Hermione y Ron no regresaron a la capital bajo la excusa de que ambos debían completar sus estudios de magia bajo la enseñanza de Remus.

Todos negaron divertidos imaginando el motivo de la excusa.

La verdad es que ambos detestaban la capital. Irían pocas veces en la Saeta de Fuego para visitar a Helaena y sus niños, pero solo irían por ellos exclusivamente y espiarían algo a los Verdes.

Los familiares y Daemon se mostraron complacidos ante el plan, era bueno.

Charlie y Baela se mudaron de manera definitiva a Driftmark para hacerle compañía a Rhaenys. Sirius desde que llegaron había estado trabajando en modelos simples para escobas.

Laena se quedó pensativa y es que, hasta ahora. No sabía dónde estaba su padre o que sucedió. Corlys y el resto tenían la misma pregunta pero Aemma y Rhaenys intercambiaban miradas preocupadas.

No eran lujosas como la hermosa Saeta, pero eran funcionales, perfecto para que Charlie viajará a Dragonstone para observar a los dragones.

Remus admiro a su pareja contento por su negocio, Sirius al sentir su mirada le guiño un ojo divertido y ambos miraron a dirección de la bruja. Se sentían atraídos hacia ella.

Helianthus estaba feliz de tener a sus amigos, los había extrañado profundamente.

Baelon tuvo su primer vuelo al día siguiente de que la reina y sus hijos regresaran a la capital.

Todos pudieron ver cómo Heir Potter sonreía emocionado y no era el único, Rhaenyra aplaudía feliz.

Helianthus regresó a sus cueros de montar. Las criadas le ataron las caderas y cintura con vendajes.

—”Así la ayudará a recuperar su figura en poco tiempo, princesa” — dijo Cora una de sus criadas.

Lily arrugó su nariz, no le gustaba y esperaba que no afectara al cuerpo de su hija.

Todos estaban en la playa, Vermax había salido de su cueva para olfatear a Baelon que estaba atado al pecho. El cálido aliento del dragón de Jace sobre el bebé, Vermax parecía ronronear.

Los targaryen-strong y la familia Potter sonrieron, los primeros pensando que Vermax en un futuro sería montura de Baelon .

Vermithor y Silverwing se quedaron en lo alto de Montedragon mientras Helianthus tenía a su preciosa Saeta de Fuego en su mano.

Jacaerys con cuidado montó en Vermax y alzó vuelo con Baelon atado a su pecho. Helianthus montó en un movimiento rápido su escoba y emprendió vuelo junto a su esposo y dragón.

Los hombres Potter estaban emocionados pero sus mujeres, no. Les preocupaba pero sabían que también volar era una tradición de los Targaryen, quiénes sonreían ampliamente.

Helianthus río al recordar la sensación de volar en su Saeta. Silverwing era majestuosa, pero Heli había volado por primera vez dentro de una escoba. Ella maniobró su escoba para estar cerca de Jace.

James alzó su pecho de orgullo, su hija era magnífica.

Su esposo también tenía una sonrisa en su rostro, su mano derecha sujetaba a Baelon de la espada mientras que con la izquierda se aferraba a la cuerda de su montura. Helianthus descendió un poco hacia el mar tocando con los dedos el agua para luego volver a ascender.

Ella y Jacaerys sobrevolaron Dragonstone dos vueltas antes de aterrizar en la playa. Helianthus fue la primera en desmontar de su escoba y Jace bajó con cuidado junto a Baelon.

Los alumnos murmurraban emocionados y algunos aterrados pero para todos era magnífica la imagen de la pareja volando sobre el castillo.

—Tu primer vuelo, mi vida — dijo Helianthus emocionada mientras ayudaba a Jace de desatar a Baelon .

Su bebé empezó a gorjear mientras Helianthus lo acunaba sobre su pecho.

Lily sonrió dulcemente abrazando a james, quién aún intentaba hacerse la idea de que su hija ya era madre.

—Parecía tener una sonrisa — le dijo Jace.

—¿Enserio?

—¿Verdad, campeón? — preguntó Jace acariciando el cabello de Baelon —¿Disfrutaste tu primer vuelo?

Baelon pareció reír ante el toque de Jace.

*Las jóvenes y Lady's arrollaron al bebé. Lily sentía su corazón calentar de emoción ante la idea de su nieto.*

ㅡ Esperemos vivir mucho tiempo para conocer a nuestro bisnieto querido.- Euphemia hablo hacia Lord Potter.

Fleamont asintió, el se encargaría de que las tragedias hacia su familia, no sucedieran.

Luego, los abuelos del bebé se acercaron. Rhaenyra extendió sus brazos pidiendo al bebé, con cuidado Heli le entregó a Baelon en brazos.

—¿Y qué tal el primer vuelo de Baelon ? — preguntó emocionada Rhaenyra.

Aemma acarició el cabello de su hija con cariño.

ㅡ Serás una gran madre y abuela, cariño.- dijo sonriendo.

Rhaenyra sonrió sonrojada, sus pensamientos cambiaron al ver cómo sería de madre. Antes le aterraba pero ahora, estaba emocionada.

—Lo disfruto mucho — contestó Jace.

—Me acuerdo de tu primer vuelo — sonrió la princesa Rhaenyra — Tu ya tenias una luna de nacido. Reíste todo el vuelo hasta que regresamos a Pozo Dragón.

Heli sonrió cuando su suegra colocó con cariño y delicadeza una mano sobre la mejilla de Jace.

Leonor sonrió, puede que esos niños no sean sus biológicamente pero el los amaría así.

Sirius la abrazó y la hizo girar un poco en el aire mientras los dos reían alegremente. Como Helianthus era delgada, Canuto la hizo girar con mucha facilidad.

James cerró sus ojos, ver aquello escena era duro para el, saber que su hija veía a Sirius como un padre dolía pero también agradecía que su amigo este para su niña.

—Me acorde de la primera vez que James te llevó a volar en escoba — le dijo sonriendo — Lo hicimos a escondidas de Lily, por supuesto.

—¿A escondidas? — preguntó Heli divertida.

La mencionada miro amenazante a su novio y a su amigo loco. ¡Cómo se atrevieron!.

ㅡ Los maldecire si lo llegan hacer.- advirtió.- y no es un juego.

Ante la sutil amenaza ambos jóvenes asintieron rápidamente, no querían provocar la furia de la pelirroja.

—Por que la primera vez que volaste fue en la moto encantada con Sirius y Lily lo descubrió — sonrió Remus — Ella amenazó en dejarlo en su forma de perro y arrastrarlo a una veterinaria para que lo castren.

—No se lo que es un Veterinaria, pero que te amenacen con castrarte— el príncipe Daemon hizo una mueca de dolor — Auch.

Las damas asintieron de acuerdo con la futura Lady Potter. Mientras los hombres rieron divertidos, aquella jovencita era peligrosa cuando quería.

ㅡ Estás advertencia Sirius Orión Black.- apunto con su tenedor.- y tu también James Fleamont Potter.

Remus se reía de las desgracias de su amigo y novio. Quiénes bufaron por lo bajo.

—Por eso James la llevó a escondidas — respondió Sirius — Ya iré haciendo los planos para hacerle una escoba de juguete.

—Sirius, Baelon aun alza su cabeza solo — le dijo Helianthus.

Menos los hombres y jóvenes, asintieron, el niño debía mantenerse en pie por si mismo antes de subir a una escoba.

—Lo sé. — colocó sus dos manos sobre los hombres de Helianthus — Es para su primer cumpleaños. Te di una para tu primer cumpleaños, según la carta de Lily casi matas al gato de ella y rompiste un jarrón. Pero James dijo que tendría talento para el Quidditch desde muy joven.

Helianthus río por la anécdota de Sirius. Le encantaba oír fragmentos de sus padres, y estaba segura que a medida que Baelon, Canuto y Moony contaran más cosas.

Lady Euphemia sonrió mientras negaba con la cabeza, sin dudas, Helianthus se parecía mucho a su querido hijo.

ㅡ No hay dudas, Helianthus será igual que tú hijo.- rió contento Fleamont.- será un hermoso dolor de cabeza.

Lily suspiró y mentalmente se preparaba para ello. Mientras James, alzó su mentón orgulloso.

—Baelon no necesita una escoba — dijo el príncipe Daemon — Tendrá un dragón.

—Baelon es parte Potter — señaló Sirius — Y tendrá su propia escoba.

Heli suspiro y tomó de vuelta a su bebé en brazos.

Sirius miro seriamente al principe, quién al sentir su mirada en su persona,le devolvió la mirada.

"Estúpido rubio oxigenado" era el pensamiento no solo de Sirius también de james.

—De acuerdo, Baelon necesita comer y una siesta — acunó a su bebé. Con cuidado tomó una de sus pequeñas manos y la movió como una señal de despedida — Nos vemos más tarde.

Heli se fue con Jace a su habitación para hacer dormir a Baelon.

Lady Potter miro furiosamente al príncipe daemon y luego, a Sirius.

ㅡ Ustedes serán un estrés constante para mí dulce nieta.- Euphemia dijo frunciendo el ceño.- espero que sus tontas discusiones no ponga mal la salud de Helianthus ni de baelon o los maldecire.

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—Ha llegado esto de la capital para usted, señorita Hermione — dijo Tillie, la criada que le asignaron. Ella le extendió una caja de madera algo grande, tenía huecos alrededor y un moño lila.

Todos estaban curiosos por el regalo que recibió la Heredera Dagworth-Granger, sobre todo su familia. Mientras los targaryen, se preguntaban quién sería el pretendiente.

Hermione le dio la gracias a Tillie y abrió el regalo sola en su habitación. Al abrir la caja un maullido salió de ella, dentro había un gatito blanco y esponjoso.

—Pero que preciosura — Hermione se derritió ante el gatito dentro de la caja.

ㅡ Es un lindo regalo.- dijo alice.- es un lindo gato.

Helena asintió de acuerdo con Lady Longbottom.

Extrañaba mucho a su Crookshanks.

Su valiente gato había sido el primero en caer cuando los Lestrange interrumpieron su casa, Crookshanks saltó hacia el rostro de Rabastan, arañando furiosamente para luego morir por un Avada lanzado por Rodolphus.

El mencionado frunció el ceño, era inaceptable que un estúpido gato lo haya lastimado.

Helena sonrió tristemente, le dolía recordar el martirio que vivió su hija junto al jóven Weasley.

Henry fue sostenido por su tío para no arremeter contra esos malditos.

—Oh precioso — Hermione tomó al gatito de la caja y vio una nota debajo.

“Estimada señorita Granger.

Se por mi hermana Helaena que tiene un amor por los gatos y que tuvo usted uno desde su adolescencia.

Lady Fell tiene una gata que tuvo crías hace dos lunas. Regalo a todos los cachorros y pensé que quería un nuevo compañero.

Es una gata muy energética, pensé que le encantaría tenerla.

Atte.

Príncipe Aemond Targaryen”

Helena sonrió ante tan dulce gesto. Pero, Henry no pensaba lo mismo.

— Ese niño...- bufó irritado.

Héctor rió bajo, esto solo le daría dolores de cabeza.

Hermione parpadeó mientras acunaba a la gatita en sus brazos que empezó a ronronear.

No podía creer que el príncipe le acabara regalar un gato.

Nadie podía culparla, el príncipe tenía un porte intimidante nadie podría imaginar que tendría un gesto lindo.

Hermione la miró bien. Era blanca y ligeramente esponjosa, sus ojos eran azules. Le recordaba a la gatita Marie de los Aristogatos.

—Te llamarás Marie — le dijo a la gata — Ahora buscaremos un listón rosado.

Lily arrullo lo bello que era el gato. Le recordaba un poco al suyo cuando era pequeño.

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Baelon solo necesito tener dos semanas de vida para demostrar que era una amenaza para los Hightower.

Todos se quedaron en silencio, las miradas fueron a hacia el hombre de verde el cual de tenso en su lugar.

Gweyne y Alicent miraron escandalizados a su progenitor. ¡Está absolutamente loco para matar a un bebé! Más aún de una bruja poderosa.

Por otra parte, los Potter estaban listos para lo que sucederia mientras que las mujeres Potter sentian su corazón romperse y es que, no se imaginaban el dolor que vendria con todo esto. Pero estaban preparadas para arremeter contra todos.

Rhaenyra estaba en la sala de estudio, donde Jace y Luke estaban en sus clases de Valyrio mientras Ron y Hermione estaban en un habitación habilitada como un estudio donde estaban preparando pociones bajo la vigilancia de Black y Lupin cuando se escucharon diversos gritos.

Las respiración de todos se corto ante eso. Lily y Lady Potter se sostenían brindándose consuelo.

Una criada entró a la sala donde Rhaenyra estaba con sus hijos pálida del miedo.

—Princesa — dijo la criada.

—¿Qué ha sucedido? — preguntó Rhaenyra preguntó Jacaerys se levantaba de su asiento precipitado.

—No es difícil de adivinar.— dijo Orión Black con enojo visible. Walburga, entrelazó sus manos tratando de calmar su locura.

—Es la princesa Helianthus — empezó a contar nerviosa — Está arrastrando a Septa Marielle.

Rhaenyra, Jace y Luke salieron de la sala hacia los pasillos para ver como Heli arrestarla del cabello a Septa Marielle. La mujer tenía la mejilla buena con arañazos y rojo, como si alguien la hubiese golpeado.

*Lady Euphemia sonrió complacida al igual que Lily, pero aún el temor estaba entre ellos.*

—¡¿Cómo te atreves?! ¡¿Cómo te atreves?! — chilló mientras la seguía arrastrando, era sorprendente cómo una niña de casi dieciséis años podía arrastrar a una mujer que le duplica la edad.

— Una mujer es fuerte, aún más cuando se atreven a meterse con sus hijos.— dijo Euphemia, mientras miraba con impotencia a la pantalla.

—Heli — dijo Jace acercándose a Helianthus.

—¡Trato de envenenar a Baelon mientras estaba dormida! — chillo enojada mientras con algo de fuerza le piso una de las manos — ¡Quiso asesinar a nuestro hijo!

—¡Tu! — grito James mientras de colocaba de pie —¡Te haz ganado un enemigo, tu cabeza rodara y será por mis propias manos! — James grito hacia Otto.

Rápidamente Hécate creo una barrera impidiendo que pase a mayores, aunque estaba merecido, no era el momento aún.

James y Madame Pomfrey auxiliaba a Lily quién se había desmayado. Lord Black tuvo que sostener a Fleamont junto a Lord Weasley y Malfoy impidiendo qué avanzará.

ㅡ Quisiste matar a mi bisnieto, maldita escoria. Yo te enseñaré a jamás meterte con mi familia. ¡CRUCIO!.- Lady Euphemia lanzo el hechizo cegada de furia.

Otto Hightower se retorcía de dolor, gritando y rogando por ayuda, la cual jamás tendría.

Rhaenyra miró a la Septa con ira.

—¡Ser Steffon! — dijo Rhaenyra, su guardia se acercó a ella — Llévate a la Septa a los Calabozo. Llama al señor Black y Lupin.

Jace abrazó a Helianthus que empezó a sollozar.

James cerró sus ojos abrazando a Lily, el dolor que sentían era devastador, oh su pequeña Bambi.

Que madre magia proteja a su nieto e hija.

Los targaryen veían preocupados hacia Rhaenyra quién se había desmayado en brazos de Ser Harwin, Aemma se sostenía preocupada su vientre al ver el estado de su niña.

ㅡ Estará bien tía.- Laena sonrió aún nerviosa.- despertara pronto.

Y Aemma solo pudo suspirar sin dejar de observar como el Heredero Strong velaba por su hija junto a Daemon.

En media hora, todos los adultos estaban en los calabozos interrogando a Septa Marielle.

O Helianthus torturando a la Septa. Mientras Baelon estaba acunado en los brazos de Daemon, Helianthus extendió su varita.

—¡Crucio! — conjuro un rayo rojo cubrió a la Septa que estaba gritando de dolor. —¡Crucio!

Lady Black junto a Regulus sostuvieron a Sirius y al Señor Lupin, ambos jóvenes estaban pálidos, sudados y apretaban sus varitas furiosamente. Walburga sin dudarlo, obligó a ambos a beber las pociones que Madame Pomfrey les entrego.

ㅡ Esto será dudo.- susurró Regulus.- van a matar a esa escoria en cualquier momento.

Los Black solo pudieron suspirar, era complemente cierto y sería una matanza.

Heli dejó torturarla para que Hermione la cogiera del cabello, vertió un líquido transparente como el agua, dejó caer el frasco y cerró la mandíbula de la septa con fuerza. Hermione le agito la cabeza mientras le ordenó: “Bébela”

La septa trago el líquido, mirando asustada todo el mundo.

Los targaryen prestaron atención, toda información será valiosa.

— Tu nombre completo — dijo Ronald

—Marielle Cuy

Ronald asintió con la cabeza hacia Sirius y Remus.

—¿A qué viniste a Dragonstone ?

—A vigilar a la bruja de Rhaenyra

—¿Por órdenes de quien?

—Por órdenes de la reina

Alicent jadeo horrorizada de que su contra parte adulta haya llegado a tal punto.

Rhaenyra apretó los labios.

—¿Qué hiciste esta tarde?

—Entre a la habitación de la bruja — empezó a contar con pánico, como si no pudiera creer que estuviera hablando — Ella estaba dormida con el bebé en brazos, hice lo que se ordenó darle al bebé un extracto fuerte de leche de Amapola para que muriera..

Helianthus soltó un grito de ira y lanzó otro Crucio que hizo a la Septa gritar.

—¿Por orden de quien? ¿De Alicent?

— De Lord Hand

Fleamont tuvo que respirar hondo para no matar a ese vejestorio.

Rhaenyra miró a su hijo que estaba con los puños apretados.

—Seras condenada a muerte por el intento asesinato a un príncipe de la corona — dijo Rhaenyra.

—Madre — dijo Jacaerys con ira mirando a la septa — Permite ejecutar tu orden. Que sea Vermax quien se encargue de esta mujer. Que vea las consecuencias de atentar contra mi hijo.

Daemon se colocó de pie con su porte intimidante y miro directamente hacia su torpe hermano mayor.

ㅡ Se tomarán medidas, esa Septa morirá en cuanto volvamos a nuestro hogar.- sentenció.- Y la fé no será bienvenida a nuestros territorios. Somos targaryen, nosotros solo debemos rezar hace nuestros dioses.

La reina asintió de acuerdo y junto a ella todos los habitantes de Westeros.

Rhaenyra se lo concedió.

En la noche, todos los criados de Dragonstone estaban presentes cuando Helianthus arrastró nuevamente a la Septa hacia Vermax.

Helianthus se dio un puñetazo en la cara antes de que Jacaerys lanzará la orden de un Dracarys.

James sonrió maniaticamente, estaba complacido con el final de esa mujer pero fue muy poco sufrimiento.

ㅡ Debió sufrir más.- dijo Lily sería.- debieron sacarles los ojos, cortarle las manos.

Aquello dejo atónitos a todos, jamás se imaginaron que tales dichos saldrían de la perfecta Lily Evans. Pero los adultos lo comprendieron perfectamente.

ㅡ No te preocupes amor.- james sonrió.- Iremos allí y la mataremos, será nuestro conejillo de indias.

Lily sonrió complacida, mientras el resto compartió una mirada ante el brillo maniático de ambos jóvenes.

Los gritos de la septa resonaron la playa, Rhaenyra vio el fuego en la mirada de hijo y una sonrisa algo sádica en los labios de Helianthus.

ㅡ Digna Potter-Peverell y no olvidemos que tiene sangre Black, la locura está en ella.- Sirius sonrió sádicamente.- Enserio, Lily flor, no serás una Black perdida, querida?

3015 palabras.

Espero y les guste.

Les recuerdo que Lord HeDagworth-Granger, les borro la memoria a su sobrino y nuera, para protegerlos de la guerra y sobre todo bloqueó la magia de Henry.

También les quiero decir que muy pronto subiere la Info de la historia de Alicent y Regulus.

Marie, la gatita que Aemond le regaló a Hermione