Capítulo 9
Primera actualización ♡
— Finalmente a casa — suspiró Wonwoo, el alfa parecía realmente feliz de volver a Seúl después de dos meses de estar en Busan.
Por su parte, realmente le había vuelto a visitar su ciudad natal y ver a sus padres, pero lo hubiera disfrutado más sin las terribles horas de vigilancia que solo lo dejaron cansado y molesto por no obtener nada.
Si Dong Sung-woo sabía sobre la demanda que estaba siendo procesada en su contra por violación, era realmente bueno fingiendo no estar preocupado o realmente no lo estaba. Su rutina y fachada de perfecto ciudadano no había flanqueado en ningún momento.
Incluso las veces que estuvieron siguiendo sus pasos bajo la sospecha de que comentaría un acto no legal, siempre había resultado en un acto que sólo hacía que su imagen de CEO caritativo sólo fuera más creíble.
Como la ocasión en que pensaron que cortejaba a una madre soltera beta que tenía un hijo adolecente, pero en realidad era la fundadora de una reciente casa de ayuda a omegas adolecentes que terminaron embarazados y no tenían ninguna ayuda. La casa de ayuda al estar en sus inicios, no contaba con las mejores instalaciones y Sung-woo intervino para apoyar económicamente en la remodelación de dicho inmueble.
O aquella última vez que lo vieron llegar al edificio donde vivía con un niño de alrededor de diez años. Pero si intervención no fue necesaria para rescatar al niño, pues el alfa solo se quedó recepción hasta que la policía llegó con un omega que lloraba agradecido con Sung-woo por haber encontrado a su hijo.
Actos como esos y lo cuidadoso que era para cuidar su imagen, realmente les dificultó la tarea de encontrar pruebas. Además de testigos, pues las pocas familias que lograron relacionar con Sung-woo y que llegaron a denunciar, nunca revelaron el nombre del alfa, solo insistieron que era alguien importante y después de eso nada. Las denuncias ya no habían procedido, lo que efectivamente les alertó que alguien de la policía informaba al Sung-woo.
La unidad anticorrupción estaba teniendo la misma suerte que ellos tratando de encontrar pruebas, pero ellos se quedarían en Daegu un poco más mientras su unidad regresaba.
Tenía un plan, uno que informo a su Sargento y al equipo tres noches atrás. Si realmente sucedía lo que pensaba, al menos tendría al alfa fuera de su zona de confort.
— ¿Crees que funcionara Minjae? — preguntó Junhui, tan preocupado como él por los avances del caso.
— Sung-woo esta acostumbrado a tener todo bajo control estar informado de cada pequeño detalle relacionado con su persona. Si toma enserió la información falsa, realmente querrá verificarlo y con los departamentos de la policía de Daegu siendo investigados, no podrá acudir a su fuente. Querrá que verificarlo personalmente, así que realmente confío en que funcione. De lo contrario nos estamos quedando sin opciones, a menos que realmente consigamos otro testigo más.
Aunque eso no ha dado resultado las últimas semanas.
— Bueno, al menos estaremos en nuestras casas. Extraño Seúl. — Insistía Wonwoo , quien no dejaba de mencionar su cama cómoda desde el momento en que probó las camas del hotel donde se hospedaron esos dos meses.
— Yo extraño a mi familia — aportó Lee Chan, el menor de todos ellos.
— Y yo a mi novia. — Junhui dio un suspiro exagerado mientras ponía ambas manos en el centro de su pecho. — ¿Qué es lo que más extrañas Minjae?
¿Como responder a eso si no estaba del todo seguro?
Obviamente quería ver a su hermano, estar en su propia cama y ver a Jimin, quien parecía que había pasado demasiado desde la última vez que se vieron y hablaron cómodamente.
Pero la rutina que había mantenido mientras estaba en su ciudad natal… le había gustado más.
¿Se acabarían las llamadas diarias de Taehyung?
¿Podrían verse lo suficiente?
Y lo que más le preocupaba: ¿Había terminado su extraña posesividad?
Ciertamente era genial tener de amigo a Taehyung. Era sorprendente fácil hablar con él sobre cualquier cosa, pero al estar a distancia, no podía oler el suave aroma a caramelo y semillas de girasol. Y sobre todo no podía oler cada ligero cambio en su esencia que le indicara sus emociones, era algo que a su lobo le encantaba hacer, quería que Taehyung oliera siempre a felicidad, odiaba cuando podía oler tristeza o miedo emanando del alto beta.
Pero no podía decir nada de eso en voz alta cuando apenas se lo admitía a él mismo.
— Mmm… supongo que lo que extrañan ustedes tres. El departamento que comparto con mi hermano, mi hermano y mi novio.
Los dos betas y el alfa le creyeron y dejaron el tema para comenzar a hablar de lo que harían llegando a Seúl. Su vuelo no tardó en despegar mucho después de ello.
El se sumió en sus pensamientos, tratando de descifrar por que estaba emocionado de volver a ver a su novio pero al mismo tiempo decepcionado de perder sus llamadas con Taehyung, aunque aún no estaba del todo seguro de esto último.
Estaba confirmado que no siempre se estaba de acuerdo con el lobo que residía en el interior de cada uno. Un alfa completamente racional podría tener que lidiar con lobo que seria su contraparte por completo. O un omega cuyo lobo era sumiso, no necesariamente se comportaría de esa manera. Y había tantos casos diferentes que ya habían demostrado esa cuestión que se retomaba cada poco.
Así que no era raro que su lobo fuera posesivo cuando él realmente no tomaba un interés en las cosas por demasiado tiempo.
Por ejemplo su relación con Jimin… Últimamente no dejaba de pensar que era algo por comodidad y cariño. Se sentía cómodo en que sus reacciones no fueran extremas alrededor del tierno omega y después de conocerlo por más de dos años Realmente le tenía cariño, una gran amistad se había formado entre ellos, pero solo eso.
En ocasiones le preocupaba su falta de emociones fuertes por cualquier cosa excepto su trabajo. No las reprimía a propósito, simplemente nunca se había sentido lo suficientemente enamorado, lo suficientemente triste o traicionado al punto de que su carácter explotara.
Aunque quizás había forjado su carácter similar al de su hermano mayor esperando que su verdadera personalidad no fuer tan impulsiva y agresiva como la de su lado animal.
Ahora era difícil saber que era lo que realmente quería o sentía, las únicas emociones fuertes con las que había tenido contacto durante años fueron las de su lobo.
Y en los últimos meses su esas emociones fuertes se habían reducido a Taehyung.
Su cabeza volvió a palpitar. Siempre lo hacía en señal de advertencia cuando sus pensamientos tos iban en círculos o a callejones sin salida. Taehyung se había convertido en un tema al que no podía encontrarle explicación y con el que no podía ver ningún desenlace posible.
Tenía que intentar pensar en cualquier otra cosa o concentrarse por completo en la conversación divertida que los tres integrantes de su equipo mantenían, lo que sea para dejar de pensar.
Era lo mejor, pues en poco tiempo estaría frente al beta que siempre alteraba a su lobo.
Y frente al novio al que le tenía cariño y nada más.
Al menos era completamente genuino cuando decía que quería ver a su hermano, se alegraría mucho de verlo, aunque fuera por unos pocos instantes porque el vuelo de Jin saldría poco después de que el suyo aterrizara.
El alfa mayor estaría yendo a Daegu para visitar a sus padres, era comprensible que su papá omega hubiera pedido tanto por ver a su hijo mayor, al punto de pedirle ayuda para convencerlo.
Así que solo tendría un muy corto momento para ver a Jin antes de tener que despedirse de él nuevamente. Junto a sus amigos.
Donde estaría Taehyung para recibirlo, a él.
Agh, realmente tenía que dejar de jactarse por eso cuando el beta obviamente también estaría ahí para despedir a Jin.
Y nuevamente piensas en Tae.
Desesperado con sus pensamientos repetitivos, tomó el celular del bolsillo de su pantalón y comenzó a moverse entre las aplicaciones sin ponerle su total atención.
Hasta que un mensaje de parte del líder del departamento de anticorrupción, llegó a su celular con el título: ¡Urgente!
Rápidamente abrió el mensaje que estaba conformado por cinco imágenes de Dong Sung-woo en el aeropuerto de Daegu. Dos de ellas eran del alfa en las bancas de espera del aeropuerto, otras dos del mayor abordando un avión y la última una foto de la pantalla de vuelos donde indicaba los números y horarios de los aviones. Regreso una imagen atrás solo para confirmar el número y sonrió un poco triunfante.
— Chicos, miren esto. — Los tres detectives miraron las imágenes de su celular y después sonrieron igual que él. — Creyó la falsa información, así que ahora va a Seul en el otro vuelo que salió después de este. Avisare al sargento para que alguien lo esté esperando y haga un seguimiento.
— Yo podría quedarme en el aeropuerto.
— Y eso sería genial Lee Chan, pero si creyó nuestra pista falsa, entonces ya nos está investigando y sabrá a estas alturas que somos detectives, no quiero arriesgarme a que sepa que lo mantienen vigilado mientras esta en Seúl, quiero que siga pensando que nos lleva ventaja y que no sospechamos que esta en la ciudad.
La llamada a su Sargento fue más satisfactoria cuando tenía al menos una buena noticia que darle.
Ya quería sacar a ese alfa de las calles para evitar más víctimas y para darle justicia a las que ya había lastimado y atemorizado en el pasado.
Ya esta aquí.
El vuelo de Minjae ya había aterrizado, el tiempo de recoger equipaje ya había pasado y ahora los pasajeros de ese vuelo salían tranquilamente a la gran área de espera donde él casi brincaba feliz de volver a ver a su amigo.
Cuando finalmente el rostro sonriente de Minaje apareció su cuerpo se comporto raro.
Todo era saludos entre sus amigos y el alfa que acababa de llegar mientras su latido se descontrolaba y su respiración fallaba.
Los sonidos de repente fueron solo silbidos agudos y molestos que no le dejaban entender correctamente las palabras pronunciadas, un nudo se asentó en alguna parte de su garganta y por más que pasaba saliva no se deshacía.
Todas las sensaciones fueron confusas y lo estaban asustando un poco hasta que un rostro sonriente apareció frente a él.
Minjae.
De inmediato los sonidos tenían sentido, las platicas distantes fueron más audibles y su garganta se sintió libre de opresión.
Pero sus latidos y respiración aún eran inestables.
— ¡Hola Taetae! — Antes de que pudiera decir un saludo a cambio de las alegres palabras de su amigo, el menor lo atrajo en un abrazo. — Que bueno verte.
Y mientras yacía entre los brazos de su amigo lo supo.
Era la primera vez que esos sentimientos apretaban su corazón.
La primera vez que solo el aroma de alguien agudizado sus sentidos de beta. Quería enterrar la nariz en ese aroma terroso y a pino, solo inhalar la esencia.
Quería que los brazos del alfa se apretaron un poco más, que lo sostuviera ahora que sentía que sus rodillas querían ceder bajo su peso.
Quería que le sonreirá solo a él.
Quería a su amigo.
…Pero no solo lo quería como amigo y eso lo hizo sentirse tan mal y desorientado que casi se pone a llorar.
Le gustaba Kim Minjae, su amigo.
El novio de su amigo Jimin.
Un alfa.
Ahorita les subo el otro capítulo mis lindos Makis.
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