Capítulo IV
╭──────༺♡༻──────╮
El Día esperado...
╰──────༺♡༻──────╯
Después de horas llenas de tensión y emoción, los chicos que esperaban en la sala del hospital escucharon la noticia: Awita había dado a luz a una niña sana. La alegría fue instantánea, y todos se apresuraron a felicitarse mutuamente mientras esperaban ansiosos para poder verla.
En la habitación, Awita miraba a su hija con los ojos llenos de amor. La pequeña era como un reflejo suyo: su piel parecía brillar como el agua bajo la luz, pero sus movimientos eran inquietos, llenos de una energía inagotable, igual que Jardred. Awita sonrió mientras la acunaba en sus brazos, sintiendo una paz que no había experimentado en meses.
—Te llamarás Aurora —murmuró suavemente—. Porque eres la luz que llegó después de la oscuridad.
Cuando los chicos entraron a la habitación, uno por uno se acercaron emocionados. Clemente, con lágrimas en los ojos, se inclinó hacia la pequeña.
—Tiene tus ojos, Awita... Pero esa energía definitivamente es de Jardred. —Se rió.
Turbo parecía estar al borde de explotar de alegría, pero se contuvo para no asustar a la bebé. Deep, tímido, se limitó a sonreír, mientras Elo tomaba la iniciativa de organizar todo lo necesario para que Awita y Aurora estuvieran cómodos.
Sin embargo, en medio de la felicidad, el vacío de la ausencia de Jardred seguía presente. Awita acarició la mejilla de su hija y susurró:
—Ojalá tu papá estuviera aquí para conocerte, Aurora. Pero sé que, donde sea que esté, nos lleva en su corazón.
Los demás se miraron entre sí, compartiendo el mismo deseo: que Jardred regresara pronto, sano y salvo, para conocer a su hija y estar junto a Awita en esta nueva etapa de sus vidas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro