A los ojos de Korishiro, Fumura era un ángel: Piel blanca; cabello desordenado y sedoso; cintura fina; una espalda algo ancha; grandes pectorales; y unas piernas finas, largas y completamente lampiñas.

Korishiro se estaba volviendo loco, juraba que aquel hombre de rasgos atractivos, era de un ser celestial; era de un ser tan perfecto, que no podía existir en este mundo.

Pero no, se trata de su hermoso novio, Fumura.

Lo que más amaba de su prometido no era solamente su cuerpo, sino también su personalidad. El menor siempre fue conocido como un hombre serio y responsable, alguien que nunca supo expresar sus sentimientos de manera correcta y se sonrojaba cuando le decías algo lindo.

Por esas características, siempre se debatía si el pelimorado era alguien dominante y serio o alguien inocente y cariñoso.

Aunque Korishiro era el único que sabía la verdad: Fumura no tenía nada de "dominante" o de "inocente".

En privado, aquel chico de cabello morado le encantaba que lo trataran como un caballero en público, pero como un juguete en la cama.

(...)

El peliazúl comienza a bajar hasta el cuello de su pareja para darle besos, dejando algunos chupetones en la piel del menor.

Korishiro~... - Dijo el pelimorado, mientras se muerde la boca para no sacar esos sonidos obscenos.

Después de unos cuantos leves gemidos por parte del menor, el peliazúl se queda observando por unos segundos la imagen que tenía frente a él...

Fumura estaba desnudo, atado de sus manos, con un pequeño vibrador pegado en su miembro, y con leves marcas de mordidas y chupetones por todo su cuello y muslos.

El pelimorado estaba muy sonrojado, no podía creer que estaba haciendo este tipo de cosas; el hecho de que esté desnudo frente a su superior y apunto de tener relaciones con él, lo ponía algo nervioso.

Korishiro~... - Dice Fumura, mientras ve cómo su pareja se detiene con los besos y baja hasta su pecho.

El peliazúl sigue repartiendo besos hasta esa zona, después pone sus frías manos en los pezones del menor, comenzando a tocarlos y pellizcarlos.

Tus pezones son muy sensibles, ¿eh? - Se burló un poco el mayor, haciendo que el otro se sonroje aún más.

¡Kori-sama! Ahh...~ - Gime el pelimorado, tratando de morderse un poco los labios para que no suenen esos sonidos tan obscenos.

El mayor ve cómo Fumura se pone más rojo de la vergüenza, algo que lo hacía ver adorable desde su punto de vista.

Luego de un rato, Korishiro comienza a chuparlos, haciendo que el menor saque más gemidos.

Ah~ Ah~... - El menor estaba muy excitado por los movimientos de su novio.

Korishiro se acerca para besar los labios del contrario, después se acerca al oído del menor para susurrarle:

- ¿Te gusta que te trate así, verdad?~

Después de eso, Korishiro le da un beso en la boca y vuelve a bajar a la entrepierna del menor, para comenzar a manosear su miembro lentamente.

El mayor empieza a masturbarlo, tocando la punta del pene sensible del pelimorado, mientras sentía todavía las vibraciones del pequeño vibrador.

Fumura juraba que con cada toque que le hacía su pareja, se estaba derritiendo.

Ahh~ Ah~... - Gimotea el ojiverde, mientras desvía su mirada de la del peliazúl, debido a la vergüenza. - P-Por favor~ continúe... ¡Ah!~

Korishiro sube la velocidad del vibrador, haciendo que Fumura comience a temblar debido a la excitación que sentía.

El pelimorado sigue sacando más quejidos y jadeos de placer, hasta que sintió cómo su pene se ponía algo caliente, haciendo que se viniera.

(...)

Fumura fue obligado a ponerse de rodillas en el piso, sintiendo el contacto de su piel con el suelo frío.

Korishiro bajó sus bóxers, dejando ver su grande y erecto pene.

Fumura se sorprendió un poco, pero de inmediato supo lo que su pareja quería.

Sin pensarlo, comenzó a lamer el miembro de su novio, haciendo que el otro lo tomara del cabello y lo jalar hacia atrás.

No quiero que lo lamas, quiero que lo metas a tu sucia boca y lo chupes, lindo perrito~... - Ordenó el mayor.

El menor abrió sus labios, sacando la lengua, mientras el peliazúl tomó su pene y poco a poco lo introdujo en la boca de su pareja.

Fumura sacó un quejido a causa del gran tamaño de la polla de su pareja, llegando hasta su garganta. Al principio se atragantó por el pene de su novio, pero después comenzó a chupar el miembro del peliazúl.

Korishiro le acaricia la cabeza. La boca húmeda, recorriendo su garganta, y cubriendo todo el pene, lo hacía sentir en el paraíso.

¿Te gusta el sabor de mi polla? - Dice Korishiro. - Porque se ve que lo disfrutas~

El peliazúl tomó el cabello de su novio, jalándolo un poco, metiendo más presión en el menor.

Ugh~ - Korishiro dió un quejido, en señal de que estaba a punto de venirse.

Después de unos minutos, el mayor se había venido.

Buen chico~... - Dice el mayor, con una voz algo ronca y dominante.

Korishiro pudo observar a Fumura sacando su miembro lentamente, mientras tiene algo de semen escurriendo de su boca.

(...)

Fumura abrió sus piernas, haciendo unos movimientos con la cadera para llamar la atención de su pareja.

H-Hazme tuyo~ - Dijo el pelimorado, con un notorio sonrojo en sus mejillas.

En respuesta a su llamado, Korishiro comienza a meter tres dedos en la entrada de su novio.

Ah~ Korishiro~... - Sacó un gemido el pelimorado, cuando sintió los dedos de su pareja dentro suyo.

Fumura sacaba leves gemidos, jadeando algo desesperado.

El peliazúl decide hacer más rápidos y bruscos movimientos, simulando a que lo estaba follando.

Mhh~... - Soltó un gemido el pelimorado. - Korishiro-san~

Korishiro siguió estimulando la entrada del menor, hasta que tocó su punto dulce.

Ahg~ más rápido... - Suplicó Fumura.

Sin embargo, en vez de continuar, decide sacar sus dedos del interior del pelimorado, mientras se levanta un poco.

No creas que te voy a complacer en todo. - Le dice algo serio Korishiro, mientras levanta las piernas de su pareja y las pone sobre sus hombros. - Espero que estés listo~...

(...)

¡Ah!~ - Gime Fumura, quien ya tenía rato haciéndolo con su novio.

El pelimorado estaba cansado, juraba que ya tenía mucho tiempo con él, haciendo distintas poses.

Ya había perdido la cuenta de cuántos orgasmos había tenido...

Vaya que te está gustando~... - Le responde Korishiro, con un tono de voz algo sensual y pervertida. Al peliazúl le encantaba provocar a su pareja.

Fumura sentía mucho placer por los movimientos de su novio.

Korishiro comienza a embestirlo lentamente para acabar con la paciencia del otro y hacerlo "sufrir" a su modo.

El mayor amaba cada que el pelimorado le decía que quería más de él, mientras gemía su nombre.

¿Quieres más? ~ - Pregunta Korishiro.

Si~ - Responde el ojiverde.

El peliazúl jala hacia atrás el cabello de su pareja, haciendo que soltara un leve quejido de dolor.

Entonces pídemelo bien. - Exige el mayor.

Fumura, algo hipnotizado por el placer, no duda en decir lo que el mayor quería escuchar.

M-Más duro amo~... - Gime el menor. - ¡Ahhh!~ Ah~

Korishiro, sin perder el tiempo, aumenta la velocidad de sus embestidas. Haciendo que el otro gritara un poco entre dolor y placer.

Habían pasado los minutos, y sólo se podían escuchar los movimientos bruscos de las pieles chocando, mientras hacían el acto.

Y por supuesto, los gemidos de ambos.

El de ojos azules comienza a moverse más rápido hasta que ambos llegaran al climax, esperando llegar al mismo tiempo que su pareja.

Ju-Justo ahí, Korishiro-san~... - Repetía el pelimorado constantemente, indicando que estaba cada vez más cerca de su "punto dulce" - ¡Ah!~ Me voy a veni-

No terminó la oración cuando sintió un escalofrío recorrer su espalda, y su interior calentándose poco a poco.

Su pareja se vino dentro de él.

Una vez ya hecho, el pelimorado se acuesta en la cama del mayor, satisfecho del sexo que tuvieron esa noche.

El peliazúl por otro lado, sale del interior de su novio con cuidado, viendo que tenía algo de semen del menor en su abdomen.

Korishiro vió cómo Fumura se quedaba dormido a causa del cansancio, así que aprovechó para desamarrarlo con cuidado y quitarle el vibrador que tenía.

Al final este se acostó al lado de su pareja, abrazándolo y dándole un beso en la frente, mientras se metía a las cobijas junto a él.

Te quiero mucho Fumura~... - Termina por decir en un susurro, antes de caer dormido también.

Después de eso, solo cerró sus párpados y descansó junto a su novio. No lo quería admitir, pero el también se cansó mucho; deseaba tener la misma energía y resistencia de cuando era joven.

- ℛℴ𝓈ℯ𝓏ℴ𝓃ℯ𝓈.