Capítulo 21
¡Cuarto día actualizado a diario!
Creo que si lograré publicarles diario por lo que resta de mis vacaciones 😘
Ahn Jae Hoon
(Omega, papá de Jin y Minjae)
Kim Jin Geun
(Alfa, padre de Jin y Minjae)
Yoo Ji-ae
(Omega)
Durante todo el día había ayudado a su papá para que la casa quedara tal y como él Omega pedía. Su padre alfa había sido regañado al menos tres veces por su “poco sentido de la decoración” y fue mandado al jardín para ayudar a la gente que cargaba las pesadas mesas que se instalaron para los invitados.
No le molesto ayudar a conseguir todo en orden, no era muy diferente a cuando Yoongi y él organizaban los eventos en el restaurante. De hecho fue bueno para él mantener su mente ocupada, le dio el respiro tan esperado que necesitaba para no estar tan al pendiente del gran reloj de la sala. Desde que delegó a casa de sus padres no había dejado de morar esas manecillas que avanzaban tan lentamente, o quizás solo era su impaciencia por regresar a su tierno Jimin.
Así que organizar los arreglos de flores, colocar mesas y sillas, hacer grandes cantidades de comida y reorganizar una y otra vez, le fue tan familiar que las horas pasaron volando.
Cuando menos espero, ya estaba arreglado y saludando a invitados que comenzaban a llegar y llenar el jardín.
Más de la mitad de los que llegaban eran vecinos de esa privada área de residencia y el resto eran amigos de su papá; incluidos amigos de sus días de universidad y de su antiguo trabajo. Solo un alfa y cuatro betas, eran amigos de su padre alfa, amigos del trabajo que de inmediato habían hecho un círculo alrededor de su padre y acapararon su atención, para disgusto de su papá omega, que le había pedido a su marido que estuviera cerca de la puerta saludando a todo invitado que entrara, cosa que obviamente no estaba haciendo.
Si el puchero de su papá era un indicador, a su padre alfa le esperaba otro regaño por no hacer la única tarea que le habían asignado.
Y hablando de tareas asignadas.
Su papá ya no miraba enfadado a su esposo alfa y en cambio le sonreía a una pareja mayor que iban acompañadas con una chica joven. Si miraba alrededor, era la única cercana a su propia edad por lo que concluyó que ella era la Ji-ae a quien debía acompañar el resto de la noche.
Y no se equivocó.
Un par de minutos después, su papá finalmente interrumpió la plática con las mamás de la joven, o quienes él creía que eran sus madres, y entrelaza su brazo al de Ji-ae para dirigirse en su dirección.
Suponía que eso pondría fin a su ayuda con los bocadillos como había estado haciendo desde que la fiesta inició, lo cual era una lástima porque realmente estaba entretenido en lo que había estado haciendo.
Solo esperaba que la joven no fuera tan tímida para establecer una conversación o el resto de la noche sería peor que aburrida y pasaría muy lenta y tortuosamente.
— Jinie, cariño. Ella es Yoo Ji-ae, como dije son de la misma edad y me sentiría fatal de que dos jóvenes se la pasen aburridos entre tantos ancianos… y conmigo que, aunque puedo verme mas joven y resplandeciente que ustedes dos — se acercó como si lo que fuera a decir fuera un absoluto secreto —, la verdad es que soy unos pocos años mayor — dijo, susurrando estas últimas palabras.
— Si, solo veintitrés años mayor que yo.
— ¡Shhh! ¡Calla! — grito él mayor escandalizado, volteando a ver alrededor para asegurarse de que nadie escuchara, aunque en realidad su grito había atraído la atención de varios invitados.
Sonrió con malicia a su papá que lo miró con el ceño fruncido, retándolo a que dijera algo más. Y lamentablemente tenían la misma personalidad retadora.
— Solo estas por cumplir cin-
La mano delgada del omega mayor se puso tan rápido sobre su boca para detener sus palabras que casi tropieza hacia atrás.
— Si terminas esa frase me aseguraré de que desaparezcas en cuanto te quedes dormido.
Dejo su mirada asesina y volvió a su sonrisa amable como si segundos antes no lo hubiera amenazado.
— Tienes que aceptarlo papá, yo cumplí veintiocho, así que a menos que me hayas tenido siendo un cachorro tu vas a cumplir cincue-
— ¡Eres adoptado! — grito él mayor, interrumpiendo de nuevo la verdad y haciéndolo reír en el proceso —. Esa es la lamentable verdad que te he ocultado todos estos años.
— Ustedes son muy graciosos juntos — comentó la omega, Ji-ae, quien sonreía cubriendo su boca con un tipo gesto de delicadeza.
A él no le gustaba eso. Le gustaba que la gente riera abiertamente si quería hacerlo.
Como mi Jimin, que puede llorar de la risa por la cosa más tonta.
Sonrió al recordar a su tierno omega. Ya lo extrañaba.
— Me alegra que te diviertas cariño. — Su papá volvió a su educado tono, realmente podía ser una persona completamente distinta cuando no actuaba juguetón y enojado con su familia. Los buenos modales que había aprendido desde niño eran, sin lugar a dudas, impecables y envidiables. — Ahora los dejo para que puedan conocerse.
El mayor se alejó hasta el otro extremo del jardín fingiendo indiferencia, pero él pudo notar el sutil cabeceo que dio para poder mirar hacia donde ellos estaban. Sabía que durante toda la velada su papá estaría atento a lo que ellos hacían. Parecía bastante problemático para solo asegurarse que esa joven omega obtuviera amigos de su edad.
Tenía que ser solo eso, su papá nunca iría tan lejos como para tratar de emparejarlo con alguien… Realmente necesitaba creer eso.
La fiesta del día anterior había comenzado y terminado bien, pero creyó que finalmente ese día regresaría temprano a Seúl con su Jimin, hasta que se enteró que Ji-ae había organizado una comida en casa de sus madres para agradecer por su compañía.
Sinceramente se había divertido con la omega, era graciosa y para nada tímida como creyó, de hecho tenía una de esas personalidades atrayentes que sin duda alguna la hacían muy popular entre sus compañeros y compañeras de trabajo.
Ahora se preguntaba si realmente carecía de amigos como su papá había dicho.
Pero por muy entretenido que fuera estar con ella, su lobo estaba inquieto por volver con su omega. Tendría que terminar esa reunión asegurándole a Ji-ae que tomaría el primer vuelo a Seúl que pudiera encontrar en el aeropuerto.
— Sabes, eres realmente agradable — dijo la omega, sacándolo de sus pensamientos y sonrojándose ligeramente cuando agregó — …y muy guapo.
Evitó afirmar su comentario, para no verse comprometido a regresar él cumplido. Si Jimin se enteraba estaría tan molesto.
Era mejor evitar enojar a los pequeños omegas, podían ser terribles tramando venganzas. Al menos así eran los omegas que conocía, Jimin, Yoongi y su papá… sobre todo su papá.
— Por cierto… se que piensas que solo tenías el permiso de mis madres, pero definitivamente también te doy el mío, así que no te detengas por mi.
Parpadeó desconcertado por el rumbo de la conversación. ¿Acaso había dejado de escuchar en algún momento?
— Disculpa, creo que no entiendo. ¿Permiso para…?
— Para cortejarme — respondió la omega luciendo una sonrisa coqueta —. Tu papá fue con mis madres a decirles que tu habías pedido su permiso para cortejarme. — ¡¿Él hizo qué?! — Se que son otros tiempos y ese permiso ya no es tomado en cuenta muy a menudo, así que pareció muy romántico cuando mis madres me dijeron que vendrías a Daegu solo para conocerme en la fiesta que organizaba tu papá y que pediste el permiso de ambas.
Bien, ahora estaba más que molesto con su papá. Realmente no lo había creído capaz de hacer algo así.
— Lo siento de verdad. Pero ha habido un malentendido. Yo vine a visitar a mis padres.
— Esta bien, no tienes que ser tímido al respecto — aseguró con una risita juguetona.
— Ji-ae, se que no me conoces, pero te aseguro que no hay ni un solo hueso tímido en mi cuerpo.
— Pero tu papá dijo-
— Mi papá, al parecer, dijo muchas cosas sin mi permiso y encima que no son ciertas. — Fue consciente del tono molesto que bordeaba sus palabras, pero no estaba de ánimo para ser amable en ese preciso momento. — Es ciertamente agradable hablar contigo pero yo no había escuchado de ti hasta un día antes de la fiesta, por mi padre y no mi papá.
— Oh. — Un gesto pensativo se mostró en el rostro de la omega, mientras asimilada su conversación. El no interrumpió el silencio, después de todo la Ji-ae también había sido engañada por su papá, tenía derecho de tomarse su tiempo para procesar lo que estaba pasando. — Bueno, no importa. Creo que lo de nosotros si podría resultar.
Lamentablemente llego a una mala resolución de esa situación.
Soltó un suspiro largo. No quería ser innecesariamente agresivo con ella a menos que no entendiera razones.
— Si estas hablando de amistad, ciertamente podría funcionar porque tenemos gustos similares. — Y esa era una realidad, probablemente Ji-ae era lo más cerca de su versión femenina y omega, y viceversa. — Pero no puede llegar a más, yo ya encontré a mi pareja de por vida, mi omega destinado solo esta a la espera de mi marca.
— ¿Realmente encontraste a tu omega?
— Si.
— Eso es tan genial. — El entusiasmo genuino de la omega finalmente lo dejo respirar. Al parecer Ji-ae no estaba molesta en absoluto y parecía de verdad contenta por él. — Me alegro sinceramente por ti. No muchos encuentran su pareja destinada, mírame a mi que estoy cerca de los treinta y ni rastros de alguien que sea solo para mi. — Otro silencio se prolongó entre ellos por un par de minutos, ambos mirando el atardecer desde la terraza cubierta de la casa familiar de Ji-ae, que tenía una vista envidiable de un enorme jardín. — Supongo que aún no le cuentas a tus padres.
— Ya había pensado en aprovechar esta visita para contarles acerca de él. Pero probablemente no estén nada felices.
— ¿Por qué es eso?
— Porque mi omega destinado ha sido novio de mi hermano menor por casi dos años.
Una cara de sorpresa arruino por completo el rostro social mente bello de la omega.
— Bueno, eso sí que suena complicado. No quisiera ser tu cuando desenmarañes toda esta situación con tu familia.
— Aprecio tu apoyo — contestó rodando los ojos.
— Lo siento, pero soy sincera. Será algo complicado, pero creo que valdrá la pena si puedes estar con quien amas.
— Sin duda, Jimin vale la pena.
— ¿Entonces que sigues haciendo aquí? — La mano más pequeña tomó la copa de vino de su propia mano y le dio un ligero empujón hacia la puerta corrediza de la terraza para entrar a la espaciosa sala. — Largo, ve pelea un poco con tus padres y regresa por tu omega. Mientras tanto yo estaré aquí apoyándote a la distancia y muriéndome de envidia hasta que encuentre a mi pareja para toda la vida.
— La encontrarás.
— Si, claro. — Un bufido nada elegante torció los labios de la castaña. — Esas palabras son tan molestas viniendo de alguien que ya tiene a su persona especial. Mejor ya no digas más palabras condescendientes porque no me importara dañar mi costosa manicura arañando tu bello rostro.
— No queremos que eso pase.
— Claro que no. Así que, anda, vete. — Ji-ae volvió a darle un empujón, apresuran dolor a la puerta de entrada. — Y más te vale que sigas en contacto conmigo para presumible tu inmensa felicidad.
Se despidió, agradecido con la omega por ser tan comprensiva a pesar de haber quedado en el extremo receptor de la red de mentiras de su papá.
Y ahora estaba nuevamente molesto.
Más que molesto.
Entro a su antigua casa con la certeza de que le esperaba una pelea con su papá que pondría a su padre en una incómoda posición.
En ese punto le importaba poco si su padre se ponía del lado de su esposo, quizás era más que entendible.
Pero estaba de un estado en el que no se tocaría el corazón aunque su papá comenzará a llorar. Lo amaba con todo su corazón, pero no saldría de esa casa sin que supieran toda la verdad y asegurarse de que no se volviera a repetir lo que acababa de pasar.
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