
|• 𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈: 𝐄𝐥 𝐡𝐞𝐫𝐞𝐝𝐞𝐫𝐨 •|
Capítulo I: El heredero.
~ Muchos años antes ~
6 reinos eran aquellos que gobernaban el lugar. 6 reinos llenos de diferencias pero también tenían la más grande similitud. Todos querían paz.
Los Freecss eran considerados una familia real llena de poder y de amabilidad. Su reino era poderoso pero también amable y buscaba la paz con los otros seis reinos.
Por un tiempo la vida como se conocía siguió su rumbo, sin embargo, el Reino Kakin comenzó una guerra, una que no pararía hasta el reinado del Principe Heredero Ging Freecss. La forma en la que acabo fue desastrosa, llena de muerte, desesperación.
La guerra fue algo de lo que todo el mundo hablo y sufrió, había comenzado con el padre de Ging y ahora él la terminaba. Se llego a un acuerdo, uno con el hijo heredero al trono de la familia Kakin, una vez que su padre había muerto. Benjamin, principe del aquel reino estuvo de acuerdo con el pacto de paz que Silva, Ging y Masahiro propusieron.
Una vez que el Reino Kakin acepto aquel tratado, la paz abundó en aquellas tierras. Era paz, una paz fingida.
Los 6 reinos vivían en una "alianza", algo hipócrita, si se lo preguntas al Rey Ging. Nadie era amigo, nadie sabía lo que ocurría en los reinos, había un buen comercio entre los reinos y en ocasiones habían ceremonias en las que todos tenían que participar. Vivían en una paz fingida pero que respetaban. Los matrimonios no se hicieron esperar, con ellos se lograban pequeñas alianzas para el bien de sus reinos.
El reino Freecss era uno de los mejores en la rama de los 6 reinos. Era un reino rico en todos los servicios, justo con sus habitantes y de una riqueza militar increíble.
El Rey Ging Freecss era amado por su pueblo y temido por los demás reinos; un alfa respetado que ganó su lugar en el mundo gracias a su fuerza y su carácter casado con la Reina Meisho una omega que era conocida por su amabilidad y por ser el mejor ejemplo de una esposa y reina.
Juntos habían sembrado las bases de su reino llenando cada rincón del amor que ambos se profesaban. Porque para su reino y para los demás reyes y reinas el Rey Ging y la Reina Meisho eran la mejor representación de amor.
Las parejas destinadas eran conocidas y a pesar de ser raras podían suceder con más frecuencia que las almas gemelas, ellos eran una de esas pocas y raras.
Su matrimonio se basaba en amor, confianza, comunicación y por eso funcionaban demasiado bien; eran un balance correcto. Mientras que Ging traía la fuerza, Meisho traía la amabilidad al reino. La Reina era respetada y amada. Nadie podía negar que la omega era una de las mejores mujeres que pudo haber tomado el nombre de la Reina del Reino Kiiroi Yuri(1).
Al ser una omega y criada en el Reino Akai Botan(2) había una regla; los omegas no podían practicar nen ni ninguna arte marcial.
Aunque está regla no solo era de este reino. De hecho todos los reinos la tenían como una de las principales en cuanto a omegas se referían.
Los omegas debían ser amables, servir a su marido, procrear a sus hijos y cuidarlos.
Un omega debía ser agraciado, debía respetar a su marido y a todo alfa, debía ser bondadoso, debía saber cuándo hablar y cuando no. O mejor dicho un omega debía ser sumiso ante todos.
Y eso era algo que Meisho odiaba. La omega no era de sangre Kurta, si no fue adoptada por el Rey; pero ella no quería ser lo que debería, ella quería ser ella. Así que con todo pronóstico la rebelde chica consiguió que su padre adoptivo la dejara practicar las artes marciales y con el tiempo y al ver su gran desempeño pudo practicar nen.
Para todos fue un revuelo, la hija adoptiva y además Omega del reino Kurta práctica nen y era poderosa, las cartas de cortejo comenzaron a llegar de todos los reinos. El rey se sintió ofendido por las cartas, él no tenía la intención de casar a su hija y uno de sus tesoros con alguien no digno a ella.
Además la guerra aún estaba en proceso, no podían pensar en un matrimonio, no podían tener una gran ceremonia cuando afuera la gente moría todos los días, cuando habían niños sin padres y sin nada de comer. Para Meisho no era justo, ella no quería un matrimonio forzando, tampoco quería tener algo aparentemente feliz mientras afuera la gente vivía un infierno y su padre pensaba lo mismo por lo que todas esas cartas habían sido negadas.
Aunque los viejos consejeros fueron los primeros en hablar de como un matrimonio podría hacer una mayor alianza. Ellos decían que con su hija podían llegar a hacer bastante poderosos. Pero el Rey se negó rotundamente. El era el Rey y aunque sus concejales tenían poder en el reino la última palabra la daba él.
Meisho era en si una omega preciosa, su rostro delicado con la piel pálida como la nieve, con ojos dorados que parecían miel derritiéndose, sus ligeros labios color durazno, y una cabello tan largo que caía en cascada y solo era sujetado por un pequeño listón, su olor a miel y a jacintos(3) uno de los olores más exquisitos y que podía ayudar a controlar el estado del ánimo.
Para Meisho el ser omega nunca fue malo, de niña siempre se le fue respetada y su nodriza(4) siempre le hablo de como sería muy feliz cuando ella creciera. Cuándo lo hizo se dió cuenta que no, para los viejos concejales ella solo era un objeto que se daría al mejor postor. Incluso queriendo darla como esposa del rey Kakin, un asco. Entonces fue ahí que decidió que lucharía por lo que ella quería ser y sobretodo que ella eligiera con quién se casaría y formaría una familia.
Porque ella si quería una familia, ella si quería salir de su hogar tomada de la mano de quién la apoyaría, la amaría y la respetaría. No quería ser solo un bonito accesorio. Además ella podría ser una excelente monarca.
Cuándo el tiempo pasó y su padre dejo bien en claro que ella no se casaría con cualquiera y los viejos del consejo aceptaron a regaña dientes ella pudo descansar en paz. Jamás imagino que su próximo hogar sería alado de Ging Freecss como reina.
Fue totalmente inesperado, el como conoció a Ging es realmente gracioso a los ojos de la familia real, para ella fue el momento más patético de toda su vida.
En la guerra, ella no quiso quedarse de brazos cruzados en su castillo, quería ir ahí para apoyar a sus hombres, a su gente; porque aunque no tuviera la sangre, ella era parte de ellos. Y por ello decidió ir a pelear, aunque el Rey puso el grito en cielo, ella fue y apoyo a su ejército.
Y ahí fue donde conoció a Ging Freecss, el hombre más desvergonzado y de mal humor que había conocido.
Pero quién diría que con ese encuentro una amistad un compañerismo surgiría a traves de la guerra y luego un noviazgo, Ging era raro, podía ser un idiota completo con ella, pero era demasiado serio a la hora de liderar un escuadrón y ella no supo en que momento cayó rendida ante él.
Su noviazgo había durado bastante, habían comenzado como compañeros de armas y después como amantes. Un amorío no era bueno en la guerra, ni en soldados, ni con príncipes. Pero ellos, ellos se habían enamorado. Luego sucedió, una alianza entre los tres reinos y fue ahí cuando todo termino.
La vida había comenzado de nuevo, los herederos que ahora eran los nuevos reyes comenzaron a levantar sus propios reinos después de aquella batalla. Fue difícil pero fue posible. Nadie pensaba en un matrimonio; pero los concejales estaban presionando al Rey Ging con un matrimonio y con un heredero. Incluso ya habían comenzando a buscar candidatos y con todo pronóstico Ging anuncio su noviazgo oficial con la Princesa Meisho.
Fue así como un matrimonio llegó, fue así que Reino de Kiroii Yuri obtenía una reina.
Cuándo el momento llego, fue vestida con el kimono blanco real el shiromuku(5), la prenda se ajustaba a su cuerpo, era largo con el pequeño toque rojo en él, con algunos bordados de un color dorado leve que formaban aves o pequeñas flores ume(6).
El color blanco del shikomuru significa la pureza ante los dioses y a este se le acompañaba el wataboshi(7), el sombrero que cubrió la cabeza de Meisho, que tenía grabado tres pequeñas aves al costado de éste.
Meisho se veía radiante en aquel kimono, que aunque pesaba mucho este se le veía espléndido, con su piel pálida, y con el color rojo que ahora pintaba sus labios fue llevada al lugar de la ceremonia.
Fue una ceremonia tranquila en la cual solo necesitaban estar las familias de la pareja; después fue el momento de la fiesta/ banquete.
Al ser la boda de uno de los reyes más apreciados fue llevado a lo grande, después de haber contraído matrimonio, fue así que su reinado juntos paso. Pasaron 2 años y aunque los viejos concejeros del Reino no eran para nada chismosos ni se metían con los asuntos de la pareja real, este asunto de que no hubiera ya un príncipe los ponía un poco nerviosos. Pero no fue mucha su desgracia cuando los médicos del lugar anunciaron que su Reina estaba en cinta.
Todo fue una fiesta, tendrían a su príncipe, la reina no se lo podía creer. Al haberse casado la pareja había decidido no tener un hijo aún (cosa que no fue muy bien vista, pues la tradición era que una vez estuvieran casados él o la omega debía empezar a procrear a los hijos de su marido), cuando por fin lo decidieron, Meisho no quedaba embarazada. El pánico en ella aumento; ella quería tener a su bebé y cada vez se desanimaba más al ver que no daba frutos. Habían pasado casi 2 años y medio en los que quiso tener un hijo y no podía, incluso había llegado a pensar que si no podía dar un heredero Ging tendría algunas concubinas para que le den ese heredero que él necesitaba. Fue un pensamiento que había tenido y que al día de hoy le divertía haber tenido tan alocado y estúpido pensamiento. Su Ging jamás haría eso.
Pero después todos esos sentimientos eran del pasado, todo ese miedo y tristeza quedaba en el olvido. Pues ahora podía ver a su pequeño príncipe jugar con sus juguetes a los pies de ella.
Su hijo eran tan parecido a su padre, su piel parecía haber sido besada por el sol, sus ojos dorados eran de ella; amaba los ojitos de su bebé simplemente era hermoso poder verlos cuando brillaban tan intensamente por algo que amaba o algo que le emocionaba, tenía el cabello negro al igual que ambos y definitivamente su personalidad era culpa de Ging.
Aunque ella tenía que aceptar que fue algo inquieta de niña, sabía que Ging fue el doble, escapándose del castillo cuando era un niño. Su pequeño príncipe de tres años miraba la chimenea de la habitación mientras sostenía su pequeño peluche. El invierno había llegado y ahora mismo cuidando de su bebé se sentía en paz.
Ya hacía de varios meses que asesinatos a omegas aparecían, también de robo y comercialización de los mismos. Y también la esclavitud de alfas. Su esposo había ido a investigar y de alguna forma la ponía ansiosa. Desde que había escuchado aquello fue como si algo le hubiera dicho que todo iría de mal en peor. Pero aquí cuidando a su bebé le ponía algo de paz.
- Haha(8) -dijo el pequeño niño con su voz adorable sin dejar de mirar la chimenea.
- ¿Qué pasa? -pregunto Meisho con voz suave.
- Chichi(9), ¿Venda ponto? -las palabras salían de forma adorable y aún sin poder pronuncionar correctamente la r; esto lleno lleno de ternura a la Reina, pero al escuchar su pregunta suspiro. Su pequeño bebé ahora la miraba con ojos curiosos por lo que ella extendió sus brazos, al entender Gon se levantó y camino hacia los brazos de su madre con una sonrisa.
Amaba el olor de su madre y amaba cuando esté le protegía y se impregnaba en su cuerpo. Meisho tomo en sus brazos al pequeño príncipe, sentandolo en su regazo.
- Chichi vendrá pronto -dijo la mujer con una sonrisa suave, poniendo a su bebé mar cerca de su pecho.
Su bebé tenía tres años por lo que su presentación tenía que aguardar hasta sus 12 años como la tradición del reino lo decía. Aunque ella estaba segura que sería un alfa. Por lo tanto su olor era el común de un niño: leche y miel. Era gracioso porque su olor también tenía miel sin embargo era muy suave, el que más gobernaba en ella era el de los jacintos, sintiéndose feliz perfumo a su bebé que con gusto acepto el olor.
Meisho comenzó a tararear una canción suave y solamente para su niño, una que su padre también le cantaba por las noches cuando tenía miedo. Poco a poco Gon comenzó a cerrar los ojos, sosteniendo la ropa de su madre con fuerza.
- Meisho -sama -se escucho una voz gentil, mientras daba pequeños toques a la puerta.
- Pasa Mito -san -dijo la reina levantándose para llevar a su bebé a su cama.
Al ser una madre muy protectora decidió que su hijo estaría en la habitación con ellos. No hubo problema ya que la habitación era lo suficientemente grande para tener a tres personas. Así ella cuidaría de su bebé sin preocupaciones.
- Ging envío una carta -dijo sosteniendo el sobre en su mano.
La prima de Ging era una alfa de carácter fuerte, una mujer realmente fuerte y capaz que amaba a su sobrino; ella claro que iba a ir con Ging a investigar, era su mano derecha, sin embargo decidió quedarse para calmar y cuidar a la Reina y al Príncipe heredero.
Ella sabía que esos robos y asesinatos escalarían poco a poco y no tardaban en atacar a los omegas importantes, llamenla paranoica pero ella estaría ahí cuidando a su Reina y a su Príncipe. Porque sabía perfectamente las capacidades de Meisho, la admiraba por ser fuerte, pero sabía que si la vida de Gon estaba en peligro ella no dudaría ni un segundo en dar la suya y Mito no quería eso, no quería que Gon viviera sin una madre, además adoraba a Meisho, era una mujer importante no solo para la nación, no solo por ser la esposa del rey, no, simplemente era su familia y ella la protegería.
- ¿Crees que él esté bien? -preguntó tomando el sobre y con un abre cartas saco el contenido.
- Debe de estarlo -dijo la alfa segura, porque si no lo estaba ella misma iría y lo remataría. Tenía una familia por la quien regresar y una nación que gobernar.
"Mi querida esposa.
La investigación ha ido mal, no encontramos absolutamente nada, pero esto es una carnicería, se llevaron a varios omegas sin dejar rastro.
Partiré mañana hacia en castillo, sin embargo, deberemos hacer más recorridos e investigaciones.
Estoy bien y pronto regresaré con ustedes.
Con amor Ging"
El rostro de Meisho se iluminó al saber que su marido estaba bien y que regresaría pronto.
Sin embargo, el tema de los asesinatos y desapariciones le dejaban un sabor amargo. Pero confiaba que terminaría pronto.
Nada malo pasaría de ahora en adelante. O eso pensaban.
~ 11 años antes ~
Pequeños rayos de sol lograban entrar a través de las dos grandes ventanas de la habitación. El chico moreno de cabellos azabache dormía plácidamente en su cama, sin importarle lo que esté sucediendo afuera.
Pronto más rayos, ahora más potentes se estamparon en su rostro haciendo que este frunciera el ceño y comenzará a abrir poco a poco los ojos viendo que una mujer de vestido azul y negro, abría las cortinas y las sostenía con un listón dorado.
- Su alteza real despierte -se escucho la voz de la joven mientras caminaba a lado de su cama.
- Solo 5 minutos más -dijo el joven mientras se tapaba el rostro con una almohada. La mujer suspiro pesadamente.
- Nada de 5 minutos, ¿Acaso olvidó que día es hoy? -preguntó la mujer negando con la cabeza -. Alteza, hoy es el día en que La Reina y Rey regresan de su viaje.
Al escuchar esas palabras el moreno salto de la cama emocionado.
- ¡Por fin veré a mi haha! -gritó el azabache emocionado.
Su madre era la mujer más importante que tenía en su corazón, aunque a veces fuera bastante estricta sabía que lo amaba y que siempre siempre sería su bebé. Aunque ese pensamiento le dió un poco de vergüenza pues, ya tenía 13 años.
- ¡Su alteza real! -grito la joven al ver que el principe salió de su cama brincando.
- ¡Vamos Palm! -dijo el muchacho sonriendo -. ¡No estás emocionada!.
- Por su puesto alteza, pero no puede recibirlos en esas fachas -dijo la sirviente recogiendo la almohada que callo en el suelo. Palm era 6 años mayor que el principe además de ser omega y también la sirviente personal de este. Tenía otros sirvientes que eran más que nadamás que niños beta que ayudaban a vestir al príncipe, acomodan su habitación, prácticamente servir a todo lo que la alteza real pida.
- Bien bien, me vestiré con lo que órdenes -dijo el azabache sentándose frente al gran espejo de su tocador. Palm se sonrojo al escuchar tal afirmación que ella al ser una sirviente no podía realizar.
- Su alteza no le estoy ordenando nada -dijo la chica, haciendo que los dos niños betas entrarán listos para ayudar.
Los niños ayudaron a escoger el atuendo de hoy, era algo simple, un traje de color blanco con tejidos de color azul verdoso que formaban el símbolo del reino Freecss; un dragón, a su vez el puño de la camisa está forrado por pequeños tejidos dorados que formaban flores Sakura(10), la flor representativa del reino.
Al terminar con su ropa, pasaron a su cabello aunque mucho no hicieron más que cepillarlo. Una vez terminado el joven principe se dirigió a comer con su tía Mito. El chico comía alegremente sabiendo que sus padres volverían.
Era difícil para él ser el heredero del reino, no creía ser capaz de poder gobernar su Reinos y además seguir con una alianza. Era algo que no podía hacer, algo que le aterrorizaba. Aunque sabía que cuando el momento llegará sus padres estarían ahí para ayudarlo, para guiarlo. Ahora mismo estaba el hecho de los Omegas y alfas asesinados, vendidos o desaparecidos; no lo entendía ¿Por que ocurría eso?, ¿Por qué habían tantos asesinatos y desapariciones?
Sin embargo a pesar de ello se convertiría en un Rey por suerte su base en nen ya era demasiado sólida; le hacían estudiar de todo desde estrategia, peleas, economía, política, historia del reino, todo lo necesario para poder gobernar correctamente como lo hacían sus padres.
El salir del reino también era algo difícil, el principe Gon podía salir del castillo y recorrer sus calles; sin embargo estaba estrictamente prohibido salir más allá, también era acompañado por Kite el mejor general del reino y también el hombre que le cuidaba. Con 13 años Gon quería recorrer el mundo, quería saber cómo eran los demás reinos no solo su castillo y los jardines de este, no, quería conocer sus calles, su flora, todo de ellos.
Al haber terminado su comida fue al jardín principal del castillo, sentado en el pasto mientras acariciaba las rosas blancas que su madre plantaba; a decir verdad habían muchas cosas que le encantaban hacer que para un alfa eran mal vistas, algo realmente estúpido si se lo preguntaban.
Dentro de sus pensamientos, no escucho la forma en la que Palm le estaba hablando.
- ¡Alteza!, ¡Alteza! -gritó la pelinegra a unos cuantos metros de él, al ver que el principe no respondía decidió gritar aún más fuerte. Una vez así el moreno escucho y volteo a verla.
- ¿Qué pasa? -pregunto el joven de 13 años levantándose y sacudiendo su pantalón.
- El barco Real ha llegado al puerto -dijo la joven con una sonrisa.
Gon abrió los ojos emocionado, corrió hacia la puerta principal del castillo y se quedó ahí esperando junto a Palm y su tía Mito. Al cabo de unos 30 minutos los caballos se hicieron presentes.
Ging cabalgaba un sorprendete caballo café, el Rey se veía imponente en su corcel con una sonrisa un tanto altanera veía a sus súbditos que lo veían con emoción y cariño, a su lado un corcel blanco sumamente precioso se hacía notar y en el la Reina deslumbraba con su belleza y elegancia; con una sonrisa amable y cariñosa. Gon se quedó emocionado de verdad se sentía sumamente maravillado en el como sus padres podían irradiar esperanza, amabilidad y confianza con solo sus presencias.
Una vez llegado ayudaron a bajar a la reina y con una sonrisa se acercó al chico de ojos miel, cabello azabache que la veían con tanto amor y emoción. Con una sonrisa lo abrazo dejando su bello olor en su niño este con gusto lo aceptaba, jamás se cansaría del olor de su madre.
- ¿Cómo te portaste? -preguntó con una sonrisa Meisho.
- Bien haha -dijo el azabache con una sonrisa, un par de minutos Ging se acercó y dió palmaditas en su hombro.
A decir verdad su padre no lo consentía mucho pero sabía que estaba orgulloso de él y que con pocas acciones hacía ver el cariño que le tenía.
Juntos entraron al castillo escuchando todo lo que el su pequeño de trece años aprendió en estos dos meses que estuvieron fuera. La reina escuchaba atentamente sintiéndose orgullosa porque muy a pesar de la personalidad viajera, divertida, juguetona de su hijo sabía que tenía esa responsabilidad en su ser y que jamás los decepcionaría.
- Eso es muy bueno -dijo Ging con una sonrisa orgullosa.
- Gon, después de nuestro viaje y que la investigación dió frutos, el Rey Zoldyck decidió hacer un banquete en forma de festejo -dijo Meisho con una voz suave viendo cómo los ojos de su hijo brillaban -. Partiremos mañana por la tarde.
Nota: Los nombres de los reinos son flores en japonés, las escogí por su significado, menos el reino de Kakin, que si existe en el manga de hxh solo que en el es: Imperio Kakin, aquí se cambió a Reino.
Los demás nombres se irán sabiendo en los capítulos.
1. Kiiroi Yuri(黄色いユリ): Lirio amarillo.
Lirios amarillos: vinculados a la alegría, la felicidad. Regalar un ramo de lirios amarillos es también una buena opción si quieres expresar lealtad.
2. Akai Botan (赤い牡丹): Peonía Roja.
El significado de las peonías rojas nos llega desde China. Este color es uno de los más importantes allí, es el color utilizaban los emperadores. Por ese motivo las peonías de color rojo significan riqueza, prosperidad, honor y respeto.
3. Jacintos:
4. Nodriza: Mujer que amamanta a un niño que no es hijo suyo, en general recibiendo una retribución.
Nota: Aquí también cuida después al niño de quién se encargan. Esto se explicará más adelante.
5. Shiromuku: (白無垢) es una prenda que forma parte de la vestimenta utilizada durante la boda por la novia, se usa durante la ceremonia religiosa Shinto y consiste en un kimono más largo de lo normal, el borde inferior lo tiene relleno de algodón para que se distribuya el peso del shiromuku, a demás éste relleno, representa lo suave y delicada que será la esposa con su marido. El término shiromuku significa de forma literal "blanco puro" o "todo blanco".
6. Flores Ume:
7. Wataboshi (绵 帽子): Según las tradiciones, el sombrero blanco llamado Wataboshi que cubre toda la cabeza de la novia, se usa durante la ceremonia religiosa.
8. Haha (母) Mi madre ---- okaasan (お母さん) Tu madre. Es la forma correcta de dirigirte íntimamente a tu madre mientras la segunda es para dirigirte a la madre de otra persona por lo mismo se utiliza el -san en forma de respeto.
9. Chichi (父) Mi padre ---- otousan (お父さん) Tu padre. Los mismo que arriba.
Nota: Les dejaré un artículo que habla mejor de esto ya que no le gustará desinformar. Resumiendo, las formas de arriba son para cuando hablas con otra persona de tu madre o padre, sin embargo cuando tú hablas con tus padres es el término que todos conocemos y que hemos visto en animes.
http://www.kimisikita.org/basics/familia.html
10. Flores Sakura:
La mamita de Gon joven (más o memos imaginensela así) (encontré esta foto no es de mi tutoría)
¡Hola! ❤️.
Esto es un omegaverse por lo que espero que tengan una idea básica de este, si no es así. Pregunten y yo contestaré a todas sus preguntas.
Trataré de publicar semanalmente, trataré jajaja.
Muchas gracias por apoyar este nuevo proyecto con el que estoy muy emocionada de compartir con ustedes.
En este caso investigue varias cosas para que no sea algo simplemente tonto y hasta aprendí nuevas cosas xd, por lo tanto en algún momento si se utilizan términos los explicaré y así.
Muchas gracias por leer 🥺.
¡Nos leemos en la siguiente actualización! ❤️👌.
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