Para Taehyung lo que sentía no era nada agradable.

Había querido demasiado a Hoseok porque era su destinado pero su rechazo dolió demasiado.

Recordar como fue que después de jurarse amor por siempre aquel sueño se volvió una historia de terror, cuando llegó con él y le dijo que no sentía nada más por él y que se había enamorado de otro.

Taehyung había perdido más que a su Omega ese día, perdió también su dignidad cuando le rogó y suplicó que no lo dejase.

Pero Hoseok no tuvo compasión,  ni si quiera cuando cada vez volvía a sus brazos diciendo que lo extrañaba mucho, solamente lo utilizaba a su antojo.  Lo que a  Hoseok le gustaba era saber que podía tener a dos Alfas perdidos por él.

Pero como nada es para siempre,  Taehyung finalmente se cansó.

El día anterior a la boda le rogó una última vez a Hoseok que recapacitara, que lo pensara muy bien porque una vez que se haya casado con Min él se iría para siempre de su lado. Le había hecho el amor por última vez y se juró a sí mismo dejarlo cuando se casó.

Pero quien realmente insistía en verlo era el Omega.

Estaba casado pero  no quería soltar a Taehyung pero el Alfa ya se había agotadode todo ese juego estúpido, su lobo ya estaba rindiendose, recordaba lo que había sufrido Jimin y por ello fue que comenzó a insistir y a insistir a Hoseok que dijera la verdad, que dijera que habían engañado a Yoongi. 

Él quería ver a Jimin bien porque sabía que después de lo que había pasado había quedado muy mal pero Hoseok se negaba a decir la verdad y se negaba a dejarlo a él definitivamente. 

Hasta que finalmente todo salió a la luz y no fue él quien terminó revelando la verdad. Había sido Min quien tuvo el valor de enfrentarse a todo por Jimin.

El corazón de Taehyung se rompió esa noche cuando supo que no habia esperanza para él y para su lobo. Por fortuna ellos no compartían una marca que los atara pero eso no implicó que su lobo cayera en depresión.

Afortunadamente ahí estaba él, aquel chico de ojos brillantes.

Quien le ayudó a levantarse y le recordó como sonreír.

Jeon Jungkook,  el otro Alfa.

Aunque no fue fácil, su lobo se negaba a aceptar lo que su humano estaba sintiendo. Se negaba a querer experimentar lo que Taehyung experimentaba.

Aquellos sonrojos cuando se descubria admirando de más lo lindo que se veía Jungkook mientras bailaba o cuando simplemente hablaba y sonreía.

Lloró desconcertado por lo que su corazón sentía y se sintió horrorizado al descubrir que se estaba enamorando de otro Alfa.

Al principio su lobo se sintió humillado al darse cuenta que su humano deseaba estar con otro como él.

"No, no quiero"

Había replicado el Lobo en su interior.

Pero no pasó mucho tiempo para que su lobo dejase de resistirse y se dejara llevar por el otro Alfa.

Aunque siguieron habiendo temores y dudas.

La noche que finalmente se rompió frente a Jungkook fue el punto de inflexión.  O retomaba o se alejaba pero algo debía hacer.

     —¿Por qué lloras Taehyung? —Preguntó el Alfa azabache.

Su mirada intrigada recorría suavemente las facciones finas y hermosas de Kim Taehyung. 

Ya Llevaban meses saliendo en plan amigos y habían descubierto que tenían muchas cosas en común, muchísimas a decir verdad.

Jungkook era muy atento con él y también amable,  lindo y caballeroso para ser un Alfa un año menor que él.

Y su sonrisa era la más hermosa que jamás había visto,  transmitía con ella una paz inmensa.

     —¿No me digas que...otra vez has pensado en él? Hoseok... ese Omega. ¿Te volvió a buscar? Si es así no tienes por que llorar y abrir viejas heridas ya habíamos superado eso ¿no es así? Si no, entonces...

Una mano de Taehyung se Alzó a la altura de su boca para callar al otro Alfa.

     —No Kookie no es eso es... es otra cosa que no te puedo decir.

Sus mejillas se habían tornado rojas y Jungkook había exclamado un "ohh"

     —¿Tan malo es? Tae puedes confiar  en mí somos amigos.

Taehyung negó dejando salir más lágrimas y aquello preocupó de más a Jungkook.

    —¿Tae?

El castaño de  cabello ligeramente ondulado volvió la vista a Jungkook con sus ojos empañados y eso hizo a Jungkook jadear un poco.

     —C-creo que  me enamoré Kookie.  —Respondió.

La mano que sostenía firme la de Taehyung se alejó lentamente, el rostro de Jungkook cambió en cuestión segundos a uno un poco más serio.

     —Oh vaya es... yo, felicidades Tae.

Pero Taehyung había negado.

     —N-no lo entiendes Jungkook,  me enamoré pero no me corresponden.

     —¿De nuevo Tae? —Preguntó Jungkook sintiendo una leve molestia en su pecho.

Taehyung solamente asintió.

     —B-bueno quizá si le dices a esa persona recapacite y te dé una oportunidad... quizás...

     —Es que Jungkook no puedo, no puedo decirle no...

     —¡Taehyung!

     —¡Jungkook!

     —Pero Tae debes tener valor, ya has sufrido antes y quiza esta vez si sea para ti, ¡tú no sabes! —Jungkook llevó sus manos a su frente exasperado.  —¡Me lastima verte así! No, no lo soporto  ¡Me duele! Prefiero verte feliz con esa persona aun si mi corazón se rompe...

Jungkook había perdido el control y entonces cuando cayó en cuenta que habló de más se quedó callado con las palabras atoradas en su garganta y sus ojos bien abiertos.

     —¿Qué dijiste? —Preguntó Taehyung visiblemente muy afectado por las palabras que Jungkook prácticamente había vomitado.

Tenía sus ojos muy abiertos por la sorpresa.

Jungkook se sintió palidecer así que se levantó rápido de la mesa donde se encontraban y salió corriendo de la tienda de Té donde estaban.

Afuera llovía un poco pero eso no le importó y comenzó a caminar rápido.

¿Qué acababa de hacer?

¿Qué estaría pensando Taehyung sobre él? Sobre lo que acababa de decir.

¡Era Alfa! Un Alfa se vea atraído especialmente hacia omegas... pero no. Él estaba sintiendo atracción por otro de su misma casta.

Aunque de lejos aquello seguía siendo un maldito prejuicio porque ya habían en el mundo muchas parejas de la misma casta.

Pero ¿Y si Taehyung lo odiaba por eso? ¿Si Taehyung no pensaba así?

Se sentó en una banca  vacía del parque, todo a su alrededor estaba mojado por la lluvia y se llevó las manos al rostro y dejó que las gotas de la lluvia se confundieran con sus lágrimas.

Tan pronto soltó a sollozar sintió una mano en su espalda acariciar lentamente.

Se asustó y levantó la vista tan rápido como pudo y su corazón se aceleró cuando lo vio a él ahí sentado a su lado también con sus ojos llorosos y su cabello mojado que lo hacía ver demasiado adorable.

     —T-tae que haces aquí.

El Alfa no respondió de inmediato, solamente fijó su vista al cielo empapando más su rostro y suspiró.

     —¿No es obvio?  Kookie... creo que has dicho que yo te intereso.

Su voz salió algo apagada.

Jungkook juntó el valor para verlo a los ojos pero es que se perdía cada vez que lo veía así.

     —S-si,  lo siento si eso te incomóda y si ya no quieres ser más mi amigo.

Taehyung soltó una suave risa que logró descolocar a Jungkook tanto como desconcertarlo.

     —Kookie, tú también me interesas. —Soltó de pronto.

El rostro de Jungkook se contrajo de la sorpresa.  ¿Le interesaba a Taehyung? ¿Cómo? ¿Cómo amigo? ¿Compañero? ¿Cómo algo más?

Su corazón latía muy de prisa que sentía que quería salir corriendo.

     —¿Qué?

     —Que la persona de la que te hablé de la cual me enamoré eres tú.

Los ojos de Jungkook se abrieron se par en par sin poder creerlo aún pero poco a poco se fueron achicando con forme una sonrisa se formaba en sus labios.

     —¿Lo dices en serio Tae?

Taehyung asintió tomando de las manos a Jungkook.

     —Si Kookie es algo que nació así de repente y algo que me gusta mucho sentir, a tu lado siento que el sol brilla más y que todo está bien me haces sentir tan seguro... tú me gustas  mucho Kookie.

Las mejillas de Taehyung se habían tornado rojas mientras decía aquello.

Entonces sin previo aviso Jungkook colocó una mano detrás de la cabeza de Taehyung y lo acercó a él para plantar un beso en los labios mojados y fríos del otro Alfa.

Taehyung soltó un suspiro de placer al por fin ser besado por aquel Alfa que le robaba el aliento.

Se fundieron en un beso tan profundo y fuerte como  la lluvia que caía sobre ellos en aquel parque desolado.

Ambos alfas se correspondían y los lobos no hicieron más que agachar la cabeza resignados.

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No pasó mucho tiempo para que aquellos lobos que se gruñian al sentirse cerca comenzarán a sentir la familiaridad entre ellos.

A veces el lobo de Jungkook solía olfatear en el  aire el aroma de Taehyung y aunque lo negase lo disfrutaba.

No Fue hasta que una noche de besos toda aquella pasión  se desbordó tanto que debían al final decidir si se iban  a aceptar entre sí.

Los humanos ardían en calor y fuego desde lo profundo mientras que los lobos por dentro temblaban de temor.

Jungkook tenía el cuerpo de Taehyung bajo el suyo y besaba con pasión desenfrenada el cuello y las hermosas clavículas marcadas del otro Alfa que soltaba jadeos con sus mejillas rojas.

Estaba ardiendo en deseo pero había un problema:

     —T-tae... y-yo...

El azabache observaba con hambre a ese ser tan angelical y bello debajo de él y en lo único que pensaba era en tomarlo y  hacerlo suyo.

Las mejillas de Taehyung ardían y su corazón latía con fuerza.

     —Jungkookie...

El azabache volvió a arremeter con fuerza contra los labios de Taehyung y sus manos acariciaban su abdomen y la orilla de su ropa interior, introdujo una mano lento hasta rozar su pene y luego lo comenzó a mover entre sus dedos provocando más jadeos de Taehyung.

Luego un dedo de Jungkook se resbaló lentamente entre las piernas de Taehyung quien se tensó un momento y apretó bien sus piernas.

     —T-tae. —Susurró mientras su dedo palpaba su entrada.

Taehyung estaba al borde de la locura en ese momento sintiendo las caricias de Jungkook en su miembro mientras palpaba su esfínter y dejaba besos sofocantes en su cuello.

Apretó sus labios para no dejar salir más jadeos que delataban lo que sentía, aquello era abrumador y delicioso a la vez. Podía sentir su entrada pulsar con cada toque del azabache.

     —Kookie,  hazlo... hazlo p-por favor. —Rogó.

     —Pero ¿Estás... seguro Tae?

Taehyung asintió con su respiración caliente y agitada, a este punto no le molestaría convertirse en un Delta, todo por Jungkook y lo que sentía fuertemente por él, porque Jeon le hacía sentir cosas que jamás sintió,  le hacía volar alto, le hacía sentirse en las nubes.

Ahora solo quería fundirse con él en cuerpo y alma.

     —S-si. —Titubeó un poco al sentir de nuevo los dedos de Jungkook rozando ahí. —Si si Kookie por favor.

Jungkook no tardó en besarlo con fuego mientras introducía un dígito en el interior de Tae, el castaño se contrajo un poco.

     —Tae, Tae relájate cariño, vamos respira bebé, así... así...

Taehyung relajó su cuerpo y cerró sus  ojos mientras Jungkook movía su dedo y mordía suavemente su  cuello y el lóbulo de su oreja.

Las sensaciones electrificantes lo distraían del ardor en su entrada, y funcionaba muy bien porque Jungkook introdujo un dedo más.

Con ello Tae jadeo pero esta vez no se contrajo al contrario por instinto abrió más sus piernas mientras mordía su  labio con fuerza.

Jungkook sonrió encantado.

     —Mmm Kookie

Jungkook había tocado justo ahí donde debía tocar y Taehyung tembló por completo.

Un dedo más se introdujo con facilidad y ahora Taehyung era quien movía  sus caderas al encuentro con los dedos de Jungkook sin darse cuenta.

     —K-kookie ahh Kookie.  —Rogaba con voz suave y susurrante el castaño.

Jungkook sabía lo que Tae estaba buscando, lo que pedía con desespero.

Bajó su propia ropa interior y sacó su ya adolorido pene para alinearlo en la entrada de Taehyung.

Éste estaba expectante y ansioso y el sudor perlaba dulcemente su bello rostro.

Jungkook se acercó de nuevo al rostro de Taehyung y lo besó mientras de a poco se introducía abriéndose paso en Taehyung quien se aferró fuerte a sus hombros y enterró sus uñas.

     —¡Ahh Jungkook!

El dolor que se instaló en el cuerpo de Taehyung fue apaciguado por las caricias de Jungkook.

El Lobo de Jungkook aullaba con fuerza mientras que el de Taehyung gruñia lastimero agachando sus orejas y metía su cola entre sus patas traseras. Tenían una pelea interna mientras sus humanos se entregaban al placer carnal.

Jungkook había comenzado a moverse despacio dentro de Taehyung acostumbrando el cuerpo del castaño a recibirlo por completo, Taehyung le apretaba muy bien, más que bien que debía apretar sus labios porqué deseaba soltar la sarta de palabras que Tae le hacía sentir.

Tae tenía sus ojos bien cerrados y unas finas lágrimas resbalaban por sus ojos y mejillas las cuales fueron limpiadas por Jungkook.

De un momento a otro el azabache comenzó el vaivén más rápido y rítmico haciendo a Taehyung jadear mientras se llevaba una mano al rostro porque sentía vergüenza de la manera descarada en que había comenzado a gemir  y es que sentía su interior arder como el infierno de lo  caliente que se sentía. 

     —¡Oh Tae!

Taehyung había comenzado a gemir como loco pues su próstata era cruelmente aplastada y le encantaba.

El Lobo de Jungkook aullaba sin parar dando vueltas al rededor y golpeando el suelo fuerte con sus patas para someter al lobito de Tae mientras el de Tae había agachado la cabeza totalmente.

     —¡Oh Jungkookie Jung... ahhh mmmmhg!

Taehyung alcanzó un potente orgasmo apretando demasiado a Jungkook quien también se corrió  y con la mirada le pidió permiso a lo cual Taehyung no se negó, solamente hizo a un lado su cabeza para que Jungkook tomara su cuello.

En cuanto los colmillos de Jungkook marcaron  a Tae los lobos comenzaron a dar vueltas mirándose fijamente y el de Tae aulló bajando las orejas y moviendo la cola mientras que el de Jungkook se acercaba a lamer su ocico y sus orejas.

Finalmente se había hecho,  el enlace, la marca.

Tae se había dejado convertir en Delta por Jungkook y el amor que ambos se tenían.

Sus lobos estaban felices juntos ahora.

No eran destinados pero se amaban igual o más que si lo fueran.

Porque así era el amor, era él quien solía mandar en los corazones e irrumpir como tormenta arrasando todo a su paso.