Semanas habían pasado, yo estaba hasta el copete de trabajo en mi casa, creí que Jungkook sería un Omega tranquilo por su comportamiento, pero me dí con la grata sorpresa de que si no le prestaba el debido interés y convivía con él, entraba hecho una furia a mi oficina y casi, casi me sacaba a jalones de oreja de ahí, o igualmente si no comía a las debidas horas, se ponía a llorar, pensando que lo estaba rechazando de alguna manera y ahí estaba después rogando por su atención cuando me hacía la ley del hielo, su enojo era muy evidente ya que en su olor se denotaba a flores marchitas y el dulzor de la miel perdía intensidad, era un desafío contentarlo después, pero no importaba, tenía que demostrarle que él era lo más importante para mí.

―Kookie, ¿Llevas tu control de celos?.―Pregunté casualmente y él me miró sonrojado.―Llevo un mes contigo y he notado tu olor más intenso, por eso pregunto.

―Falta poco, Alfa, ¿Por qué?, ¿No lo pasará conmigo?.―Leí sus manos y me sorprendí al ver su rostro ansioso.

―Claro que sí, pero solo te aclaro que no cruzaré la línea.―Jungkook hizo un puchero por mis palabras y luego frunció el ceño.

―¿No me quiere marcar, Alfa?.―Sus palabras fueron acompañadas por el olor amargo de las flores casi pudriéndose, me acerque rápidamente a él y lo abracé.

―Claro que te quiero dar mi marca, quiero que seas mío en todo el esplendor, pero es muy rápido, necesito que me conozcas más y tengas seguro de estar conmigo.―Bese su mejilla y su olor empezó a mejorar.

―Yo le dije que quiero estar con usted, mi lobo está bien con el suyo y yo lo estoy con usted.―Aquellos ojos grandes y bonitos me miraban con adoración.

Sonreí enternecido, mi lobo rasgo en el interior mío, hundí mi nariz en su cuello y besé levemente, su cuerpo reaccionó ante ello estremeciéndose, esa reacción me enorgullecía totalmente, él demostraba que era mío y yo debería hacer lo mismo por él.

―Hueles más dulce, muñequito.―Enterre mi nariz en su cuello donde salía su aroma más intenso.

―Creo que mi celo llegará mañana.―Sus manos se movieron y lo miré atento.

―¿Usas algún supresor?, ¿o solo te tengo que dar muchos mimos?.―Sonrió y me abrazo más fuerte.

―Alfa...

―¿Mmh?.

―Lo quiero, quiero que usted sea mi pareja por siempre, quiero darle cachorros y criarlos con usted, quiero ser feliz a su lado y que usted sea feliz conmigo.―Su ojos brillaban al igual que los míos.

Lo miré con tanto amor, sabía que Jungkook sería mío desde la primera vez que lo ví, el hilo rojo del destino me llevó a él, la madre luna se encargó de unir nuestros caminos, solo faltaba mi marca en su cuello y sería completamente mío en cuerpo y alma.

―También te quiero, muñequito, mucho, eres mío, eres Mi Omega y te haré inmensamente feliz, por qué yo ya soy feliz estando contigo.―Y sin más por primera vez besé aquellos lindos y rojizos labios que tanto deseaba.

𝐶𝑜𝑛𝑡𝑖𝑛𝑢𝑎𝑟𝑎...