Un chico de ojos azules apagados iba caminando por un pequeño pueblo... Aun recordaba las palabras de los que alguna vez -tal vez nunca- fueron sus amigos y de esa chica, de esa persona que dijo que lo ama, que lo "apoyó", aun recuerda el profundo dolor que le causaron tan solo unas simples palabras... Y aunque haya pasado ya un año, él nunca olvidará ese día.

Flash Black

Un Naruto de 18 años iba caminando a la torre Hokage ya que un ANBU le dijo que la Gondaime quería hablar con él; Naruto saltó de emoción, pensando que finalmente (después de muchos ruegos) lo iba ascender a Chunnin... Porque sí, seguía siendo gennin a pesar que él fue el Salvador en la Cuarta Guerra Ninja, Él entraba siempre a participar en los exámenes, pero misteriosamente siempre lo sacaban de estos, la razón estaba más cerca de lo que Naruto creía y no estaba preparado para recibirla.

Naruto al llegar a la oficina entra como siempre, sin avisar.

—Oba-san ¿Para qué me mandaste a llamar dattebayo?—habla muy emocionado y observa que en la sala están sus amigos y su linda novia—Sakura, Shikamaru, Kiba, Chouji, Ino, Shino, Hinata cariño ¿Qué hacen acá chicos?—los mira a todos y mira a Tsunade confundido.

—Naruto... necesitamos hablar.—Su mirada era penetrante y su voz cargada de desprecio.

—¿De qué se trata oba-san?—curiosamente Naruto tenía un mal presentimiento.

—Naruto, no hace falta que finjas inocencia, ¡Sabemos que tu mataste a mi Sasuke-Kun!—grita Sakura enojada y chillaba mientras pone chakra en su puño.

—¿De que hablas Sakura-chan? ¿Cómo que Sasuke murió?—la confusión en su voz era clara, además de la curiosidad genuina en sus ojos, también se notaba el temor de ser culpado por algo que ni siquiera se había enterado.

—Tú lo mataste imbécil... ¡No intentes negarlo!—dijo Ino con desprecio.

—¡SILENCIO!—grita fuertemente la Hokage haciendo que todos se callen—Naruto, Uchiha Sasuke fue encontrado muerto cerca de la frontera del fuego, se encontró rastro de tu chakra en ese lugar—reveló Tsunade mirando con ojos acusadores al rubio.

—Espera Oba-san, ¡Yo no lo hice! ¡Seria incapaz de algo así! ¡Deje de buscarlo porque me di cuenta que era su voluntad y por eso lo dejé ir, no volví a buscarlo y menos para asesinarle!–el pánico se empezó ha notar en su voz y su expresión facial.

—Esto se torna muy problemático... Acepta el hecho de que lo asesinaste, buscaremos la forma de que no te sentencien a muerte—le miro con aburrimiento y seriedad.

—Shikamaru ¿Oyes tus propias palabras? ¡Yo no maté a Sasuke!—en su voz se oía lo exaltado que estaba, su mejor amigo lo estaba culpando.

—Hay pruebas que dicen lo contrarió— habló con su típica voz Shino por primera vez de forma inquisidora.

—Eres solo un maldito demonio asesino, no mereces ni siquiera estar con vida.—le ataco verbalmente Kiba.

Naruto retrocede unos pasos -temeroso- al escuchar las palabras dirigidas hacia él.

—yo no soy un demonio—su voz susurrante y suave, un poco rota, trata de convencer a su mente, la cual intenta de muchas formas justificar los hechos.

—Claro que lo eres, solo eres un maldito demonio sin familia ni amigos, no sé como pude salir contigo—le escupió esas palabras Hinata en la cara, de su ahora ex-novio, Naruto no podía creer lo que acaba de escuchar de su dulce Hinata.

Como si lo hubieran planeado se empezaron a burlar de él, empiezan a torturarlo con palabras que en su infancia habían sido repetidas muchas veces, la más repetida e hiriente es la que más odia y desea olvidar: demonio

—Yo, no soy un demonio, ¿Por qué me hacen esto?—lágrimas tratan de salir de sus ojos azulados desbordando una tristeza la cual no pude controlar.

—Te diré la verdad estorbo, después de todo ya no importa, tú solo eras un arma para nosotros; ya no nos sirves, solo estorbas. Ahora que ya termino la Cuarta Guerra Ninja, seras exiliado de la aldea. El consejo esta de acuerdo con esto, tienes 8 horas para que te largues de aquí ¿Te quedó claro? Y agradece que no te metemos a la cárcel por el asesinato del ultimo Uchiha.—fueron las frías palabras de la que algunas vez considero su madre.

—Oba-san...—decide cerrar sus ojos, lágrimas de dolor deslizan por sus mejillas hasta su mentón cayéndose cruelmente en el suelo, luego de unos minutos de silencio en el que solo se escucharon los sollozos del rubio estos paran repentinamente, sus ojos se abren lentamente, con un color diferente, rojos como rubí y como la sangre.

—¿Qué ocurre? ¿Porqué sus ojos cambiaron?—Son los pensamientos de Tsunade y los chicos en la sala, sintiéndose algo intimidados por esos ojos color sangre que miraran fríamente y con un odio enfermizo a Tsunade.

—Humanos despreciables yo... Soy el kyūbi—dice con voz ronca y profunda causando temor en la sala a más de uno–y ustedes miserables humanos... Han cometido un error al dañar a mi carcelero.—

—No te tenemos miedo estúpido zorro, no puedes hacernos nada, estas encerrado y has perdido tu poder—habló estúpidamente Sakura.

Kurama rápidamente la agarra del cuello y la eleva unos centímetros del suelo, ahorcándola mientras esta intenta liberarse desesperadamente del agarre.

—no te mato solo porque mi cachorro no me lo permite—le susurra con una voz que da un profundo temor y la suelta haciendo que caiga al suelo agarrándose en cuello y tosiendo violentamente–nos iremos, pero recuerden, después no pueden arrepentirse... Ya no hay vuelta atrás...—los ojos de Naruto regresan a ser azules, pero esta vez, apagados y fríos—con permiso—con una voz fría que cala hasta los huesos, hace una pequeña reverencia para desaparecer en un extraña técnica muy conocida para algunos, en especial Tsunade.

Nota*

La historia ha sido editada, si ven algún error ortográfico o gramatical, por favor díganme. A las personitas nuevas que llegan, espero les guste esta historia y para las que están releyendo, espero que esta historia les haya encantabdo tanto como a mi, habrá ligeros cambios pero nada relevante.

Con cariño y felicidad
Kuroko 💜

—6/06/2020