🦋༺20༻🦋
Los pequeños rayos del sol entraban por la gran ventana, moviendo con lentitud las blancas cortinas, Wooyoung se removió, quería levantarse pero un brazo en su cintura lo impidió, los suspiros del alfa chocando en su sensible cuello le hacía cosquillas. Abrió sus ojos, a su memoria llegaron los recuerdos de la noche anterior, cubrió su boquita para no gritar de la emoción que sentía, estaba demasiado feliz, había hecho el amor con su Sannie, llevo una de sus manos a su cuello, tocando con delicadeza aquella marca, después de tanto tiempo al fin la tenía, ahora eran uno solo.
—W-woonie... —una voz algo grave y adormilada se escucho detrás del omega.
San reforzó el agarre en la cintura de su esposo y restregó su nariz en el cuello ajeno. Pero no hubo respuesta, Wooyoung se estaba siendo el dormido y el alfa lo sabía.
—Hadita, se que estas despierto, puedo sentir tus emociones. —San dio un sonrisita burlona. —Buenos días, mi vida... —giró el cuerpecito de su esposo haciendo que sus rostros quedarán cerca.
—Hyungie... —respondido escondiendo su carita en el cuello de su alfa.
—Mírame, Woonie... —el menor negó. —Tu hyungie quiere ver tu carita. —San sintió a su esposo removerse, saliendo de su escondite.
—B-buenos días, Hyungie... —habló con voz tímida y mejillas rojas.
—Mi linda hadita. —Besó la mejilla sonrojada. — ¿Estás bien? ¿Te duele algo? Yo... ¿te lastime? —preguntó con preocupación, el había sido cuidadoso, pero aún así temía haberlo lastimado.
—Uhm, solo tengo un pequeño dolor, pero no es grave, creo que es normal. —
—Lo siento, debí ser más cuidadoso y... —San no terminó de hablar porque Wooyoung dejó un pequeño beso en sus labios.
—Hyungie, usted fue muy cuidadoso y tierno. La verdad es que tenía miedo, pero estando en sus brazos me sentí seguro. —su hyung lo veía atentó. —Usted es mi alfa dulce y amoroso, estoy muy bien. —
—Te amo mucho, mi dulce esposo. —San le sonrió con ternura a su omega, dejando ver sus preciosos hoyuelos.
—Yo lo amo más, mi lindo esposito... —Woo le devolvió la sonrisa. —Hyungie, tengo un poco de hambre... —se levantó quedando sentado, estirando sus brazos olvidando que estaba desnudo, cuando sintió la brisa fresca en su piel, recordó que no tenía nada de ropa.
—Lindo... —San sonrió de lado, deleitándose con la bella vista que tenía, viendo el precioso y suave cuerpo de su omega, pudo ver algunas marcas rojas y se sorprendió de que él las haya hecho.
—H-hyungie, n-no mire... —
—No puedo dejar de mirar, mi esposo es demasiado bello, tanta belleza debe de ser ilegal... —Wooyoung lo vio avergonzado, tomando la sábana y envolviéndose por completo en esta.
—Woonie, sal de ahí... —San hablo con tono divertido.
—N-no quiero... —
—Te haré cosquillas si no sales de ahí... —San sonrió cuando vio al menor removerse entre las sabanas, mostrando solo su sonrojado rostro. —Ven aquí... —tomó a su esposo dejándolo sentado en su regazo.
—H-hyungie... —
—Mi bello Woonie, no seas tímido, mi vida. —San sonrió dulcemente y besó la sonrojada mejillita de su omega. —Somos esposos, esto será normal para nosotros de ahora en adelante. —
—Creó que me iré acostumbrando poco a poco... —sonrió con dulzura. —Hyungie, me hace cosquillas. —Wooyoung rio al sentir los besitos de San en su cuello, justamente donde estaba la marca.
—Te estoy dando besitos, para que ya no duela... —San sonrió dejando el último besó, recostó la cabecita de su esposo en su pecho, dejando caricias en el cabello. —Estoy muy feliz, Woonie, es como un sueño tenerte aquí, junto a mí, casados y con nuestro lazo de unión, gracias por amarme, hadita. —el alfa sintió el cuerpo del menor removerse, este se acomodo más en su regazo y lo vio de frente, aquellos ojitos azules brillaban y lo veían con amor.
—No es un sueño, es real y como no amarlo, usted es tan lindo que me enamora día con día. —Junto su nariz con la de su esposo, dando un beso esquimal. —Sannie, seamos muy felices de ahora en adelante, sostengamos nuestras manos hasta ser viejitos... —con sus dos manitas acuno el rostro de su alfa dejando caricias en las pálidas mejillas, para luego dejar un pequeño besito en aquellos delgados labios. —Lo amo mucho... —
—Te amo tanto, mi hadita bonita. —Empezó a dejar besitos en todo el rostro de su esposo, escuchando las tiernas risitas. —Vamos a tomar un baño, mi vida. —
— ¿Juntos? —Wooyoung preguntó sonrojado.
—Sí, juntos... —San sonrió, se levantó y colocó el pantalón de pijama que estaba en el suelo. —Ahora vamos, luego iremos a desayunar. —
— ¿Puede pedir que nos traigan el desayuno? No tengo ganas de salir. —puchereo.
—Claro, como tú quieras... —San se inclinó, cargando a su esposo.
—H-hyungie ¿qué hace? yo puedo caminar solo... —
—Déjame mimarte, Woonie... —el alfa besó la cálida mejilla de su esposo. San con Wooyoung en brazos se dirigió hacia el cuarto de baño, al entrar lo bajo para poder llenar el jacuzzi, abrió la llave de agua tibia y giro a ver a su omega. — ¿Quieres burbujas? —Wooyoung asintió.
Entonces empezó a preparar todo, tocó el agua revisando si estaba perfecta, agregó las burbujas, sonrió cuando todo estaba casi listo.
— ¡Sannie! —el grito de Wooyoung asustó al alfa, este se pudo en alerta.
—Woonie... —el menor no le quitaba la mirada. — ¿Tengo algo? —
—S-su espalda. —señalo con su dedito. —Y-yo lo lastime, lo siento hyungie... —volvió a hablar con ojitos acuosos. — ¿L-le duele? —
San se vio en el gran espejo y sonrió al darse cuenta de los rasguños en su espalda, no eran para nada graves y tampoco dolían, pero la preocupación de Wooyoung era grande, podía sentirla por medio del lazo.
—No me duele, mi vida... —San se giro, tomando con sus dos manos el delicado rostro de su esposo. —No es nada, no te preocupes. —
—Y-yo puedo sanarlo, usaré mi magia en usted... —
—Tranquilo, estoy bien... —pero Wooyoung lo vio de manera sería, con ceño fruncido y un puchererito en los labios.
—Sannie hyung, sea un lobito bueno y gírese en este momento... —
—Uh, mi dulce Woonie está enojado, está bien, seré un lobito bueno, solo para ti. —San sonrió divertido, giro dándole la espalda a su omega. —A sus órdenes, señor Choi Wooyoung. —bromeó un poco.
Wooyoung acomodo bien la sabana en su cuerpo, para que esta no cayera, colocó sus dos manitos en la espalda de su alfa, la luz blanca cubrió la pálida piel, haciendo desaparecer aquellos pequeños rasguños, sonrió orgulloso cuando término su trabajo.
—Listo, hyungie... —el pelimorado dejó besitos en la ancha espalda de su esposo, escuchando una risita por parte de este.
—Me haces cosquillas, hadita. —pero en el instante recordó que el agua ya estaba lista. —Woonie, ya puedes entrar... —pero no hubo respuesta. — ¿Hadita? —el menor levantó su rostro y lo vio.
—Hyungie, ¿usted creé que tenga un cachorrito en mi pancita? —respondió, sorprendiendo al alfa con aquella pregunta.
—No lo sé, amor... es poco probable... —San se quedó pensativo por un momento. —Pero eso lo veremos después, si estas en cinta, tu aroma cambiaria, esa sería la primera señal. —
—Y-yo... quiero un c-cachorrito... —habló con voz tímida, mientras jugaba con sus deditos. —Cuando tengamos uno, lo amaré mucho. —
—Cuando eso pase, lo amaremos y cuidaremos mucho, será nuestro pequeño tesoro. —San entrelazo sus manos con las del omega y besó la frente. —Tendremos cachorritos preciosos al igual que tú, con mejillitas gorditas y rosadas, con ojito azules como el color del mar. —
—Quiero que tengan su preciosa sonrisa, pequeños y tiernos lobitos. —
Los ojos de la pareja brillaban con ilusión, imaginando todo, los dos sentían todas sus emociones.
—También compraremos una casa. —
—Quiero que tenga un gran jardín, para que nuestros cachorritos jueguen... —El omega habló emocionado.
—Tendrá lo que tú quieras, yo mismo haré el plano de la casa y tu harás la decoración y el diseño, ¿te parece? —
—Sí, lo haremos juntos, nuestra casa será muy bonita. —los ojitos de Wooyoung brillaban con ilusión.
—El agua esta lista, amor, entra antes de que se enfrié. —El alfa quitó la sabana que estaba envuelto en el cuerpo de su esposo.
Con cuidado Wooyoung entró al jacuzzi, sentándose en esta sintiendo el agua tibia relajando su cuerpo, San le siguió, quitando el pantalón que tenía puesto y se sentó detrás de su esposo, sonriendo con ternura cuando se dio cuenta que su hadita estaba jugando con las burbujas.
Los dos tomaron un baño, entre inocentes caricias, cálidos besos y palabras de amor.
—Hyungie ¿ya puedo quitarme la venda? —
—Aun no, mi vida, ya falta poco. —besó la mejilla de su esposo. —Eres una hadita curiosa. —
San sonrió, había preparado una pequeña sorpresa para Wooyoung, había pedido ayuda a los empleados del hotel para que le ayudarán a preparar una cena romántica frente al mar y estaba orgulloso del como había quedado el lugar.
El piso de madera estaba rodeado por velas en línea recta, también había pétalos blancos y rojos, en el centro una pequeña mesa para dos ligeramente adornada, masetas de flores en las esquinas, el techo era de vidrio con dos faroles colgando de este y lo mejor era la preciosa vista al mar.
Llegaron a la entrada, entonces con cuidado, San le quitó a Wooyoung la venda de los ojos.
El omega acostumbro sus ojos y al abrirlos por completo, se encontró con la sorpresa que le había preparado su Sannie, sentía muchas emociones, todo era precioso, la vista del mar y el hermoso ocaso estaba frente a ellos.
—E-esto es muy lindo, gracias hyungie... —hablo con voz emocionada.
—Tú te mereces lo mejor, me alegra que te gustara. —sonrió orgulloso. —Vamos a sentarnos Woonie, en un momento traerán la cena. —San y Wooyoung se sentaron en sus respetivos lugares.
La música clásica se escucho dando un lindo ambiente, la cena no tardó mucho en llegar, cenaron entre charlas, dulces sonrisas y miradas cómplices. San estaba abrumado por lo bello que se veía su omega, la marca en su cuello lo hacia sentir orgulloso, amaba demasiado a su Wooyoung.
—Woonie ¿no tomaras el vino? —el menor negó.
—Sabe que el alcohol me afecta muy rápido, la ultima vez le pedí cachorritos. —dio una risa tímida.
—Eso no es problema ahora, en ese tiempo no podíamos hacer cachorritos, ahora sí. —San le guiño el ojo a su esposo.
—H-hyungie, que cosas dice. —casi se ahoga con el agua.
—Es broma, mi vida. —El alfa empezó a reír.
Tiempo después San llevaba cargado a un sonrojado y ebrio Wooyoung, este le dejaba besos en el rostro y repetía a cada momento que era solo suyo, también había mordido nuevamente su cuello, según él, estaba marcando territorio, el alfa sonreía divertido, su omega era demasiado tierno.
Yeosang regresaba a su apartamento, bostezo y vio la hora, dándose cuenta que había salido un poco tarde de su trabajo, solo quería llegar a su hogar, tomar un baño y dormir, así que empezó a caminar hacia el elevador, este estaba a punto de cerrarse pero aún logró entrar, cuando estuvo dentro se dio cuenta de que Seonghwa estaba frente a él. Se colocó junto al menor, con su vista fija en la puerta de metal.
Se mantuvieron así en un silencio incómodo, hasta que la puerta se abrió, los dos vivían en el mismo piso, el alfa fue el primero en salir, pero Yeosang tomó el brazo de seonghwa deteniéndolo.
Hwa veía al hada desconcertado.
—L-lo Siento, por lo de aquella noche... —habló con voz arrepentida. —En verdad lo siento, Seonghwa. —estar junto al alfa lo hacía sentir demasiado nervioso.
—Está bien, Yeosang hyung... —Hwa sonrió.
—Soy tu hyung, mi deber es cuidarte, pero hice lo contrario, te lastime y eso no me lo voy a perdonar... —Giro su cuerpo, los dos quedaron de frente. —Me disculpó también por lastimar tus sentimientos y ese hermoso corazón que tienes. —
—Está bien hyung, no hay nada que perdonar, yo me disculpó por gritarle... —
—Me lo merecía... —bajo la cabeza. —Yo no te merezco, Hwa... —susurro para el mismo.
—Yeosangel... —dijo el alfa en un pequeño susurro, pero el pelirosa logró escucharlo perfectamente.
El hada al escuchar aquel apodo hizo que su corazón empezará a latir con fuerza, mentiría si dijera que no extrañaba que Hwa lo llamará de aquella forma.
—Seong... —sus palabras fueron interrumpidas cuando el alfa tomó su rostro con sus dos manos, el tacto del menor lo hacía sentir cálido.
—Yeosangel... —Seonghwa acortó la distancia, uniendo sus labios en un corto y cálido beso, pero está vez Yeosang le correspondió. Al separarse los dos se vieron a los ojos. —Quería probar por última vez lo dulce que saben sus labios, se que jamás va a corresponder mis sentimientos, yo tampoco lo molestare más. —le regalo al hada una sonrisa triste. —No puedo obligarlo a que me ame, hyung. —
—Hwa... —yeosang estaba desconcertado en ese momento.
Dolía, sus corazones dolían mucho.
—Comencemos de nuevo, olvidemos lo que pasó antes, seamos amigos, por el bien de San hyung y Wooyoung hyung, los cuatro somos unidos, no dejemos que algo rompa la amistad que tenemos... —El alfa se separó, arreglando su bolsa. — ¿Aceptaría que empezáramos de nuevo y que seamos amigos? —extendió su mano.
Yeosang se quedó por unos segundos con la mirada fija en la mano extendida de Seonghwa, estaba en un debate mental, no sabía si tomarla o rechazarla.
—E-esta bien, comencemos de nuevo, siendo solo amigos. —el mayor entrelazo su mano con la del alfa, regalándole una sonrisa falsa.
—Gracias hyung...—Hwa abrazó con fuerza a Yeosang, hundiendo su nariz en los cabellos rosados y perfumados, su hyung olía a rosas. —Ahora tengo que irme, las tareas de la Universidad me llaman. —sonrió, moviendo su mano se despidió del hada.
Cuando Seonghwa giro, dejó sus lágrimas caer, las había retenido por mucho tiempo, limpiándolas de inmediato, su corazón aun tenía una pequeña esperanza de que Yeo lo aceptara algún día no muy lejano, el esperaría el tiempo que fuera necesario, pero por ahora necesitaba olvidarse por un momento de esos sentimientos.
—Adiós, Park. —Dijo Yeosang en un pequeño susurro y la sonrisa que tenía en sus labios se desvaneció.
Otra vez lo había perdido.
Justo como en sus dos vidas pasadas, porque si, Yeosang reencarno dos veces, esta vida era la tercera vez y en esas dos veces conoció a Hwa pero no pudo estar con él, pero esa era otra historia la cual ocultaba.
Empezaba a creer que aquel hilo rojo era una maldición, pero esta vez el había tenido la culpa, el rechazo al alfa desde el inicio, pero tenía miedo de que le pasará algo, no soportaría perderlo de nuevo, por eso trataba de evitarlo.
Dolía tanto dejarlo ir.
Pero tal vez, solo tal vez, de esa forma se rompiera aquella maldición y algún día podrían estar juntos. Yeosang sabía que se estaba enamorado, pero tenía miedo de aceptar esos sentimientos.
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Holis!!! primera actualización del 2021...🤗❤
Casi un mes si actualizar jsjsjs pero aquí les dejo nuevo capitulo...❤
Cuídense mucho, Hope lxs ama...🦋💗✨
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