El despertador sonó, un alegre chico llegó hasta la mesita de noche, apagando el aparato que marcaba justo las 6:00 AM. Él ya estaba despierto desde muy temprano, era su último año en la Universidad, después de eso oficialmente sería veterinario.

Tomó su celular, corriendo hasta el espejo que se encontraba en la pared de su habitación. Su gran suéter azul pastel lo hacía mirar más pequeño y tierno. Sonrió ante su reflejo, sus cabellos dorados brillaban, dándole la aparecía de un ángel.

Miró la hora en su celular, era momento de salir de casa con camino a la universidad. Cuando llegó, pudo mirar a sus amigos. Corrió hasta ellos, los había extrañado y eso que se vieron el día anterior ya que habían salido para almorzar juntos antes de regresar a clases y tener sus agendas ocupadas.

—¡Chicos! —Jimin llegó hasta ellos, corriendo todo lo que sus piernas le permitían.

Algunas personas lo miraban con ternura, Jimin irradiaba esa aura de lindura, era como un bebé, pero de 24 años.

—¡Minnie!

Jimin se lanzó a los brazos de su pelirrojo amigo para después lanzarse a los del castaño.

—Kookie, Hobi hyung, los extrañé demasiado —los abrazó fuertemente.

—Nos vimos ayer —Hoseok se rio con ternura.

—Lo sé.

Los tres chicos rieron un poco para después comenzar a caminar a sus clases. Desgraciadamente estudiaban carreras diferentes, pero en algunas materias estaban juntos, también se encontraban para el receso, así que no se preocupaban de no estar las primeras clases juntos.

Del otro lado de la universidad se unía el mal. Un grupo de jóvenes llegaban a clases riendo y sintiéndose tan superiores a todos. Sus bellos rostros y actitudes malas los habían puesto donde estaban, eran intocables, populares y nadie quería estar en una pelea con ellos. Eran lo peor de la universidad.

—No debieron venir si aún siguen drogados —uno de ellos habló.

En verdad no le importaba si los descubrían drogados, pero sería algo muy malo si sus enemigos intentaban atacarlos, claramente no podrían defenderse como en sus anteriores peleas.

—Déjanos disfrutar, Namjoon. Tú también estarías alegre, pero preferiste venir en tus cinco sentidos a este infierno —uno de ellos habló, burlándose.

—Hablando de adictos... ¿Dónde está Min?

—Se durmió, tuvo un exceso de drogas o se está follando a alguno de sus juguetes —el otro chico dijo, nombrando con la ayuda de sus dedos los posibles escenarios donde se encontraría su amigo.

—Min si sabe divertirse.

—Basta, es mejor que regresen a casa. Vamos, tal vez si llevo primero a Seokjin me dé tiempo para dejarlos en casa y llegar para la segunda clase.

—Eres un maldito aburrido, las clases serían muy aburridas si no fuera por esto —se rio burlón.

Su aspecto era malo. Bueno, Kim Taehyung siempre se vio así, nadie conocía su pasado y el porqué de su actitud descontrolada. Algunos decían que era un buen chico, estudioso, amigable y cariñoso, pero todo se fue a la mismísima mierda cuando los típicos chicos malos hicieron de las suyas con él, fingiendo ser sus amigos para después apuñalarlo por la espalda. Para ese entonces, Taehyung estaba tan enganchado con las drogas y el alcohol que, al enterarse de la verdad, se fue en picada. Al parecer si le había dolido su traición, pero todo cambió al entrar a la universidad y conocer a aquellos chicos. Taehyung se sentía cómodo, estaba encima de toda la universidad, nadie estaba encima de él y lo amaba.

Luego estaba Kim Seokjin. Tampoco se sabía mucho, solo que sus padres eran dueños de una de las más grandes empresas en Corea, eso era bueno, pero a la vez malo, era su perdición, sus padres pasaban más tiempo en su empresa que al pendiente de su hijo, las veces que habían estado con él, habían destruido sus sueños e ilusiones, ahora estudiaba una carrera por obligación, perdiéndose en las drogas y el alcohol, intentando aliviar y olvidar por unas horas lo horrible que era su vida.

También estaba Kim Namjoon. Su defecto era el alcohol, le encantaban las fiestas y el sexo, pero entre los dos primeros, era el que más sabía mantenerse en sus cinco sentidos, teniendo ese razonamiento de lo que estaba bien, de lo que no lo estaba. Aun así, era un alma podrida al igual que todos ellos.

Y, por último. Min Yoongi... Este era un caso especial, nadie, pero nadie sabía sobre él, y si sabías algo, considérate muerto. Debería ser algo muy malo pues el chico no permitía que otras personas lo conozcan a fondo. Los rumores eran varios, algunos decían que sus padres lo maltrataban y por eso su agresivo y explosivo carácter. Era un valedor, no le importaba nada, si te ilusionabas con él, lo siento mucho, Yoongi no era para estar en relaciones, solo follaba en fiestas donde había mucho sexo, drogas y alcohol, un completo chico malo. Con su guapo rostro o con solo una de sus gatunas miradas lograba ponerte a sus órdenes. Pero cuidado, solo estaría jugando contigo... Alguno de los otros rumores era que había matado a sus propios bullys*, por eso su carácter despreocupado y duro, Yoongi no tenía problemas a la hora de estar involucrado en peleas. Si eso ya era alarmante, había un rumor más, el más fuerte de todos, este decía que Yoongi había asesinado a sus padres con sus propias manos, sin tener algún tipo de remordimiento. También se decía que es poseedor de armas de fuego y armas blancas, un completo lunático y asesino. Pero no todo se podría creer, algunas cosas eran ciertas y algunas no, pero claro, Yoongi nunca las aclararía, prefería que le tuvieran miedo, siempre fue así y le encantaba. Le encantaba que le tuvieran miedo.

La cabellera negra del pálido apareció ante la vista de sus amigos. Namjoon suspiró al mirarlo, no se veía drogado, pero si como que acababa de follar con aquella chica.

Su vestimenta negra solo llamaba aún más la atención de toda la universidad, era todo un misterio. El chico llegó a paso despreocupado, de la mano de esa chica rubia, posicionándose junto aquellos chicos de ojos rojos y drogados.

—¡Hey Min, llegaste! —Seokjin lo apuntó, riendo—. Taehyung tenía razón, estaba follando.

La chica sonrió con superioridad mientras le daba una sensual lamida a su paleta, los pares de ojos llegaron a ella. Min mordió su labio para después azotar uno de sus glúteos. Ella saltó un poco, sacando la paleta de su boca y dejando salir un gemido agudo.

—Anda a clases y no chupes esa paleta así, solo me dejas con ganas de mandar todo a la mierda y follarte contra los casilleros —le susurró.

Ella sonrió. Asintió mientras depositaba un beso en los labios del pelinegro, su lengua delineó los labios de Min con sensualidad. Se separó mientras comenzaba a correr, recibiendo la mirada de algunos chicos y claro, la de Min, ya que al correr, su ropa se ajustaba a sus curvas, resaltando más sus atributos. Eso era algo bueno para todos los chicos que la miraban.

¡Hola!

¿Qué tal?

¿Qué les pareció?

El primer capítulo fue una mirada a los personajes, ya conocen un poco de la personalidad de Yoongi y de sus amigos, a medida que avance la historia, conocerán más cosas

Jimin es un angelito, como dato ahre ajajsjska

Espero que les guste mucho 💜

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Bully o Bullys: Puede ser una persona o un grupo de personas que hacen bullying, prácticamente, al nombre bully le dieron un significado y este es "matón"

¡Adiós!