Capítulo 17
Cuando la puerta principal de su casa se cerró, finalmente abrió los ojos.
Su lobo aulló de tristeza en su interior y pedía que corriera detrás de su omega, pero él permaneció acostado mirando fijamente la puerta de su habitación.
Se ilusiono al creer que Yoongi se quedaría hasta que su celo terminara pero en cuanto el mayor despertó esa mañana no perdió ningún segundo antes de levantarse, vestirse e irse lo más rápido posible.
Fueron apenas unos pocos minutos lo que el mayor tardo en salir de la casa, pero había sido muy difícil para él fingir que estaba dormido cuando solo quería abrazarse al cuerpo del pelimenta y rogarle que se quedara.
Quería que el mayor se quedara a su lado y que le diera una oportunidad para demostrarle que sus sentimientos eran serios y que podían formar una relación, pero deseaba más que nada que el propio Yoongi fuera quien decidiera todo eso por su cuenta.
En su infancia y adolescencia había vivido lo que una relación forzosa podía hacer con los individuos y no quería eso para iniciar una relación con su omega.
Eso lo hubieras pensado antes de hacer la marca.
Reprenderse mentalmente únicamente le estaba sirviendo para sentirse mal por algunas decisiones tomadas de manera precipitada, pero era lo único que lo mantenía atado a la cama en el momento que la tristeza empezó a invadir su lazo con Yoongi. Lágrimas se acumularon rápidamente en sus ojos y su corazón sentía las mismas punzadas de dolor con las que su omega estaba lidiando.
Podía fácilmente ir y envolver entre sus brazos al mayor, pero su piel calentándose nuevamente le recordó que lo único que lograría con ello sería atraerlo nuevamente con el aroma de sus feromonas y con el llamado de su lobo.
Dejó que el llanto se formara debidamente y lloro mezclando la tristeza de su omega y la propia. Finalmente logró ser por un momento el alfa que sus padres querían, había tomado lo que realmente quería de Yoongi sin el consentimiento consciente de este.
No, yo no soy como mi familia.
Él se arrepentía sinceramente por no darle más opción a su omega en ese momento y estaba dispuesto a aceptar la decisión que el mayor tomara en cuanto a su unión, pero también planeaba pedirle la oportunidad de demostrarle que una relación era posible entre ellos dos.
No le importaba la cantidad de tiempo que le tomara a Yoongi salir de su zona confortable para darle una oportunidad, él podía esperar pacientemente si eso significaba que podía ser el causante de las futuras hermosas sonrisas del mayor.
Secó los dos caminos húmedos que sus lágrimas habían creado y empezó a llenar el lazo que lo unía a Yoongi de total tranquilidad, probablemente no era el mejor momento para recordarle a su omega que ahora estaban unidos de manera especial pero quería brindarle apoyo de la manera que pudiera.
Tomo su celular en cuanto lo ubico en el piso de la habitación a un lado de su pantalón y llamó a su mejor amigo, quería contarle lo que había sucedido y también quería que se enterara de lo mucho que estaba dispuesto a luchar por demostrar sus sentimientos, quizás en el proceso pudiera obtener un consejo y la ayuda que necesitaba.
No importaba cuanto tallo su piel, el aroma de Jungkook no salia. El perfume del jabón no fue suficiente para opacar la esencia natural del alfa.
Mi alfa.
¿Por qué se sentía tan bien cuando esas palabras llenaban su mente, si lo que había hecho estaba mal?
Jin había tenido razón en decir que su lobo estaba esperando el momento para tomar el control, pero se había equivocado las veces que le dijo que no era como su madre.
Nuevas lágrimas se deslizaron por su rostro pero el sentimiento de tristeza aun no se terminaba de formar cuando su lazo fue llenado de tranquilidad por segunda ocasión. Su lobo despertó lo suficiente para aullar queriendo estar a un lado de su alfa pero lo mandó a dormir en su interior tan pronto como le fue posible.
Comenzó a vestirse aun cuando sus manos estaban temblorosas y su corazón palpitaba dolorosamente, estar alejado de Jungkook cuando se acababan de acoplar definitivamente estaba teniendo efectos negativos pero simplemente fue demasiado para él ver como una sonrisa se percibía en el relajado rostro durmiente del pelinegro, sin duda el alfa estaba feliz de haberse acoplado pero eso solo duraría hasta que los efectos del celo pasaran y se diera cuenta de lo que realmente hizo.
Lo culparía, de que otra forma podría reaccionar si él realmente era culpable de esa situación. Su madre le comprobó en más de una ocasión lo vulnerables y persuasibles que eran los alfas durante su celo y aunque juraba odiarla por hacer algo así, ahora él le había rogado a Jungkook que lo mordiera cuando el menor estaba en su estado mas vulnerable.
Debería de estarse odiando en ese mismo momento, solo que su mente y corazón no tenían tiempo para ello porque ambos se estaban dejando mimar por los sentimientos relajantes que llegaban a través del lazo.
Se condujo hacia su habitación y comenzó a sacar ropa para vestirse, pero su mente se sentía alejada un poco de la realidad, enfocada por completo en su lazo, y todos sus movimientos fueron monótonos hasta que se encontró con la bolsa de la farmacia que descansaba sobre su cama.
Sus manos temblaron en el momento en que comenzó a sacar las únicas dos cosas que había comprado. No perdió tiempo en rociar el neutralizador hasta que estuvo totalmente seguro de que ni su habitación ni él cargaban el aroma a playa, pero estuvo bastante tiempo, o eso le pareció, viendo la pequeña caja que contenía una solitaria pastilla.
Su mano libre fue automáticamente a su vientre y puso más fuerza en el agarre que mantenía alrededor de dicha caja.
Él no había estado deseando secretamente tener un hijo y tampoco era su ilusión ser padre, pero por alguna razón no estaba muy seguro acerca de tomar esa pastilla.
No quieres romper todos tus vínculos con él.
No, él no era así. No estaba dispuesto a atar a Jungkook de esa manera, el menor no se lo merecía y él no actuaría igual que su madre. Su enamoramiento terminaría cuando el rechazo del alfa quedara claro para su omega y él podría seguir adelante.
Bueno, eso es lo que esperaba.
Metió la pastilla a su boca sin pensarlo un segundo más y se rodeó con sus brazos rezando mentalmente que funcionara.
Los alfas puros tenían altos porcentajes para concebir, incluso si su pareja era un omega hombre. También las probabilidades de que los anticonceptivos tomados con regularidad funcionaran eran casi nulas por lo que dudaba de la eficacia de la pastilla que había tomado, pero se aseguraría de que el menor supiera que no pretendía obligarlo a una relación.
Tomó lo necesario para salir lo antes posible de la casa y se dirigió al trabajo esperando que el inquietante silencio desapareciera porque comenzaba a sentirse juzgado por sus propios pensamientos.
— 𝓐𝓵𝓯𝓪 —
Creyó que enfocar su mente lo ayudaría a lidiar con el deseo de su lobo de dominarlo una vez más cuando sintió la necesidad del alfa a través de su lazo, pero controlarlo le estaba tomando mucho esfuerzo y se puso irritable a los pocos segundos de que llegó a la cocina que normalmente se llevaba su mal humor.
Cada golpeteo de un cuchillo contra la tabla de cortar, el sonido de las ollas y los sartenes cuando los movían y la vajilla siendo movida para comenzar a lavarla antes de que el restaurante fuera abierto a los comensales; todo estaba ayudando para que sus nervios se crisparan y lo sabía pero aun así explotó canalizó su mal humor hacia los tres que se encontraban riendo en aquel espacio.
— Abrimos en menos de una hora, ¿ya está todo listo? — pregunto mostrando su enojo, pero al parecer pasó desapercibido para los tres sonrientes rostros que se giraron para mirarla.
— Casi todo está listo, incluso el buldak para matar caracoles.
Las risas se renovaron después de que Jin diera esa respuesta y el no dudo en acercarse para probar un poco de aquel platillo. Sus pailas de inmediato fueron asaltadas por el sabor salado y aunque no era lo suficientemente malo le dio una excusa para poder gritar.
— No entiendo lo divertido de este error. ¡Las recetas están para seguirse y si no les gusta pueden ir a un lugar donde se les de esa libertad!
— Yoongi, estás exagerando. — Jin trató de tomarlo del hombro pero dio un paso hacia atrás para que eso no sucediera.
— ¿Estoy exagerando? — Si, lo estoy. — No estoy exagerando, llegamos al punto de confiar en que harían las cosas por sí mismos y si esto no se hubiera probado antes de salir los clientes lo habrían regresado. ¡Eso es una pérdida para nosotros, que no lo entiendes!
— No, no lo entiendo.
Que el mayor mantuviera la calma y le mantuviera la mirada como si conociera a la perfección lo que estaba tratando de hacer era aún más molesto.
— ¡No se puede estar cometiendo errores así, se supone que tenemos que cuidar la calidad de la comida, por algo el negocio avanzó rápidamente, porque entregamos todos los platillos con la calidad adecuada! — Estaba comenzando a gritar, pero necesitaba que el mayor también peleara con él para sacar su frustración.
— Yoongi quieres calmarte por favor. Seungwan-ssi y Mingyu-ah siempre han trabajado perfectamente, un error así con la sal le puede pasar a cualquiera y lo podemos solucionar con un poco de azúcar, no tienes que hacer un alboroto.
El aroma de Jin comenzó a llenar la cocina para tratar de calmarlo, pero no era lo que él quería oler, el solo quería el aroma a playa que erizaba las vellos de su nuca.
— Hyungs, ¿qué sucede?
Namjoon. Si no podía hacer enojar a Jin, probaría con el beta confundido que acababa de llegar.
— Y tú, cómo te atreves a pensar en faltar cuando Hoseok ya no está en celo, irresponsable.
Su amigo abrió abrió los ojos por la sorpresa y comenzó a titubear por lo bajo buscando las palabras para contestarle, pero no obtuvo su deseada pelea por la nueva intervención de Jin.
— ¡Yongi es suficiente! Vamos a la oficina de Nam. — Se sobresaltó un poco al escuchar el grito del alfa rubio, pero él no seguiría sus órdenes, no quería conversar solo necesitaba gritar. — Chicos lamento esto, les pido por favor arreglen el estofado con algo de azúcar y se preparen para abrir, en unos minutos volvemos.
— Cómo nos vamos a ir a hablar ahora que estamos por abrir, yo me quedaré a arreglar este desastre personalmente y-
— Ve a la oficina de Namjoon ahora.
Lágrimas se acumularon en sus ojos al momento y su cabeza cayó para mostrar su cuello cuando la voz de mando resonó en la cocina. Su cuerpo tembló y de inmediato comenzó llamar a Jungkook, quería a su alfa a su lado abrazándolo, pero eso no iba a suceder por ello se abrazó a sí mismo y siguió la orden porque sus fuerzas para resistirse ya estaban agotadas.
Entró a la familiar habitación rectangular y se quedó parado en medio del lugar sin saber qué más debería hacer más que soltar sus lágrimas mientras trataba de no desmoronarse aún más.
Cuando la puerta se abrió nuevamente, dos pares de brazos lo rodearon junto al fuerte aroma a bosque de cedro y el suave aroma a té, ambos le resultaban familiares pero seguía deseando que otros brazos lo envolvieran y que otro aroma llenara sus fosas nasales.
— Lo lamento tanto Yoongi, pero estabas completamente fuera de si, jamás te había visto levantar así la voz. Perdóname.
— Hyung, ¿te pasó algo? ¿Recibiste una noticia que te alterara así? Por favor dinos que pasa.
Evitó contestar por algunos minutos, pero ya les había ocultado suficiente acerca de sus citas con Jungkook a las dos personas con las que era más cercano que incluso su propia familia, quizás les podía decir un poco de lo que realmente pasó. Confiaba en sus dos amigos pero también los conocía suficiente para saber que saltarían a defenderlo en cuanto el nombre de Jungkook abandonara sus labios.
— Yo.. ayer... cometí una estupidez.
— ¿Qué pasó hyung? — La preocupación en la voz de Namjoon solo agrando un poco más el nudo en su garganta. — Nosotros nunca te juzgaremos hyung, puedes contarnos tranquilamente.
El menor tomó sus manos temblorosas y Jin se aseguro de que supiera que estaba ahí con él repartiendo caricias circulares en su espalda las temblorosas manos del omega entre las suyas para que sintiera su apoyo, mientras Jin se encargaba de dar circulares caricias en la espalda.
— Ayer en la noche pasé por parque cercano un momento, cuando empezó a llover... — Entrelazo sus dedos buscando una manera de distraerse y no revelar lo mucho que le afectaba la situación. — El parque estaba desierto.. bueno yo pensé eso.. pero vi a... un conocido caer desmayado. Me acerque para ver cómo se encontraba pero no lo podía despertar. — Cerro sus ojos unos segundos, esperando que sus lágrimas no escaparan ante los recuerdos. — Yo.. probablemente él traía neutralizador por eso no pude oler que estaba entrando en celo. Lo lleve al callejón para cubrirlo de la lluvia y poder llamar una ambulancia.. pero él despertó y me vio...
— Yoongi, por favor dime que ese conocido tuyo que estaba entrando en celo era un omega.
Negó solo moviendo su cabeza de un lado a otro mientras las lágrimas creaban nuevos caminos húmedos en sus mejillas.
— ¿Te hizo entrar en celo? Eso es violación hyung. Tenemos que ir a denunciarlo.
Negó nuevamente cuando las palabras se atoraron en su garganta al ver como el castaño tomaba su celular.
— Yoongi, termina de contarnos por favor, dinos lo que paso, nosotros te ayudaremos en todo lo que podamos.
Volvió a bajar la mirada hacia sus manos, no quería que vieran la vergüenza reflejada en sus mejillas que comenzaban a sentirse calientes.
— Él no me obligó... yo me entregue cuando sus feromonas atravesaron el neutralizador... Él es un alfa puro... yo nunca había estado con nadie y no supe como manejar a mi omega excitado, yo me entregue sin pensarlo, deje que.. le pedí...
Las lágrimas fluyeron con más facilidad provocando que el nudo en su garganta creciera e impidiendo que continuara, en su lugar apartó un poco el cuello largo de su camisa para mostrar la marca que representaba su unión con Jungkook, aquella que en ese mismo instante le indicaba que su alfa lo necesitaba.
El silencio se instaló en la pequeña habitación mientras sus amigos miraban con sorpresa y tratando de que las palabras salieran.
— Hyung, él.. ese alfa, ¿completo la marca correctamente?
Asintió, viendo reflejada en la cara del beta sus propios pensamientos.
— Yoongi.. tu tomaste el anticonceptivo inmediatamente, ¿cierto?
— Du-durante toda l-la madrugada n-no se detuvo, siguió hasta que casi comenzaba a amanecer y yo me fui cuando él se quedó dormido esta mañana. — ¿Era un cobarde por no agregar que él, siendo dominado por su omega, fue quien le suplico que lo tomara? — Tome la pastilla, pero.. sigo asustado de que no funcione, ustedes saben que los genes de los alfas puros son muy fuertes... tengo miedo.
Sus miedos tenían mucho que ver con el hecho de que su lazo se rompería porque el alfa terminaría odiándolo, también tenía miedo de que Jungkook se sintiera obligado a estar a su lado si un pequeño cachorro se estaba formando dentro de él.
— Estas usando neutralizador porque yo conozco a ese alfa verdad. Dime en este instante quién es, no me importa que no te obligará, aún así tuvo que haberse resistido un poco, demonios. Dime quien es Yoongi.
— ¡No! — le gritó a Jin cuando trató de culpar a su alfa.
— Hyung no lo protejas, tienes que denunciarlo — insistió Namjoon.
— ¡No lo entienden! El sí se resistió, me suplico que corriera, que lo dejara ahí. Me dijo que no me quería hacer daño, pero yo solo empecé a soltar feromonas. ¡Yo fui quien prácticamente lo obligó!
Ambos conocían la historia de su madre, sabía bien que ellos podían ver las similitudes de lo que había ocurrido. Lo culparían.
— Yoonie-ah no es tu culpa, habla con el alfa, él te quiso proteger así que tal vez quiera intentar algo serio contigo, puede ser que ambos estaban destinados pero ninguno se dio cuenta.
Una amarga sonrisa salió de sus labios ante las palabras del mayor.
— Él no es mi destinado.
— ¿Cómo estás tan seguro hyung?
Porque es el alfa destinado de tu novio, Hoseok. Le contesto mentalmente al menor.
— Porque.. lo hubiera sentido o no se.
— Ni siquiera estas seguro hyung, habla con él, nosotros te acompañaremos — insistió el castaño.
— No lo haré. La marca desaparecerá cuando él la comience a rechazar.
— Pero si eso pasa tu sufrirás demasiado hyung.
— Mi madre pudo superarlo tres veces yo podre con esta.
De hecho había logrado sobrevivir a una marca rota cinco veces, pero después de la tercera vez su cordura ya no era la misma y eso solo empeoro con las siguientes.
— No puedo creer lo que estas diciendo Yoongi — reclamo Jin levantándose de la silla y causando que un temblor se mantuviera en su cuerpo cuando percibió el enojo en la voz —. No se quien eres tú pero no eres el Yoongi que conozco, este omega débil que no quiere enfrentar las cosas no eres tu.
Lo sabia, pero no podía darle la cara a Jungkook, no quería ver que los bonitos ojos del menor lo miraran con enojo y desprecio por lo que había hecho.
Los brazos de Namjoon lo rodearon interponiendose en su vista hacia el alfa rubio que mantenia los brazos cruzados.
— Jin-hyung, por favor tiene que calmarse, Yoongi-hyung esta muy sensible ahora y sus palabras están siendo duras. Yo tampoco quiero ver a hyung sufrir pero las decisiones las tiene que tomar él. Yo se que cuando su cabeza se aclare tomara una decisión lógica como siempre. Por ahora solo necesita que lo abracemos y lo apoyemos.
En segundos tuvo el abrazo del menor fue sustituido por Jin descansando la rubia cabellera cabeza en sus muslos y abrazando sus piernas por detrás de sus rodillas.
— Lo siento mucho Yoongi, me he portado como un bruto, pero no me gusta verte llorar, no soporto que alguien trate de hacerles algo a ninguno de ustedes. No importa la decisión que tomes, yo te apoyare con lo que digas.
Claro que lo apoyarían, sus amigos eran mucho mejores de lo que alguna vez soñó.
Mientras era rodeado de los familiares aromas se dijo mentalmente que las cosas estarían bien, tenia una pequeña pero cariñosa familia que lo ayudaría a superar su corazón roto.
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