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—¿Te sientes mejor ahora Jungkookie? —pregunté tocando la puerta del baño repetidas veces.

—Estoy bien... solo necesita un poco más de tiempo Taetae.

—De acuerdo, tómate tu tiempo, te esperaré en la sala.

Luego de que Jungkook sollozara de dolor, corrí rápidamente a la cocina en busca de una bolsa de hielo. Hace unos cuantos meses mi amiga Jimin me contó sobre la primera vez que a su novio Yoongi le había pasado algo similar a lo de Jungkook.

"Yoongi tuvo una erección mientras cenábamos en casa de mis padres, tuve que escabullirme dentro de la cocina para darle una bolsa con hielo y así la pudiera bajar"

Una bolsa con hielo era la solución para que mi novio dejara de sentir dolor. Para ser sincera, era la primera vez que pasaba algo así. Las veces que quedaba de ver películas con el, jamás pasó algo parecido, todo había sido culpa de esa tonta película para adultos. No debimos verla, eso solo le había causado dolor a mi pequeño Jungkookie. Desde ahora ese tipo de películas quedaban descartadas de nuestro repertorio.

Esperé un par de minutos más hasta que Jungkook por fin apareció con la expresión más relajada.

—¿Estás mejor? —pregunté caminando hacia el. Posé mis manos sobre sus mejillas y el asintió cerrando los ojos—. Creo que fue mala idea mirar esa pelicula.

—A mi me estaba gustando mucho, pero luego... —señaló su entrepierna—. Perdóname Taetae, sé que eso fue una falta de respeto y créeme que estoy tan apenado contigo.

—Descuida, Jimin dice que eso es normal, ya sabes, por su novio Yoongi —le dije tomándolo de la mano y guiándolo hasta el sofá nuevamente—. Además no tienes que sentir vergüenza, yo soy tu novia y no voy a juzgarte.

Jungkook se quedó pensativo después de eso, luego de sentarse sobre el sofá a un costado de mi. Lo que menos quería era que se sintiera incómodo, así que lo primero que se me vino a la mente fue colocarle el tazón de palomitas sobre sus piernas, intentando incitarlo a comer, pero el aún continuaba en silencio, lo cual me preocupó todavía más.

—Jungkookie...

—Quiero hablar de algo importante contigo Taehyung — mi novio apartó el tazón de palomitas y lo colocó sobre la mesita del centro. El casi no solía llamarme por mi nombre completo y eso me causó un miedo terrible.

—¿Sigues molesto por lo que pasó con Hoseok? Te prometo que él no me gusta, solo me gustas tú, por favor no me dejes... —murmuré muy angustiada y con los ojos al borde de las lágrimas—. Tú eres mi pequeño novio, el único que quiero.

—Ya no quiero ser tu pequeño novio.

Senti un pinchazo en mi corazón que me cortó la respiración por un par de segundos.

—P-pero Jungkook...

—Lo que quiero decir es que ya no soy un niño, y hoy cuando escuché que Hoseok gusta de ti me senti furioso, lo primero que pasó por mi mente fue molerlo a golpes pero después recordé que estabas tú y que eso tal vez arruinaría la imagen que tienes de mí y lo único que pude hacer fue llorar de impotencia —me confesó con la mirada llena de vergüenza—. Hoy me atrevi a darte un beso y quería hacerlo desde hace mucho pero tenia miedo de que me rechazaras...

—¿Por qué lo haría? Eres mi novio y las parejas hacen eso...

—Porque tú siempre me has tratado como a un niño y ya no lo soy Taehyung, soy un adolescente hormonal que se muere por tener contacto fisico contigo. Por eso ya no quiero ser más tu pequeño novio.

La confesión de mi novio me tomó por sorpresa y por ende yo no sabía que decir. Toda la vida había tratado a Jungkook de manera tierna y melosa sin saber que eso le disgustaba y ahora me sentía como una completa tonta por eso.

—Yo también quería tener contacto físico contigo, pero siempre te ví como mi pequeño novio inocente que...

—No soy inocente Tae, aunque debo aceptar que cuando nos hicimos pareja lo era, pero ya no y no quisiera serlo más... a menos que a ti te guste que lo sea, porque entonces puedo serlo por ti, con tal de que no me dejes.

—No, de ninguna manera quiero que reprimas tu manera de ser por mí, yo te quiero tal y como eres, no tienes que fingir ser adorable para gustarme —le contesté enseguida viendo como todas sus expresiones se relajaban, después de eso la escuché suspirar con alivio—. Puedes ser tú mismo de ahora en adelante sin opresión. Me gustarás de todas las formas posibles.

La idea de que mi novio quisiera tener contacto fisico conmigo me ponía muy feliz. Ahora podría besarlo cuantas veces quisiera sin temor a que se sintiera incómodo por mi cercanía.

Vi a mi novio muy entusiasmado también, el fue corriendo hacia su mochila de donde sacó una larga tira de empaques plateados, parecían ser...

—Condones —el misma terminó la oración antes que mis propios pensamientos.

—¿C-condones? —pregunté mientras pasaba saliva con dificultad.

—Quiero hacer esto desde hace mucho, no te imaginas las ganas que tengo de follar contigo.

¿Follar? Más despacio velocista, hace poco habíamos compartido nuestro primer beso y ni siquiera estaba segura de que eso haya sido un beso como tal, tan solo se trató de un simple roce de labios y ahora ya me estaba hablando sobre follar.

—Jungkookie, yo nunca he...

—Soy tan inexperto como tú Tae —el se sentó en el sofá nuevamente muy apegada a mi, luego tomó una de mis manos y la llevo directo hasta su entrepierna. Ahí estaba de nuevo ese bulto dentro de sus pantalones. Era la primera vez en mi vida que podía sentir su dureza y eso de alguna forma me hizo estremecer—. Está así por tí, es lo que causas en mí. Pero no voy a presionarte, lo haremos cuando te sientas lista.

Jungkook se separó de mí dejando un espacio considerable entre nosotros sobre el sofá. Yo me quedé en silencio intentando procesar toda la reciente información. Habían tantas cosas inundando mis pensamientos, las anécdotas sexuales de mis compañeras de grado, la declaración de Hoseok, cartas de admiradoras que le dejaron a Jungkook dentro de su casillero y que yo encontré sin querer, todas las veces con las que tuve sueños húmedos con mi novio pero que por obvias razones jamás le conté. Hoy tenía la oportunidad de experimentar una nueva fase con Jungkook, no podía desaprovechar algo así, queria entregarme a el en cuerpo y alma y que el se entregara a mí.

—Si quiero tener sexo contigo.

—¿Estás segura Taehyung? No seré más tu pequeño novio por el resto de la tarde —aún después de sus serias palabras, lo único que pude hacer fue asentir tímidamente con la cabeza—. ¿Quieres que sea aquí en el sofá o prefieres que subamos a tu habitación?

—En mi habitación —murmuré.

—Entonces vamos —Jungkook me tomó de la mano y rápidamente me guió por las escaleras para poder subir. El estaba ansiosa mientras que yo estaba completamente nerviosa.

Una vez que nos encontramos en la habitación, mi novio cerró la puerta con pestillo, la seguridad ante todo, por supuesto, yo me quedé de pie paralizada intentando no verme tan inquieta.

Jungkook se posicionó detrás de mi, se acercó y me tomó por la cintura para pegarme a su cuerpo. Su erección, a través de la ropa, me hizo saber lo mucho que me deseaba.

Comenzó dejando suaves besos sobre mi cuello que me hicieron suspirar, todavía no estaba acostumbrada a tener ese contacto con mi novio, todo era tan nuevo para mí, me costaba mucho trabajo creer que Jungkook no fuese tan inocente como yo pensaba.

Senti como intentaba bajar mis pantalones sin dejar de besarme el cuello, asi que me propuse a ayudarle, no podía dejarle toda la tarea a el solo.

—Yo lo hago —dije dando media vuelta para encontrarme frente a el y luego despojarme de mi pantalón deportivo bajo su atenta mirada. Quitar mi ropa interior fue lo más difícil, pero reuní el valor para. hacerlo.

—Muy bien, recuéstate sobre la cama —me pidió con la voz ronca y yo obedeci—. Eso es, justo así, ahora abre las piernas.

—Jungkook... —la vergüenza se había apoderado de mi. Una cosa era desnudarme frente a el y otra era mostrarle descaradamente la parte más íntima de mí.

—Prometo que te gustará —me aseguró enseguida.

—¿Por qué haces esto como si fueses un experto? Se supone que nunca has hecho algo así, a menos que... —la idea de imaginarme a Jungkook haciendo eso con otra persona me hizo enfadar.

—Nunca he hecho esto con nadie Tae, todo este tiempo he esperado por ti, quiero que sea contigo —su aclaración me hizo relajarme y cerrar los ojos instintivamente para luego abrir las piernas—. Eres tan preciosa... no tienes una idea de cuanto te deseo. Voy a explorarte y si algo no te gusta o te incomoda, por favor dímelo y yo pararé enseguida.

Yo solo asenti. Me gustaba que fuera tan atento conmigo y que estuviera pendiente de lo que yo quería o necesitaba. Se me alteró la respiración cuando empezó a darme dulces besos en las piernas, después metió las manos bajo mi trasero para acercarme más a el. Ahora mi sexo, húmedo y palpitante, quedó totalmente expuesto para mi novio. Jadeé con el corazón desbocado y un grito de lujuria salió de mi garganta cuando senti como su caliente lengua pasó por el centro de mi placer.

—¡Ohh, por Dios! —volví a jadear acalorada mientras que el me tomó de los muslos con un gesto posesivo, luego de eso abrió más mis piernas y metió su lengua en mi interior, tras darme unos toquecitos en el clitoris. Por instinto clavé mis uñas sobre las sábanas de mi cama. Nunca antes había experimentado tanto placer como el que mi novio me estaba dando—. Oh, me gusta...

El deseo de que continuara me hizo abrir más las piernas para quedar a su merced. La excitación que sentía en ese preciso momento me obligó a rogarle para que no parara, mientras que yo me movia incesantemente y cegada por el placer. Le sujeté la cabeza para apretarla más contra mi y así yo poder moverme contra su boca. El parecía disfrutarlo tanto o más que yo. Cuando introdujo su lengua nuevamente, tuve que morderme el labio para reprimir un grito. Bordeó mi palpitante apertura, provocando mi respiración irregular.

—Tae, sabes muy bien... —Jungkook lamió despacio, explorando todos y cada uno de mis suaves pliegues. Sumergió su lengua codiciosamente en mi interior sacándome un ruidoso gemido. Mi novio estaba demasiado hambriento para llevarme al punto de detonación—. Mia, solo mia, Hoseok no podrá hacer esto jamás.

Era la primera vez que escuchaba a Jungkook siendo posesivo y eso lejos de molestarme, hizo que me encendiera aún más. Poco a poco la excitación se estaba apoderando de mis sentidos. Mi cuerpo se estremeció violentamente y mis músculos se tensaron con desesperación.

—¡Ahh Kook!

Su respuesta fue succionar con más fuerza y yo no esperé más tiempo para empezar a balancear mis caderas contra su cara. Mi primer orgasmo por fin llegó y mi novio gruñó tomando hasta la última gota de mi esencia. Su bramido me hizo vibrar. No tuve fuerzas para apartarlo cuando volvió a lamerme el clítoris otra vez, de manera incansable, hasta que volví a tener otro orgasmo, mientras pronunciaba su nombre con la voz entrecortada.

Cuando mis piernas dejaron de temblar y las palpitaciones cesaron, Jungkook se acercó para besarme, pegó sus labios a los mios y me besó con deliberación. Pude sentir mi propio sabor en sus labios.

—Por favor, dime que eso te gustó... —murmuró con la mirada encendida.

—Me encantó. Eres realmente bueno en eso... —confesé mientras le acariciaba la línea de su mandibula con mi pulgar.

—Y eso es solo el principio —espetó dándome tiernos besos en el labio superior. Luego se movió hacia las comisuras de mi boca y del labio inferior. Con sus ojos fijos sobre mí, pegó totalmente nuestros labios, logrando que ese momento se prolongara por varios segundos.

A continuación se separó de mí para poder desnudarse, quedándose desnudo en su totalidad. Mis ojos se expandieron en grande al ver el tamaño de su miembro, fue algo inevitable al ser la primera vez que observaba uno en vivo y en directo. Yo tampoco quise quedarme atrás, así que aproveché esos segundos para despojarme de mi polera y sujetador.

A pesar de que por mis recientes orgasmos, me había quedado sin energia y sin aliento, Jungkook me devoró la boca con violencia reprimida, magullando mis labios. Y entonces fue inevitable que algo pasara por mi cabeza... ¿quién le enseñó a mi pequeño novio a besar tan bien?

—De rodillas, ahora —me ordenó—. Taehyungie... tú crees... ¿crees que podrias chuparme la polla?

—Solo quiero hacerte sentir bien como tú lo hiciste conmigo, pero no sé cómo hacerlo... ¿y si no te gusta como lo hago?

—Todo lo que venga de ti, me gustará —me dijo con seguridad, mostrándome su adorable sonrisa. Sus palabras fueron suficientes para armarme de valor y envolver su miembro con mi mano.

—Te daré lo que necesitas, haré que te corras —comencé a frotar su longitud de arriba a abajo. Su sonrisa se convirtió en un gruñido al momento en que ejerci más presión—. ¿Te gusta asi?

—Si... no pares —Jungkook movió la cadera y colocó una de sus manos sobre la mía para acelerar el ritmo. A este paso llegaría muy pronto, pero yo no queria que fuera asi—. Joder, ya casi...

—Aún no —retiré mi mano de su miembro y escuché como bramaba de frustración—. Quiero que te corras en mi boca.

—¿Hablas en serio? —me preguntó con emoción, a lo que yo asenti—. Está bien, lámelo, como si fuese un caramelo a punto de derretir.

Apoyé mis manos sobre sus caderas e hice lo que me pidió. Pude oler y saborear el dulce toque salado de su piel con mi lengua.

—Eso es, ahora métela en tu boca —me dijo y yo rodeé su miembro con los labios. Con sus manos me indicó que deslizara la boca hacia adelante y hacia atrás—. Usa tu lengua. Oh sí...

Jungkook comenzó a moverse más rápido de un momento a otro, mis movimientos ya no controlaban el ritmo, ahora lo hacían las embestidas de su pelvis, entrando y saliendo de mi boca. Cuando pensó que me ahogaria por la brusquedad de su desplazamiento, se detuvo y entonces pude sentir que mi boca se Ilenaba de un fluido salado y cálido.

Un extraño sonido salió de su garganta. Sus ojos se pusieron en blanco después de su orgasmo. Yo tomé hasta la última gota, bastante gustosa.

Jungkook se tumbó sobre mi cama y me atrajo hacia el, rodeándome con los brazos.

—Eso fue asombroso, Tae... me vuelves loco —murmuró metiendo una de sus manos entre mis piernas. Con la otra empezó a masajear mis pechos, poniéndolos duros e insoportablemente sensibles—. Quiero que me mires a los ojos cuando te vuelvas a correr, ¿entendido?

Con la parte blanda de su pulgar comenzó a frotarme suavemente el clítoris de forma circular. Todo se tensó en mi centro y esa tensión crecía a medida que masajeaba mi intimidad. Jungkook introdujo un dedo cuidadosamente, después lo sacó y volvió a meterlo con delicadeza, haciéndome arquear la espalda. Cuando añadió un dedo más, no pude reprimir un gemido de placer.

Jadeaba por el y meneaba las caderas descaradamente sobre sus dedos que empujaban dentro de mi. En mi vida había experimentado tanta excitación. Jungkook respiraba entrecortadamente también y del mismo modo tenía la cara sonrojada por la lujuria.

Alcancé el climax soltando un tenue grito mientras sacudía mis caderas sobre su mano, sin asomo de vergüenza o timidez. Tenía la vista fija en sus ojos, tal y como el lo había pedido.

—Me siento como en el paraíso... —murmuré con la respiración irregular. Mi cuerpo no podía más.

—¿Taehyungie, puedo follarte ahora?

—¿Eh? —pregunté un tanto desorientada observando como Jungkook se ponía un preservativo sin demora, Diablos, ¿a caso era insaciable? Necesitaba un tiempo para reponerme—. Pequeño, yo...

—¿Pequeño? —cuestionó con el ceño levemente fruncido y entonces me dí cuenta de que había cometido un error al llamarla así—. Te mostraré que no soy pequeño, sino todo lo contrario.

Jungkook tomo mi rostro entre sus manos y me besó hasta hacerme perder la cabeza. Fue dejando un rastro de besos desde mi mándibula, la garganta y la clavicula. Con cautela descendió por las costillas hasta llegar a mi abdomen. Y a continuación su ardiente boca envolvió uno de mis pezones. Sin pudor, lamió, mordió y succionó puntos de mi pecho y de mi cuello al azar.

—Rodéame la cintura con las piernas y déjame entrar —me pidió colocándose sobre mí. Luego pasó uno de sus dedos sobre la entrada de mi sexo, encontrandome completamente empapada—. Lubricación natural, ya estás lista para recibirme.

—¡Espera, espera! —mi corazón latió con fuerza. A pesar de estar cegada por la lujuria, aún tenía miedo al dolor—. Sé gentil, por favor...

—Confía en mi —susurró dejando un tierno beso sobre mis labios y tan pronto como lo hizo, solo me quedó animarlo a que hiciera lo que ambos deseabamos. Jungkook introdujo la punta de su pene en mi sexo y mientras me tomaba por la cintura, se hundió totalmente en mi interior.

Solté un grito ahogado al sentirlo dentro de mi, el dolor era palpable, pero acompañado con una pizca de placer, era algo indescriptible, lo único que tenía seguro es que la sensación no me disgustaba y tampoco había sido tan dolorosa como toda la vida me habían hecho creer.

—¿Duele mucho? —preguntó Jungkook con preocupación en sus ojos. Por su expresión pude notar que se moría por moverse y quizás el estaba sintiendo incluso mucho más dolor que yo misma.

—Puedes moverte —respondí sintiendo como salía de mí para luego volver a entrar de golpe. Ambos jadeamos y yo cerré los ojos, arqueandome gustosa.

—Eres tan cálida, estar dentro de ti se siente maravilloso —Jungkook fue aumentando su velocidad, dando rápidas y profundas embestidas. A estas alturas el placer había superado al dolor, dejándolo en segundo plano—. ¿Te gusta?

—Oh, si... me gusta —gemí incontrolablemente moviendo las caderas para ir al encuentro de sus potentes estocadas, ¿cómo es posible que mi pequeño novio me diera tanto placer?— ¡Ahh! Joder...

—Te lo dije, te dije que ya no era un niño —murmuró dejando un rastro de besos hasta mi pezón. Su cálida boca succionó mi pecho sin perder ni por un momento el ritmo de sus embestidas. Por instinto apoyé mis talones en la parte interna de sus muslos, queriendo que llegara hasta lo más profundo de mí—. Y tampoco soy pequeño.

—¡Ohh! M-me queda claro... lo g-grande que eres, ¡Ahh! ¡Justo ahi!

Jungkook bajó el ritmo un poco y dejó que su cuerpo rozara mi punto mágico durante más tiempo con cada penetración.

—Quiero que me montes ordenó —cogiéndome de las piernas para invertir nuestras posiciones aún sin salir de mi interior, dejándome a horcadas sobre el—. Oh... sí.

Jungkook flexionó sus caderas, de manera lenta y deliciosa, llenándome una y otra vez mientras sus manos amasaban mis pechos y su boca succionaba mi cuello. Su respiración se volvió más áspera, al igual que la mía. El tomó mi cuerpo y lo estaba poseyendo por completo.

—¡Joder..!

—Eres mía, Taehyung.

—Si, tuya —respondi jadeante. Solté un pequeño grito de placer al sentir como ligeramente mordía mi cuello.

—Quiero oirte gritar por mí —murmuró envolviendo una de sus grandes manos alrededor de mi cintura, mientras que con la otra sostenía mi cadera. De esa manera logró introducirse en mi fuertemente, haciéndome gritar otra vez—. Solo por mí.

—¡Mierda Jungkook! Eso dolió...

—¿Quieres que pare? Solo tienes que decirlo.

—No... no quiero que pares —confesé tirando mi cabeza hacia atrás—. Se siente dolorosamente delicioso.

—Lo sé... —espetó intensificando sus duras embestidas. Jungkook me penetró con rudeza una y otra vez—. Tae, me temo que no voy a durar mucho tiempo...

—E-estoy cerca, déjalo salir...

Vi los tendones de su cuello tensarse y a los pocos instantes lo escuché gemir con fuerza. Ver a mi novio con los ojos cerrados y la boca entreabierta debido a su liberación, fue suficiente para que yo me viniera de manera audible junto con el.

Tan pronto como nos recuperamos del clímax, Jungkook envolvió mi cuerpo desnudo con sus fuertes brazos, su boca buscó la mía y me besó con esa familiar dulzura que lo caracterizaba.

—¿Sabes una cosa, Kookie? No me importa lo increíblemente bueno que seas en la cama, para mi siempre serás mi pequeño novio.

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¡Hola! :)

Espero que les haya gustado, este OS. Gracias a Yessi_MO por permitirme a adaptar esta historia, vayan a darle apoyo a sus historias son muy buenas.

No vemos en la siguiente historia que también será Kookv.

Besos 💋💋💋

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