15
Roseanne visualizó al megalodón y aceleró enfrentándose cara a cara contra el gran tiburón.
—Aquí vamos —murmuró.
Ahora sí iba a hacer justicia a su manera. Sin preocuparse de que sus amigos salgan perjudicados. Ahora sí podría arriesgarse al máximo sin que intervengan.
Tenía miedo, miedo de no lograrlo y no volver a sus amigos, pero más miedo de fallar y que esa cosa siguiera atacando y matando personas.
No era momento de acobardarse, era momento de luchar y enfrentarse a lo que muchos creerían ridículo e imposible, porque se hallaba "extinto".
Bueno, pues ahora iba a asegurarse de exterminarlo por completo.
Parecía que iba a subir justo en momento en el que el gran tiburón abrió su boca para devorarla, pero sorpresivamente, inclinó su deslizador hacia abajo y con la misma hélice del vehículo lo enterró en el estómago del tiburón.
Mientras avanzaba hacia más grande la herida.
—¡¿Qué te parece esto?! —vitoreó Roseanne— ¡Sangra infeliz!
El tiburón logró golpearla con su aleta trasera tan fuerte que averió el vehículo más de lo que ya estaba.
Solo pudo leer falla en el sistema y después los grande dientes del tiburón atrapando su nave.
El cristal estaba siendo brutalmente masacrado por el megalodón y toda el agua empezaba a colarse. Uno de los fuertes dientes rozó con la pierna de Roseanne abriéndola un poco.
—¡Ahhhg! ¡Hijo de perra! —gruñó adolorida.
No le quedó de otra que tomar su pequeña respirador, su cuchillo y una de las antenas desprendidas del arruinado deslizador. Después aprovechando que el meg la soltó por segundos, pateó el cristal para salir de la nave justo a tiempo antes de que la bestia lograra destruir por completo su vehículo.
Con todas sus fuerzas se aferró al megalodón y clavó su cuchillo en la piel dura para tener dónde agarrarse, después con la antena se acercó al ojo del meg.
Ambos viéndose con odio y frustración.
Uno de los dos iba a morir sí o sí.
Fue entonces que el gran tiburón saltó fuera del agua para quitarse a Roseanne de encima, sin embargo la rubia había clavado en su ojo la antena antes de salir volando por los aires, no muy lejos del meg.
Roseanne quedó muy aturdida cayendo al fondo de la zona, mientras que el meg era brutalmente devorado por un montón de tiburones más pequeños que habían sido atraídos por el exceso de sangre que desprendía el tiburón herido.
Solo podía ver como de poco en poco el animal finalmente moría.
Sin mucha fuerza empezó a hundirse en el agua aun sangrando de su herida pierna. Tenía la mirada perdida en la asquerosa imagen sangrienta.
Quién diría que moriría devorada por tiburones después de enfrentarse a uno gigante.
Un tiburón martillo y marrajo se acercaron a ella con la intención de comerla, no opuso resistencia, realmente estaba demasiado agotada y cansada para siquiera moverse. Solo cerró sus ojos en espera de una agonizante muerte.
Tal vez así estaría junto a sus amigos anteriormente fallecidos.
Pero no amigos, Jennie estaba decidida a no perder esa cita.
Justo llegó a tiempo para salvar a Roseanne, atropelló a los tiburones que iban a atacar a la rubia aventándolos lejos de su cita.
Roseanne abrió los ojos encontrándose con esa felina mirada que le decía, "Voy a matarte por el susto que nos has dado". Sin más que esperar nadó hacia el deslizador y se aferró a la nave sonriéndole nerviosa por lo que le fueran a decir o hacer cuando llegara con sus amigos.
[🦈]
El equipo estaba preocupado por Roseanne y ahora también por Jennie, quien después de haberse asegurado de dejarlos a salvo regresó al agua a buscar a esa suicida mujer. Afortunadamente un bote pasa por ahí al estar celebrando la boda de una pareja.
—¡Mami! —sonrió aliviada Somi al ver el deslizador de su madre volver a la superficie.
Nayeon y Chanyeol estaban afligidos y más que angustiados por su loca mejor amiga al no ver su vehículo. ¿Por qué siempre tenía que ser tan malditamente impulsiva?
Pero Nayeon reconoció a su ex aferrada a la parte trasera de la nave.
—¡Son ellas!, ¡Las dos están vivas! —chilló Nayeon llorando de felicidad.
Todos se alegraron y les empezaron a hacer señas para saludarlas con mucho entusiasmo.
Nayeon abrazó a Mina y a Chanyeol al saber que su amiga de la infancia estaba viva y era la misma de antes. Nuevamente esa loca aventurera que ponía el bienestar de los demás.
Mientras Lisa cargaba por los hombros a Somi y era abrazada por Jisoo, quien no ha dejado de estar de empalagosa aferrada a Lisa. La tailandesa suponía que era porque algunas de las chicas del lugar le estaban coqueteando demasiado directas.
[🦈]
Roseanne ahora si estaba descansando.
Estaba sentada observando el atardecer mientras eran llevadas a la estación nuevamente, para volver y tomar sus cosas. Todos iban a tomarse unas vacaciones bien merecidas después de todo lo que les pasó.
Jennie llegó a su lado y se sentó casi casi encima de ella para llamar su atención, luego le extendió un poco de chocolate caliente para que se calentera.
Comenzaba a hacer frío y a oscurecer.
—Gracias —murmuró nerviosa por que siguiera enojada con ella.
Luego de ser recibida por sus orgullosos amigos, lo primero que Jennie había hecho fue abofetearla y gritarle un montón de cosas por semejante estupidez, después se fue furiosa sin ganas de verla. Eso tenía muy angustiada a Roseanne que temía por que su cita peligrara.
—Roseanne... Lo siento mucho. No quise gritarte así, es solo que me preocupaste con semejante acto.
—Destruí al megalodón y tu solo me golpeaste Jennie, me llamaste idiota, me gritaste y luego me golpeaste otra vez —la miró fingiendo dolor.
—Perdón —murmuró tímida— Yo no quise, pero me preocupaste demasiado y yo-
—Y aun así muero de ganas por hacerte mía de una vez por todas —dejó de lado la taza de chocolate y jaló a Jennie para sentarla sobre su regazo— Espero que grites sin vergüenza alguna cuando estemos finalmente solas.
Jennie jadeó al sentir un apretón sobre su trasero, luego la sutil mano de Roseanne recorriendo su cintura, caderas y muslos. Con poca cordura la castaña atrapó el rostro de su novia para besarla con demasiada intensidad.
—Dios, necesito probarte —gruño agitada— Jennie, déjame hacerte mía.
—Aquí no. Estamos con personas Roseanne, contrólate.
—Pero te quiero tanto, necesito hacerte mía ya —su mano se coló por los pantalones de Jennie.
—Roseanne n-no —suprimió un jadeo.
La rubia no le estaba haciendo caso, ella se estaba dejando llevar por su impulso otra vez. No se sentía capaz de esperar mucho más. Tal vez el estrés del momento o solo la gran atracción que sentía por esa hermosa y sexy mujer delante suyo la mataba.
—Beep-beep —escucharon la tierna vocecita de Somi— Hagan espacio —dijo mientras se sentaba en medio de ellas y era envuelta por los brazos de su madre que también era envuelta por los brazos de la rescatista suicida.
Roseanne no pudo maldecir a nadie porque adoraba a esa pequeña niña a pesar de que le interrumpió su momento. Aunque en realidad le agradecía, porque si se quedaba sola con Jennie seguramente todos abrían saltado del barco nadando lo más lejos posible para no escuchar los chillidos que Roseanne le sacaría a Jennie en pleno acto.
Sus demás amigos también se acercaron y tomaron asiento cerca de ellos viéndolas con una sonrisa.
Era tan tierno ver a esas chicas juntas. Parecían una familia de verdad.
—Mina, ¿Cuándo nos casemos podemos tener bebés? —la nombrada se sonrojó, pero asintió.
—Todo lo que quieras Nay —besó su frente amorosa.
Roseanne escupió de su bebida al ver aquello llamando la atención de sus amigos.
—¡¿Casarse?!, ¡¿Bebés?! —preguntó atónita— Es demasiado pronto para eso, ¿No lo creen? Quiero decir, no hay que apresurar las cosas, luego terminarán separadas. Lo digo por experiencia.
Nayeon le aventó el primer objeto cercano a ella, pero la rubia lo esquivo fácilmente.
—Y ahí van mis tenis Nike edición limitada —suspiró Lisa al ver sus tenis siendo robados por la persona que le cayó el calzado.
—Tú vas más rápido con Jennie. Ya hasta te le insinúas y la toqueteas.
—Si, pero con ella planeo pasar toda mi vida a un lado de ella. Jennie es modelo y definición perfecta del amor de mi vida —sonrió besando la mejilla de la sonrojada castaña— Solo mírala, es bellísima y tiene una actitud que enciende todos en mí.
Y nuevamente Nayeon le arrojó lo primero que vio.
—Genial, adiós a mi celular —bufó Chanyeol.
—¿Qué te pasa? Actúas como una bruja.
—Y tu como una idiota de secundaria.
—Anciana.
—Poste.
—Gruñona.
—Loca.
Ambas empezaron a discutir, mientras que Jennie, Lisa y Jisoo pudieron entender el por qué ambas se separaron.
—Ya, tranquilas chicas —intervino Chanyeol— Roseanne no sabía que llevabas años de relación con Mina.
—¿Años? —Roseanne miró asombrada a sus amigas— ¿Desde cuándo?
—Dos años después de separarnos, Mina estaba ebria y me confesó sus sentimientos. Y justo meses antes del meg, me propuso matrimonio —sonrió estrujando las mejillas de su prometida.
Recordar aquel día y los nervios de Mina a tal grado de parecer que lloraría la hacían querer llenar el rostro de su novia con miles de besos.
—¿Y por qué nunca me enteré? —se sentía ofendida y excluida de algo tan importante como eso.
—Porque estabas aislada de todos lamentándote, idiota.
—Deja de llamarme idiota, bruja. Solo Jennie puede llamarme así.
—Y tu deja de llamarme bruja, idiota.
—No te cases Mina, te vas a condenar —advirtió Roseanne— Lo mejor que puedes hacer es huir.
—No te quedes con Roseanne, es una tonta inmadura —Nayeon miró a la de mirada felina.
—¡A Nayeon le huelen las patas! —delató Roseanne.
—¡Y a ti la boca! —se defendió Nayeon.
—¡Roncas mientras duermes!
—¡Tú te echas pedos!
Ambas volvieron a pelear casi agarrándose de las greñas, mientras que Lisa estaba muriéndose de risa junto a Jisoo. Chanyeol y Mina hacían de todo para separarlas, pero les costaba mucho, ambas eran muy fuertes y estaban furiosas.
Por su otra parte Jennie las veía pelear con diversión, mientras que Somi terminaba de beber su chocolate caliente.
Cuando lograron calmar a Roseanne y Nayeon, Chanyeol se animó a hablar algo emotivo.
—Brindo porque estamos vivos —alzó su taza.
—Brindo porque estamos juntos —le siguió adorablemente Somi.
—Brindo porque el meg ya no matará a nadie más —Jisoo también alzó su taza.
—Yo brindo por nuestros amigos que ya no están —murmuró Roseanne algo afligida.
—Brindo por las vidas que salvamos —Jennie entrelazó su mano con al de Roseanne a la vez que ambas alzaban sus tazas.
—Brindo por los descubrimientos que hicimos —Mina también se unió.
—Brindo por lo que aprendimos entre nosotros —esta vez habló Nayeon.
—Y yo brindo, porque finalmente lo completé —Lisa alzó el cubo armando completamente.
Los demás solo rieron.
—Así que linda. Tú y yo tendremos una de muchas citas —coqueteó— No hay desafío que Manoban no enfrente, porque si sobreviví al ataque de un megalodón, sobreviviré a todo lo demás.
—Ni que fueras Roseanne —se burló Mina— Y regrésame mi cubo.
—Ahora es mío.
—Pero me lo regaló mi novia, ¡Dámelo! —se arrojó sobre ella para quitarle su cubo.
Y ahora quienes comenzaron a pelear fueron Mina y Lisa.
—Dios, mi equipo está lleno de inmaduros —Jisoo miró al cielo.
Y así, mis queridos lectores, termina esta historia.
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