Electricidad.

"Dos, tres, ahora"

Escuchó y otra vez sintió una corriente recorriendo su cuerpo tan fuerte, que hizo que su espalda se curvara y sus ojos se abrieran de par en par. Escuchó un "bip, bip" que salía de una máquina a su lado y lo primero que vio fue a un señor vestido de blanco que hablaba con la demás gente a su alrededor. Se percató que una mujer le ponía alrededor de su boca y nariz, una especie de mascarilla y todos corrían empujando su camilla hacia algún lugar que desconocía, sin embargo volvió a cerrar los ojos y dejó de escuchar aquellos molestos ruidos.

Jungkook y Seung estaban sentados en la sala de espera del hospital. Él al ver que Yongmin se desvanecía en sus brazos, la llevo rápidamente a algún lugar donde pudiesen atenderla.

Las enfermeras al verlo entrar junto a la chica totalmente ensangrentada, corrieron hacia él y se la llevaron en una camilla, para poder hacer algo por ella.

Pero aún no tenían respuesta.

—¿Por qué? — preguntó el niño, quien reposaba su cabeza en las piernas del chico.

—Seung...

—¿Por qué... toda la gente que quiero tiene que irse de mi lado? — preguntó finalmente dejando caer algunas lágrimas silenciosas. Jungkook sintió como la pregunta del pequeño niño calaba en lo mas profundo de su ser, comprendía el dolor del pequeño pero ni siquiera él tenía una respuesta — ¿sabes? — el niño se sentó y lo miró — a mis padres no los alcancé a conocer y Yongmin fue mi madre hasta ahora. Lo injusto es que ya he perdido a dos de mis madres... a la que me dio la vida y a la abuela Bae. ¿no crees que ya es suficiente? ¿Por qué también tengo que perder a mi hermana?

—No la perderemos... ella es fuerte como una roca y terca como una mula — Seung sonrió un poco y limpió sus mejillas — así que ten fe, que no te darás ni cuenta cuando la verás yendo en su moto nuevamente y estando a nuestro lado.

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El sol se colaba por entre las cortinas, molestándole en los ojos. Parpadeó varias veces y miro detenidamente la habitación en la que se encontraba, no recordaba lo que había sucedido o el motivo por el cual se encontraba en aquel lugar. Una habitación blanca, con cortinas blancas, su cama tenía sábanas blancas y al mirarse así misma, noto que traía una camisola blanca.

¿Qué demonios? pensó al ver todo aquello.

Se tocó el pecho y sintió unos pequeños círculos pegados a su piel, conectados a unos cables que llevaban a la máquina con aquel molesto sonido. Se sentó en la cama, dispuesta a salir de allí y averiguar que pasaba, pero cometió un error. Con brutalidad, se quitó los cables y la máquina comenzó a chillar fuertemente, como si fuese una alarma de incendio. Comprendió que debía actuar rápido, asi que corrió a la puerta y la abrió, pero una enfermera le impidió el paso.

—¡Dios mío! Despertó — comentó la enfermera tomándola por los hombros.

—¿Qué? — preguntó sin entender — ¿Qué es esto? ¿Dónde me tienen? ¿Dónde está mi hermano? — hizo todas las preguntas a la vez.

—Tranquila señorita, por favor mantenga la calma... — la enfermera avanzaba haciendo que Yongmin retrocediera, pero más se exaltó.

—¡Déjeme salir!

—No... no puede, está desorientada después de haber estado así por meses pero...

—¿Así por... meses? — la interrumpió.

—Así es, gracias al cielo usted salió del coma y...

Yongmin sintió que todo a su alrededor desapareció y no escuchaba nada más que aquello que dijo la enfermera.

¿Coma? ¿Estuvo en coma? Su corazón se aceleró y sin pensarlo salió de la habitación, corriendo de aquella mujer.

—¡Señorita, por favor espere! ¡Doctor! — escuchó a lo lejos como la enfermera comenzaba a gritar, pero no se detuvo. Estaba agitada y sentía que sus piernas en cualquier momento fallarían, estaban muy débiles.

Siguió corriendo para buscar la salida, solo con su camisa blanca, sin importarle nada, solo quería salir de ahí, ver a Seung y Jungkook. Corrió sintiendo las miradas de los demás posarse sobre ella, viéndola con terror, como si fuese una loca. Logró salir del hospital, sintiendo el asfalto quemándole los pies, ¿ya era verano? se detuvo abruptamente al ver algo que la espantó.

"La gran estrella Jeon Jungkook, de la famosa banda BTS, ¿tiene novia?"

Decía una de las revistas que había en pequeño kiosko cercano al recinto hospitalario.

¿Qué es esto? pensó y volvió a mirar otra portada.

"el maknae de oro junto a su novia"

¿Qué significaba todo eso? ¿novia de Jungkook? Sintió como un nudo se le hacia en el pecho al leer todo aquello. Otra de las portadas mostraba una foto de Jungkook junto a una chica rubia, muy bonita y la descripción decía que aquella, era la novia del idol desde hace un mes.

-Tranquila... - oyó a sus espaldas y de inmediato sintió como dos hombres la tomaban de los brazos y le inyectaron una solución en el brazo.

-¡No! Por favor déjenme... necesito ver a mi hermano. ¡Suéltenme por un puto demonio! - gritó desesperada, pero ya no pudo hacer mas fuerza. El rápido efecto de la solución hizo que se mareara y perdiera el equilibrio. Ya no pudo seguir con su escape.

Su vida se había vuelto un infierno.

Desde pequeña que estaba acostumbrada a sufrir, primero con la muerte de sus padres, el bullying en su escuela, criar sola a Seung y luego irse a una ciudad desconocida para ella, la muerte de su abuela y luego su hermano secuestrado.

Ahora estaba desorientada totalmente ¿Qué era lo que sucedía? ¿Por qué ya era verano? ¿Seung donde estaba? Eran las preguntas que se hacia mientras estaba acostada en la cama del hospital. El efecto de la inyección ya había pasado, pero aun se sentía un poco lenta. De pronto alguien abrió la puerta de la habitación.

—Hola Yongmin, soy la doctora Choi
Mi-Suk, ¿como te sientes? — preguntó de manera delicada. Se veía amable.

—Desorientada. Me gustaría que me ayude un poco...

—Si puedo hacerlo, claro.

—¿Me podría decir que fue lo que me pasó? — su vista estaba clavada en aquel piso blanco del hospital — por favor, explíqueme eso. No entiendo nada.

—Llegaste con un shock hipovolémico Yongmin — comenzó a explicar — habías perdido una gran cantidad de sangre haciendo que el corazón no sea capaz de bombear sangre al cuerpo, le dispararon en el costado derecho de su abdomen por enfrentarse a unos delincuentes. Al llegar al hospital, usted estaba muerta, había perdido demasiada sangre, y la sangre para el cuerpo es como el agua para las plantas, ¿se entiende?

—S-si, entiendo — musitó impactada por el relato.

—Logramos hacer que su corazón volviera a latir utilizando un desfibrilador, eso es prácticamente corriente, le dimos varios impulsos eléctricos antes de traerla de vuelta — Yongmin recordó que había sentido ese escalofrío recorrer su cuerpo — luego de eso, pudimos operarla y sacarle la bala que tenía alojada en su abdomen, pero tuvimos que hacer una transfusión de sangre para que pudiera resistir a una operación de tal magnitud. Lamentablemente, luego de aquel procedimiento usted no volvió a recobrar la conciencia y estuvo en coma todo este tiempo. — terminó de explicar la doctora mientras chequeaba sus signos vitales.

—¿Cuánto? — le preguntó manteniendo la calma — ¿Cuánto tiempo estuve en coma?

—Mañana se cumplen seis meses...

Sintió que el alma se le salió del cuerpo quedando en shock. No podía ser cierto.

—¿C-cuándo me podré ir de aquí? — su voz salió temblorosa, lo cual no quería que sucediera. Carraspeo levemente.

—Depende de la evaluación. Le tendremos que tomar exámenes y así comprobar que todo esté bien. No tomará muchos días y...

—¿Cuándo? — volvió a preguntar, interrumpiendo a la doctora.

—En tres días, una semana a más tardar — le respondió — pero insisto, tomo depende de los exámenes.

—Una última pregunta — susurró al sentir como una lágrima caía por su mejilla — ¿dónde está mi hermano?

—Bueno, averiguamos que el niño no tenía mas familia que usted e íbamos a llamar a protección infantil para que le dieran hogar mientras despertaba del coma, pero el hombre que lo acompañaba dijo que no era necesario, que él lo cuidaría, que se haría cargo hasta que usted despertara. Seung dijo que estaba bien al quedarse con él.

—Gracias... — no hacía falta preguntar con quien se encontraba su hermano, lo sabía perfectamente.

—¿Desea saber algo más?

—Si... Por favor no le avise a Seung ni al chico que lo cuida que desperté, por favor — pidió ante la mirada de interrogación de la doctora.

—Pero...

—Y, ¿podría traerme alguna revista o diario para ponerme al día con el mundo?

Todo le cayó como un balde con agua fría. Pero demasiado fría. Es mucho lo que debe procesar y esperaba no encontrarse con ninguna otra sorpresa.

No creería que su corazón aguante otra cosa.

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