𝔱𝔴𝔢𝔫𝔱𝔶 𝔠𝔥𝔞𝔭𝔱𝔢𝔯
Por un momento, nadie supo de dónde venía. Luego se oyó otro. Este fue más fuerte. Alguien golpeaba la puerta de los Nuncas.
— ¡El Circo está cerrado! - rugió el lago.
Golpearon otras dos veces.
— Creí que los profesores estaban encerrados en sus habitaciones - murmuro Agatha
— Entonces es evidente que no es un profesor - susurró Mich
Miré a Hester, estaba con miedo, al igual que yo.
No le había dije nada a Aggie. Ambas hemos visto cómo era Sophie cuando estaba molestaba, podría terminar mal.
— ¡No lo dejaremos pasar! - tronó el lobo
Los golpes cesaron, capaz fue un lobo que no entro o algo más.
Entonces, de manera lenta y mágica, las puertas se abrieron solas con un crujido. Entro una persona envuelta de una capucha negra, con pasos silenciosos, arrastro una capa de piel de víbora como si fuera la cola de un vestido de novia.
Lentamente y en silencio, la sombra negra subió al escenario y se quedó inmóvil debajo de la Corona del Circo.
Las puertas se cerraron.
La persona echó atrás la capucha, era Sophie. Ella fulminó con la mirada al público, llena de verrugas y con sus ojos esmeralda, ahora grises y su piel era tan fina que se traslucían sus venas.
Sonreía mirando a todos hasta que vio a Violet y a Tedros juntos, por lo que se borró la sonrisa.
— Veo que tenemos dos nuevas princesas. Hermosas ¿verdad? Pero mírenlas más cerca, chicos, sobre todo a la de vestido morado, y verán que parece un vampiro que ha venido a apoderarse de nuestras almas. Porque no tiene una. — dijo Sophie con una sonrisa lasciva
Temblé un poco, ¿en qué momento pasamos a terminar así?
— ¡Mi querido Teddy! ¡Qué casualidad encontrarte aquí! Creo que aún debemos de continuar la competencia
— El Circo terminó - replico Tedros - Ya se coronó al ganador
— Claro, ¿entonces qué es eso?
Ella señaló a la corana que aún no le pertenecía a nadie.
— Esto va a terminar mal, muy mal - murmuro Jackson a Aggie mientras le acariciaba la mano, intentaba tranquilizarla
— Mejor vete - gruño Tedros
— Tienes miedo, ¿verdad? Muéstrame algo que yo no pueda superar
Tedros apretó los dientes, reprimiendo su orgullo. Pero todos los Nuncas empezaron a exigir y a gritar para que se diera él duele, pese a los intentos de calmarlos por parte de Hester, Anadil y Dot. Todas las miradas se posaron en él.
— No lo hagas. Es lo que ella quiere - le susurre evitando que haga alguna tontería
— Lo siento
Tedros subió al escenario. Mientras más se acercaba, Sophie sonreía aún más. Cuando su dedo se encendió y estaba a punto de atacar...
Cayó de rodillas. Se produjo un silencio sepulcral en el salón. Los Nuncas explotaron victoriosos. Con un suspiro de pena, Sophie caminó hacia el arrodillado príncipe. Con suavidad agarro su suave cabello y miro sus temerosos ojos azules.
— Por fin estuve haciendo mi tarea, Teddy. ¿Quieres ver?
Tedros se tensó.
— Pero es mi turno - extrajo su espada de entrenamiento y Sophie retrocedió. Pero en lugar de atacarla, Tedros permaneció arrodillado, giro hacia el pasillo, y apunto la espada hacia la multitud.
— Violet de Gavaldon - anunció y dejo caer la espada sobre el suelo. — ¿Quieres ser mi princesa en el Baile?
Sophie quedo helada. Los Nuncas dejaron de gritar. En el silencio que se produjo, me costó respirar, ¿me estaba invitando? ¿No es un sueño? No, no era un sueño, en verdad estaba pasando, todo paso tan rápido, en unos segundos. Volví al mundo al verlo.
Al ver al chico que la había elegido mucho antes que ambos lo supieran.
Que la había escogido en un principio por una simple curiosidad, pero que estaba siendo mucho más profundo. Un chico que se preocupaba por ella, que la miraba como siempre vio que se miraban las parejas de sus libros favoritos. Estaba cumpliendo su fantasía, su sueño, su cuento, con el chico que ahora le pedía que lo eligiera.
— Sí. — afirme con lágrimas en mi rostro y acercándome a él, a lo que se logró parar y me abrazo
— ¡No! - gritó Beatrix y se paró de un salto, a lo que Chaddick se hincó de rodillas delante de ella.
— Beatrix, ¿quieres ser mi princesa en el Baile?
Uno por uno los Siempres cayeron de rodillas.
— Agatha, ¿quisieras darle el honor a este simple chico, el honor de ser tu príncipe en el baile? - dijo Jackson mirando con a Aggie con un brillo en sus ojos
— Sí, claro que sí - respondió Aggie emocionada y procedió a abrazarlo
— No sabía qué decir si dirías que "no" - a lo que Agatha rio ante el comentario - lo hubiera hecho mucho antes, esto se ve muy cliché y ordinario junto a los demás, te mereces más
— Ya basta - suspiro Agatha, tapándose sonrojada - aunque esto fue perfecto
— Adoro molestarte
— Y yo adoro cada vez que hablas por horas - se quejó Agatha
— Sabes que te encanta - refuto Jackson
— No lo voy a negar - río Aggie
Todo parecía tan cálido y bonito. Pero los Nuncas se apagaron, no querían ni podían sentir lo que miraban, los Nuncas no podían amar, supuestamente. Se rindieron.
Sophie empezó a cantar fuertemente, cayendo una banda de cuervos desde el techo y ataco a todo el que se le cruzara. Todos buscamos refugio, pero Sophie se detuvo viendo que la corona se posaba en su cabeza.
— No olvidemos el premio del ganador
El Gran Teatro se empezó a desaparecer y se iba haciendo añicos para ir a la Escuela del Mal. Nos sujetamos por las torres, pero el vestíbulo que se encontraba debajo de nosotros se demoró.
Caímos unos encima de otros e intentamos sujetarnos de los bordes, pero estos eran muy delgados y con gritos desgarradores se desplomaron.
— ¡VIOLET! - grito Tedros mientras saltaba entre las fisuras empapadas de lluvia cada vez más consternada - ¡Violet! ¿Dónde estás?
En algún momento nos separamos, en un intento de acercarme a él me caía, teniendo que sujetarme a una pared rota.
— ¡Violet! ¡Ya voy! - grito él después de haberme encontrado, pero con un gran salto cayó en el borde opuesto de la pared, sujetando mi mano.
— Si los príncipes rescatan a las princesas, entonces me pregunto...— dijo Sophie - ¿Quién rescatara a los príncipes?
— Prometiste... — tartamudeo Tedros mientras buscaba una escapatoria - ¡Prometiste que cambiarias!
— ¿De verdad? - Sophie se rascó la cabeza - Bueno, ambos hicimos promesas y no las cumplimos.
El príncipe cayó de rodillas. Viendo que gemía de dolor, Sophie empezó a cantar muy alto y agudo, haciendo que a Tedros le sangrara la nariz.
— ¡Tedros! - lo estaba dañando mucho, tenía que hacer algo. Intenté de hacer lo que hice con el lobo, pero no sabía cómo. Con suerte, logre derribarla sobre la ventana abierta.
Ensangrentado y débil, Tedros intento ayudarme, pero lo miré enfadada.
— ¡Ayuda los demás!
— Pero...
— ¡AHORA!
Tedros reunió todas sus fuerzas y salto del precipicio para rescatar a sus compañeros varados. Al oír un grito de Tedros, voltee y me asegure que estuviera a salvo, sin embargo, Sophie me dio una patada y caía de cara cerca de un muro.
Me levanté tambaleando con la nariz ensangrentada.
— Lady Lesso tenía razón, - observo Sophie - te fortaleces cuando yo me debilito. Tú ganas cuando yo pierdo. Eres mi archienemiga, Violet. ¿Y sabes cómo lo sé? Porque solo seré feliz cuando te vea destruida o muerta.
— No tenemos por qué ser enemigas, Sophie - suplique mientras intentaba encender mi dedo
— Tú me convertiste en lo que soy - musito Soph con lágrimas en los ojos - ¡Me quitaste todo lo que era mío!
Vi que Aggie, Tedros y los demás ayudaban a los Siempres a escapar, algo habría pasado con los profesores. Ahora todo dependía de mí.
— Podemos encontrar un final feliz aquí - rogué - Las tres.
— ¿Aquí? ¿Qué paso con volver a casa? ¿Qué paso con tu madre?
Tartamudee, mi madre se quedaría sola, pero podría ver una forma, siempre hay una forma.
— Ah, ya veo. — esbozo una sonrisa - Ahora que tienes un evento al que ir y un príncipe.
— Yo solo quería que siguiéramos siendo amigas, es lo que siempre quise - Sophie me miro fría
— Tú lo único que querías es que yo fuera la fea, tú lo eras - y por arte de magia, las mejillas de Sophie se volvieron más arrugadas
— ¡Sophie, te lo haces tu misma!
— Tú quisiste que yo fuera la mala
— ¡Puedes ser buena, Sophie!
— Tú quisiste que yo fuera la bruja
— ¡No es verdad!
— Deseo concedido
— ¡NO!
En un solo movimiento, Sophie me lanzo desde los aires, hacia el puente que conectaba a ambas escuelas, una muerte segura. Tedros grito...
Luego Aggie, Jackson, Mich y Alex. Incluso pude oír un grito de Hort y Hester.
Por un milagro o por ayuda de la historia, un hada corrió a salvarme y me llevo a salvo cerca de la Escuela del Bien, a costo de su vida.
— Gracias Violet de Gavaldon - suspiro el hada antes de morir en mi palma
Lo tapé para que no lo mojara la lluvia, pero me di cuenta de que Sophie había desaparecido.
೫
Hola :D
Sé que actualice esta vez un poco más temprano pero espero que les guste <3
Disculpen por haber cambiado bastante la historia de la pelicula.
Pensé en escribir un nuevo fic, ¿les gustaría uno de Jackson y Aggie?
No se olviden de votar, comentar (que me ayudaría mucho) y tomar agua <3
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