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—Min...— lloriqueó Jin desde atrás, arrastrando sus pies por la acera y con los brazos colgando lánguidamente a los costados —Llevamos andando cuatro putas horas ¡y sólo hemos visitado dos hospitales!

—Eso es bueno— le respondió Yoongi acomodando su morral y comparando las direcciones del mapa impreso que tenía junto con las del buscador Google —Significa que por cada hospital tardamos dos horas. Y dentro de cinco minutos más, deberíamos estar llegando al tercero— el transporte público no llegaba hasta la estructura del hospital que buscaban, por lo tanto, el resto del trayecto debían hacerlo a pie.

Jin emitió un sonido de sufrimiento y siguió arrastrando sus piernas al ritmo del pálido —¿No podemos seguir buscando hospitales en auto?

—¿Tienes dinero para arrendar uno?

—No...

—¿Y para pagar un taxi?

El mayor frunció los labios. —Tampoco.

—Yo menos.

Seokjin rio y le pegó en el hombro, un golpe débil y juguetón. No era necesario estudiar derecho para saber cómo ganar una discusión, pero Yoongi siempre lo lograba, incluso cuando iban en la secundaria, por eso es que los profesores siempre lo elegían de ejemplo para las clases de debate, donde en más de una ocasión terminó hiriendo sin querer los sentimientos de sus compañeros al utilizar argumentos prohibidos, a raíz de eso, el profesor luego comenzó a darle una especie de pauta para filtrar sus palabras.

—Bien, sigamos caminando entonces— dijo Jin, pasándole uno de sus largos brazos por los hombros para que lo ayudara a cargar con su propio peso.

—Pero tengo dinero para el almuerzo— le susurró Yoongi con una sonrisa traviesa en los labios. Los ojos de Jin se iluminaron por completo y un sonoro beso fue a parar en sus pálidas mejillas —Comeremos luego de visitar el tercer hospital, no me babees. 

—¿Crees que Jimin esté en la zona sur de Busan?— le preguntó su amigo, ya estando más compuesto por la promesa de alimento.

—No— se detuvo en un semáforo y esperó a que el color verde hiciera su aparición para que los autos se detuvieran y ellos pudieran pasar sin problemas —Yo creo que está en la zona centro, es la más grande, por lo tanto hay más probabilidades de que esté ahí, pero no creo que logremos revisarla por completo mañana, tal vez tardemos dos o tres días.

Seokjin lo miró, ofendido —Un segundo ¿mañana tenemos que volver? ¿Y por qué carajos no comenzaste por la zona centro si creías que está ahí? 

—¿Te complica volver mañana, hyung?

—Yoongi, el lunes se entrega el análisis sobre la constitución de Corea del Sur.

El pelinegro se volteó y levantó las cejas —¿Y qué tiene? Yo lo tengo listo— y al ver que su amigo no decía nada y los colores se iban de su rostro, soltó un suspiro cargado de reprobación  —Ni siquiera la has comenzado ¿verdad?

Seokjin negó con la cabeza lentamente y Yoongi rodó los ojos —Bien, le diré al profesor que lo hicimos juntos, pero vienes conmigo mañana. Tu manía de hacer las cosas a última hora terminará por pasarte la cuenta.

Pero claro, eso a SeokJin no le importaba —Un trabajo menos— sonrió con satisfacción y tomó el brazo del pelinegro para que juntos atravesaran la calle ahora que el semáforo daba el pase. La entrada del tercer hospital estaba unos pasos más adelante, y esta vez deseaban tener suerte,  o de lo contrario, la agotadora búsqueda continuaría.

—¿Hay algo que quieras preguntarme?— inquirió el médico Min Seok mirándolo por sobre los lentes mientras revisaba el informe del tecnólogo que hablaba sobre el estado en el que se encontraba su cabeza tras el drenado de líquido.

Jimin dejó de observar el techo y bajó la vista hasta el rostro del mayor, su médico apartó la mirada, él suponía que podía distinguir la duda en sus expresiones faciales. —¿Es normal...que no recuerde el accidente?— le preguntó con cautela.

Seok dejó de examinar el informe y alzó una ceja —¿Cómo? Tu dijiste que sabías lo que sucedió.

Jimin hizo una mueca —Es decir, sé que yo estaba arriba de una motocicleta repartiendo comida, también sé que mi accidente fue contra un camión— apretó los labios y suspiró —Pero no recuerdo como pasó. No recuerdo si el camión frenó de golpe y yo lo choqué por detrás, o si él fue quién me chocó a mí ¿lo entiende, hyung?

El médico sonrió y dejó de lado el informe, pidiéndole con un movimiento de manos que se recostara sin apoyar la cabeza —Sí, lo entiendo. Y no sabría decirte si es normal o no.

El menor juntó su entrecejo y el médico sintió la molestia palpable de su paciente. No es agradable que alguien -sobre todo siendo un especialista- te diga que no sabe cómo definir lo que te está sucediendo. Seok tocó con cuidado sobre el vendaje, mirando de vez en cuando el informe, quizás comparando algunas cosas.

—No me juzgues, soy un buen médico— le dijo antes de comenzar a retirar la venda de su cabeza con sumo cuidado —Lo que sucede es que si no recuerdas como pasó, significa que tenías tu mente en cualquier otra parte menos en el presente. Quizás estabas preocupado por algún problema, distraído mirando algo...

—¿Alcoholizado?— inquirió, dubitativo.

—No. Cuando llegaste, te tomamos una muestra de sangre para saber si había alcohol o droga en tu sistema, y no apareció ni siquiera una gota. Eres un ciudadano responsable, no te preocupes.

Jimin asintió. Ladeó su cabeza para que el médico pudiera sacar de mejor forma la venda, el informe seguía a los pies de su camilla, una evidencia escrita de lo que sucedió.

—Lo único que puedo decirte, es que por lo general las personas suelen soñar con el accidente, así que tal vez te suceda lo mismo y así logres saber finalmente que pasó, o puedes ir a algún psicólogo que te ayude con eso, puedo darte una derivación— le tocó el costado izquierdo del cráneo, luego el derecho y por último la frente, al parecer todo estaba yendo normal.

Hizo un gesto de dolor justo cuando el médico le rozó la cicatriz que él no se alcanzaba a ver  —Pero ¿Cómo puedes soñar con algo que no recuerdas?

—La mente es poderosa, no la subestimes.

Jimin suspiró y cerró los ojos, tal vez tuviera razón, quizás solo debía esperar a que los recuerdos se presentasen, si es que alguna vez lo hacían. De lo contrario, esa interrogante lo perseguiría por el resto de su vida.

—Hablé con tu madre— le dijo mientras  lo volvía a vendar con cuidado —Quedamos en que te haríamos un par de exámenes más, para asegurarnos de que esté todo bien en tu cuerpo. Te quedarás un par de días en observación y luego podrás irte a casa con reposo absoluto.

Al oír la frase "podrás irte a casa" los sentidos de Jimin se colocaron rápidamente en alerta, no podía salir de Busan tan pronto, apenas y había despertado, Yoongi casi ni tiempo tendría de buscarlo.

—¿Cuánto es el tiempo estimado que me queda en el hospital?— le preguntó al médico a la par que volvía a recostar su cabeza en la almohadilla, aparentando la tranquilidad que no tenía

—No más de dos semanas— le respondió con una sonrisa. Luego tomó el informe y se lo guardó debajo de brazo —Si todo está bien con los exámenes, claro. De lo contrario, tu estadía será aplazada.

Bien, dos semanas.

Jimin no sabía qué era de la vida de Yoongi, no sabía si tenía un trabajo muy estricto, si iba a la universidad o si no estaba haciendo nada con su vida. Sólo esperaba que dos semanas fueran suficientes, no quería verse obligado a quebrarse otro hueso para extender su estadía en el hospital.

«Confio en tu palabra, Yoongi. Tienes dos semanas a partir de hoy»

Lo que Jimin desconocía, es que el mayor había iniciado la búsqueda apenas su conciencia regresó al mundo de los vivos, y si no se retrasaba, dos semanas serían más que suficientes.

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