Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 20

Por segunda vez despertaba con su Yoongi entre sus brazos y le gustaba tanto la sensación de ello que su corazón latía más fuerte ante la idea de que así fueran todos los días siguientes.

— Buenos días, Yoongi-hyung.

— Bu-Bue-Buenos.. días.

Frotó la punta de su nariz con la contraria más pequeña un segundo antes de dejar un casto beso sobre los labios color rosa. Le hubiera gustado profundizar aún más ese toque pero aun no lavaba sus dientes y no quería que el mayor soportara su aliento matutino.

— ¿Pensabas huir de mi? — pregunto ya que la causa de que sus ojos se abrieran fue el movimiento que su lindo pelimenta estaba haciendo para salir del fuerte abrazo que él mantenía a su alrededor.

Aunque en realidad sabía la razón, Yoongi dejaba que sus pensamientos y sentimientos fueran como un libro abierto para él y su lobo, así que sabía que el mayor había querido huir en silencio para preparar el desayuno.

Había estado despierto por un tiempo disfrutando de los silenciosos pensamientos que su omega mantenía mientras lo miraba. Ciertamente él no había tratado de ocultar lo que pasaba por su mente, pero ya había notado que el mayor no podía leerlo de manera tan sencilla como ocurría a la inversa.

Se preguntaba si eso se debía al estricto control que mantenía Yoongi sobre el lobo en su interior. En varias ocasiones, desde que estaban enlazados, sintió como su pelimenta reprimía con bastante frecuencia sus instintos primarios, es decir a su omega, esto lo hacía ya casi inconscientemente causando que se preguntara desde cuándo es que el mayor mantenía ese férreo control sobre su lado animal.

Tenía muchas preguntas acerca de su pelimenta pero ya tendría tiempo para ello, para conocer por completo la historia de su omega y contarle la suya.

— No estaba huyendo... Iba a prepar e-el desayuno

— Tu no puedes hacer eso hyung, yo estoy aquí y solo quiero mimarte y ver que descanses.

— Pero anoche preparaste la cena para los dos..

— ¿No te gusta como cocino hyung?

— ¡Si me gusta!... — gritó con ojos indignados que inmediatamente se volvieron timidos al darse cuenta de que había gritado —. Realmente dije la verdad anoche, cocinas muy bien y tus platillos podrían incluso venderse en restaurantes.

— Entonces está decidido. Yo voy a cocinar y tu te vas a dedicar a cuidar nuestro lindo nido. — Dejó un beso en la punta de la naricita de botón y se levantó cuidando no tirar más de la ropa que ya había derribado mientras dormían debido a su altura. — ¡Oh! Espera hyung, tengo que llevarme algo que me motive a cocinar mucho mejor.

Su lindo omega se quedó observandolo con curiosidad mientras él se devolvía los pocos pasos que había avanzado.

Tomo las dos mejillas contrarias entre sus manos y succiono el regordete labio inferior con entusiasmo. Una vez más la necesidad de profundizar el beso lleno cada poro de su piel pero si hacia eso nunca saldria de la habitación para preparar el desayuno que sus estómagos comenzaban a pedir.

Utilizó el sobrante de la cena de la noche anterior, pero sabía que a Yoongi no le importaría eso pues, desde el día anterior, ambos sentían la necesidad de pasar el menor tiempo posible lejos del otro.

Cuando terminó de colocar todo en una bandeja subió a su habitación sin perder ni un segundo más. Igual que la noche anterior, colocó la comida en la mesita de noche mientras él cargaba al mayor para acomodarlos a ambos en el suelo de la habitación, obviamente con el mayor de manera lateral en su regazo, pues ninguno de los dos quería llenar el nido con el aroma de la comida, solo querían que sus aromas naturales fueran los únicos ahí.

Si no había insistido en bajar a la cocina fue porque sintió la ansiedad de su pelimenta en cuanto le sugirió que bajaran, su lindo omega no quería apartarse de su nido y para ser sinceros él tampoco quería retirarse por mucho tiempo de un lugar que era tan importante para el mayor en ese momento.

— ¿Hyung, hoy tienes que ir a trabajar?

"Tengo que ir a ayudar con tu sorpresa", fue el pensamiento que atravesó de manera ansiosa por la mente de su Yoongi, mientras los gestos de su cara no revelaban nada.

— Si, ayer me tomé el día. No sería justo para Jin-hyung que faltara.

— Cierto. — VIo como las mejillas se inflaban un poco cuando otro bocado de comida atravesó los labios de tono rosa y las ganas de llenar de besos toda la carita del mayor de nuevo lo atacaban. — ¿Esta mal que te pida que te r-regreses a dormir nuevamente aquí co-conmigo después de tu trabajo?

El abultado labio inferior frente a él quedo atrapado entre la hilera de pequeños y blancos dientes y esta vez no pudo resistir las ganas de acercarse para que sus dientes remplazaran esa ligera tortura a la que el mayor estaba sometiendo a su labio para que fuera él quien se apoderara de esa gratificante tarea.

El pequeño gemido que obtuvo a cambio lo hizo soltar un suspiro satisfecho. Por un momento olvidó el hilo de la conversación que mantenían, pero nadie podía culparlo cuando el tono un poco ronco de la voz de Yoongi subía en uno más agudo para demostrar cuánto le gustaban sus acciones.

Finalmente pudo alejarse después de que se aseguró de que el labio torturado gentilmente recibiera las suficientes succiones para aminorar el suave dolor. Su mente quedó dando vueltas después de ese toque y por las sensaciones que lo invadieron a través de su lazo se dio cuenta de que su pelimenta estaba en las mismas condiciones, aunque eso también lo pudo deducir cuando abrió sus ojos y enfocó la bonita imagen de mejillas sonrojadas, labios entreabiertos y ojos vidriosos y nublados por el deseo de más de ese roce.

— ¿Regresaras esta noche hyung?

— S-Si..

Sus labios se estiraron en una sonrisa tan grande que temía que las comisuras se rasgaban y su corazón se aceleró nuevamente como si estuviera a punto de tener un ataque de taquicardia, pero solo era su lindo omega enamorandolo cada vez más.

Dejó un beso en la suave mejilla antes de delinear con la punta de su nariz la hermosa clavícula cubierta de blanca piel y que quedaba expuesta porque el mayor aún usaba su playera que era demasiado grande para los estrechos hombros pero que al mismo tiempo se le veía tan perfectamente.

Cuando la palma de su mano descansó en uno de los delgados muslos dejó de pretender que no quería tocar la suave piel y deslizó las yemas de sus dedos por el exterior de la pierna, no se detuvo hasta que estuvo tocando el borde del bóxer ajustado que su pelimenta estaba usando.

Esa prenda también le pertenecía pero nunca la había usado, primero porque era demasiado ajustado para sus largas horas sentado en una patrulla o detrás de un escritorio y segundo porque eran demasiado cortos y solo cubría lo necesario, pero estaba demasiado feliz de haberlos conservado porque ahora tenía la dicha de ver lo magníficos que lucían en su hermoso omega.

— Ju-Jungkook.. ah~ — un suspiro bajo salio de los dulces labios contrarios cuando sus dedos presionaron un poco los muslos.

Se alejó un poco solo para mirar los bonitos y pequeños ojos llenos de un brillo lobuno que le indicaba la presencia de su omega en la superficie, le gustaba Yoongi como era, ya sea que controlara o no a su lobo, pero estaba seguro de que su lindo omega se sentiría mucho mejor cuando aprendiera cómo hacer que las dos partes que conformaban su ser convivieran al mismo tiempo.

— Eres lindo Yoongi-hyung.

La palma de su mano se encontró con la mejilla derecha, su vista se perdió tratando de grabar cada uno de los rasgos que conformaban la carita pequeña del mayor y su corazón latía tan fuertemente como el del lobo en su interior, ambos inmensamente felices de sostener el cuerpo más pequeño de su omega entre sus brazos.

El lazo que compartían estaba lleno de felicidad y paz desde ambos extremos. Se sentía tan bien en ese momento que los recuerdos de cómo había despertado sobresaltado el día anterior parecían muy lejanos, solo que aun no podía olvidar cómo dolió su corazón cuando sintió la tristeza de Yoongi.

Haría lo que estuviera en sus manos para evitar que esa fea sensación llenará de nuevo a su lindo pelimenta.

— Hyung, ¿puedo saber qué es lo que te hizo estar tan triste? — Los ojos contrarios se llenaron de inseguridad cuando se encontraron con los suyos y la blanca piel pareció bajar por lo menos un tono de palidez. — Olvidalo, lo siento por preguntar. Soy un tonto, no deberia hacerte recordar algo que te puso triste.

La mirada de su omega bajo hasta que solo miraba los dedos que jugueteaban en el regazo, los estrechos hombros cayeron y el labio inferior se abultó un poco, como si estuviera a punto de hacer un puchero.

Estuvo a punto de rodear el cuerpo del mayor en un apretado abrazo y suplicarle que le perdonara por haberle recordado lo que sea que lo pusiera triste, pero la voz del mayor lo detuvo.

— Y-Yo... Ayer me hice u-una prueba.. de embarazo.

Su saliva bajó con dificultad cuando se dio cuenta de hacia dónde se dirigía el tema. En los días que habían pasado separados ya se había preguntado en varias ocasiones acerca de la posibilidad de que ellos dos crearán una pequeña vida. Le encantaba la idea más de lo que pudo imaginarse alguna vez.

Su pulso golpeaba fuertemente mientras esperaba silenciosamente, pero ansioso, por la respuesta.

— Me tomé un anticonceptivo la mañana que me fui.., pero eres un alfa puro... Creí... — Cuando la pausa se volvió lo suficientemente larga, él colocó nuevamente su mano en la mejilla de piel suave para alzar la cara del mayor hasta que sus miradas volvieron a cruzarse. — Yo hablaba to-todas las noches con mi vientre.. y ayer m-me entere que no habia na-nada ahi.

Sus propios ojos se llenaron de lágrimas cuando vio que sucedía lo mismo en los ojos de su pelimenta. Entendió el sentimiento de tristeza y los llamados que su omega le hizo la mañana anterior. Justo en ese momento su propio lobo rascaba en su interior totalmente abatido por la sola idea de que su pareja se hubiera ilusionado de esa manera y que no hubiera estado ahí cuando lo necesitaba.

— Debí de haber estado a tu lado hyung, no tenias porque haber pasado por esto tú solo. Y en primer lugar no hubiera sucedido si yo hubiera hecho las cosas de manera correcta. — Se permitió tomar el cuerpo delgado entre sus brazos y enterrar su nariz en la curva del cuello para absorber ese delicioso aroma que emanaba de ahí. — Lo siento tanto.

— Entiendo.. si quieres deshacer la marca.

— Shhh, no Yoongi-hyung. Estar enlazado contigo es maravilloso para mi y nunca podría arrepentirme de ello. — Inhalo profundamente una última vez antes de enderezarse y confesarle al mayor todo lo que había hecho mal ese día. — Me arrepiento de no haber entrado a casa cuando Minjae-hyung me dejó en la puerta de entrada esa noche, me arrepiento de no haberme frenado lo suficiente y me arrepiento de no haber ido contigo y decirte todo esto antes.

— Pero yo fui el que... es mi culpa lo que pasó esa noche.

— Eso no es verdad.

— ¡Lo es! — Grito luciendo un poco desesperado, como si intentara explicar algo aún más complicado de lo que realmente iba a decir. — Yo nunca.. estuve con n-nadie antes de esa noche, mi omega tomó el control... Mi omega hizo-

— Tu lobo te domino porque el mio fue quien lo llamó. Mi lobo y yo siempre estamos en sintonía, ambos te deseabamos solo a ti Yoongi-hyung, mi lobo y yo fuimos quienes usamos todas nuestras ventajas a nuestro favor. Me gustas Yoongi-hyung, si tengo que decírtelo todos los días entonces lo haré, lo haré hasta que realmente me creas y lo seguiré haciendo incluso después si esto que estamos empezando avanza aún más.

— No estoy seguro de que las cosas avancen más, creo.. que lo mejor sería que rechaces la unión.

— Por favor no me pidas eso hyung. Yo... — La primera de sus lagrimas salió ante la sola idea de lo que el mayor estaba sugiriendo, su lobo aulló tristemente y su corazón dolió. — Yoongi-hyung, yo no quiero eso.

Habían pasado años desde que había llorado de la manera en que ahora salian sus lagrimas, pero cada célula de su cuerpo dolía ante la idea de romper la unión con su lindo pelimenta. No quería perderlo.

Las manos blanzas y de largos dedos acunaron su rostro y se encontró con los ojos gatunos inundados en lágrimas como los propios.

— Ahora no lo quieres, pero lo harás.

— No, p-por favor dejame de-demostrarte que no es asi. — Suplico, aferrandose al cuerpo de Yoongi y mojando con sus lágrimas el hombro del mismo. — P-Por favor, danos la oportunidad d-de intentarlo.

Yoongi soltó su rostro mientras parecía considerarlo y escondió su cara en su pecho antes de responder con un bajo susurro.

Bien.

En silencio los acomodo a ambos en el centro del nido y siguió repartiendo besos a lo largo de la pequeña carita mientras sostenía a su omega lo más cerca posible.

Ya no hubo ningún intercambio de palabras pero ambos se estaban reconfortando con solo la presencia del contrario y fue de esa manera hasta que un mensaje en el celular del mayor les recordó que ambos tenían que separarse por el momento solo que esta vez su mente se quedaba tranquila con la anterior promesa de que esa noche volvería a disfrutar de tener a su lindo omega entre sus brazos.

— Namjoon viene por mí... Empezar a-a poner t-tu ropa en su lugar.

— No puedes deshacer nuestro nido hyung. Esta noche dormiremos en el. — Le recordó dejando un beso en la frente.

— Pero tu ropa-

— Solo tomaré lo que necesite para este dia.

— B-Bien.

Con el poco tiempo que tenía antes de que el amigo de Yoongi llegara por él, tuvo que resistirse a volver a aferrarse al mayor, aunque su lobo gruñera molesto en su interior por que no le permitía volver a sostener cerca a su omega.

Logró mantener sus manos a los costados y fuera del cuerpo del pelimenta por varios minutos completos hasta que vio como este se dirigía a la puerta de entrada para salir.

Serian unas horas muy largas para él estar separado de su lindo omega, pero tal vez escuchar una vez más la promesa de que volvería en la noche le bastarían para soportar.

— Hyung, ¿me prometes que volverás esta noche?

— S-Si.

El suave rubor contrastó rápidamente contra la piel blanca de las mejillas y nuevamente el labio inferior era mordido con nerviosismo.

Se inclinó lo suficiente para dejar un beso en el maltratado labio, pero cuando probó el sabor dulce de este no evitó que el beso que estaba destinado a ser rápido y tierno se volviera cada vez más largo y profundo.

Llenó sus papilas gustativas con el sabor de Yoongi y pego su torso al calor y suavidad del contrario. Solo retrocedió cuando empezó a ser consciente de que sus pulmones necesitaban aire.

Un sonrojo estaba cubriendo la piel blanca y en los labios frente a él había suficiente evidencia de lo que había sido su beso de despedida

—Y-Ya m-me voy.

— Te veré esta noche. hyung.

Un sonidito afirmativo fue su única respuesta antes de que Yoongi saliera hacia el exterior.

Su Yoongi, su omega.

Esas palabras ya empezaban a significar mucho para él.

💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro