Capitulo ocho: Nada Termina Bien.

Estamos en el comedor, aparentando que somos una familia feliz. Harry en este caso toma el papel del hijo preferido, los demás somos rellenos.  

No parece tan graciosa la escena después de todo, se trata más bien de algo serio.

Harry sigue enojado pero se esfuerza por ocultarlo, mientras tanto los adultos presentes actúan como si nada hubiera pasado.

Creo que el ambiente de esta noche es muy fingido.

Aún así ni Harry ni mis primos perdieron oportunidad en ver qué rescataban de información, agrandando los ojos y oídos esperando que algo este fuera de lugar para enterarse de lo que sea.

Cuando llegamos al comedor, fue inevitable no ver el gran pergamino que se postraba en el centro del comedor. Puede que varios de nosotros nos hayamos quedado unos buenos segundo observando lo que parecía planos de edificios.

—No entiendo por qué no quitan todo esto después de que terminen las juntas —regaña la tía quitando el pergamino para dárselo a Bill que recogía otros más —. Llévate eso de aquí.

Creo que se dió cuenta de nuestras intenciones. 

Mi primo mayor hace un movimiento de varita y los planos desaparecen de sus manos. 

—Chicos, ayúdenme a poner la mesa.

Los Weasley yo comenzamos a meter nuestras narices en la cocina mientras que otros comienzan una charla sobre presentaciones y otras cosas.

Fred y George se han estado diviertiendo tanto con la magia, ahora que pueden utilizarla fuera de la escuela, la ocupan para cada mínima cosa. Ya sea levantar un plato, un tenedor.

—No hay porque perder el tiempo —me dice George con una sonrisa, alzando la jarra de cerveza de mantequilla con la varita. 

—Si tienes magia. Todo es más fácil, mira —Fred hace flotar la canasta de panecillos hacia la mesa.

Todos ignoran el hecho de que hay comida flotando por sus cabezas, excepto la señora Weasley que se pone roja de la furia por ver a sus dos hijitos jugando.

—¡Fred, George! —reprime una vez que los ve con las manos en la masa mejor dicho en las varitas —¡Dejen de usar magia! ¡No es necesario utilizarla todo el tiempo!

—Pero si es para eso —se excusa Leah.

Mala idea. Luego la tía entrecierra los ojos hacia su dirección.

—Leah, querida ¿Por qué no vienes y me ayudas con los cubiertos?

Leah tiembla de repente y se para a regañadientes, pero Tonks la interrumpe.

—¡Yo puedo ayudar, Molly! ¡Dime qué hacer! —la chica de cabellos fuccia se levanta animada.

Mi tía hace una mueca pero se ablanda al último y accede a qué ayude a Ginny con los cubiertos, yo paso los platos. 

Leah en tanto suelta un suspiro por salvarse de los quehaceres, aún así no la culpo. Debe estar acostumbrada a que un Elfo doméstico le sirva cuando quiera.

Bueno, aquí tenemos a Kreacher que fácilmente podría hacerlo, sin embargo nadie está de acuerdo con ello. Mucho menos Hermione, así que toca lavar los trastos sucios.

Supongo que los gemelos ganaron está vez.

Ellos siguen con la magia.

Tonks en tanto parece gustosa de ayudar, pero constantemente tira algo.

Ella es una Aurora, que es como la policía de los magos. Muchos dicen que es torpe, aunque en cierta manera lo es, también es una estupenda hechicera, además de amable.   Es familiar de Sirius, aunque no escuche muy bien la historia del porque ambos no están aceptados en la familia Black. ¡Uy, casi lo olvido, somos hermanas de casa! O así es como nos llama, ya que ambas somos Hufflepuff. 

Ella es como una bocanada de aire fresco, los otros sujetos de la orden son más que señores cascarrabias o embusteros.

Quien sabe que es lo que planee Dumbledore con esto, pero es lo que tenemos.

—¡Ya les dije que no ocupen las varitas por cada mínimo pretexto! —exclama Molly cerrando los puños.

Es la cuarta vez que se enoja en el día. Todavía no rompe el récord de diez veces por día.

Mi tío Arthur trata de tranquilizarla, pero aún así arremete contra sus hijos.

—Pero no le hacemos nada malo a nadie —responde Fred decepcionado.

—Hagan caso a su madre.

—¡Que desobedientes son! Ninguno de sus hermanos hizo esto antes. Charlie era muy educado, Bill jamás sintió la necesidad de desperdiciar su potencia y Percy...

Por un Slytherin, dijo su nombre.

Todos los de la familia intercambiamos miradas lujubres, incluso el nerviosismo apareció por nuestras frentes haciéndonos sudar.

La tía claro se había lamentado por recordar lo que ya sabemos, así que Bill toma sujeta el timo de la familia Weasley y carraspea.

—Por que no comemos.

—¡Bien dicho, muero de hambre! —apoya Leah.

Entonces nos sentamos y pasamos la comida, regresando al intento de familia feliz.

Es reconfortante tener a personas celebrando algo, en este caso la llegada de Harry. Parece haber animado a Sirius y a sus amigos, todos aquí lo aprecian de una manera tan grata. Y es divertido observar las sonrisas de las personas que se distraen entre sus conversaciones.

Tonks nos llama la atención con su cambio de apariencia, es una Metamorfoga. Así que eso es facil para ella, lo hace cuando quiere y como quiere, es un don entre magos.

Cuando siento que las aguas se calman el postre a llegado y con el una oleada de preguntas por Harry que mira cauteloso a Sirius quien le habla en susurros.

Luego todos levantamos las miradas cuando Fred, George y Ron carcajean a una anécdota que Mundugus les cuenta.

—Parece que la señora Weasley está molesta —dijo Leah sirviendo una rebanada de pastel —. Jamás la había visto tan estresada.

—Hubieras visto hace un año, después de la mundial de Quidditch.

Leah levanta las cejas.

—¿Estuviste ahí?

—Si, con mis primos.

—Yo no. Solo fue mi papá y Zack. Tuve que pasar ese verano en Hogsmeade.

—¿En Hogsmeade?

—Si, mi abuelo tiene una casita ahí, tiene un taller para reparar escobas. Un buen negocio si me lo preguntas.

—Vaya, no sabía que era tu abuelo. 

Recuerdo las veces que Justin y Ernie llevaban las escobas del equipo de Hufflepuff para ser remendadas. 

Seguimos con la plática, sin embargo un bostezo de mi tía nos llama nuevamente la atención. Aunque es el final de la cena, Sirius Black se las arregla para seguir con la disputa.

—Es hora de dormir —nos manda la señora Weasley.

—Todavia no.

La tía Molly arruga la frente y todos nos preguntamos rápidamente que es lo que hace falta.

—Oh-oh —expresa Leah como si supiera lo que viene.

—¿Todavía no?

Sirius observa su plato vacío, entonces se dirige a Harry, ignorando a la pelirroja mayor del clan.

—Me sorprende que aún no hayas hecho ninguna pregunta sobre Voldemort.

¿Pero que escarbato le pico? 

Harry se limpia las manos en su pantalón. Ansioso.

—Las hice, Ron y Hermione me dijeron que solo los de la Orden pueden tener esa información.

—Y están en lo correcto —se defiende mi tía —. Eres muy joven.

Black se limpia su descuidado bigote y extiende los brazos.

—¿Desde cuándo tienes que estar en la Orden para hacer preguntas? Tiene derecho a saber lo que quiera.

—¡Un segundo! ¡Es injusto! —George se cruza de brazos.

—Nosotros somos mayores de edad, también tenemos derecho a saber cosas —le continúa Fred —. ¡Eres demasiado joven! ¡No puedes saber, no estás en la orden!

—Bueno, el hecho que no sepan no es culpa de nadie —Black se alza de hombros —. Esa decisión la toman sus padres. En cambio Harry...

—¡Harry tampoco! —escupe Molly Weasley —. ¡¿No olvidarás lo que Dumbledore dijo?!

—¿Y que dijo?

La tía rueda los ojos obvia.

—No decirle a Harry más de lo que necesita saber. 

—¡Pero el fue quien vio a Voldemort regresar! ¡Claro que necesita saber! Tiene más derecho que nadie.

Yo hago una mueca.

Se olvidan del hecho que Cedric y yo estuvimos ahí...

—Todos tenemos derecho —interviene Leah por lo bajo, pero solo yo la escucho —. Hemos visto cosas.

Yo asiento hacia su dirección.

—No es un miembro de la orden, solo es un niño de quince años.

—Bueno, Molly. Ese niño a pasado por cosas peores que mucho que están en la Orden.

—Nadie niega eso —la tía se arremanga la blusa y Black ensancha los hombros, preparando una batalla —. El todavía es...

—¡Que no es un niño!

—¡Tampoco un adulto! Sirius, entiende. Harry no es James, aunque se parecen mucho. A veces creo que lo miras como si hubiera vuelto.

—¡No tiene nada de malo! —grita, está vez Harry.

—Para nada —niega Molly —. Lo malo es que no dejan que los adultos responsables se hagan cargo de esto. 

—¿Me estás llamando adulto irresponsable? —dice Sirius indignado.

—Todos sabemos que actúas de manera precipitada. Es por eso que las indicaciones de Dumbledore fueron exactas, quédate en casa...

—¡Al diablo las instrucciones de Dumbledore!

—¡Dale con la silla señora Weasley! —susurra Smith entretenida.

La tía abre la boca impactada como si le hubieran faltado el respeto. Claro que sí marido se mantuvo al margen, tratando de apoyar a su mujer. Sin embargo nadie parecia estar de acuerdo con ella, ni mucho menos Lupin quien siempre le daba la razón.

—Yo solo trato de hacer lo mejor para Harry.

—¡Pues no es tu hijo! —bramo Sirius rodando los ojos.

La tía apretó los puños y con la seguridad del mundo dijo: —Es como si lo fuera. ¿A quien más tiene?

En Harry aparece un destello de orgullo, sin embargo no es lo suficiente para apagar su determinación por tener información.

—A mi —se señala Black.

—Con lo difícil que ha Sido para ti cuidar de el mientras estás en Azkaban.

Sirius se para de su asiento con ferocidad y el labio inferior de la tía tiembla.

—Molly, no eres la única que se preocupa por Harry —interviene Lupin por primera vez —. Sirius, siéntate. Dejemos que el decida, es bastante grande para tomar una decisión.

—Quiero saber que sucede con Voldemort.

Batalla finalizada.

Sirius ganó está vez y la tía Molly está decepcionada.

—Muy bien, si —asiente sin ganas —. Los demás a sus habitaciones, ahora.

Pero nadie obedece.

Esto no va a terminar nada bien.

—Tenia que ser el favorito el único que puede quedarse —Leah rueda los ojos.

Irónicamente Black le reprime por eso.

Está casa está patas arriba.

Hey Honeys its me 💙

Dije que actualizaria diario pero me enferme y apenas me he recuperado, en fin, desde hoy comienzan las actualizaciones.

Cómo muchas ya saben Cedric sigue vivo, pero tengan paciencia hasta que aparezca en los próximos capitulos!

Espero les guste este capítulo y comenten que les parece.

¡Las amoooooooooo!

Bye 💙