Taking care of the Baker children
FIVE.
★. cuidando a los niños baker ⭑ ⋆
Por la mañana los hermanos Gamboa fueron a la casa de los Baker para despedirse de Kate, pues ese día se iría a New York, justo en ese momento estaban observando como el taxi se alejaba.
Tom se giro y miro a sus hijos. —Queridos vampiros, mi plan resultó, se ha ido y ahora los educare como yo quiera —dijo con voz de Dracula y después reír, pero sus hijos no lo hicieron —Vamos, será divertido, sus sueños se han hecho realidad, mamá se ha ido y su débil padre está aquí, pueden ser homicidas y hacer lo que quieran —los niños seguían serios —la fiesta de cumpleaños de Dylan se acerca, podrán reventar helado, azúcar y pastel, y enloquecer.
Los niños no dijeron nada y solo se dieron media vuelta dirigiéndose al interior de la casa.
Marcos se acercó a él y puso una mano en su hombro para luego sonreírle con amabilidad.
—Tranquilo, Tom. Nosotros te ayudaremos a cuidarlos después de la escuela.
—¿Y que pasa con sus tíos? ¿No se molestarán? Puedo hablar con ellos y decirles que... —Lydia lo detuvo antes de que terminara de hablar.
—Tranquilo, no se molestarán. Además ya saben que vendremos a ayudarlo y no tuvieron problemas con ello —dijo segura, para después ambos hermanos caminar en dirección a su casa y así montarse en el carro de Marcos y dirigirse hacia la preparatoria.
Minutos después llegaron a la escuela, ambos se bajaron del carro, y se iban a dirigir al interior de la escuela, pero antes vieron a Charlie y Lorraine llegar y estacionarse, así que ambos caminaron hacia ellos.
Vieron como el dueño del carro estacionado a un lado donde se estacionó Charlie junto a sus amigos, se burlaban de ellos.
El chico hizo un sonido como de vaca.
—Creo que es el más divertido del rebaño
—comentó Lorraine.
—Estoy segura que al nacer le faltaron neuronas para hablar como una persona normal.
No era la primera vez que Lydia se encontraba en alguna situación parecida, así que, ya sabe cómo defenderse o defender de personas como esas.
—¿Perdón? —preguntó el chico caminando hacia Lydia.
—Aparte de no saber hablar, no escucha.
—dijo Lydia volteando los ojos.
—¿Quién te crees para hablarme así? —le preguntó molesto.
—¿Y tú quién te crees para burlarte de mis amigos? —contraatacó Lydia seria.
—Soy Logan preciosa, el hijo del director.
—Con razón, eres de esos que se creen mucho y molesta a otros solo por ser hijo del director.
—Mira hermosa, será mejor que empieces a quedarte callada, ya sabes calladita te vez más bonita.
Lydia en cuanto escucho eso último, le dio un golpe en la nariz a Logan, haciendo que este empezara a quejarse y que le sangrara la nariz.
Charlie mira la escena sorprendido, sin poder creer que Lydia lo haya golpeado. Ya sabe que con ella no debe meterse. Sin duda alguna esa chica es especial.
Ella no podía creer esa frase que escuchó, Lydia la había oído antes, de un ex-novio que tenía antes de venirse a vivir a con sus tíos, antes del divorcio de sus padres, antes de la muerte de su madre... antes de la muerte de Andrea.
—Mi nariz —se quejó el chico con una mano en la nariz —me la rompiste.
—Para que aprendas a no molestar a las personas por ser hijo del director imbecil.
Lydia se dio media vuelta para comenzar a caminar hacia el interior de la preparatoria. Paso a lado de su hermano —quien chocó los cinco con ella— y amigos —quienes estaban sorprendidos por lo sucedido—. Entrelazó su brazo con el de Lorraine para que caminaran juntas. Pero antes de seguir caminando se volteó a ver a Logan quien se encontraba con sus amigos y quejándose del golpe, para decirle:
—Y si quieres ir a quejarte con tu papi sobre que te golpee, adelante. Total, me vale una mierda eso.
Al terminar de decir eso siguió caminando junto a Lorraine seguidas de Marcos y Charlie.
━━ ♡ ♡ ♡ ━━
Marcos y Lydia se encontraban en la casa de los Baker, Marcos estaba con Charlie arreglando el carro del último, mientras Lydia se encontraba lavando la camioneta con Jake, Nigel y Kyle.
Unos minutos después llegó Nora, bajo de su carro saludando a Marcos y Charlie para después dirigirse a donde se encontraban Lydia y los niños, para darles beso a cada uno.
—Cuidado Lydia.
Lydia volteó a verla confundida queriendo preguntarle a qué se refería pero, Nora ya había entrado a la casa. Lydia se volteó otra vez para seguir con lo suyo pero, al momento de voltearse vio como Nigel y Kyle la apuntaban con la manguera y empezar a rociarla.
—¡Nigel! ¡Kyle! ¡Deténganse! —les gritó Lydia intentando cubrirse la cara con sus manos.
Se escucharon las carcajadas de Marcos, Lydia frunció el ceño enojada, les hizo una señal a Nigel y Kyle para que ambos mojaran a su hermano. Ambos niños sonrieron y esta vez apuntaron a Marcos, quien seguía riéndose de su hermana, cuando paró de reírse miró como los gemelos lo apuntaban ahora a él para después rociarlo.
Ahora fue el turno de Lydia de soltar una carcajada, Charlie solo la miraba negando con la cabeza, con una sonrisa.
—Más te vale que corras —le avisó Marcos a su hermana, quien empezó a correr para que no la atrapará.
Lydia corrió al rededor de la camioneta, sin darse cuenta que la manguera había quedado en el piso, lo que provocó que tropezara y cayera boca abajo, provocando un quejido de dolor.
—¡Lydia! —los chicos corrieron hacia ella con preocupación. Marcos y Charlie la ayudaron a levantarse.
Vieron como de su boca salía un poco de sangre, al igual que de sus rodillas.
—Ven te llevaré adentro para curarte —le comunicó Marcos, mientras él y Charlie la agarraban de los brazos y caminaban al interior de la casa, directo al baño.
Marcos le empezó a limpiar el labio, mientras Charlie los observaba. Al terminar de limpiarle el labio, quiso limpiarle la rodilla pero no hallaba el desinfectante, así que volteó a ver a Charlie para decirle:
—Iré a mi casa por el desinfectante mientras, ¿puedes limpiarle con agua la rodilla? —Charlie asintió con la cabeza para después sentarse donde antes estaba sentado Marcos.
Él tomo el trapo mojado y se acercó a Lydia, para luego empezar a limpiar su herida. Estaban tan cercas uno del otro.
—Gracias Charlie —le agradeció Lydia una vez que esté terminó de limpiar la herida.
—No hay de que —le dijo con una sonrisa, para después poner el trapo en el lava manos, luego volteó a ver otra vez —Ya terminé mi parte.
Lydia le dio una sonrisa, que fue devuelta por el. Ambos mirándose a los ojos, cercas del otro. Sin decir nada, Charlie se acercó poco a poco a ella, hasta que sus labios rompieron el espacio que había entre ellos. Fue un beso lento y dulce, algo que sin duda a ambos les parece mágico.
Escucharon a alguien aclararse la garganta, haciendo que ambos se separaran. Los dos voltearon hacia la puerta donde estaba Marcos viéndolos con una ceja arqueada.
—Charlie —lo llamó —creo que deberías ir ayudar a tu papá con la comida.
—Claro —respondió este, al mismo tiempo que se levantaba de donde estaba sentado, volteó a ver a Lydia una última vez para luego dirigirse hacia abajo.
Cuando Charlie se fue, Marcos volteó a ver a su hermana y la apuntó con su dedo índice.
—Tu tienes mucho que explicar hermanita —caminó hacia el retrete para sentarse.
Lydia soltó un suspiro. —Tienes razón, tengo mucho que contarte.
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