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Capítulo 40

Disfruten del capítulo mis lindos Makis

— Kookie cálmate, hasta yo puedo sentir tu aroma. Ellos están bien. Jin-hyung es fuerte y se encargará de cuidar a Yoongi-hyung.

Dejo de ver la hora que su reloj de muñeca marcaba y se encontró con la mirada del beta castaño que lo miraba con un poco de diversión, quizás eso se debía a que estaba revisando la hora cada quince minutos.

— Lo sé Nam-hyung, es solo que es la primera vez que Yoongi-hyung sale de mi vista tanto tiempo desde que su hermano vino a Seúl. Aunque yo esté en el trabajo siempre hablo con él por mensaje y siempre se donde esta, pero hoy ni siquiera hemos hablado desde el desayuno. — Volvió su vista al reloj aunque solo habían pasado algunos segundos desde que lo dejó de mirar, no había visto a su lindo omega en todo el día y lo extrañaba mucho. — Hyung, ¿tú tampoco sabes dónde está Hobi-hyung?

— Yo si se donde está Hobi-hyung, él, Jimin y Tae fueron al salón y después iban a arreglarse en casa de uno de ellos.

— Wow ¿tanto tiempo para ir al salón?

— Así es, después de todo Minie se asegurará que todo quede tal y como él quiere.

— Pobres de los trabajadores.

El pequeño omega pelirrosa podía ser un dolor para los estilistas que los iban a atender si las cosas no se estaban haciendo según sus indicaciones. Ya no estaba sorprendido por la ausencia de los dos omegas y del beta en la casa llena de Namjoon.

El cumpleaños de Jin no pudo dejar de ser celebrado aunque su hermano Minjae y sus padres estuvieran en Daegu, sus amigos se habían encargado de realizar una pequeña fiesta para el mayor y ahora había gente del restaurante y algunos otros que desconocía, todos esparcidos en pequeños grupos entre la sala y la cocina. Incluso los padres de Namjoon y los padres de Jimin estaba ahí para celebrar al alfa rubio.

Pero eso aun no le explicaba por qué su lindo Yoongi lo había abandonado desde temprano. Cuando despertó ese día solo el aroma único de su pelimenta persistía en la habitación y él casi cae por las escaleras cuando se apresuró hacia la cocina para buscarlo, aunque su olfato ya le hubiera asegurado que el único en la grande casa, aparte de él, era Namjoon.

Se preocupo de inmediato hasta que el beta castaño le había explicado con calma que su Yoongi y Jin habían salido juntos y que volverían después. Solo que no esperaba que después significaba muchas horas después.

Namjoon había tratado de distraerlo durante toda la mañana y toda la tarde, incluso en ese momento mientras le hablaba de cualquier tema que mantuviera lejos el nombre de Yoongi.

Hizo un esfuerzo en prestar atención a la conversación y aportar en ella, pero su lobo seguía inquieto, se movía de un lado a otro esperando por el regreso de su lindo omega y nada lo distraía de ello, el alfa viviendo en su interior solo se puso alerta algunos minutos después cuando un auto estacionó en la entrada pero al no sentir la cercanía de su pareja volvió a moverse impacientemente mientras él se dedicaba a olfatear el aire con la esperanza de encontrar la esencia de Yoongi.

— ¡Oh! — Esos aromas los conocía, aunque había algo raro con la cuarta esencia que no lograba captar totalmente por lo tenue de esta. — Ya llegaron Hobi-hyung, Jiminie y Taetae.

La mirada del castaño beta quedó enfocada en su novio pelirrojo. Los ojos de Namjoon tomaron un brillo diferente cuando se encontraron con los del omega que apenas entraba por la puerta. Para esos dos el mundo había desaparecido y solo podían ver al contrario, entendía esa sensación, siempre la sentía cuando su Yoongi estaba frente a él.

Pudo haberse perdido en sus pensamientos nuevamente, extrañando mentalmente a su lindo pelimenta, sin embargo finalmente pudo reconocer el cuarto aroma que acompañaba a sus amigos.

— No puede ser, es la señora Kim.

La madre de Taehyung estaba frente a él después de seis años y su sonrisa no podía ser más grande en su rostro. La beta castaña seguía exactamente igual que cuando la tuvieron que dejar atrás en Busan, la sonrisa geométrica, la piel color caramelo y los ojos expresivos que siempre lo miraban con calidez y cariño como si se tratara de su segundo hijo.

En cuanto la mayor estuvo a su alcance, no dudo en atraería en un fuerte abrazo.

— Kookie, me alegra tanto verte. Te has puesto tan guapo. — Su rostro estaba siendo acunado entre las manos pequeñas y delicadas de la mayor en un gesto tan maternal que algunas lágrimas juguetearon en sus ojos. — Donde consiguen tantos amigos aapuestos.

Había escuchado la pregunta de la mayor, pero su mente aún estaba procesando el hecho de que tenia finalmente frente a él a la beta a la que quería como una madre.

— Señora Kim, ¿cuándo llegó? ¿Por qué no me dijo nada?

— Perdón Kookie, pero lo planeé con Tae de un momento a otro y decidimos que fuera sorpresa para ti.

— Pero se quedará en Seúl, ¿cierto?

Realmente esperaba que su respuesta fuera sí, porque tener a la madre de Taehyung viviendo en la ciudad era lo único que faltaba para que su pequeña familia de tres estuviera nuevamente reunida y se integrara a la nueva familia mas numerosas que los estaba integrando a su mejor amigo y a él.

— Así es. Pero ya tendremos tiempo para hablar de ello y de muchas más cosas, ahora preséntenme a este alto y guapo beta con tan bonita sonrisa.

— Madre, por favor. — Taehyung, ahora pelirrojo, amonestó a su madre con una sonrisa rectangular mientras al castaño y alto beta se le coloreadas las mejillas con un tono rojo. — El es Namjoon-hyung, es el novio de Hobi-hyung.

Ambos betas se saludaron y él comenzó a interrogar a la señora Kim sobre todos esos años que no se habían visto, ella no se molesto en abordar cualquier tema que incluyera a la familia Jeon pues la mayor era muy consciente de que realmente habían quedado en el pasado.

Simplemente hablaron acerca del trabajo de la mayor y algunas cosas más a las que no pudo ponerles mucha atención pues su buena audición captó una conversación privada que estaba siendo susurrada a un par de metros detrás de él, conversación que lo sonrojo completamente.

Te ves tan, tan bonito mi Hobi.

— ¿Si te gusta?

Me encanta, cualquier cosa que te pongas se te ve increíble. Aunque tal vez sería mejor que mañana no uses nada en lo absoluto, así será mas fácil que te haga el amor.

— ... se que la recuerdas Kookie, tu y Tae solían ir a comprarle dulces a esa señora...

El celo normalmente varía algunos días. ¿Cómo sabes la fecha exacta?

Lo se porque mi Bonito-hyung un día antes empieza a frotarse y a dejar su olor en mi.

— ¿En serio lo hago?

— Si y me encanta cuando lo haces. Lo haces de manera tan inconsciente y te ves tierno.

— ... incluso el parque donde Tae tomaba fotos sigue igual. Solo...

Eres un tonto, como hablas de mi celo cuando estamos todos reunidos.

— ¿Qué tiene eso de malo mi Hobi?

— Que ahora estaré pensando en eso durante toda la noche.

Una risa trató de ser ocultada por Namjoon, pero aún así la escuchó.

Mi bonito, eso sería muy malo porque hoy me di cuenta de que Jungkook puede oler bastante bien, los olfateó desde antes de que entraran y aun por encima de todos los aromas que hay en este momento. — Probablemente su cara, cuello y orejas ya se encontraban de un fuerte color rojo, pero no podía interrumpir a la pareja porque se darían cuenta de todo lo que ya había escuchado. — Yo lo podría distraerlo con algunas historias penosas de Yoongi, pero corro riesgo de ser asesinado por mi amigo.

Si, sobrevives te prometo recompensarte bien por ser mi héroe.

— Ese me parece un trato excelente. Ahora donde dejaron a Yoongi-hyung.

Ahora se alegraba tanto de no haber interrumpido a la pareja. Por fin sabría dónde está su lindo novio.

Creímos que ya estaría aquí. Nos separamos para ir por la mamá de Tae, pero por lo que escuche Jin-hyung lo quería obligar a usar ropa que hyung no usaría, probablemente estén tardando por ello.

O porque Yoongi-hyung está escondiendo el cadáver de Jin-hyung.

— Eso me parece más probable.

Las risas de Hoseok y Namjoon se escucharon como un muy lejano y ahogado sonido, todos sus sentidos ya estaban enfocados en la presencia de su pareja. Pudo escuchar como los pasos estaban cada vez más cerca de la puerta, pudo olfatear el aroma de Yoongi mezclado a la perfección con el suyo lo que significaba que no tenía puesto el neutralizador, pudo sentir todas las emociones arremolinandose e invadiendo el lazo que compartían y finalmente vio esos bellos ojos gatunos que tanto le gustaban.

Aunque no pudo observarlos por mucho tiempo ya que su mirada viajo para observar a su lindo novio. Comenzando por su cabello color negro, tan oscuro como el suyo y que provocaba que la suave y cremosa piel se viera mucho más blanca y hermosa. También agradeció mentalmente a Jin por lograr convencer a su Yoongi que usará esas ropas, el pantalón de piel se pegaba demasiado bien a sus piernas delgadas y el material blanco de la camisa lo hacia verse aún más lindo de lo que ya era.

Aunque su atención se mantuvo un poco más de tiempo en la piel descubierta del cuello y los hombros, donde la abertura de la camisa dejaba ver las dos marcas en forma de media luna que ya eran de un suave color rosa.

Podía sentir una enorme sonrisa estirando sus labios mientras veía a su hermoso novio acercarse a él, su buen oído no le ayudó a saber que es lo que estaban diciendo sus amigos porque él solo miraba a su lindo Yoongi que caminaba entre sus conocidos con las mejillas rojas pero con seguridad mostrando su marca y su nuevo aroma.

Su Yoongi se detuvo a su lado mientras saludaba a la madre de Taehyung con una inclinación. Las mejillas esponjosas seguían estando con un suave rubor que no hizo más que volverse más pronunciado cuando él acercó su mano para entrelazar los dedos con los de su bajito pelinegro y así llamar su atención.

Los ojos oscuros se posaron sobre su persona por una fracción de segundo antes de volver a apartarse y mantenerse en cualquier lugar de la decoración mientras mordía su labio inferior en un gesto nervioso, pero no se alejó del agarre por eso una sonrisa tonta ya estaba estirando las comisuras de sus labios.

— Señora Kim, él es Yoongi-hyung — le dijo a la mayor que no dejaba de mirar sus manos entrelazadas y la marca que se mostraba en la piel blanca del cuello de Yoongi —, hyung ella es la madre de Taetae.

— Oh, mucho gusto. ¿Es tu... novio? — preguntó la beta que trataba de ocultar su felicidad, aunque no pudo retener la sonrisa geométrica en su rostro delicado.

— ¡¿Tienen un lazo?!

El grito de Jimin resonó contra su oído e hizo voltear a todos los presentes, algunos tenían la misma cara de sorpresa que el peliplateado omega mostraba, la mayoría se sorprendieron por el lazo entre ellos aunque parecía que ya sabían sobre su relación y los restantes solo les sonrieron para mostrar su apoyo y felicidad por la noticia que ya sabían.

Le hubiera gustado agradecerles pero él estaba concentrado mirando a su lindo omega de mejillas sonrojadas y mirada un poco agachada. Aún no había tenido tiempo de hacerle esa pregunta tan importante a Yoongi, él sólo había asumido que eran novios por el lazo que compartían y ya no se molesto en saber lo que el mayor pensaba, pero tenía que contestarle a la señora Kim y ella lo reprendería por no haber preguntado desde el inicio.

Aunque una respuesta ya se había formado en su mente y solo le bastó ver esos bonitos ojos para saber que Yoongi estaría bien con sus siguientes palabras.

— Es mío y soy suyo.

Una hermosa sonrisa pequeña se extendió en los labios color rosa y aunque los ojos gatunos seguían mirando el suelo, sintió la emoción llenando el lazo que los unía.

Aquella burbuja donde parecían existir solo ellos dos solo se vio interrumpido por un nuevo grito de Jimin, quien estaba mostrando su inconformidad por no saber sobre su relación.

— ¡¿Pero cuando es que paso?! ¡Tu sabias Tae y no me dijiste! ¡Ahora quiero detalles! ¡Muchos detalles!

La madre de Tae, Jin, Namjoon y Hoseok reían por la indignación en la cara del omega, Taehyung miraba preocupado a todos lados intentando defenderse y su lindo pelinegro prácticamente se había escondido detrás de él.

Tardarían en tener contento a Jimin y tendrían que omitir muchos detalles a pesar de las exigencias del mismo, pero el estaba feliz de contar como había quedado completamente enamorado de ese hermosos omega con ojos gatunos.

— ¿Para que es toda esa comida, hyung? — Solo levantó la vista unos segundos para ver como su curioso alfa pelinegro y con cabello húmedo observaba todo lo que había en la mesa.

— Se las llevaré a Nam y Hobi. Te puedo asegurar de que pasarán los últimos días del celo de Hoseok comiendo puro ramen.

— Yo los llevo, solo deja me pongo-

— ¡No! — Los ojos sorprendidos del menor lo observaban fijamente y en el rostro se podía leer claramente el ¿por qué no? que aún no había formulado. — Lo siento, no quería gritar, pero tú no puedes ir — continuó con su tono de voz ahora bajo control.

— ¿Por qué hyung?

— ¿En serio me estas preguntando eso? Se un poco más consciente mocoso, Hobi esta en celo y tú eres un alfa puro con super olfato, realmente crees que te dejare ir ahí — contestó el inmediatamente se giro de nuevo a la nevera intentando ocultar el calor que comenzaba a escalar por sus mejillas.

Jungkook no se había dado cuenta de sus evidentes celos, ¿cierto?

Mientras se planteaba esa pregunta en su mente, los brazos del menor estaban rodeando su cintura y un beso era dejado en su marca haciéndolo estremecer un poco.

— Perdón hyung. Tienes razón no pensé bien antes de hablar, pero es solo que aún no has escuchado nada de tu hermano y sigo estando nervioso de que andes solo.

La nariz frotándose en la curva de su cuello y el olor a playa y menta que estaba llenando su nariz no lo dejaba concentrarse del todo y tuvieron que pasar algunos largos segundos antes de que su cerebro pensara en alguna respuesta.

— Esta bien... También sigo un tanto nervioso sobre su próxima visita. ¿Qué te parece si vamos rápido en el auto y tú te quedas adentro... con todos los vidrios arriba... y ponemos el aromatizante artificial?

La suave risa de su alfa llenó la habitación cuadrada que conformaba la cocina y el sabia que estaba siendo bastante exagerado con el tema, pero no pudo evitarlo. Solo le quedaba hacerse el indignado para salvar un poco del orgullo que siempre dejaba en el olvido cuando se trataba de Jungkook.

Aplicando fuerza sobre los antebrazos que se cruzaban a su alrededor se soltó y se separó algunos pasos, aunque más bien podía asegurar que el alfa deshizo por voluntad propia el agarre una vez que vio sus intenciones, de otra manera él no podría contra la fuerza del menor.

— Iré yo solo y si me sigues no dormiré en la misma cama que tú, ¿entendiste? — aclaró mientras tomaba las bolsas que había llevado ya listas desde el restaurante cuando su turno terminó y empezaba su camino a la salida de la casa del mocoso.

— No, no, no. Lo siento hyung, déjame acompañarte, ya no diré ni una palabra... lo juro solo me dedicaré a respirar el aromatizante.

Bien, eso sí que le había sacado una sonora risa. Se quedó de pie a unos pasos de la entrada riendo sin darse cuenta del estado de alerta que había adoptado Jungkook a su lado, solo se giró a verlo cuando un amenazador gruñido salió del fondo de la garganta de su pelinegro seguido de un agarre en su brazo que lo arrastró hasta que su nariz quedó enterrada en el pecho firme del alfa.

Inmediatamente su omega se puso en alerta al recibir por medio del lazo la inquietud de su pareja. Quiso preguntar qué era lo que sucedía, pero no fue necesario cuando los vellos en su nuca se erizaron y su lobo se encogió en su interior como reacción a quien sea que estaba tocando el timbre de la puerta de entrada y no tuvo que pensar mucho antes de saber que esa reacción solo se daba debido a su hyung.

Apegándose más al cuerpo que lo envolvía de manera protectora empezó a inhalar y a exhalar intentando calmarse, su hermano mayor era un alfa intimidante, pero ya había demostrado que eso no era suficiente para ir en contra de su Jungkook, por ello sintiéndose totalmente confiado alzo su vista para poder ver lo tensa que estaba la cara del menor.

— Kookie, esta bien, tenía que enfrentarlo tarde o temprano, y creo que ahora es el momento-

— No está solo, hyung.

¿Que? ¿Acaso su hermano había contratado a alguien para que fueran por él a la fuerza? ¿Era capaz de algo así?

— Tranquilo, no tengas miedo, no te pasara nada Yoongi-hyung.

— No tengo miedo por mi. — Hundió su nariz en el cuello del más alto, buscando esa zona donde más se concentraba el olor. — No quiero que te pase nada.

— Nada me pasara, estaremos-

Abre Jungkook, no me iré sin hablar contigo. Sabes que los estoy escuchando, así que es mejor que abras de una vez para que podamos solucionar este problema rápidamente.

Definitivamente no conocía esa voz, pero al parecer quien quiera que estuviera afuera con su hyung si conocía a su pelinegro. Eso lo hizo voltear hacia arriba una vez más apreciando nuevamente la tensa mandíbula.

— Deja eso en la cocina y sube a la habitación, hyung.

Un beso fue dejado en su sien y el calor que lo cubría se separó de su cuerpo cuando su alfa avanzó los pocos pasos hasta salir por la puerta de la casa seguramente para ir a abrir la reja que daba el acceso a la vivienda.

Recordando las palabras que le fueron dichas antes, fue a la cocina a dejar las bolsas, sin embargo hasta ahí seguiría las palabras del menor. En lugar de dirigirse a los escalones que lo llevarían a la recámara, salió por el marco que daba a la sala y se quedó de pie en el mismo lugar en que había sido sostenido por los brazos protectores de su pelinegro.

Tomó unas cuantas profundas respiraciones antes de que los aromas intensos invadieran su nariz. El conocido aroma tranquilizante de su alfa cubría un poco los otros pero aun así podía sentir claramente el penetrante olor a Whisky y comino de su hyung y otro que era nuevo para él, café negro y jengibre.

Tendría que volver a soportar la mirada de desaprobación en los ojos de su hermano, pero esta vez no retrocedería porque estaba decidido a no dejar que lo separaran de Jungkook.

Actualización 1/2
Estaré subiendo el siguiente capítulo en algunos minutos mis lindos Makis 😊💜

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