
❾
"<No es sorpresa para todos saber que Patrick Stump está detrás de una nueva víctima en menos de siete semanas.
Si como leyeron, otra víctima.
¿Y cuánto tiempo pasó desde su última víctima o bueno, cadáver?
Exacto, 7 semanas.
El periodo de espera más largo de esta zorra para cogerse a cualquiera.
Pero lo más jugoso de esto, es que está nueva víctima es hermano no directo del último cadáver de Stump...Y ahora ya saben a quien y a quienes me estoy refiriendo en esta confesión, por lo que no hace falta escribir sus nombres.
Ya están en sus mentes.
¿Pruebas? Obviamente las hay.
Me tomé el tiempo para espiar de cerca a Patrick y ver todas las "cartitas" que le enviaba dicha presa y ,sinceramente, se encontró al más boludo entre los boludos más grandes de esta cárcel.
O sea, primero ¿cómo se le ocurre enviar cartas? Lol, es el siglo XXI. No te vas a la guerra, papito.
Y segundo, ¿Qué hace Patrick aceptándolas como si estuviera viviendo en una película romántica de época? Cabrón, se nota que te gusta la atención. Con razón medio mundo te quiere 6 metros bajo tierra.
En fin, queda esperar a que Patrick se dé cuenta de las intenciones que tiene Frank Iero con él y que se arme tremendo bardo después con ya saben quién.>"
—Así que...¿Quien de los dos abrió el pico sobre el tema?
Mikey y Maxx quedaron helados al ver la semejante confesión en el grupo de confesiones de Instagram y lo peor fue ver la cantidad de reacciones que tuvo.
Sus vidas estaban colgando de un hilo o mejor dicho, del hilo de sus calzones.
—¿¡No van a decir nada!?—Estalló poniéndoles la pantalla en sus caras.—¡Ustedes sabían del secreto, hasta que tú, Danziger, llegaste a mí oficina a ofrecermelo por dinero!
—¡PERO NO LO HICE! ¡TE JURO POR MI GATA!
—¡¡MIENTES!!
—¡ES LA VERDAD!
De fondo, estaba Frank apunto de tener una crisis de nervios mientras se agarraba con fuerza la cabeza, y Bob y Pete lo miraban sin saber cómo ayudarlo.
Nunca pensó que estaría en este estado de desesperación por una cosa como esa. Al principio puede que le valió verga, pero una pequeña parte de él le hizo recordar que nunca, pero nunca se lo contó a su hermano. Ni siquiera comentarselo en una plática o broma, porque sabía que de alguna u otra forma el temita lo relacionaria a él y causaría que terceros se meterían en el chisme.
Y ahora, teme a que Cody lo golpeara. Aunque sonara exagerado.
Ryan dejó de torturar fisica y psicológicamente a esos chicos para acercarse a su grupito y llevarse a Frank a rastras ya que de por si él weon quedó tieso estatua del parque.
—Al final, decían la verdad—Empezó. La mirada de Iero se alivio un poco.—Pero igualmente merecían ser torturados. Me quería divertir por un rato antes de mates.
—Le van a decir al director.
—Que bueno que los chantajee con sus pertenencias.—dijo mostrándoles un par de billeteras, unos lentes y un paf.
A los cinco minutos de alejarse de aquel árbol, entraron a la cafetería por algo de pudín, pero no pudieron evitar a la muchedumbre murmurar y chiflarle detrás de ellos.
Obviamente para el Franko.
—Irenlo al enano culiado. Lo van a dejar bien seco.
—Mejor dicho, le harán pedacitos el cora y anda a saber si la pija también.
—Uuuuy, le gustan las culebras culonas.
—¡Qué gustos culeros, mí pana!
—Un trava estaba mejorcito.
—¡Sin ofender, pero sos un pendejo Francis!
—¡Boludoooo!
—¡Patrick te va a dar más traumas que sentones!
—Ni Mbappé se atrevió a tanto.
—¡¡El Cody te va a crucificar en pleno patio!!
Ryan y Pete empujaron a algunos que estorbaban el paso y a otros les tiraba su almuerzo con tal de que dejaran de molestar a su amigo. Cómo dice en el código de hermandad hijueputil.
“A rata que se insulta, lo defiende su camada”
Tomaron asiento en una de las mesas al fondo y Ryan retornó el tema.
—Si esos pendejitos no fueron, ¿¡Entonces quien fue el moco!?
Bob le dio un mordisco a su hamburguesa y respondió
—Si nadie fue, el único moco suelto aquí eres tú.
Ryan dejó su jugo de uva para mirarlo ofendidísimo a la vez que se llevaba una mano al pecho a lo dramático.
—¿Que clase de acusación es esa hacia mí persona?
—Vamos wacho, eres el único en este grupito de morondanga que le gusta andar de alcahuete por ahí. Y sobre todo, negarlo vilmente.
—Bob…¿Cómo piensas que yo, Ryan George Ross III, traicionaría de esa manera a uno de mis mejores amigos? Y que además, no tenés pruebas físicas ni contundentes para acusarme. Ergo, tú opinión es una caca.
—Una caca será tú pel…
—¡Basta!
Ambos enmudecieron rápidamente.
Frank había llegado a su límite de paciencia con respecto a todo y ya no aguanta más escuchar otra discusión que no lleva a nada. Le dolía la cabeza y sentía que no le llegaba suficiente aire a los pulmones. Atrapado era la denominación correcta.
—Ya no importa quién fue el alcahuete o alcahuetes…Ahora, lo que importa es que necesito su ayuda para cómo explicarle todo esto a Cody.
—Fácil. Con la cara.—dijo Pete.
—Pete no ayudas en nada. ¡Cállate!—lo regaño la ardilla.
—Bueno che, quería ser el alivio cómico.
—No Pete, se supone que eres el que rapea y hace cosas de gángsters.
—Pero tiene cara de que no se baña.
—Primera vez que concuerdo contigo Bob.
—Ora, ¿ahora la gorda me ataca? Vaya discriminador.
—Ni que tu fueras un santito, negro culiao.
—Para mí mami si lo soy.
—Pffff “Mami” —se burló Ryan.
—¡No es gracioso!
—webon con mamitis identificado.
—¿Y que hay de que Frank, eh? también tiene mamitis. ¿O no papu?—se defendió mientras se volteó hacia Frank, pero no había Frank ahí. Solamente quedó su plato medio vacío de arroz.
—Ay no…—murmuró Bob con pena.
—Oh si. Ahora deberíamos buscarlo antes de que le pase algo.—le dijo Ryan mientras se comía lo último de arroz en el plato de Frank.—Pero regresará, tal vez no en una sola pieza.
—O dentro de una bolsa negra.—comentó el negro.
—No entiendo porqué me junto con ustedes...—dijo Bryar antes de abandonar la mesa.
En otra parte de la escuela, las divas iban protegiendo a Patrick de cualquiera que se le acercará, mientras lo criticaban a él por todo este asuntillo.
—Te lo dije, estúpida. Ese enano te tiene ganas.
—Nomas que le faltan webos para decírtelo.
Brendon y Gerard chocaron los cinco con divinidad.
—Y encima que esta pequeño.
—Y actúa como pendejo.
—Literal, parece niñito de kinder así.
—O sacado de una película de fantasía aburrida.
—¿¿Pueden cerrar sus bocas de cotorra por solo CINCO MINUTOS??—estalló, parándose delante de los dos.
Gerard lo miró sobre sus lentes de sol.
—Ay gordis, tampoco estamos para que nos trates así, no no. Calm down, bitch. Calm down.
—¡No me pidan que me calmé!—abrió su locker y metió sus cuadernos a la fuerza.—Me siento como si tuviese una cuerda atada a mí garganta y que cada vez se estira más y más y más y más...¡Y TODO ES POR SU CULPA!
—¿¡Nuestra culpa!?—se sintió atacado el Frentón.
—¡Obvio! Si ustedes dos son dueños de la maldita página de confesiones.—los otros dos se hicieron los boludos.—Y no me vengan con que "no es cierto, Tricky. Todo está en tu cabecita ñiiii". ¡Hasta mí cabeza piensa mejor que las suyas, estúpidas!
—¿Ah sí? Si dices que piensas mejor que nosotros, ¿¿Por qué carajos aceptaste todas esas cartas de mierda que te mandaba el enano ese??
—¡Porque fui amable con él!
—¿Amable? Eso no va contigo, Tricky.
—Calláte Brendon, o le digo a todo el mundo que te gusta el jirafón de Dallon.
—¡Óyeme! A mí Dally no, zorra.
—¡Sere zorra, pero no tan zorra como vos!
—Me encanta que admites que lo eres, zorra.
Patrick gruñó de molestia y abría y cerraba repetidas veces la puerta del casillero con fuerza, imaginándose que era la cara de Brendon. Luego respiró hondo, tratando de acomodar el lío de emociones encontradas en su cabeza.
—¿Estas calmado?—preguntó Gerard con seguridad. Patrick asintió.—Bien, entonces dejá este drama de lado y vayamos a comer pudín. Que me muero de hambre de tanto ña ña ña Frank ña ña ña ña pito.
—¿En serio quieres que ignore todo este problema con...con pudín?
—Sí, y además no es un GRAN problema para que se te acumule más y más problemas.—explicó.
—Bueno, tienes algo de razón...
—Lo sé, primor.
—Y además...¿Qué mas podría empeorar?—dijo con una sonrisa.
Al cerrar la puerta del locker, se mostró la presencia de un tercero.
—Hola, Patrick.
Patrick dio un respingo y se tragó un grito al ver a Cody apoyado contra los lockers, la mirada seria clavada en él. Su lengua se volvió un nudo; no había manera de decir "hola" sin sonar asustado.
—Espero no interrumpirlos pero…¿Me permitirían dejarme a solas con Stump? Si no es mucho pedir.—preguntó mirando a los otros dos webones.
El pelirrojo y el frentón se miraron pálidos y así, con la valentía de un ratón, los dos desaparecieron, dejándolo a solas con Cody.
Patrick suspiró decepcionado por la cobardía de sus amigos más fieles.
—¿Ahora te dignas en acercarte?—habló intentando sonar relajado pero con una sutil muestra de descaro en voz.
—Sabes bien por qué lo hago.
Patrick lo miró fijamente. Hacía tiempo que no veía esos apagados ojos zafiro y con bolsas profundas debajo de ellos. Se suponía que ya los había superado, pero ahora que los tenía enfrente sentía la ola de recuerdos y momentos pasados…
—Si piensas que ando detrás de tú hermano, estás equivocado.
—Lo sé.—Cody se pasó una mano por el cabello y dejo escapar un suspiro—Fue lo primero que pensé cuando vi el mensaje, pero luego lo analicé mejor y me dije “¿Que haría Frank con alguien tan…tan tú?”
Patrick dejó escapar una risa seca y se apoyó contra su locker, copiando la postura de Cody.
—Somos dos, porque es algo que tampoco entiendo de él. Hay peores mierdas por ahí para amigar y una de ellas es Ryan, pero es su amigo. Así que tengo la duda del “¿Por qué yo?”.
Cody chasqueó los dientes y se inclinó un poco hacia él.
—¿Por qué no se lo preguntas a él? Oh, es verdad. Eres demasiado superficial como para hablarle a cualquiera.
—Me conoces bien, Cody.
—Odio conocerte tan bien.
—Lo mismo digo.—E hizo una mueca, quedándose en silencio sin saber qué más decir.
Cody se enderezó, sabiendo que ya se estaba volviendo incómodo el silencio y más cuando lo compartía con aquel que le destrozó el corazón.
—Bien, eso es todo.—Se giró para irse, pero se detuvo un segundo y, sin mirarlo, añadió con calma—Espero que tengas claro lo que haces.
Y luego se fue.
Patrick no lo detuvo.
No era necesario. ¿Qué más haría? Le dejó en claro su advertencia. La tranquilidad en las palabras de Cody eran de lo menos sorprendente. Sabe que esa actitud es con la que afronta algunas situaciones en las que se esperaría que estuviera molesto y en otras era una verdadera tormenta.
Con un impulso repentino, Patrick se apartó de su casillero. Tenía una apuesta que pagar y un baile de la derrota que hacer.
Al girar en el pasillo, se encontró con Pete Wentz avanzando con su flow emo-criminal. El chico lo vio acercarse y abrió la boca para saludarlo.
—Hey, Tricky…
No terminó la frase. En un movimiento rápido, Patrick lo empujó contra la pared con fuerza.
Pete apenas tuvo tiempo de soltar un sonido sorprendido antes de que las manos del rubio atraparan su rostro y sus labios presionaran contra los suyos en un beso firme.
Le gustaba. En el fondo. Se sentía en las nubes ante este repentino acto que tenía con él. Así que no dudó en corresponderle con gusto, sus manos deslizándose sin pensarlo hasta las caderas de Patrick.
Pero el rubio sabía que estaba llegando demasiado lejos. Lo que debía ser un simple beso ya era otra cosa que desencadenaria una serie de equivocaciones y confusión. Y por qué no, más chismes.
Sin pensarlo ni dos veces, una de sus manos buscó a tientas la palanca contra incendios que estaba al ladito de la cabeza de Wentz y la bajó con firmeza.
El chillido de la alarma retumbó por todo el pasillo, seguido por la repentina lluvia de los rociadores.
En menos de un segundo, Patrick ya no estaba ahí. Se escurrió con la velocidad de un rayo, dejando atrás a Pete, empapado, con una sonrisa desconcertada y un problema en sus pantalones.
Solo esperaba que nadie los haya visto.
[...]
—¡Santas hormigas! Nos salvamos de diseccionar sapos—exclamó Nate con cierta felicidad.
A su alrededor ocurría el caos estudiantil ante la falsedad de un grave incendio. Había algunos iguales a él que festejaban el suspenso de clases y otros discutían de quién fue el bromista de crear semejante caos y luego tenías a la pequeña minoría que aprovechó el momento para irse a la verga de la escuela.
—Bobo, es muy probable que vayan a dar clases después de todo este lío.—interrumpío Melanie con su mala onda.
—No seas tan negativa, Melilu —le replicó Maxx, dándole un codazo medio brusco—. No es nuestra culpa que andes de resentida con la vida porque no lograste abrir el tórax a un sapito.
—Ese "sapito" me asustaba con su fea carota toda arrugada —dijo, cruzándose de brazos.—Me recordaban a ti cuando te enojas.
—Me ofendes, dientes chuecos.
—Te los voy a dejar más chuecos si no cerrás la jeta.
—Obligame.
—No me tientes, Maxxie. No me tientes.
Maxx le sacó la lengua con burla y Melanie alzó una mano en advertencia, como si estuviera a segundos de cumplir su amenaza.
—¿Qué? ¿Me aplicaras la de "Háblale a la mano?".
—Tal vez. Lo bueno es que ya no tendré que ver todo el tiempo tu patética cara de puto femboy necesitado.
Maxx le estaba por responder, hasta que Mikey se interpuso entre los dos con una cara que mostraba lo cansado que lo tenía su discusión.
—¿Qué tal si en vez de pelearse como perros con rabia, se callan la boquita y nos compramos unas papitas?
—¿Te alcanza la plata?—le preguntó Maxx alzando una ceja.
—Me queda hasta para comprarme dos bolsitas.
—Entonces le damos.
—¡Nate deja de observar hormigas y vámonos!—Avisó la chica.
Nate soltó a la hormiga que tenía agarrada y se fue junto a los chicos, como un perrito faldero siguiendo a su dueño.
En el camino pasaron al lado de un chico alto que venía muy absorto con su teléfono e hicieron todo lo posible para no reírse a sus espaldas.
Un tonto dibujo colgaba de la espalda de William y este no se percató de ello.
Revisó su teléfono por quinta vez.
Patrick le había escrito, pidiéndole que se vieran ahí. No había dado explicaciones, lo cual ya era sospechoso de por sí. Y ahora, al ver a su primo acercarse, había algo que no cuadraba...
Trick caminaba tranquilamente con las manos metidas en los bolsillos, pero venía mordiéndose los labios y no dejaba de mirar a su alrededor. Y para rematar, su ropa estaba mojada.
—Qué sorpresa—soltó Will, cruzándose de brazos.—No pensé que te gustara jugar bajo la lluvia.
Patrick solo le dedicó una media sonrisa.
—Hoy fue la excepción.
—¿De qué hablas?—preguntó Will, frunciendo el ceño.
—Ganaste.
—¿Qué?
—Que ganaste, Will. Felicidades.
Una sonrisa de satisfacción se dibujó en el rostro de su primo, quien negó con la cabeza divertido.
—Viste que él no te iba a decir nada malo. ¿Y ahora quién tiene la razón? Pues yo, como siempre.
Trick suspiró con resignación y se pasó una mano por el cabello mojado, despeinándolo aún más.
—No empieces, Beckett.
—Perdón, pero no es mi culpa que seas un pésimo apostador…y un tonto.
Patrick blanqueó los ojos a la vez que soltaba un bufido.
—Así que dime a quien te besaste, Trick.—le preguntó con cierta sonrisa traviesa en su rostro.
—No querrás saberlo…
William alzó una ceja en duda.
—¿Fue alguno de fútbol?
—No.
—¿De Básquet?
—Tampoco.
—¿Entonces quién?
—Con Pete Wentz.
La cara de William era oro.
—Bye, bye, Willyrex.—se despidió antes de huir y dejar a su primo con una expresión cómo está:
Patrick se reía para sus adentros con la reacción de William en su mente, mientras caminaba apurado entre la gente que iba entrando al establecimiento luego del largo recreo.
—¡Azuputamadre! ¡Un pinshi enano!—gritó Jon al abrir su casillero y que Frank saliera disparado de él.
Sip, ahí estuvo todo este tiempo nuestro prota.
Un idiota.
—Bonito póster, por cierto.—se burló mientras corría por su vida
Patrick fue testigo de cómo Jon sacó una soga y salió a corretar a Frank por todo el pasillo como si estuviera en una cacería de cerdas en medio del campo.
No sabía si sorprenderse de lo random que fue todo eso o de lo tan rápido que era Frank para escapar del peligro.
Pero, tenía fe de que el pelinegro lograría salvarse del campesino.
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Jolas.
Pasó mucho de la última vez que actualicé está webada y la razón de mí tardanza y mis falsas promesas es que comencé las clases apenas empezó Marzo y ahora vengo cansada de la escuela y con exámenes que se aproximan :"'v así que tiempo e imaginación no he tenido.
Ergo, habrá actualizaciones lentas.
Pero en fin, espero que les guste lo que sea que sea este capítulo y ya de por sí nos vemos en dos semanas
~¡Midnight fuera!
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