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Final:

Habían decidido convivir en casa de Nayeon por el momento, porque era el lugar más cercano a la empresa y así tenían más tiempo para compartir juntas antes de irse a trabajar todas las mañanas. Como también no querían postergar mucho tiempo su boda, por lo que, con ayuda de Park, consiguieron que la ceremonia civil y por la iglesia se celebrara dos meses después.

*Flash

—Padrino, con Nayeonnie, tenemos que confesarte algo que no puede esperar. No sabemos cómo lo vayas a tomar, porque la empresa tiene normas y reglamentos sobre las relaciones entre los empleados, pero...

—A ver, ¿Que me quieren decir?, ¿Que acaban de darse cuenta que son la una para la otra? —Señaló el viejo alfa, viéndolas por encima de sus lentes.

—Padrino ¿como lo sab...?

—Durante la cena con los Kim —Le interrumpió —Me percaté de sus miradas llenas y ya supe que la farsa del matrimonio se les había convertido en una realidad. Además durante la semana que Jeongyeon se mudó a tu casa, llegaban y salían juntas, almorzaban juntos en tu oficina, en fin siempre se pasaban juntas. Un detalle importante es que la mujeriega de mi ahijada, ¿o debo decir ex-mujeriega?, no salió ninguna noche y solo estaba al pendiente de ti. Algo fuera de lo normal en las chiquillas antipáticas que yo acompañé en crianza, las conozco muy bien, aunque no lo crean... —Señaló el alfa, con orgullo.

—Padrino, si de algo puedes estar seguro, es de que Nayeon —Abrazando por la cintura a la misma, atrayéndola hacia ella y mirándola a los ojos, continúa diciéndo —Es la omega que la Luna eligió para mí y para que seamos una toda la vida. Te amo con locura, Nayeonnie.

—Y yo te amo a ti, alfa. —Respondió la castaña, dándole un beso que fue aumentando en intensidad, sin que tan siquiera se dieran cuenta.

—Bueno, bueno, ya entendí que se aman y quiero decir que me alegra que ambas lograran reconocer que el amor también es importante, y estoy completamente seguro que sus padres lo están de igual manera y bendicen su relación.

—De verdad nos alegra que estés de acuerdo con nuestra relación Padrino, porque... es importante para ambas que tú estés feliz por nosotras, debido que... —Habló la alfa, sacando de su bolsillo una cajita en terciopelo color roja —Quiero que seas testigo... —Girándose nuevamente hacia Nayeon —Mi amor, sabes que nuestra relación comenzó como una farsa, pero después se convirtió en una bella realidad, porque nos dimos cuenta de que jamás podremos vivir una sin la otra. Por esta razón, quiero pedirte nuevamente... ¿Quieres casarte conmigo, compartir nuestra vida por siempre y formar una linda familia tu y yo?

—Te amo Jeongyeon y sí, nuevamente sí, acepto tu propuesta de formalizar nuestro compromiso frente a nuestro padrino.

Jeongyeon le colocó el anillo a su omega, sellando su compromiso con un gran beso lleno de amor.

—Les deseo muchas felicidades, me hacen muy feliz con su compromiso.

—Padrino, también venimos a pedirte un favor con tu amigo el juez, para buscarnos una fecha más próxima para celebrar nuestra ceremonia civil, porque si de algo estamos seguras, es de que no nos queremos separar nunca más.

Back*

Durante esos dos meses la alfa quería darle una gran sorpresa a Nayeon en el día de su boda, así que buscó, encontró y compró una casa de ensueño muy parecida a la que alguna vez la omega le había comentado en sus charlas en sus años de juventud. 

Esta casa estaba ubicada en un gran terreno y contaba con una espectacular vista al mar. La amplia casa estilo moderno de dos plantas, tenía cinco habitaciones en la parte superior con sus correspondientes baños y una sala de estar que muy bien podía convertirse en una sala de juegos para sus futuros cachorros. La parte de abajo estaba conformada de sala, comedor, cocina, baño, una oficina para ambas y una terraza que daba acceso al gran patio con una gran alberca como centro de atracción.

Nayeon, por su parte, ya estaba segura del regalo de bodas que le daría a Jeongyeon.

*Flash

Una semana antes de la boda, ella se encontraba almorzando con Jihyo en un restaurante, terminando de finalizar con los detalles de último momento para la celebración después de la ceremonia. El mozo le trae unos entremeses para degustar y probarlos, de los cuales escogerían para ofrecer a los invitados en la fiesta de bodas, cuando de repente a Nayeon la invaden unas terribles náuseas y prefiere confiar en el gusto de su amiga.

—Amiga ¿Qué sucede? ¿Te sientes mal?

—Si de pronto me dieron náuseas... —Se quejó la omega, haciendo una mueca disconforme.

—Nayeon-ah, ¿No será que estás embarazada? Recuerda que has tenido varios síntomas, te ha dado mucho sueño, de vez en cuando has comido más de lo que generalmente comes, y ahora te han dado náuseas tan pronto el mozo nos trajo los entremeses para probar, solo falta que no te llegue el celo.

—Lo sé Jihyo, antes de venir acá pasé a comprar un test de embarazo. Se suponía que ayer llegaría mi celo, pero no quiero hacerme ilusiones y menos dárselas a Jeongyeon, no después de lo que sucedió la última vez... —Lamentó la castaña, con los labios presionados.

—Vamos a mi habitación y sales de la duda. ¿Quieres? —Musitó la ojigrande, emocionada con ser la primera en saber.

—Vale y así me saco la duda de una vez...

Ambas subieron a donde se estaba hospedando Jihyo. Cuando esperaron aquellos cinco minutos tan largos, vieron en ella dos líneas azules que le indicaban que felizmente estaba embarazada.

—¿Y... que dice el test?

—Es positivo... —Con lágrimas en los ojos le enseña el test a su amiga —Jeongyeon y yo vamos a tener un cachorro...

—Cuando Jeongyeon lo sepa, va a brincar de felicidad.

—Si, no sé cómo voy a hacer para esperar hasta el viernes para decírselo al fin, este ha sido nuestro gran proyecto... —admitió con una sonrisa feliz y lágrimas deseando brincar de sus ojos emocionados.

—Estoy segura que tu noticia será el mejor regalo de bodas que le puedas dar... —Señaló la menor, sentándose junto a su amiga para darle un gran abrazo emotivo.

Back *

Había llegado el gran día, en la mañana debían presenciar la ceremonia civil y luego en la tarde unirían sus vidas por la iglesia. Jeongyeon se había quedado a dormir en su apartamento y Nayeon en su casa, cuando la alfa la despierta con una tierna llamada telefónica.

—Hola mi amor... —Contesta somnolienta y una sonrisa permanente en los labios.

—Buenos días preciosa, ¿Y cómo amaneció mi omega, en el día más importante de nuestras vidas? —Consultó la alfa, seductora.

—Muy feliz. Aunque, si te soy sincera, extrañé mi almohada especial de todas estas noches... —Musitó aquella verdad que la había tenido en vela por largo rato.

—Ya falta muy poco Nayeonnie, te iré a recoger dentro de muy poco... 

—No, nos encontramos allá cariño. El padrino pasará por mí, quiero sorprenderte.

—De acuerdo, te dejo para que te prepares, dentro de un par de horas serás la Señora Yoo y debes estar lista para nuestra nueva vida juntas. Te amo, no lo olvides omega... —Señaló la alfa, con adoración.

—Gracias alfa... 

—¿Por qué me das las gracias?

—Porque aunque siempre soñé con casarme, nunca pensé que tú fueras la alfa que eligió la Luna y mi corazón para hacerme tan feliz... 

—Igualmente te digo y es un placer. 

Horas después de dar el "Sí", ambas fueron unidas enfrente de todos sus amigos más cercanos. Ambas ceremonias fueron celebradas en ambientes donde el amor y la felicidad de las contrayentes fueron los protagonistas. 

Ya todos estaban festejando en la fiesta de boda, cuando Jeongyeon lleva a Nayeon en un pequeño espacio aparte en donde besarla un poco.

—¿Omega, que te pareces si hacemos el acto de David Copperfield...? —Musitó agitada de poder tenerla entre sus manos, como tanto le gustaba.

—¿Desaparecer? ¿No crees que es muy temprano, aún? —Rió Nayeon, divertida.

—Pero Nayeonnie, ya te compartí con el padrino y todos nuestros amigos durante todo el día, ahora te quiero para mí solita... —Jeongyeon comienza a besarle el cuello, pegando su cuerpo al de ella, para luego llegar hasta su boca para besarla apasionadamente.

—¿Y tú crees que yo no? Alfa ya para, aún falta tirar el ramo de novia y cortar el pastel... —Tarareó la omega, intentando no caer en los encantos de su reciente esposa.

—Lo haces ya y nos vamos, muero por darte mi regalo de bodas, para ti... —Susurró junto a su oído y llenando de intrigas a su omega.

Nayeon también estaba ansiosa con hacerle saber sobre su embarazo a su alfa, se moría de ganas por ver su reacción y festejar por la respuesta positiva de la Luna. Cuando la omega se acercó a la organizadora de la fiesta de bodas para tirar su ramo de flores, la agraciada en obtenerlo fue su gran amiga Jihyo.

Ya llegando a la sorpresa de Jeongyeon, ambas se bajan en la gran casa que había adquirido como regalo de bodas para su ahora esposa.

—Mi amor, ¿y quien vive aquí? —Consultó la omega, con inocencia, mientras se dejaba llevar por el entusiasmo de la más alta.

—Pues... Déjame decirte omega, que a partir de ahora, nosotras. —Señaló con su mirada —Este es nuestro nuevo hogar, Nayeonnie...

—¡¿Cómo que nuestro...?! —Detuvo las palabras, exasperada de la emoción al detallar la vista.

Y cuando entraron en su nueva casa, para el asombro de Nayeon, estaba elegantemente decorada, pero sobre todo tenía la cocina de sus sueños. 

—Siempre supe que unos de tus deseos era vivir en una casa en donde destacara el color blanco, con un gran patio y sobre todo que tuviera una gran vista al mar. Me di a la tarea y la encontré con la gran suerte de que estaba en venta, porque de seguro era para ti, mi amor. Te amo y daría toda mi vida para que seas feliz por siempre, omega.

Jeongyeon continuó mostrándole la casa a Nayeon. Subieron al segundo piso, la dirigió habitación por habitación y se detuvieron frente a la puerta más cercana a su habitación matrimonial. Nayeon abrió la puerta y al ver su interior, se sorprendió al ver la decoración infantil.

—Estoy segura de que nuestra vida próximamente será bendecida con la llegada de los cachorros con los que soñamos, lo único que deseo es que todos tengan tus hermosos ojos... —Musitó con nostalgia, haciendo a Nayeon sollozar de emoción.

—Te amo y que no quepa la menor duda de que soy la omega más feliz del universo, contigo. —Musitó con aquella sonrisa tierna, mientras compartían un dulce beso de esquimal.

—Tu no imaginas lo feliz que ya me haces, Nayeonnie... —Se acerca para rodearla con sus brazos y besar sus mejillas.

—Te has convertido en uno de los dos motores fundamentales en mi vida, alfa... —Musitó, para sorpresa de la pelicorta, quien la buscó con su mirada alarmada y celosa.

—¿Cómo que uno y el otro cuál es? —Gruñó la pelicorta, evidenciando sus celos y haciendo reír a su esposa.

—Uy, mi esposa se puso celosa... —Musitó la omega, sonriente.

—No, ahg sí, yo quiero ser el único motor de tu vida, omega... —Musitó la más alta, mientras frotaba su mejilla con la suya, impregnandola de su aroma, inconsciente o no. Nayeon respiró con gusto de su agradable aroma a canela que la enloquecía.

—Pues vas a tener que compartirme, cariño —Llevando la mano de alfa hacia su vientre aún plano —Con alguien aquí...

—¿Qué estás diciendo omega? —Con resonante tono alegre —¿Me estás queriendo decir que-que vamos a ser madres? —preguntó con emoción.

—¡Nuestro amor ya fue bendecido por la Luna, Jeonguie! Y dentro de aproximadamente siete meses, nuestra familia recibirá a su nuevo integrante y será el dueño o dueña de nuestros corazones y de esta preciosa habitación.

—Ya cuando aceptaste ser mi esposa ante todos, me sentí la alfa más feliz del mundo, ahora con esta noticia mi corazón va estallar de la emoción plena de saber que voy a ser la madre de un cachorro tuyo, Yoo Nayeon... —Jadeó, intentando retener el llanto de emoción que iluminaba aún más sus hermosos ojos. 

Nayeon correspondió a todas aquellas sensaciones con un dulce beso que inició una maravillosa e inolvidable noche de bodas.

Años después...

Ya habían pasado poco más de quince años, La familia Yoo-Im había sido bendecida con cuatro cachorros. La mayor de sus hijos se llamaba Dahyun y estaba a punto de cumplir sus quince años. Seungmin, su segundo hijo, tenía trece años y finalmente las mellizas Chaeyoung y Tzuyu tenían nueve años. 

Nayeon ya no trabajaba en Jyp Corporation, se había dedicado a tomar en serio sus clases de cocina y ahora se encargaba de organizar catering para diferentes empresas, por lo que le ofrecía más tiempo disponible para cuidar de sus hijos, de su casa y sobretodo de su amada esposa, su alfa. 

Jeongyeon por su parte había asumido la Presidencia de Jyp Corporation, tras el retiro de Park, que la vida le había dado la oportunidad de conocer a una buena omega contemporánea a su edad. Jinyoung decidió disfrutar de su vida junto a su nueva enamorada. 

Jeongyeon siempre tenía presente a su familia en todo momento y nunca anteponía sus responsabilidades laborales a las actividades familiares por lo que sacaba espacio todos los fines de semana para disfrutar con ellos, pero en especial con Nayeon, la omega que una vez fue como su mejor amiga, pero que siempre sería la omega que su corazón y la madre Luna habían elegido para pasar juntas el resto de sus vidas.

ℱ𝒾𝓃.

Espero que te haya gustado tanto como a mi, esta historia.

Como era evidente es una adaptación, sé que no es el final que esperabas pero, al parecer la autora estaba apresurada por terminarlo. Igual disfruté muchísimo de adaptarla para ti.

Te quiero mucho, me hace feliz que lo hayas disfrutado, te veo en otra adaptación, tu JazUnnie 🌻

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