telenovela y yo meneo la cabeza en negación. El timbre suena pero Mara está muy concentrada en la televisión para escucharlo. Tomo una galleta y me levanto para abrir la puerta. Mastico rápidamente y con pasos largos llego a la puerta, coloco el código de seguridad y automáticamente la puerta se abre.

—Hola, Einstein.

Solo me le quedo viendo con mi típica cara de culo, ni siquiera le devuelvo el saludo. Meto la galleta en mi boca, pero esta no llega a mi boca ya que Nicolle me la quita en el aire y se la come ella. Empieza a masticar y cuando termina de comérsela, la fulmino con la mirada. Al menos aún sigue viva e insoportable como siempre.

—Gracias por la galleta estaba deliciosa.

Me giro sobre mis talones y le doy la espalda a la persona que acaba de entrar. El olor de su perfume se extiende por toda la casa.

Hasta se me ha quitado el hambre ya.

Llego a la cocina y vuelvo a sentarme para terminar mis galletas. No la miro, pero ella se acerca porque el resonar de sus zapatillas me lo dice. Suelto un suspiro y me giro para verla, pero ya no tiene puesto sus zapatos, se los ha quitado y los tiene en sus manos. Sus pies están descalzos y no se porque pero me le quedo viendo sus pequeños pies. Lleva las uñas pintadas de color violeta al igual que las de sus manos. Su piel se ve demasiada blanca y delicada. Me pregunto si serán sus propias uñas o falsas, de esas que las mujeres se colocan y que "para verse bonitas". Ellas piensan que los hombres nos fijamos en su ropa, en sus uñas o cabellos planchados. No todos somos así, a mi me gusta ver mas allá de la ropa y el cuerpo. Soy menos superficial.

Pero me gusta como se ven sus pies.
¡¿Porque mierda estoy mirando sus uñas? ¿Y porque me gusta como le queda ese color?.

Desvió la mirada de sus pies y la levanto poco a poco observando su atuendo. Viste un leggins gris muy ajustado y una chaqueta del mismo color. Tiene el cabello recogido y el bolso colgado en uno de sus hombros. Tiene una ceja levantada mirándome detenidamente.

—¿Te gusta lo que ves?.

La ignoro después de decirle que no.
Me cruzo de brazos y la fulmino con la mirada, al igual que ella me mira de esa forma. Ella abre su boca para hablar pero escuchamos una voz interrumpirla en el acto.

—¡Nicolle, no sabía que estabas aquí!.
Interviene Mara sonriente y desviamos nuestras miradas. Ella la saluda amablemente y con una sonrisa.

—Hola, Mara.

—¿Estudiarán?.

—Ah...si. —le responde Nicolle y luego me mira, pero yo desvío la mirada de ella porque no quiero verla.

—Bueno, ya mi telenovela ha terminado los dejaré solos para que estudien.

Mara pasa a mi lado y me susurra:

—Pórtate bien.

Luego revuelve mi cabello como lo ha hecho desde pequeño, me regala una sonrisa y se va subiendo por las escaleras. Pongo los ojos en blanco ante su insinuación. Después grita, alejándose:

—¡Nos vemos, Nicolle!.

—¡Adiós, Mara!.

Me levanto de la silla y rodeo la isla. La castaña me observa. Descanso mis antebrazos sobre el mostrador y nuestras miradas se juntan.

—¿Quieres algo de tomar?. —Le pregunto, ella frunce el ceño con incredulidad y me lanza una mirada de ¿"A ti que mierda te sucede"? ¿"Por qué tanta amabilidad"?.

Se encoge de hombros.

—Bueno.

—Tengo Cloroformo, Veneno para ratas, también Ácido Sulfúrico y amoniaco. ¿Cuál prefieres?

Ella pone los ojos en blanco divertida.

—Muy gracioso, idiota.

—Ayer parecías muy dispuesta a tener un accidente y morir. Pero yo te doy una vía más rápida para que eso suceda. Entonces, Nicolle, ¿De que manera te gustaría morir?. Porque me gustaría colaborar con tu muerte, así dejarías de fastidiarme.

La muy descarada se ríe de mi.

—¿Tanto me odias, Einstein? Yo que creí que éramos amigos.

—No se me da bien odiar a las personas, pero tu…tu eres realmente insoportable. Pero si quieres llamarlo odio. Entonces si, te odio, Morrison.

—Vaya, es lo más amable y romántico que me han dicho en toda mi vida. —dice sarcástica y yo solo pongo los ojos en blanco de nuevo hastiado. ¡Es tan molesta!. Coloca una mano en su barbilla pensativa. —¿Cómo quiero morir? Nunca me he detenido ha pensarlo. Pero si pudiera elegir como morir, elegiría morir follando. Que todos digan: “Tan buena que era la pobre, pero al menos murió feliz por la mejor follada de su vida”.

Me quedo pasmado ante su respuesta. ¿Por qué tiene que jugar con todo?. Porque está jugando, ¿verdad?. Siento que la cara me arde.

—Dijiste que querías colaborar con mi muerte, ¿No?. Pero no te creo capaz de cumplir mi fantasía, ¿O si, Einstein?.

La miro con la mandíbula tensa y la fulmino con la mirada. Ella cree que puede ganarme. Su mirada es divertida y desafiante. Y logro ver el reflejo de una sonrisa en sus labios finos.
Rodeo la isla y camino lentamente hasta llegar frente a ella. Soy mas alto, así que tiene que levantar un poco la barbilla para mirarme. No quita esa sonrisa maliciosa de sus labios, la sonrisa que tanto odio. Tiene los brazos cruzados sobre su pecho. Quedo demasiado cerca de su rostro para mi gusto, pero debo acercarme lo suficiente para que me escuche con atención.

—Escúchame bien, Niña tonta. Deja jugar conmigo, no estoy para soportar tus caprichos y mucho menos para ser tu títere. Así que, es mejor que dejes de jugar conmigo. No sabes de lo que soy capaz.

—¿Y de que eres capaz, Einstein?. —me pregunta, con esa mirada desafiante puesta sobre mi. Siento la tensión fluir en el ambiente.

—De todo con tal de no ser tu maldito juguete.

—¡Que rudo!.

Acorta el poquito espacio que hay entre los dos y mi cuerpo enseguida se tensa. ¿Por qué? No lo comprendo, solo me siento raro con su cercanía. Coloca su índice en mi barbilla y la levanta. La miro a los ojos y ella me mira, luego se acerca mas y más, a tal punto de rozar mis labios. Lo peor de todo es que no puedo apartarme. Contengo la respiración pero dicho acto no sucede. Siento su aliento calentarme los labios, pero nada sucede. Ella inmediatamente se separa de mi y luego empieza a reír a carcajadas.

—¿Creíste que te besaría?.

De pronto me siento como un idiota. Solo era otro de sus estúpidos juegos. ¿Por qué pensé que en realidad si iba a besarme? Soy tan idiota.

Trago saliva, la miro con el ceño fruncido y la mandíbula tensa de rabia y frustración. La detesto. 

Me aparto de ella lo más lejos que puedo y camino hasta la cocina para buscar un jugo o algo para tomar ya que siento la garganta seca. No quiero seguir hablando con ella, me molesta y me hace perder la paciencia. Tengo el corazón acelerado, me digo a mi mismo que es por la rabia que siento y no por otra cosa.

Suelto un suspiro antes de volver de nuevo a la sala.

Mis ojos curiosos observan cada uno de sus movimientos. Se está quitando la chaqueta gris deportiva quedando solo en un pequeño top blanco. Se suelta el cabello y vuelve a recogerlo. Está de espaldas y yo como idiota la estoy mirando. ¿Por qué diablos lo estoy haciendo?. Pero no puedo apartar la mirada de ella, de si cuerpo. ¿Qué me sucede?.

Tiene una pequeña cintura y el leggins le queda muy ajustado resaltando cada parte de su figura.

Trago saliva con fuerza.

Me obligo mentalmente a dejar de verla. No se porque la observo si la detesto, pero no voy a negar que es muy bonita y su cuerpo es...es...¿normal? ¿A quien quiero engañar? Tiene un cuerpo digno de admirar. ¡No puedo creer que yo esté pensando esto! Ella se sienta sobre el sofá rojo de la sala donde anteriormente estaba Mara, y tiene la pequeña Tablet que maneja el sistema eléctrico y sonido de la casa. Veo que teclea sobre la Tablet y la chimenea se enciende.

—¡Wow! ¡Esto es genial!. —dice sorprendida cuando llego a su lado.

Vuelve a teclear y la chimenea se apaga.

—Deja de jugar con eso, Morrison. Mejor vamos a mi habitación para que terminemos de practicar el experimento.

Obvio que ella me ignora.

—Espera un momento que me estoy divirtiendo con esto.

Vuelve a teclear y las luces de la sala se apagan y se encienden las luces de colores como una bola de disco.

—¡Impresionante!. Ahora falta algo.
Vuelve a teclear y esta vez se escucha música.

—¡Que horrible tus gustos musicales!. —se queja.

Empieza a sonar música de los 80 y yo pongo los ojos en blanco. Esa es la música que le gusta escuchar a Mara. A mi tampoco me gusta ese género.

Ella se levanta del sofá con la Tablet entre sus manos.

—¿Que haces?.

—Divirtiéndome.

Se coloca frente al reproductor de música y conecta su celular. Empieza a sonar una música extraña en inglés que no conozco pero que ella empieza a tararear divertida. Luego el volumen de la música aumenta y yo suelto un suspiro para no enfadarme y echarla de la casa. Luego ella cambia de música y esta si la conozco es I Wanna be yours.

Las luces de colores brillan en la sala oscura y la música comienza a sonar, mientras la loca frente a mi empieza a bailar y a cantar.

Su voz se escucha al mismo ritmo de la música mientras levanta una de sus manos al aire por sobre su cabeza y cierra los ojos mientras mueve su cintura al ritmo de la música.
Me quedo perplejo viéndola, sin decir ni una palabra y sin respirar. ¿Por qué? Ni yo se que mierda me pasa. Solo sé que no puedo dejar de verla mientras baila.

Es como si me hipnotizara su baile y me pierdo en el movimiento de sus caderas de un lado a otro.

Ella abre sus ojos y yo trago saliva cuando su mirada encuentra la mía. Me paralizo y me quedo viéndola directamente a sus ojos claros y lo peor de todo, es que no puedo apartar la mirada de ella, en como muerde sus labios mientras baila.

Mi corazón late de prisa. Esto es raro en mi, nunca el corazón se me ha acelerado tanto y mucho menos por una chica. Empiezo a sudar y se me hace difícil respirar. Sus ojos no se despegan de los míos mientras sigue bailando y cantando al ritmo de la canción. Quiero pensar que solo esta bailando porque le parece divertido. No quiero pensar que me está dedicando ese baile a mi. Eso sería loco, hasta suena absurdo en mi cerebro. Pasea su mano por su cuerpo, primero por sus pechos y luego lentamente por su abdomen como si se acariciara frente a mi, y no aparto la mirada de sus manos. Luego muerde su labio inferior observándome mientras baila, camina lentamente hacia mi acercándose cada vez más y mi cuerpo se altera. Mi corazón se acelera a un nivel incontrolable. Mis músculos se tensan y tengo que entre abrir mis labios para poder respirar porque siento que me falta la respiración.

¿Que me está pasando? ¿Por qué me siento así?.

Su mano desciende hasta llegar a sus caderas y se acaricia pero con la mirada puesta en mi.

¿Que hago? ¿Que está haciendo? ¿Y porque no puedo apartar la mirada de su cuerpo?.

Estoy de pie, pero siento que me tambaleo. Ella llega hasta mi lado y detiene sus movimientos.

—¿Bailas, Einstein?.

Niego con la cabeza ya que creo que me he quedado mudo y no puedo articular ninguna palabra. Siento mi garganta seca y tengo la piel erizada, como si un escalofrío recorriera por todo mi cuerpo haciéndome estremecer.

—Eres un aburrido.

Ella se gira quedando su espalda contra mi pecho, se echa el cabello aun lado de su hombro y vuelve a bailar lentamente de manera provocativa esta vez rozando mi entrepierna con su trasero. Me paralizo, apenas y puedo respirar. Pero no me aparto. Mi cuerpo no cede. Siento su piel contra la mía, su calidez me nubla el juicio de inmediato, ni siquiera soy consciente de que mis manos están en su abdomen bajo como si no quisiera que se apartara. Ella se mueve cada vez de manera sexual, no deja de moverse. Mi piel arde, mi corazón late de prisa, mis pulsaciones se vuelven erráticas, pero no me aparto. Algo dentro de mi me mantiene en mi sitio sin moverme, solo sintiendo su cuerpo restregándose contra el mío. No se por qué, no comprendo nada de lo que me sucede, pero no quiero dejar de sentir esto que siento. Estoy eufórico, casi ni me reconozco. Este no soy yo. Esto no está bien.

Detente.

Apártate.

Grito mentalmente, pero se que en el fondo no quiero que lo hago. En contra de mi voluntad me permito disfrutar de estas nuevas sensaciones que se pasean por mi cuerpo. Su olor me embriaga, hasta llego a pesar que me parece realmente exquisito.

Coloca sus manos sobre las mías, que aún permanecen en su abdomen bajo. No deja de bailar. Empieza a deslizar mis manos por su estómago, subiendo hasta sus pechos…

Creo que dejo de respirar en el momento en que me doy cuenta de que estoy tocándola Indecentemente. Bajo mis tacto siento sus pezones tan duros que algo dentro de mi comienza a encenderse, algo que nunca antes he sentido.

Deseo.

Y se siente tan bien que me resulta abrumador que esto esté pasándome y sobre todo con ella: la chica que más detesto en el mundo. Pero que en este momento, se está convirtiendo en mi peor maldición. 

No sabía que podía sentirme de esta manera, nunca antes lo había experimentado. Pero ahora que estoy sintiendo todo este deseo, no me siento inseguro, ni incómodo y mucho menos avergonzado. Solo sé que se siente bien sentir su cuerpo contra el mío. Mis manos se aferran a su cuerpo y ella se estremece entre mis brazos. A lo mejor estoy loco pero estoy casi seguro de que se siente igual de desesperada que yo. Aunque es obvio que ella nunca lo admitiría, y yo tampoco. 

Se gira entre mis brazos quedando mis manos en su espalda baja y nos miramos fijamente. Ya no percibo diversión en sus ojos, solo una lujuria intensa dejándome sin aliento. Mis dedos se tensan en su espalda inconscientemente. Apenas y puedo controlar mi cuerpo.

—Morrison…

Susurro su nombre como si de esa forma pudiera sentirme menos desesperado. Sus manos están en mi pecho y lentamente se deslizan hasta llegar a mi rostro. Me acaricia el labio inferior. Una oleada de placer se instala en mi cuerpo y cierro mis ojos tratando de no perder el control de mis emociones. Cuando abro mis ojos nuevamente, la veo a ella observándome con deleite. Y ella nunca me ha mirado de esa forma tan intensa.

—Lo siento…

Le digo cuando aparta sus dedos de mis labios. Mi cuerpo está temblando, y duele. Ella frunce el ceño al notar que doy un paso atrás alejándome de ella.

—Será mejor que olvidemos todo esto, Nicolle.

Aun con el corazón enloquecido me alejo de ella y subo las escaleras hacia mi habitación huyendo de ella, de todas las emociones que aún se pasean por mi cuerpo. Me encierro en el baño y me miro en el espejo. Suelto un suspiro tratando de que todas esas sensaciones se disipen. Pero no puedo dejar de pensar en ella, en su mirada llena de lujuria. Siento mi dureza palpitar.

¿Qué es esto que siento?

¿Qué me está pasando?.

No puedo permitirme sentir todo esto, y menos hacia ella. Porque sentir algo por Nicolle sería un gran error.

NOTA

¡AHHH!

*grito de perra loca*

Capitulo intenso🔥🌡y los que faltan.

Me encantó😈

No olvides dejar tu voto y tu comentario.

Gracias por leerme😍

Pobrecito mi Stanley y Mi Nicolle se pasó😂

Se les quiere

Patrixia Gómez❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro