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𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒔𝒊𝒙

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I need somebody
그래 너 I'm ready
You got me 그 눈빛이 oh I

너도 close your eyes
Oh I'm feeling so high
오늘 밤 조금 위험해
Just the way I like

Baby we're a scandal
Way too hot to handle
You can't keep your eyes off
My love is like a candle

Baby we're a scandal
Way too hot to handle
You can't keep your eyes off
And it's just the way I like, oh

- Scandal, Twice

̶ ̶̶̶ ̶ ̶  ̶ ̶ ̶̶̶ ̶«̶ ̶̶̶ ̶ ̶ ̶̶̶ ̶« ̶ ̶̶̶ ⁺˚ * ・ ༓ ☾ ☽ ༓ ・ * ˚⁺ ̶ ̶ »̶ ̶̶̶ ̶ ̶ ̶̶̶ ̶» ̶ ̶̶̶ ̶ ̶ 

Después de pasar una de las mejores tardes de su vida con Hoseok, Yoongi salió de su auto, dejándolo perfectamente estacionado enfrente de su fraternidad, antes de dirigirse a la puerta de la casa, tratando de ocultar su sonrisa y lo feliz que estaba, mientras su corazón martilleaba con fuerza en su pecho.

Quizás era lo relajado y el buen humor que sentía siempre que veía a Hoseok, que él podía jurar casi que sentía como sí estuviera drogado, tanto así que casi podía oler la marihuana en el ambiente.

O por lo menos eso pensaba, hasta que detuvo sus pasos y respiró profundamente que el verdadero aroma a hierba lo golpeó. Estando algo decepcionado de saber o tener una idea de quién se trata, pero aún así se dirige a la parte trasera de la casa para confirmar sus sospechas.

Y es verdaderamente desalentador para él, cuando se encuentra con Aaron acostado en el piso, con un cigarrillo en los labios, fumando con toda la tranquilidad del mundo.

- Carajo - gruñó el pálido, tocándose el puente de la nariz, tratando de tranquilizarse para no gritarle al chico. Tomando una profunda respiración antes de hablar. - Creí que teníamos un trato, Aaron. - habló lo más calmado posible.

El chico alzó una de sus cejas, antes de exhalar todo el humo de sus labios, sin importarle mucho lo que estuviera diciéndole el pelinegro.

- Levántate y entra a la casa. Si te ven aquí van a suspenderte - dijo Yoongi de nuevo, sonado como una orden.

Aaron se sentó en el suelo, sin decir nada, aún con el cigarro de marihuana en sus labios.

- ¿Por qué te importa? - preguntó el otro alfa, por fin. - Temes que digan: "¿Cómo es posible que el mejor líder puede tener a un drogadicto en su fraternidad?" - comentó en voz baja.

- No es por eso - interrumpió Yoongi de inmediato. - Me importas, Aaron. Todos me importan. Quedaste en que lo dejarías por el equipo - agregó.

- No, tú me hiciste dejarlo para entrar a tu equipo de mierda - negó Aaron poniéndose de pie, dándole una calada más al cigarrillo.

- Te hice entrar, porque pensé que eso podría ayudarte - suspiró Yoongi resignándose, antes de tomar el cigarrillo de los labios del chico para tirarlo.

- ¡Sorpresa! - exclamó el otro alfa, sin nada de emoción en su voz, arrugando su nariz. - No funcionó tu plan. ¿Por qué no solo me expulsas y ya? - escupió antes de buscar otro cigarro en su ropa.

Yoongi siguió con la mirada los movimientos del chico, viendo como éste sacaba un cigarro de tabaco ahora.

- Éste es legal - se burló el alfa, tomando su encendedor para prender el cigarrillo.

El pelinegro no sabe el porqué Aaron actúa tan despreocupado de la vida, de su propia vida y de las consecuencias que sus acciones podrían traerle. Aunque debe de admitir que hay veces en las que él envidia eso, pero ese sentimiento no puede durar mucho cuando el chico deja salir todo el humo en su rostro, bajando el rastro de humo por su cuello hasta llegar a su pecho, apestando su ropa a tabaco.

- ¿Qué fue lo que pasó? - preguntó Yoongi con la voz ronca, haciendo que el chico lo mire como si no supiera de qué está hablando. - Cuando llegue como líder me pregunte... - habló sin saber cómo decirlo o que decir exactamente para no sonar tan duro.

- ¿Qué hacía yo aquí? - interrumpió Aaron, sin sonar sorprendido o molesto, todo lo contrario, comenzó a reírse en voz baja y a negar con la cabeza.

- Busque tu historial - confesó el pálido, mirando como el alfa se tensaba al oír eso. - Tenías un promedio impecable, eras el mejor de tu clase de Física, no entiendo qué fue lo que pasó. - dijo sincero.

- ¿Qué pasó? - repitió Aaron, dándole una calada al cigarro. - Me di cuenta que todo lo que pase en la Universidad no interesa. ¿Crees que allá afuera van a decirte: "Oh, eras el mejor de tu clase, te mereces el mejor puesto o un aumento de sueldo"? Claro que no, solo perdemos el tiempo. - dijo encogiéndose de hombros. - Además, tuve malas influencias, malas amistades y aquí estoy ahora.- aclaró.

- Aaron, la escuela no es una pérdida de tiempo. Si, quizás por más preparado que estemos no vamos a tener el puesto que merecemos en el primer intento, pero conforme avances, verás que tú esfuerzo habrá valido la pena - habló Yoongi. - Tienes mucho potencial, no deberías dejarlo morir - agregó con una sonrisa de lado. - Entra a la casa. - pidió antes de darse la vuelta.

- Espera - habló Aaron deteniendo al pelinegro por el brazo.

Yoongi no entiende el porque una vez más, el alfa deja salir humo de cigarrillo sobre él y su ropa, ni el por qué el chico toma de su mochila un desodorante en spray y se lo echa encima casi por completo.

- Es mejor oler a tabaco y a esta mierda, a que ellos se den cuenta, ¿No? - dijo Aaron tirando su cigarrillo para apagarlo, volviendo a guardar su desodorante, sin mirar al pálido.

Yoongi se sintió confundido, pero en el fondo sabía a lo que se refería Aaron, pero era mejor fingir que no era así.

- ¿Qué? - cuestionó el alfa pelinegro fingiendo confusión.

- No diré nada - habló el alfa encogiéndose de hombros y arrugando su nariz. - Él me agrada. Siento que es de las pocas personas en este lugar que no me juzga constantemente. - agregó.

- ¿De quién hablas? - preguntó Yoongi, tratando de no meter la pata.

- Ya sabes... del chico Tau, el líder. - respondió Aaron no pudiendo recordar el nombre del omega.

- ¿Hoseok? - respondió el pelinegro, sintiendo su corazón martillando con más fuerza en su pecho.

- Si, él. Se me olvida su nombre. - respondió el alfa con una sonrisa. - No eres muy bueno disimulando. Debes mejorar eso, sí quieres que dure. - advirtió, dándole un golpe en el hombro antes de dirigirse a la casa.

Yoongi soltó un pesado suspiró.

Genial. Alguien de su fraternidad lo sabía, y tenía que ser el más desastroso y el menos confiable.

Tan solo espera que esto no joda lo que tiene con el pelirrojo, por que en realidad no quería perder aunque sea la pequeña posibilidad que tenía de algún futuro tener algo oficial con Hoseok.

Por otro lado, Hoseok no se encontraba en su mejor momento de ánimo ni en la mejor situación.

- Jimin, no sé de qué me estás hablando. - suspiró, echando su cabeza hacia atrás, rogando poder convencer al omega de estar en un error.

- ¿Sabes qué? - habló Jimin indignado, cruzándose de brazos, sin sonar tan molesto como creía Hoseok. - Estoy un poco cansado de ese cliché de que los rubios y rubias son unas cabezas huecas o que solo nos importa nuestra apariencia, pero no es así y creí que tú eras de las pocas personas que me consideraba astuto e inteligente. - dijo mirándolo.

- Lo eres, Jimin - respondió Hoseok. - Por algo estás en la fraternidad. - argumentó lo mejor que pudo.

- Entonces, ¿Por qué tratas de engañarme? - cuestionó - Tú sabes perfectamente que pasé todo el verano pasado en esa casa con Jungkook, sé a qué huele cada uno de esos idiotas. Y es obvio, que tú hueles a Min . - dijo con molestia.

Hoseok suspiró y asintió sin saber que decir a eso, pues no podía negar lo que era más que obvio.

- ¡Oh Dios!, ¡La pobre de Rosé! - chilló indignado, fingiendo un llanto dramático.

El pelirrojo rió un poco por su pésima actuación y negó con la cabeza.

- A ella no le gusta Yoongi. - dijo finalmente, haciendo que Jimin parará con su mala actuación.

- Menos mal - suspiró el rubio, encogiéndose de hombros. - Entonces, ¿Vas a decirme desde cuándo está pasando esto? - cuestionó de nuevo.

Hoseok miró al chico a los ojos, pensando que quizás ser sincero ahora era lo mejor que podía hacer para remediarlo.

- ¿Recuerdas la vez que llegué a bañarme después de ir a un bar? - preguntó, desviando su mirada.

- ¿Cuándo te pregunté si estabas bien? - dijo Jimin algo sorprendida.

- Si - asintió Hoseok - Esa fue la primera vez que estuvimos juntos. - confesó en voz baja.

- Sabía que había pasado algo esa noche - sentenció el rubio, negando suavemente con la cabeza.

- Pero no fue la primera vez que me sentí atraído por él - habló Hoseok de nuevo. - No es ni cerca, de cuando comencé a sentir algo por él - agregó.

- ¿En serio?, ¿Y cuándo fue? - cuestionó el chico con curiosidad.

- Conocí a Yoongi antes de que fuera nombrado líder de Kappa Alpha. - suspiró Hoseok, con su mirada fija en la ventana de su auto.

Hoseok aún puede recordar a la perfección ese día, él no tenía mucho de haber sido nombrado líder de Omega Tau y la verdad es que toda la atención sobre él lo estaba abrumando demasiado, así que ese día había decidido ir al único lugar en el que podía estar con algo de tranquilidad, la biblioteca de la escuela.

El ser una de las Universidades más importantes del país, tenía sus grandes ventajas, como lo era una enorme y amplia biblioteca, y Hoseok agradecía internamente eso.

Y entre todos pasillos del lugar, por alguna razón el más abandonado era el de las novelas de ficción, porque tal parece que muchos Universitarios no tenían el tiempo o el interés en leer algo fuera de sus respectivas carreras, lo cual era bastante triste.

Hoseok miraba con mucho interés y curiosidad un par de libros, que quizás podría sacar junto con los de cálculo integral que necesitaba para una de sus clases, cuando él se acercó.

- Hola - habló el alfa, tocando suavemente su hombro.

El omega se giró dispuesto a rechazar cualquiera de las propuesta que tuviera el chico en mente, estaba cansado de que en los últimos días solo se acercaran a él para pedirle una noche de sexo casual o una cita.

- ¿Sabes dónde están los libros de Termodinámica? - preguntó el pelinegro, para sorpresa del castaño, haciendo que su discurso de rechazo se quedara atorado en su boca. - Estoy algo perdido, soy relativamente nuevo en este campus, hice mi cambio este semestre. - confesó el chico nervioso.

La realidad es que Hoseok en otras circunstancias o con otras personas, le hubiera dicho que no le importaba eso y que fuera a buscar el croquis de la biblioteca en la entrada y lo dejará en paz, pero por algún motivo lo que salió de sus labios fue algo totalmente diferente.

- Estás es la planta alta, los libros de Termodinámica están en el primer piso, a lado de los de Física. - explicó con una sonrisa amable.

- Oh, bien. - asintió el alfa, riendo nerviosamente y con un ligero tono carmesí en sus mejillas.

Hoseok tenía una gran debilidad por los alfas que se sonrojaban, no podía negarlo, le parecían tiernos; al igual que no podía negar que el alfa enfrente de él era muy guapo y que tenía un agradable aroma, fuerte y dominante, pero sin ser demasiado abrumador para él.

- Puedo llevarte - propuso de inmediato, al ver que el alfa ya se iba.

- Si, claro - respondió de inmediato el pálido, sonriendo algo aliviado.

Quizás era el hecho de que Yoongi era nuevo como decía, que realmente no intento insinuarse como el resto de los alfas en los últimos días, que hizo que Hoseok disfrutará pasar algo de tiempo con él, ayudándolo a buscar lo que necesitaba e incluso le ofreció mostrarle todo todo campus, lo cual tan solo era un pretexto del omega para volver a verlo, pero el alfa se negó a eso.

Después de ese corto encuentro en la biblioteca, Hoseok tuvo la oportunidad de encontrarse al alfa en varias situaciones, pero ni siquiera se hablaban, tan solo se sonreían mutuamente y seguían con su camino, y el omega nunca tuvo la verdadera oportunidad de preguntarle su nombre, arrepintiéndose de no haberlo hecho aquella vez en la biblioteca.

Aunque tal vez el pelirrojo estaba exagerando un poco al pensar que no volvería hablar con el pálido, porque el alfa simplemente no estaba interesado en él, pero se dió cuenta de lo equivocado que estaba, cuando un día mientras iba de regreso a la casa de su fraternidad un alfa lo alcanzó corriendo, como si lo hubiera estado siguiendo desde hace tiempo.

Y él se hubiera asustado, si no se hubiera encontrado con aquel par de ojos oscuros que le gustaron desde el primer momento en que los vió.

Bueno, tal vez si tenía que espantarse, al final era un extraño para él, pero le era imposible que ese alfa le inspirará desconfianza.

- Hola, ¿Me recuerdas? - habló el alfa algo agitado.

- Si, el chico perdido - respondió Hoseok reteniendo la risa que quería salir de sus labios.

- Si, ese soy yo - respondió Yoongi riéndose. - Yo... quisiera saber si tienes planes mañana - dijo lo más rápido que pudo, haciendo evidente su nerviosismo.

Hoseok lo miró por unos segundos, notando el uniforme deportivo que llevaba el alfa, asumiendo que no tardaría en ser reclutado por alguna de las fraternidades, porque así funcionaba para los alfas. El estar en un equipo deportivo los convertía en potenciales novatos para las fraternidades, y el omega está algo decepcionado de eso, porque normalmente los alfas de fraternidades son unos idiotas totales con aires de superioridad y él piensa que el alfa pálido no es para nada así.

- ¿Te han reclutado? - preguntó sin responder a lo que le había dicho el alfa.

- Mhm... eso creo. - dijo inseguro. - Fui invitado a la fiesta de Kappa Alpha de mañana. - agregó.

"Genial", pensó Hoseok con ironía, no extrañándole para nada que Kappa Alpha estuviera detrás del pelinegro.

Lo cual era muy malo sabiendo que era la casa rival de Omega Tau.

- ¿Y quieres que vaya contigo? - dijo el pelirrojo sorprendido.

- Mhm... si, digo... si quieres. - respondió el alfa dudoso de sus propias palabras.

Fue ahí que el omega terminó de confirmar que el alfa no sabía quién era él ni su situación con Kappa Alpha.

- Está bien - accedió con una sonrisa, pensando que sería interesante. - Te veo ahí - agregó antes de darle un beso en la mejilla y seguir con su camino, planeando decirle su nombre hasta la fiesta.

Lo cual definitivamente fue un error, todo había sido un error, desde aceptar la cita hasta el no decirle al alfa quien era.

Y fue consciente de eso hasta el momento de la fiesta.

Hoseok había llegado algo tarde, porque Jimin y Taylor habían insistido en ir con él.

Era una fiesta como cualquier otra, con adolescentes bebiendo y bailando, hasta que el quien era el líder en ese momento de Kappa Alpha, tomó el micrófono del karaoke, parando la música para hablar.

- ¡Hola a todos! - habló el alfa con una exagerada emoción, que hizo que Hoseok rodará sus ojos, mientras trataba de encontrar al pelinegro entre la multitud, sin tener resultados. - Como saben éste fue mi último semestre, lo que me lleva dejar este bello lugar y mi puesto de líder. - dijo, seguido de varias exclamaciones de falsa tristeza de los asistentes. - Y como última labor como líder, me he dedicado a buscar a mi perfecto sucesor y por un momento me temí que fuera a ser Ian - bromeó.

Hoseok notó la risa fingida del alfa mencionado, pero no le tomó importancia en absoluto.

- Pero no teman, eso no será necesario. ¡Por qué lo encontré! Bueno, mejor dicho, lo encontramos, fue una decisión de todos los miembros - explicó. - Un fuerte grito para el nuevo líder de Kappa Alpha: ¡Min Yoongi! - exclamó haciendo que todos los presentes gritaran de emoción.

Hoseok sintió un golpe bajo en la boca de su estómago y un frío recorrió su espalda al ver de quien se trataba.

Era su chico perdido, el guapo alfa de cabello negro y piel pálida.

- Lo sabía - comentó Taylor, mientras ella aplaudía.

Hoseok la miró entre sorprendido e indignado, estaba teniendo una ola de emociones en ese momento que no podía explicar con palabras.

- Es muy famoso en el equipo de Fútbol, el mejor de hecho. Además es guapo, con buenas notas y el nuevo de la Universidad, era perfecto. - explicó la chica como si supiera lo que estaba pensando su amigo.

Yoongi tenía una media sonrisa en su rostro, mezclada con una mirada de confusión, era más que obvio que el chico no se esperaba esto o quizás si y solo estaba emocionado.

Pero Hoseok se negaba a creer que no le dijera que iba a ser nombrado líder, así que prefería creer que el alfa tampoco lo sabía.

- Y debo decir - habló de nuevo el antiguo líder. - Que es un honor que el líder de Omega Tau, Jung Hoseok esté aquí, no lo esperábamos. Pero nos honra su presencia - dijo mirando directamente al pelirrojo, sin borrar su sonrisa altanera, haciendo que la mayoría de los presentes se girarán a verlo. - De seguro se llevarán muy bien - escupió con burla y sarcasmo, haciendo que todos se reirán.

Su mirada se encontró con la del pálido y ese fue el momento en el que ambos supieron que todo estaba perdido entre ellos; con una molesta voz en el fondo de su cabeza que les recordaba que no podrían estar juntos, no mientras ambos sean líderes de su respectiva fraternidad.

Después de eso ellos trataron de evitarse a toda costa, como si eso fuera a calmar sus impulsos, deseos y aquella conexión que habían sentido desde el momento en el que se conocieron.

Y por un par de meses eso pareció funcionar para ambos, de hecho fue casi por año, donde ambos tuvieron que lidiar con la tensión sexual y la atracción que sentían el uno por el otro.

Pero fue hasta que ambas fraternidades decidieron llevar una "amistad" pasivo-agresiva, en la que ellos comenzaron a frecuentarse más, que simplemente no pudieron seguirse ocultando lo que sentían y lo que deseaban, así que se dejaron llevar por la emoción, hasta llegar a la situación actual.

- ¿Lo amas? - preguntó Jimin regresandolo al presente.

Hoseok tragó en seco con una punzada en su pecho, sin saber que responder a eso.

- Me gusta mucho - suspiró, sin mirar al omega rubio.

Jimin asintió, torciendo sus labios, entendiendo de alguna forma, de la forma en la que se podía sentir su amigo.

- No diré nada - susurró el chico. - Lo digo en serio, no saldrá nada de esta boca hermosa. - prometió con una pequeña risa, haciendo reír igual forma al pelirrojo.

- Gracias - dijo el omega aliviado.

- No es nada - negó Jimin. - Tú siempre me has respaldado con mis tonterías. Además, esto puede ayudarnos a unirnos más. Soy el único que lo sabe, ¿No? - cuestionó.

Hoseok asintió, no queriendo delatar a Rosé, y no es porqué no confiará en Jimin, si no que no estaba seguro de que fuera una buena idea que supiera que la menor estaba enterada desde hace mucho, eso podría meterla en problemas.

- Si, eres el único - mintió el pelirrojo con una sonrisa.

- Eso es bueno, nos hace más unidos, ¿No? - comentó riendo. - Por fin sé algo que Taylor no. - agregó bromeando el rubio.

- Vamos, Jimin. Necesitas que chequeen tu pierna - habló Hoseok cambiando el tema.

- Pero deberías de hablar con él - comentó Jimin antes de que el pelirrojo se bajara del auto, para ayudarlo a bajar.

- ¿Qué? - dijo el omega confundido.

- Si lo amas, deberías hablar con él, ya sabes... dejar las cosas claras ahora que no es demasiado tarde. Si aspiras a una relación formal en el futuro pero él no y solo quiera sexo casual, o que sea al revés, que él quiera cortejarte en un futuro y tú solo quieras el sexo, deberían hablarlo, para evitar lastimarse. - explicó con sinceridad.

- Lo pensaré. - asintió el omega mayor, antes de salir del auto.

- Solo no quiero que te rompan el corazón. - murmuró Jimin en voz baja, cuando Hoseok pasó su brazo por sus hombros, para que se apoyara de él y así poder bajar del auto y caminar.

- No lo harán, Jimin. - prometió Hoseok en voz baja.

- ¿Crees que necesite yeso? - cuestionó el omega con una mueca de dolor en sus labios.

- Eso parece - admitió Hoseok mirando la pierna del chico, con la que no podía ni sostenerse.

- Mierda. Había comprado unas lindas botas que llegarán el Lunes y realmente quería usarlas. - se lamentó el chico con un puchero en sus labios.

Hoseok rodó los ojos con una pequeña sonrisa, sabiendo lo mucho que todo lo que tuviera que ver con moda y ropa era de las cosas favoritas de Jimin.

- Apuesto que aún se te verán lindas aunque sea en un solo pie. - respondió el omega pelirrojo.

- Más vale, me costaron mucho. - respondió el rubio riendo.

Al final, como era de esperar Jimin sí necesitó el yeso en su pierna, lo que duraría de semanas a meses y Hoseok realmente espera que solo sean unas semanas, porque no cree poder aguantar las malas miradas de Emma cargadas de reproche, cuando ella ni siquiera debería reprocharle nada sobre el accidente de Jimin, porque no era su culpa, pero de alguna manera ella lograba que él se sintiera culpable y eso es muy estúpido.

Y en medio de la noche, él no pude conciliar el sueño por más que intenta y no sabe si es por el accidente de Jimin y ese sentimiento de no estar haciendo bien su papel de líder o por lo que le dijo el rubio, sobre hablar con Yoongi de sus sentimientos antes de que fuera tarde y así no asumir que ambos estaban en la misma sintonía respecto a lo que quieran o esperaban de su relación (sí es que se podía llamar relación).

Hoseok no sabe si sentirse aliviado o asustado cuando recibió un mensaje de Yoongi.

Mi hyung ♡
¿Qué haces despierto tan tarde?

Hoseok sonrió involuntariamente al leerlo, apresurandose a desbloquear su teléfono para responder.

Hoseok
Yo podría preguntarte lo mismo, Min :)

El omega no puede negar como su corazón se hincha de alegría al ver como el alfa lee su mensaje al segundo de ser enviado, para después comenzar a escribir una respuesta de inmediato.

Mí hyung ♡
No puedo dormir, ¿Y tú?

Hoseok
Mhm... tampoco :(

Mi hyung ♡
¿Puedo llamarte?

Hoseok duda por un momento, leyendo la pregunta un par de veces, con su labio inferior atrapado entre sus dientes, sin saber que tan buena idea sea eso.

Lo medita, pensado que todos en casa deben de estar dormidos o metidos en sus propias cosas como para notar que él está hablando con alguien por teléfono a esas horas de la noche.

Hoseok
Claro :)

El alfa no tarda en leer el mensaje y casi de inmediato aparece la llamada entrante en la pantalla del omega, haciéndolo sentir emocionado por algún motivo que no quiere explicarse.

- Hola, Hoseok - habló el alfa con una gran sonrisa en su rostro.

El omega respiró profundamente, soltando un suspiro, deseando poder controlar ese sentimiento de emoción en su pecho por estar hablando con el pálido.

- Hola, Yoongi - respondió en voz baja. - ¿Por qué no puedes dormir? - preguntó el omega.

- Tengo un examen de la clase de Analítica mañana y tengo que estudiar.

El omega niega con la cabeza, aunque no pueda verlo, mientras ríe.

- Yoongi, tú no llevas esa clase. - dijo tratando de no hacer mucho ruido.

- De acuerdo - suspiró el alfa riendo igual, y Hoseok se da cuenta de lo mucho que le encantaba escuchar su risa aunque fuera a través del teléfono - Me atrapaste - confesó finalmente. - No podía dormir porque estaba pensando en alguien. - agregó con una sonrisa.

- ¿Si?, ¿En quién? - preguntó Hoseok, teniendo que morder su labio inferior, para no volver a sonreír como un complemento enamorado.

- ¿Quieres adivinarlo? - cuestionó Yoongi en su lugar.

- Bien. Está bien. - aceptó el pelirrojo, sonriendo y sentándose en su cama, pues así se podía mantener más despierto que estando acostado.

- Es un omega - dijo el pelinegro sin dejar de sonreír.

- Okay - respondió Hoseok haciendo su mayor esfuerzo por reprimir su sonrisa.

- Pelirrojo y muy, muy, pero muy hermoso, de verdad, no puedo explicar en palabras lo hermoso que es. - siguió hablando - Es más bajo que yo, aunque él no quiera admitirlo. - dijo, logrando que Hoseok soltará una risa. - ¿Pero sabes qué es lo que más me gusta de él? - preguntó con un suspiro.

- ¿Qué? - cuestionó Hoseok con el corazón latiendo con fuerza en su pecho.

- Físicamente, su sonrisa. Su sonrisa es lo más precioso que te puedas imaginar, cuando sonríe en grande sus labios parecen formar un bello corazón e incluso se forman unos tiernos hoyuelos en sus mejillas - confesó. - Pero, lo que más me gusta de él es su brillante mente y personalidad. Es tan inteligente, valiente e interesante, que es imposible no pensar en él. Además, de que su aroma me vuelve loco, tan adictivo y dulce ¿Ya sabes de quien hablo? - preguntó el alfa en voz baja.

Hoseok quería contestar a eso, pero estaba muy sensible y conmovido por las palabras del alfa, que ni siquiera se había dado cuenta del momento en el que las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.

El alfa podía escuchar el bajo llanto del omega y se sintió culpable por algún motivo, queriendo poder abrazar al chico en ese preciso instante.

- Eres tú, Hoseok - dijo Yoongi como sí tuviera miedo que el omega pensará lo contrario.

Hoseok rió sin poder evitarlo, limpiando las lágrimas de su rostro.

- Lo sé, Yoongi - dijo sin dejar de reír, queriendo descubrir el porqué se sentía de esa manera. - ¿Podemos vernos? - preguntó unos segundos después de estar en silencio.

- ¿Ahora? - preguntó el alfa sorprendido y desconcertado.

- ¿Si? - dijo Hoseok inseguro, poniéndose más nervioso al escuchar como el alfa soltó un suspiro profundo.

- ¿Dónde te veo? - dijo Yoongi finalmente.

- Detrás de la biblioteca, es un lugar tranquilo. - dijo Hoseok sin pensarlo.

- De acuerdo, te veo ahí. - asintió el alfa.

- Gracias - respondió el pelirrojo antes de colgar la llamada.

Bien, eso había sido inesperado, la verdad no estaba muy seguro del porqué le pidió eso a Yoongi ni de que fuera muy buena idea, pero ya estaba hecho y ahora tenía que arreglárselas para salir de la casa sin que las chicas y chicos se dieran cuenta.

Se apresuró a vestirse con los primeros jeans y zapatillas deportivas que vió, agarrando una sudadera que realmente le quedaba algo grande, pero era un regalo que le había hecho Jennie y no le importaba si no era de su talla, era cálida y eso era suficiente.

Hoseok sentía la adrenalina en su cuerpo, al momento de salir de su habitación, abriendo lentamente la puerta y asegurándose de que nadie estuviera en los pasillo, y podía escuchar como alguien estaba aún despierto con la televisión encendida, quizás viendo alguna serie en Netflix y él tan solo esperaba que eso fuera lo suficientemente entretenido como para que no lo escucharan o notarán lo que estaba haciendo.

El pelirrojo decidió cerrar su habitación con llave, por cualquier cosa y se dispuso a bajar las escaleras lo más cuidadoso posible.

Nunca se hubiera imaginado que él iba a escaparse de casa después de entrar a la Universidad, al igual que no sabía que eso sería tan emocionante como se sentía.

Salió por la puerta de la cocina, porque era mucho más liviana y menos ruidosa que la puerta principal, además de que esa tenía seguridad y era muy probable que fuera a sonar a esas horas de la noche, así que decidió no arriesgarse.

El campus era algo tenebroso de noche, no iba a negarlo, a pesar de tener postes de luz, estaba algo oscuro y todos los Universitarios sabían que la mayoría de cámaras, si no que todas, no servían, lo que no los hacía sentir muy seguros de todos modos.

Hoseok llegó al lugar de encuentro, esperando sinceramente que Yoongi aún no hubiera llegado, pero se sorprendió al ver alfa ahí, esperándolo, algo agitado, como si hubiera corrido y sonrió internamente por eso.

- Hoseok - habló el alfa con una pequeña sonrisa.

El omega quería besarlo tanto desde el momento en que lo vió y no iba a seguir reprimiendose.

- ¿Todo...? - iba a preguntar Yoongi, pero sus palabras se quedaron atrapadas en su boca, cuando el omega lo tomó del rostro y lo besó, tomándolo por sorpresa.

El alfa tan solo atinó a colocar sus cálidas manos en la parte baja de su espalda, pegando al omega a su cuerpo.

El beso se volvió desordenado y caliente conforme avanzaron los segundos, es como si eso fuera todo lo que necesitaban para sentirse vivos y en paz, porqué Hoseok simplemente no puede dejar de besar al alfa, necesitaba tanto sus labios y su cercanía tanto como necesitaba respirar su aroma.

- ¿Lo has hecho en una biblioteca? - preguntó Yoongi, bajando sus manos al trasero del chico, sin romper el beso, haciendo jadear al omega contra su boca.

- No seas estúpido. Ahí si hay cámaras - respondió el omega, pudiendo sentir como el deseo iba subiendo en su cuerpo, teniendo que separarse del alfa antes de terminar siendo follado contra pared o en el piso, porque sabe que sí Yoongi se lo propusiera él no iba negarse. - En realidad... quería hablar contigo. - murmuró, acomodando su ropa, sintiendo como sus labios estaban algo adormecidos por el beso.

Yoongi asintió, aclarando su garganta, tratando de ocultar lo mucho que quería volver a besar al omega.

- ¿De qué quieres hablar? - preguntó.

- De nosotros - respondió Hoseok sin mirarlo.

El alfa temió por un segundo que él fuera a terminar con lo suyo, pero antes de que pudiera comenzar a rogarle que no lo hiciera, el chico continuó hablando.

- ¿Qué quieres de mí? - preguntó directamente, mirándolo está vez.

- ¿Qué quiero? - dijo el pálido confundido.

- Si, ¿Qué quieres de mí? - repitió el omega con el corazón latiendo con fuerza en su pecho. - Quieres solo sexo casual, te gusto, quieres una relación, alguien con quien pasar el rato... necesito saber que quieres de mi, de esto... - explicó, tragando el nudo de miedo y nervios que podía sentir en su garganta.

- Quiero todo lo que tú quieras darme. - dijo Yoongi algo dudoso.

- Eso no me sirve de nada - negó el omega con la voz temblorosa. - Quiero saber lo que tú quieres - aclaró.

Yoongi respiró profundamente y desvío su mirada del omega, no sabiendo cómo decir lo que sentía exactamente sin asustar al chico.

- Quiero... - comenzó a hablar dudoso y nervioso. - Que esto dure lo suficiente para convencerte de que... soy un buen alfa para ti. - confesó mirando al suelo.

Hoseok podía jurar sentirse casi soñando al escuchar eso.

- ¿Quieres ser mi alfa? - preguntó el pelirrojo, solo para confirmar que lo que estaba pensado no era una locura producto de su imaginación y así darle un motivo a su omega para alterarse.

- Si, lo quiero - asintió Yoongi seguro. - Pero solo si tú quieres. - dijo de inmediato - Si tú no quieres una relación, estaré bien con eso. - agregó sin mirarlo aún.

- Así que... sí te digo que solo quiero sexo contigo hasta que termine la Universidad, ¿Estarías bien con eso? - cuestionó Hoseok sin poder creerlo.

- Si - asintió el alfa. - Eso es mucho mejor que no tenerte en absoluto. - confesó.

- ¿Desde cuándo? - preguntó el omega, acercándose a él de nuevo. - ¿Desde cuándo quieres tenerme como tu omega? - agregó.

- ¿Sonaría como un loco si te digo que fue desde el día que te conocí? - dijo Yoongi tímido mirando al pelirrojo.

- Un poco - admitió con una sonrisita y riendo. - Pero para ser sincero, yo también quería que me follaras desde que te conocí. Así que, estamos a mano - agregó con un suspiro.

- Hoseok - dijo el alfa riendo, sonando como un reproche.

- No, la verdad es que tú también me gustaste desde el primer momento en que te vi, perdido y tímido en la biblioteca. - confesó el pelirrojo, colocándose a su lado, estando los dos recargados de la pared. - Me sentí tan decepcionado cuando te nombraron líder de Kappa Alpha. - confesó con tristeza en su voz.

Yoongi se giró para verlo, pasando su mano por el cabello rojizo del omega.

- Yo también - confesó de igual manera el alfa. - De haber sabido lo de la regla y quien eras tú, no lo hubiera aceptado - dijo sincero.

- No digas tonterías - negó el omega. - Ser líder es una gran oportunidad, cualquier alfa quisiera estar en tu lugar - comentó.

- ¿Sí?, ¿Tú lo crees? - preguntó el pálido sin estar muy convencido de eso. - ¿Crees que cuando salgamos de la Universidad van a darnos un mejor empleo por haber sido líderes? - agregó.

- No es por eso - negó Hoseok. - Yo.. me refiero a que... por ejemplo, en mi caso el ser líder hace que tenga una beca que cubre casi por completo mis gastos, sin esa beca yo no podría pagar la Universidad. - confesó en voz baja. - Si dejará de ser líder, sería imposible que pueda terminar la carrera. - explicó.

- No lo sabía - negó Yoongi en un susurro. - Pero... podemos seguir juntos, ¿no? Digo, hemos hecho esto por casi un mes y nadie lo sabe, podemos seguir haciéndolo por el año que nos falta. - explicó.

- Rosé y Jimin lo saben. - dijo Hoseok en un suspiro, no queriendo ocultarselo al alfa.

- ¿Qué? - preguntó Yoongi frunciendo el ceño.

- Lo de Jimin, fue mi culpa. Llegué oliendo a ti y él se dio cuenta - explicó el pelirrojo. - Y esa vez de la fiesta que lo hicimos en el baño, Rosé te vio salir y después me vio a mí todo destrozado, no le costó atar los cabos y darse cuenta. - agregó torciendo los labios, temiendo que Yoongi se molestará por eso.

- No es tu culpa, ambos fuimos descuidados y torpes, pero no volverá a pasar - prometió el pálido lo más tranquilo. - Aaron igual lo sabe - confesó.

- Mierda - suspiró Hoseok echando la cabeza hacia atrás, comenzando a reír junto con el alfa. - Somos un escándalo que no podemos manejar. - murmuró sin borrar la sonrisa de su rostro.

- Lo sé, pero me gusta - admitió el pelinegro, acercándose a él. - Joder, eres tan hermoso. No puedo dejarte, no puedo dejar de mirarte ni de pensar en ti. - murmuró antes de besarlo intensamente una vez más, aferrándose el uno al otro, deseando algo más.

El omega se sentía demasiado bien, sin importarle lo peligroso que fuera el estar juntos, porque eran un escándalo perfecto, demasiado caliente y bueno para poder manejarlo bien, pero lo iban a lograr.

Iban a lograr estar juntos sin importar el costo de eso.

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