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08

Yunho se volvió una constate bastante grande en su vida, pero realmente grande.

Viéndose los cinco días a la semana al menos diez minutos en la mañana y en las tardes cuando Mingi dejaba a Jongho, no podían besarse en el jardín infantil, menos frente a los niños curiosos y a las parvularias restantes, pero aún así Mingi siempre encontraba la forma de demostrarte a Yunho todo su cariño tocándole de distintas formas.

No podían juzgarlo, Mingi era alguien de tacto, le gustaba tocar a las personas y ser pegote o distante y tosco, era su forma de expresarse que lo caracterizaba y representaba, él era una persona kinésica que era pésima para expresarse a través de las letras sin entrar en crisis o en colapso por su mente inundada. Sus manos eran su método de demostrar sus emociones y por eso siempre tocaba y tenía ganas de tocar a Yunho.

No le decía "Te quiero" porque era un cobarde, pero en vez tocaba sus manos suavemente, las perfilaba discretamente con sus dedos, entrelazaba sus dedos, apretaba sus manos acopladas. Acariciaba las mejillas rechonchas de Yunho cuando sonreía, tocaba con la punta de su dedo índice la nariz contraria. Cuando nadie les miraba, pasaba su brazo por la estrecha cintura del castaño y lo jalaba suavemente hacia él, también tendía a jugar con los rizos de su cabello cuando Yunho se encontraba desconcentrado, Mingi siempre encontraba una forma de demostrarle a Yunho sus emociones a través de su cálido tacto.

Ambos se estaban explorando y conociendo cada vez más, estaban acostumbrandose a la presencia del otro y buscando un cariño y amor.

Mingi no podía creer que en poco más de dos meses alguien podría gustarle tanto como lo hacía Yunho, y tenía suficiente seguridad de que sus sentimientos no se irían tan rápido como volvieron, no cuando Yunho cada día le mostraba un nuevo pedacito de si que lograba enamorarle nuevamente.

Ese día Mingi no había podido ir a dejar ni buscar a Jongho porque tuvo una exposición junto a dos de sus compañeros, y por lo tanto tampoco había visto a Yunho y eso le tenía, solo un poquito, decaído.

No podían culparlo, extrañaba al mayor la mayoría del tiempo.

Con Seonghwa y Hongjoong habían decidido ir al cine luego de clases. Después de que se hayan enterado de que salía con Yunho, no habían vuelto a tocar el tema y Hongjoong les había dicho que se había enfermado del estómago, pero que ya se encontraba mejor.

En fin, Mingi lo veía bien y eso era lo bueno, por lo que cuando se juntó con ellos al salir de su exposición, enseguida decidieron partir hacia el cine, según Seonghwa, había una nueva película de acción que quería ver desde que salió el trailer, y les fue contando de lo que trataba mientras caminaban hacia la salida de la universidad en camino hacia el auto de Mingi.

Pero apenas Mingi visualizó la entrada, una sonrisa boba apareció en su rostro y se desconectó por completo de sus dos amigos.

Yunho estaba allí, esperándole como un pequeño perrito esperando a su dueño. El invierno ya estaba pasando y no estaba tan frio, pero aún así, Mingi sabía que Yunho era friolento, y pudo confirmar que tenía frio al notar como este estaba envuelto y algo encogido como un bebé en un gran achiporrado chaqueton color crema, su cabello cayendo liso por sobre su frente y aquellas mejillas rechonchas, sus labios formando un puchero mientras buscaba entre las personas hacia su persona.

Cuando ambos ojos se toparon, la sonrisa de Mingi se extendió por completo al igual que la de Yunho, y aquello llamó la atención de Seonghwa y Hongjoong.

"Es Yunho hyung", susurró el pelinaranja, sin quitar su vista de la bonita bolita temblorosa que era su casi novio y comenzando a caminar de forma rápida, dejando atrás a sus dos extrañados amigos que apenas escucharon lo que había dicho.

Yunho sonrió con las mejillas sonrosadas cuando observó a Mingi acercársele, varias personas se le habían quedado mirando por estar allí esperando, pero no le pudo importar menos cuando sintió las manos de Mingi rodear su cintura por sobre la ropa y atraerlo contra su cuerpo.

Se fundieron en un abrazo apretado, ambos cerrando los ojos y acoplando sus cuerpos con cariño.

"Hyung... viniste a verme", murmuró Mingi, con una felicidad indescriptible que Yunho pudo notar y que apretó su corazón y le calentó el cuerpo.

"Es que te extrañaba", respondió el castañito con vergüenza, abriendo los ojos cuando Mingi separó sus cuerpos solo un poco, y se encogió cuando vio el guapo rostro del pelinaranja a centímetros del suyo, y como este dejaba un pequeño pico por sobre sus labios en forma de saludo que le hizo sonreir con las mejillas abultadas.

"Yo también, perdón por no ir hoy", se disculpó el menor, alejándose un poquito más solo para correr sus manos desde la cintura de Yunho hasta sus manos y sostenerlas entre sus dedos.

Yunho negó con la cabeza, "No importa, Mingi-ah", luego de eso, pasaron dos segundos antes de que Yunho bajara la cabeza con timidez, "Tu mamá fue a dejar a Jongho y... mhmm"

Mingi se congeló, mostrando una expresión de pánico que hizo reir a Yunho de forma risueña y bonita, logrando que sus ojos se achinaran y sus mofletes se vieran como peluche. Y Mingi se sintió tan enamorado ante esa imagen que se olvidó de su pánico en un dos por tres.

"Me invitó a cenar, a tu casa"

"No jodas"

"¡Mingi!", exclamó Yunho, volviendo a reir cuando Mingi palideció, creyendo que era una broma que su madre hubiese invitado a Yunho a su casa antes que él mismo.

"¿En verdad hizo eso?", gimió frustrado ante el asentimiento de Yunho, "¿Hizo algo más?", preguntó con miedo, conocía a su madre y lo directa que podía ser, por un momento pensó que podía decirle algo malo a Yunho, pero lo descartó enseguida al ver la felicidad en los ojitos pequeños y castaños.

"Ella dijo que nos veíamos lindos juntos..."

Y Mingi sonrió, dispuesto a besar a Yunho, esta vez más largo y duradero, pero antes de siquiera acercarse para acunar su rostro, fueron interrumpidos por un histérico Seonghwa y un retraido Hongjoong.

"¡Hey, maldito poste!", gritó el pelinegro, logrando que ambos se separaran algo confundidos cuando se situó frente a ambos junto con el bajito, "¡¿Nos quieres dejar planta- oh, tú eres Yunho"

Mingi suspiró, y Yunho solo pudo apretar sus labios algo nervioso por conocer a los mejores amigos de su casi novio.

"Yunyun hyung, este imbécil enojón de aquí es Seonghwa, grita mucho, come mucho y se enoja mucho, pero es buena gente", presentó al pelinegro, quien le gruñó con los brazos cruzados y miró hacia un costado cuando escuchó la adorable risita de Yunho.

"Un gusto, Seonghwa, yo soy-"

"Ya sé quien eres, Yunho, Mingi no deja de hablar de ti que hasta ya sé tu tipo de sangre, ¡AH!", Seonghwa gritó cuando sintió un golpe proveniente de Mingi, y Yunho miró hacia el suelo jugando con sus dedos por lo dicho por el pelinegro.

"Y el bajito es Hongjoong, no habla mucho pero es muy talentoso en todo lo artístico"

Cuando Yunho alzó la vista hacia Hongjoong, hubo algo que le hizo tragar saliva. El chico era adorable, bajito y de pelo blanco decorado con pinches coloridos que le gustó mucho a Yunho, Hongjoong tenía un estilo al vestir muy parecido al de un modelo de pasarela y llevaba un set de acuarelas entre sus manos junto con su bolso. Pero el chico le miraba extraño, Yunho no sabía por qué, pero Hongjoong le miraba con una especie de molestia y tristeza que le hizo temblar un poco. Aún así le tendió la sonrisa más amable que pudo.

"Hola, Hongjoong, que lindo es tu cabello", soltó sincero, y se sintió extraño cuando el chico abrió los ojos sorprendido hacia él y los labios le temblaron.

"H-huh hola, Yunho", Hongjoong hizo un intento de sonrisa, que más pareció una mueca, pero que pasó desapercibido.

Mingi entrelazó sus dedos con los de Yunho y les dio un suave apretón, logrando captar la atención del castaño.

"Ibamos a ir al cine con los chicos, ¿quieres venir?", preguntó, importandole poco si a sus amigos les parecía o no, no quería desaprovechar la oportunidad de integrarlo más a su circulo cercano.

Yunho se sorprendió, un poco de nervios instalándose en su garganta y mordiéndose el labio antes de mirar a ambos amigos frente a él, Seonghwa lucía indiferente, y Hongjoong miraba el suelo como si hubiese algo interesante.

"No quiero molestar", soltó una risita nerviosa, y Mingi negó enseguida.

"No eres molestia, ¿cierto?"

Seonghwa se encogió de hombros, sonriendo de lado, y Hongjoong estuvo unos segundos pensando antes de asentir suavemente con la cabeza, aún sin mirarlos. Mingi volvió a Yunho con una sonrisa, y comenzó a jalarlo camino a su auto y contándole sobre la película que verían mientras Seonghwa se unía y Hongjoong caminaba atolondrado por sus cortas piernas al final de todos.

Hongjoong no la estaba pasando bien. Para nada bien.

Tenía ganas de vomitar a cada paso que daba y sentía lágrimas a punto de desbordarse de sus maquillados ojos cada vez que veía a Mingi y a Yunho.

Y no se sentía celoso, bueno, sí que se sentía celoso. Porque él quería ser el que tomara las manos de Mingi entre las suyas, que este las acariciara y jugara con su cabello con sus dedos. Él quería ser el que sonriera por las cosas bobas que le dijese el más alto, que le mirase con sus ojos rasgados llenos de amor como miraba al castaño. Él quería ser el que causara tantas emociones bonitas en Mingi como Mingi las causaba en él.

Pero no lo era, lo era Yunho.

Y eso era otra cosa que le jodía, que el chico del cual estaba enamorado Mingi era quizás la persona más dulce del planeta. Hongjoong quiso demostrar su poca simpatía hacia Yunho porque cuando vio aquel beso le llegó como patada al estómago y no podía fingir. Pero aún así, el chico le había dado la sonrisa más alegre y amigable que había visto jamás, no se vio incómodo con su presencia y de hecho le había preguntado si le gustaría ir de copiloto cuando fácilmente Yunho pudo ir con Mingi adelante. Yunho tenía esa aura de simpatía que lograba caerle bien a todo el mundo, tanto que Seonghwa comenzó una animada conversación con él apenas encontraron algo en común -lo cual era ultra dificil, Hongjoong demoró semanas en hablar sin tartamudear con Seonghwa-, Yunho era como un ángel, parecia brillar y no pasaba desapercibido por nadie que pasara a su lado, era guapo a morir, con un cuerpo de infarto y un rostro tan bonito y perfecto sin maquillaje.

Simplemente, Yunho era todo lo que Hongjoong no era, y eso lo había desanimado demasiado, porque al menos esperaba encontrar algo en lo que pudiese destacarse por sobre Yunho, y no había nada.

Y el peliblanco se dio cuenta en la fila del cine, que no podía seguir allí. No cuando se sentía tan pequeño, y como su corazón se rompía a pedacitos cada vez que Mingi besaba, acariciaba o miraba a Yunho.

"Yo... me debo ir", soltó, con voz apagada. Bajó la cabeza al notar como sus tres acompañantes se quedaron callados.

"¿Qué?", Mingi preguntó, extrañado, "¿Por qué? Estabas bien hace un momento"

"Ya no lo estoy, simplemente", murmuró, sintiendo la mirada de lástima amigable que Yunho le otorgaba como si quemara.

"Pero... quería que conocieras más a Yunyun..."

Ante eso, dos gruesas lágrimas corrieron por sus ojos, y alzó la mirada hacia Mingi con tristeza y enojo.

"¡No puedo, y tampoco quiero!", exclamó, asustando a Mingi y a Yunho y haciendo suspirar a Seonghwa.

Hongjoong entró en pánico al notar que llamó la atención de la gente a su alrededor, y muerto de vergüenza y pena, se dio la vuelta dispuesto a irse con la cabeza gacha.

"Lo siento"

Volvió a decir con la voz quebrada, sorbiendo su nariz y largándose lo más rápido posible mientras le mandaba un mensaje a Seonghwa de que quería estar solo, con su corazoncito roto y dejando en aquel cine al pelinegro con un sabor agrio en la boca, y a la pareja sin saber qué rayos había sucedido en menos de 5 minutos.

hwalight | 200803

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