Este se los dejó como un regalito por el apoyo a la adaptación. En serio muchas gracias 😘

Nos leemos hasta el lunes, que tengan un lindo fin de semana ❤

Gulf término de guardar sus libretas y coloretes mientras observaba como las gotas de lluvia golpeaban las ventanas. Hacía un día demasiado frío, y la fuerte lluvia no había dejado de arreciar desde tempranas horas de la mañana. Era martes y las clases de ese día duraban hasta las 3 de la tarde. Había quedado de salir a comer a un pequeño sitio que acababan de abrir en el centro comercial con Mew,  y esperaba que el mal tiempo no se lo impidiera.

No habían pasado muchas semanas desde su última pelea, y desde que habían decidido comenzar desde cero y conocerse mutuamente. Cenaban juntos todas las noches, charlaban de temas triviales y poco a poco; cada día lograban descubrir algo del otro. Gulf se sentía completamente feliz, y completo. Era como si algo dentro de su vida hubiera cambiado drásticamente y se hubiera llenado un vacío que no sabía que tenía.

Mew era lo que nunca se hubiera esperado tener a su lado. Empezando por el hecho de ser un hombre. Sonrío para si ante esa idea. No hacía unos cuantos meses que se revolcaba con cuánta tipa se le cruzará enfrente, y ahora era hombre... de un solo hombre. Le parecía algo divertido, e increíble de alguna manera. El recuerdo de la muerte de su hermano todavía hacía estragos en su corazón. Y aunque trataba de no tomarle importancia siempre lo recordaba.

Terminando por salir del aula, se encaminó hacía la salida y así esperar a que el agua bajará un poco y poder correr hacia la parada de autobuses e ir a la oficina de Mew; pero lo que no se esperó encontrar fue a su madre, esperándolo en la entrada. Sus pies se detuvieron abruptamente y clavándose en el mismo sitio se negó a seguir avanzando.

Anong observó a su hijo y cerrando el paraguas se en camino hacía él. Había cambiado mucho desde la última vez que lo había visto. Su cuerpo se había vuelto más delgado, y su rubio cabello había desaparecido siendo remplazado por el negro. Deteniéndose frente a él, abrió la boca dispuesta a hablar, pero ninguna palabra salió de su boca al observar el rencor con que la miraban los ojos del mocoso.

----- ¿Qué haces aquí? ----- Gulf no pudo evitar el que su voz sonará molesta.

No entendía que hacía su madre ahí. ¿Para qué había ido a buscarlo? Lo más seguro era que su padre se había metido en problemas de nuevo y corría en su búsqueda para pedirle dinero. Rodando los ojos ante el pensamiento, Gulf se preparó para salir corriendo a un debajo de la lluvia, pero la voz de Anong no lo dejó continuar.

----- Necesitamos hablar... ----- Girándose para no mirarla, Gulf bufó con molestia.

¿Acaso tenían algo de qué hablar? Girándose por fin hacía ella, se preparó para encararla.

----- No voy a darte dinero está vez ¿Entiendes? ----- Anong sintió correr la impotencia por sus venas ante las palabras de Gulf. Sabía que no debió de haberlo buscado.

Había dudado al salir de casa,  pero cuando la chica apareció frente a su puerta, de nuevo, supo que la vida de su hijo podía estar en problemas si no lo prevenía. Meses atrás Davika había irrumpido en su vivienda exigiéndole el saber de Gulf, sin embargo, se había negado rotundamente a darle razón del chico.

Y ahora volvía a aparecer de nuevo dispuesta encontrarlo y a decirle la verdad de las cosas. Y eso no lo permitiría. Tomándolo de la mano, Anong intentó detenerlo, siendo alejada bruscamente por Gulf. Se sentía demasiado vulnerable ante la insistencia de su madre, y cuando estuvo apunto de salir corriendo, el auto que se estacionó frente a ellos le hizo suspirar aliviado.

Gulf observó como Mew se bajaba del auto, y corriendo se tiró a sus brazos. Mew lo abrazo rápidamente, cubriéndolo de las fuertes gotas y de reojo pudo observar a su suegra. Sintió cómo Gulf temblaba entre sus brazos, y separandolo de su cuerpo tomó su rostro entre sus manos para poder darle un beso. Gulf sintió un inmenso alivió al verse en el abrazo de Mew, y mirándolo suplicante susurró:

----- Por favor, vámonos ----- El mayor observó por un momento a Anong, y luego asintió subiéndolo al coche. Le abrocho el cinturón y subiendo a su asiento puso en marcha el auto, mirando a través del espejo como la imagen de Anong iba desapareciendo.

Durante el resto del camino, Gulf evito cualquier conversación referente a lo sucedido minutos atrás. Podía sentir la mirada de Mew cada tanto, y eso lo ponía aún más nervioso. Sabía que el hombre iba a pedir una explicación, y todavía no se sentía seguro de hablar sobre el tema de su madre. Eso lo hacía sentir culpable, Mew siempre confiaba en él, y siempre encontraba la manera de hacerlo sentir bien, sin embargo, su madre era un tema que prefería no contar nunca. Pero cuando llegaron a casa supo que no podría retrasarlo por más tiempo.

Bajando lo más rápido que pudo del auto, Gulf subió corriendo las escaleras hacia la habitación, sintiendo los pasos de Mew muy cerca de él, pisándole los talones. Logró llegar al final de las escaleras antes que Mew, aumentando la velocidad cuando lo escucho gritar.

----- Gulf ----- Mew subía las escaleras de dos en dos, sintiéndose molesto conforme más avanzaba por la terquedad del mocoso, y cuando esté estaba por llegar a la habitación dio un fuerte gritó, haciéndolo tropezar con sus propios pies ----- ¡Gulf Kanawut! Párate ahí en este momento.

Sintiendo la molestia en la voz del hombre, Gulf no pudo hacer más que obedecer. Detuvo sus pasos y cuando Mew estuvo tras su espalda, dió un suave gritito cuando esté lo metió dentro de la habitación y lo acorralo contra la cama. Mew lo observó con los brazos cruzados, analizándolo con sus feroces ojos, poniéndolo a un más nervioso de lo que se encontraba, y caminando hacia él "acarició su mejilla en busca de tranquilizarlo"

Gulf se sintió aliviado en cuanto la caricia se poso en su mejilla. La calida mano se deslizó a través de su rostro, finalizando sobre sus labios en donde los dedos se quedaron jugando con la carne sedosa.

----- ¿Por qué huiste de esa manera de tú madre? ----- El chiquillo cerró fuertemente los ojos ante la pregunta, dejándose caer sin fuerzas sobre el colchón, y llevándose junto a él el cuerpo de su esposo, cayendo sobre el suyo y haciéndolo sentir completo.

----- Es algo complicado ----- Besando su nariz con delicadeza, el ojigris lo miró a los ojos, perdiéndose en la verdes turbulencias de su iris.

----- Escucho ----- Aferrándose al cuello del hombre,  Gulf cerró los ojos ante el recuerdo de su doloroso pasado, y sin darse cuenta sus labios comenzaron a hablar.

----- Hay unos temas de los que no me gusta hablar. Uno de ellos es mi madre ----- Mew deslizó sus dedos através del brazo de Gulf, escuchando atentamente cada palabra que escapaba de su boca ----- Nunca me he llevado bien con ella, y siempre he llegado a la conclusión de que es porque ella no me quiere ----- Cerrando los ojos Gulf sintió como un nudo se le formaba en la garganta, y le impedía poder continuar con claridad ----- Desde pequeño no recuerdo ningún momento en que me haya tratado con amor. Siempre era Type el querido, el favorito, el más listo, el más amado; mientras que yo era la oveja negra de la familia. El que siempre se metía en problemas, un vándalo mujeriego que le gustaban las drogas y el alcohol, ese que reprobaba muchas materias en la escuela, y le gustaba meterse en riñas con sus compañeros. El hijo del que cualquiera se avergonzaría ----- Mew no pudo evitar sonreír ante la imagen de un rebelde chiquillo ----- Y mi madre se encargó de hacérmelo saber cada día de mi existencia. Y entonces un día sucedió. El día en que me fijé en ella.

----- Davika ----- Mew no pudo evitar susurrar el nombre, arrepintiendose cuando observó el dolor en la mirada del chiquillo.

En ese momento de la conversación, Gulf no pudo evitar que las lágrimas se derramaran de sus ojos. El dolor de los recuerdos le hizo apretar los labios y jadear de dolor. Mew beso delicadamente sus mejillas, limpiando cada rastro de lágrimas que bajaba en su rostro.

----- Habíamos sido amigos desde que tenía memoria. Era una mocosa llorona, que nunca se quitaba sus coletas, pero conforme pasó el tiempo eso cambio. Se volvió una chica demasiado bonita para la vista humana, y todos los chicos comenzaron a perseguirla. Y entonces sucedió, caí perdidamente enamorado de ella. Me sentía un estúpido afortunado al estar a su lado, todos me envidiaban y me sentía realmente invencible al saber que ella había preferido estar conmigo que con los demás. La amaba, tanto que la consideré mía, aunque solo hubieran sido unos pequeños minutos -----  Mirando al vacío, Gulf sintió como todo volví a suceder, y ese día en que su corazón había dejado de palpitar y se había vuelto de piedra, volvía a suceder ----- Me hizo sentir el más miserable del mundo, un estúpido que había estado detrás de sus malditas faldas cuando para ella solo había sido un revolcón cualquiera. Sin embargo, también me había hecho sentir diferente, especial, que valía la pena y que era mucho más valioso de lo que mi madre me hacía sentir. Y se largó a Rusia. Llevándose con ella mi corazón, y la oportunidad de volver a sentir algo por alguien ----- Hizo silencio durante unos segundos, y tras soltar una última lágrima susurró ----- Pero entonces apareciste tú, y el destino se empeñó en que rompiera esa coraza.

Estrechándolo contra su pecho, Mew le hizo sentir el amor que sentía por él. Acarició suavemente sus cabellos, tratando de arrullarlo cuando los sollozos escapaban de sus labios. Cuando logró calmarse, Gulf se separó de él, lo miró a los ojos y sintió como su cuerpo se derretía ante el amor y la pasión con que ese hombre lo miraba, y entonces supo, que había sido dichoso de haberse encontrado con él, y el haber sufrido, porque ahora todo eso valía la pena.

----- Yo ya sabía de Davika, y también de tú madre, solo quería que estuvieras lo suficientemente seguro para decírmelo por ti mismo ----- Los ojos de Gulf se abrieron debido a la impresión, y acomodándose sobre sus hombros lo miró curioso.

----- ¿Cómo...? ----- Mew no lo dejó terminar.

----- Up me lo dijo ----- Gulf abrió la boca ante la declaración, y entrecerrando los ojos lanzó una maldición.

----- ¡Maldito y bocon Up! Juro que me las va a pagar ----- Mew sonrío, esta vez lanzándose abiertamente sobre la cama y quedando sobre su espalda, le dio una mirada cómplice a Gulf y en un rápido movimiento lo montó sobre su cuerpo, haciéndolos reír a ambos.

----- Creo que solo quería ayudar. No lo hizo con ninguna mala intención ----- Gulf asintió.

----- Lo sé, y por eso estoy agradecido, por eso y por siempre cuidarme. Mejor que mi propio hermano ----- Gulf se dejó hacer al sentir como los dedos de Mew hacían un recorrido por su piel através de su ropa, y luego apretaba su espalda causándole cosquillas ----- No ¡Mew! No ----- Gulf se retorció sobre el cuerpo de Mew, riendo y jadeando por el esfuerzo al tratar de soltarse del ataque.

Tras unos minutos de cosquillas y risas, Mew detuvo sus movimientos, y tomando las manos de Gulf depósito un suave beso en cada una de ellas, sonriendo cuando sus ojos se dirigieron al par de mejillas coloreadas en el rostro del chiquillo. Gulf se sintió avergonzado, y escondiendo el rostro entre el cuello de Mew, sonrío y dejó un pequeño beso ahí, aspirando profundamente su aroma varonil.

----- Me alegro mucho el haberte conocido ----- Susurró ----- Y de haber sido yo el que ahora está a tú lado ----- Sonriendo, Mew asintió, comenzando a subir lentamente la camiseta del chico.

Gulf se perdió en el mar grisáceo de sus ojos, y su piel se erizó al sentir el frío aire golpearlo directamente. Levantó los brazos y jadeo con emoción al verse liberado de la prenda. Mew lo miró, acarició la curvatura de su espalda y tras varios segundos en que ninguno de los dos dijo palabra alguna, lo pegó contra su pecho, como si temiera que fuera a esfumarse de sus manos o desaparecer en un espejismo, y entonces susurró.

----- Te amo Gulf Kanawut, mi chiquillo caprichoso y altanero ----- Gulf se rió, y tras una última mirada se lanzó en busca de sus labios.

Gulf caminaba por los pasillos del supermercado en busca de qué preparar para la cena de esa noche. Había quedado de encontrarse con Mew en ese lugar, y mientras lo esperaba se dedicaría a las compras. Miró detenidamente los estantes de productos para baño, y cuando se giró para tomar uno de los botes de shampoo miró con ojos anhelantes la sección de al lado. La infinidad de ropa para bebés hizo que el corazón se le estrujara y algo dentro de él ardiera.

Era simplemente hermoso. Las pequeñas prendas le parecían fascinantes, y tomando una entre sus manos sonrío con melancolía al observar lo pequeñitas que eran. Cerrando los ojos, su mente divago entre borrosas imágenes, y se miró a él, con una pequeña nena entre sus brazos y a Mew abrazarlo con una radiante sonrisa. Sonrío para sí, era tan hermoso, y tan lejano que las inmensas ganas de llorar lo invadieron.

Regresó la ropa a su lugar como si está le quemara, y alejándose rápidamente del pasillo quiso regresar a casa lo más rápido que pudo.

Continuó con las compras un tanto incómodo, y cuando su móvil recibió un mensaje de Mew diciéndole que se encontraba en el estacionamiento y que lo alcanzaría en unos minutos trató de sonreír. No fue mucho lo que tuvo que esperar para pagar, y cuando se disponía a salir con las bolsas divisó a Mew a través de los cristales de la puerta.

Los saludo con una sonrisa, y aumentó el paso para poder alcanzarlo, pero cuando desvío su mirada a las bolsas que se deslizaban de sus manos un cuerpo chocó con el suyo, haciendo que cayera de bruces al suelo y que las compras cayeran regadas a su alrededor. Se quejó debido al golpe y cuando se incorporó y sus ojos se enfocaron en la persona frente a él sintió como si un balde de agua fría lo golpeará en la cabeza y el mundo se venía encima...

----- ¿Davika...?