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Mal's POV:
Me senté de golpe en mi cama, llevando una mano a mi pecho. Este me dolía y habían lágrimas involuntarias en mi rostro. Como cada vez que recuerdo esa noche.
Han pasado más de tres años, tres y medio para ser precisa. Ese día y esa decisión siempre quedaron grabadas en mi mente. Al igual que en la de Ben.
Suspiré, secando mi cara y sintiendo como mis latidos comenzaban a calmarse. Estiré mi cuerpo y observé la hora en mi celular. Cinco y cuarto de la tarde.
Mierda.
Evie me va a matar. Me levanté rápidamente de la cama, sabiendo que si no lo hacía no me animaría después. Mi siesta luego de almorzar con mi papá y su de nuevo esposa, Perséfone, terminó siendo más larga de lo planeado.
Arreglé mis almohadas y la cobija que usé antes de disponerme a buscar mi ropa en el pequeño armario de mi departamento.
Hoy es la fiesta de Año Nuevo de mi mejor amiga. Lleva meses planeándola, y no ir luego de que al fin volvía definitivamente a casa después de tanto tiempo sería terrible. Sobretodo porque es su fiesta de compromiso con Doug.
Acomodé el vestido que ella misma confeccionó sobre mi cama. Escogí la ropa interior que sería más cómoda y coloqué mis tacones (unos Versace Medusa Aveitas, regalo de Navidad de Evie), un bolso y chaqueta también. Aprobé mentalmente mi look, tantos años de amistad con la diseñadora más influyente de Auradon tenían sus ventajas.
Entré al baño para darme lo que sería la ducha más rápida de mi vida y salí exactamente cinco minutos después. Menos mal que lo esencial lo había hecho en la mañana. Y ya que el almuerzo había sido en casa de mi papá, Phone me ayudó a ir dejando la base de mi peinado lista.
Me vestí, colocando una bata sobre la ropa para no ensuciarla y me senté en mi peinadora. Me concentré en maquillarme lo mejor posible, las cosas tan producidas no son lo mío, pero esto lo amerita.
Se preguntarán, ¿qué pasó durante estos años? Fueron complicados, con momentos buenos y malos, pero igual haré un resumen.
Después de esa noche, tanto al día siguiente como el resto del mes antes de mi partida, Ben y yo hablamos mucho y seguimos saliendo. No nos separamos oficialmente hasta el día en que nos despedimos en el aeropuerto. Recuerdo como sus ojos lucían tristes, pero a pesar de todo no fue egoísta y me dejó ir. Porque sabía que cumplir este sueño era muy importante para mí, aunque significara aplazar el sueño que ambos compartíamos. Casarnos.
Claramente ambos sufrimos y lloramos como nadie tiene idea. Aún así, siempre entendimos que fue la decisión más madura que pudimos tomar. Sabíamos que podríamos aguantar la distancia. Pero simplemente era demasiado hacerlo por dos años. No hubiera sido sano aunque hubiera plena confianza en el otro.
Nadie sabía lo que pasaba hasta que yo tenía unos días en Corona, ni siquiera nuestros padres y mejores amigos. Nos apoyaron a pesar de no entender bien nuestra decisión. La prensa jamás supo la verdad. Solo dedujeron que terminamos al notar que Ben evitaba el tema "ruptura" en entrevistas. Y bueno, la falta de visitas y encuentros nuestros lo dejó más claro.
A pesar de eso, me enternecía notar como sus ojos siguen brillando cuando le preguntan por mí. Inventaron miles de rumores sobre lo que sucedió, también de supuestas relaciones que ambos tuvimos. Pero ambos sabemos que no han habido relaciones serias. Yo no he tenido citas, y no sé si él las ha tenido. Pero sé que no ha tenido ninguna novia luego de mí.
Claramente lo sigo amando, aunque no estoy segura si él me ama a mí todavía. Espero que sí. Después de todo han sido varios años separados, así que no quiero ilusionarme en creerlo.
Los primeros meses tratamos de ser mejores amigos. En nuestra relación lo fuimos, pero era muy complicado teniendo en cuenta nuestra situación. Lo dejamos en amigos. Las pocas veces que volvía a Auradon de visita nos veíamos solo por nuestro círculo de amistades. Hasta que en algún punto no nos volvimos a ver. Desde hace un año que no hablo con él ni para saludarlo. Me duele, pero sé que no ha sido porque esté molesto conmigo.
Tal vez la razón por la que volví a recordar esa noche fue porque sé que lo veré hoy. Evie es su consejera y su amiga y Doug su mejor amigo, jamás se lo perdería. Tarde o temprano nos veríamos, porque él será el padrino y yo la dama de honor principal.
Me miré al espejo al estar completamente lista, sonriendo ante mi reflejo. No me había arreglado tanto en mucho tiempo. La temática de la fiesta es el dorado, de modo que mi vestido lo es. No pregunten mucho por los detalles del escote y el corte de la falda, porque esos no los conozco. Solo sé que es parte de la última colección de Evie's 4 Hearts, pero adaptado a mi estilo.
El Uber que pedí ya está abajo, así que me coloqué mi chaqueta y tomé mi bolso antes de cerrar bien la puerta con la llave.
Confirmé que fuera la unidad que contacté y dije la dirección antes de subirme. Al estar en el camino no podía evitar sonreír, apenas tenía una semana de vuelta a la ciudad. Todo era nostálgico para mí.
Corona era extremadamente hermoso, pero no hay lugar como el hogar.
Completé mis dos años restantes de carrera, y decidí hacer una maestría. Los últimos seis meses de mi vida consistieron en hacer cuadros para exposiciones propias en diversas galerías del reino. Estoy orgullosa de todo lo que aprendí y lo que crecí como persona. Pero había sido difícil estar tan lejos de mi padre, mis amigos y Ben. Hasta extrañaba a Bella y a Adam. Al fin y al cabo eran mis segundas figuras paternas.
Conservé el apartamento para poder usarlo cada vez que estuviera de visita. Ganaba lo suficiente para mantenerlo. Mi papá, Kore o los chicos pasaban de vez en cuando a darle una vuelta y limpiar el polvo por mí.
Tenía una vida exitosa y estable en Corona, pero necesitaba volver. Nunca lo sentí como un hogar permanente, menos cuando las personas que amo no estaban conmigo. Él no estaba conmigo.
De hecho, sino hubiera sido por las oportunidades que me brindaban nunca me hubiera ido.
El vehículo se detuvo frente al club nocturno que Evie y Doug rentaron para la fiesta. Estaba tan distraída con mis pensamientos y viendo las decoraciones navideñas que milagrosamente noté esto. Le di las gracias a la conductora y dejé mi reseña antes de entrar al club.
Los guardias me dejaron entrar luego de enseñar mi invitación. Al entrar al lugar pude notar muchas miradas que se fijaban sobre mí, al fin y al cabo había sido la prometida de Ben y la futura reina. También salvé a Auradon varias veces, pero ese es otro tema.
Sabía que habían circulado fotos mías gracias a los paparazzi desde que puse un pie en la ciudad, no era de extrañarse que supieran de mi llegada. Dejé mi chaqueta en el puesto que me indicaron.
Los ignoré y caminé hacia donde se encontraban mis amigos. Sonreí al ver que todos se encontraban sentados en una mesa juntos, como en los viejos tiempos.
-Espero que no hayan empezado a beber sin mí- dije.
Se voltearon a verme.
-¡Mal! - chillaron Jay y Carlos, corriendo a abrazarme.
Me reí por su reacción, más cuando me levantaron del suelo entre los dos. A varios de los chicos los había visto estos días, ya que llegué justo para Navidad. Pero como Jay la pasó con Lonnie y su familia y Carlos viajó con Jane y el Hada Madrina no nos habíamos podido reunir.
-¡Están más altos que la última vez que nos vimos! - exclamé a modo de queja.
Ellos rieron y se separaron.
-Y más guapos y musculosos- dijo el pecoso.
Levantaron sus brazos, posando como modelos. Todos reíamos.
-También más insoportables- bromeó Audrey.
Saludé a todos con un abrazo antes de unirme a su celebración. Evie estaba a mi lado, con su cabeza apoyada en el hombro de su prometido.
-Al fin la pandilla se reunió - celebró Harry.
-Y tú te reuniste con el alcohol, Hook- se burló Chad.
El ojiazul levantó su vaso y rodeó a Uma por los hombros. Ella le quitó la bebida, provocando que él hiciera pucheros. Supuse que ya había tomado unas cuantas.
-Solo falta alguien - notó Gil.
Las miradas nada disimuladas de mis amigos se dirigieron a mí. Sentí como el color subía por mi rostro.
-Tranquila, Mal. Ben me avisó que llegaría tarde porque está cenando con sus padres- me aseguró Doug.
Eso solo hizo que me sonrojara más. Todos sabían que aún hay sentimientos de por medio.
-¿Porqué no pedimos una ronda de bebidas? - sugirió Dizzy, tratando de aligerar cambiar de tema.
-Esa es una gran idea, amor - la siguió Celia.
Les agradecí con la mirada. Ellas me sonrieron. Los demás estuvieron de acuerdo. Los dos anfitriones llamaron al bartender y cada uno pidió su bebida.
(...)
La música estaba un poco alta para mi gusto, pero lo dejé pasar. La mayoría estaba en la pista de baile mientras que yo estaba en la barra con Carlos, Evie y Jay, poniéndonos al día.
Carlos estudia para ser veterinario, planea abrir una clínica junto a Jane. Además, Chico y su madre se llevan bien, así que se visitan seguido. Cruella aparentemente ha avanzando bastante como persona en estos años.
Jay se mudó a Northern Wei con Lonnie por algunos meses para completar sus entrenamientos de R.O.A.R profesionales. Tengo entendido que Ben quiere que formen parte de la Guardia Real.
Todo esto ya lo sabía, pero es mucho más fácil hablar detalladamente en persona que estando lejos. Otra de las tantas razones de mi regreso.
-¿Alguno de ustedes planea casarse pronto? - cuestionó Evie.
Nuestros mejores amigos lo pensaron unos instantes.
-Jane y yo no, aunque estamos buscando lugares donde quedarnos. Nos vamos a mudar juntos- sonrió Carlos.
Los tres lo felicitamos.
-Si sé de algún lugar disponible en mi edificio te avisaré- le aseguré.
-Y si quieren, Lonnie y yo podemos recibirlos con mucho gusto - agregó el moreno.
-Gracias, chicos. Eso sería de gran ayuda - agradeció DeVil.
Evie sonrió.
-No me diste una respuesta, Jay- canturreó ella.
Carlos y yo reímos al ver la expresión de él.
-Sí y no- lo miramos con confusión- He estado reuniendo para un anillo, pero antes de comprarlo quiero hablar con Shang y Mulán.
La ojimiel pegó saltitos de la emoción.
-Yo quiero diseñar los vestidos y trajes para su boda- suplicó.
Nos reímos.
-Espera a que se lo pida y lo consideraremos- Evie hizo pucheros - Es broma, Evs. Claro que lo harás tú - rió Jay.
La peliazul también se rió y lo abrazó. Cada uno tomó un trozo de Pizza que repartían los meseros y comimos junto a nuestros cócteles.
-Con todo el dinero que has ganado podrías comprarte un apartamento nuevo. Incluso un Pent House - señaló el hijo de Jafar.
Me encogí de hombros.
-Le tengo cariño a mi casa. Por el momento no pienso mudarme hasta saber que haré con mi vida ahora- le di un sorbo a mi trago.
-Supongo que ver a Ben te dará la respuesta, ¿o no? - preguntó Evie con diversión.
Los cuatro reímos.
-Aunque me encantaría decir que sí, sería una mentira. Ben y yo nos separamos hace mucho, ni siquiera sé si seguimos siendo compatibles o queremos las mismas cosas- mordí mi labio.
Solo a ellos les confesaría eso, y tal vez a papá y Phone.
-¿No quieres volver con él? - cuestionó Carlos.
-¡Claro que quiero! - exclamé.
Hablé más alto de lo planeado, así que algunas personas nos miraron. Regulé mi tono y continué.
-Me encantaría recuperar la vida que tenía con él. Pero lo dije, pasaron varios años. Y primero debo al menos volver a ser su amiga.
-Sí, quieres ser su amiga para luego cogertelo y besarlo cada vez que se te antoje. Sería tu amigo con derechos- bromeó Jay.
Evie y yo casi nos atragantamos con nuestras bebidas. Los cuatro soltamos carcajadas.
-Esa no es una mala idea- murmuré- Aún recuerdo como lo hacíamos en todas par...
-Iugh, Mal, solo bromeaba- se quejó mi amigo.
Volvimos a reír.
-Claramente yo también, bobo- con mis dedos le di un golpe en su cabeza- Si eso volviera a pasar quisiera ser su novia. Con nuestra historia, ser amigos con derechos solo complicaría más todo.
-Es cierto - admitió la peliazul.
Dejamos nuestra conversación al aire cuando Doug llegó buscando a Evie.
-¿Me permiten un baile con mi prometida?
Oí una risita salir de los labios de mi casi hermana.
-Es toda tuya, Romeo- le dijo Carlos.
El hijo de tontín le extendió su mano. Empujé a Evie hacia él al ver que dudaba si en serio no queríamos seguir conversando. Entrelazaron sus dedos y se mezclaron entre el resto de la gente que bailaba.
Los chicos y yo seguimos bebiendo por un rato hasta que Jay se fue con Lonnie. Solo quedábamos Carlos y yo.
-La última vez que todos salimos de fiesta en grupo tú aún no podías beber legalmente - dije, despeinando su cabello.
Carlos rió.
-Tú lo dijiste, legalmente- guiñó un ojo.
Ambos reímos y chocamos las copas. El pecoso volteó hacia atrás. De reojo vi como saludaba a alguien.
-Acércate, amigo- lo animó.
No había terminado de darme la vuelta cuando oí una voz saludando a los demás. Su voz.
¡Carajo!
Aborten misión, aborten, aborten.
Ben se paró frente a nosotros. Nos quedamos en silencio unos segundos hasta que...
-Si me disculpan, mi novia me espera para bailar - se excusó Carlos antes de salir literalmente corriendo de nosotros.
No mentía, pero los dos entendimos que nos dejó solos apropósito.
Nos miramos a los ojos por primera vez en mucho tiempo. Me levanté, con mis piernas casi fallando al notar lo guapo que se ve.
-Hola, Mal.
-Hola, Ben.
Su sonrisa no se había ido desde el momento en que me vio. Imité su gesto, sintiendo como mi corazón por fin volvía a sentirse bien.
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*insertar gritos de perra loca😂*
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¿Creían que no los haría reencontrarse? Uhm. Esto apenas comienza.
Esta es una historia corta, pero prometo que les encantará lo que sigue ✨.
¡Nos leemos pronto!
~Con amor, su escritora 💕.
Publicado el 30/12/2021.
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