Cap.5-Escapes y Amenazas.
Capitulo cinco: Escapes y amenazas.
Leah se balancea con fuerza para poder subir al techo, luego me ayuda con sus dos largos brazos.
—¡Hemos ganado! —exclama dichosa.
Su rostro tiene uno que otro rasguño, junto con mugre y su cabello enmarañado puede lucir mejor que el mío.
Toda mi ropa también está sucia por la ceniza y me sacudo para permanecer lo más presentable que se pueda.
—Sera mejor que nos demos prisa, se hace tarde y Dexi en cualquier momento se moverá —dice dejando de lado a Rodric para darme mi anillo —. Te dije que estaría bien, ahora vamos.
Finalmente caminamos por su casa con total tranquilidad, esto me permite observar los bellos detalles de la estructura que me mantiene un poco sucia y aún existe el bochorno del fuego. Smith me conduce por unas últimos pasillos hasta que llegamos a la planta baja, en una habitación más en el fondo de la que estuvimos en un inicio.
—Espera aquí unos minutos —ordena acomodando su cabello y tomando aire —. No te preocupes estás segura en esta parte de la casa.
Asiento no muy convencida y finalmente la pelirroja empuja la puerta de un gran despacho elegante, solo puedo ver cómo su padre de cabello negro y barbas la mira gustoso, antes de que se cierre en mi cara. Creo que también estaba ahí su hermano.
Después de esto definitivamente tenía una gran historia de sacrificio que contar.
Cómo punto número uno: Leah tiene genética impresionante y es demaciado linda, tanto que me hace querer arreglarme para no verme desapercibida a su lado. Incluso su padre era bien parecido. Cómo punto número dos: Esto ni de chiste es una casa, más bien parece selva con paredes y ventanas. Punto número tres: Los que viven aquí, definitivamente están locos.
Escucho unos cuantos murmullos y pego mi oreja en la puerta para sacar algo del tema, pero no se escucha tan bien, así que dejo la tarea antes de que salgan. Rodric en cambio se balancea por la perilla para tratar de llevársela.
—Te has salido con la tuya rábano con patas —dice Zack empujando la puerta bruscamente, Rodric sale volando —. Pero solo por esta vez, la próxima no correrás con tanta suerte.
Leah rueda los ojos saliendo tras de el.
—¡Siempre dices eso! —refunfuña la chica —. Mira no se que planeen tu y papá, pero yo no tengo nada que ver.
—¿Crees que no me doy cuenta? ¿Mmh? Con esos traidores a la sangre con los que te juntas, será mejor que le digas a tu noviecito Potter que se cuide, podría ser su último año volando con esa escoba por los aires.
—Tus amenazas no me asustan.
—No son amenazas —asegura con voz aterciopelada —. Yo solo me preocupo por ti, hermanita.
—¿Desde cuando te preocupas por mi? Nunca te agrade, siempre trataste de hacer mi vida imposible.
—Si lo vez de esa manera —se alza de hombros metiendo las manos en sus bolsillos del pantalón —. Piensa muy bien de que lado estarás, ambos podríamos hacer cosas buenas... Tan solo si traicionas a los que llamas amigos.
Tragó saliva asustada, esperando su respuesta.
—Jamas —dijo Leah firme —. Nunca seré como tú.
—No, porque entonces estarás ocupada siendo un cadáver —Zack ríe sínico, mostrando la varita con una elegancia divina. Probablemente si estuviera sola, a mi ya me abría matado. Hablando de mi, el hermano Smith se voltea a verme con el ceño fruncido —. ¿Y está quien es?
Vaya, pensaba que no había nadie tan grosero como Draco Malfoy, pero supongo que le han quitado el trono.
—Jane Ficher —contesta Leah rápidamente, colocando su brazo larguirucho enfrente de mi —. Una nueva amiga.
Zack sonríe satisfecho.
—No sabía que Emmett Ficher tenía una hermana.
—Porque no es su hermana —dice obvia —. Una prima lejana, más bien. Pasaré el resto del verano con ella. No te preocupes tanto de todos modos.
—Al menos no irás con esos Muggles otra vez —me barra con la mirada y después se voltea para irse —. Toma enserio mi oferta, Leah. A veces no tienes idea de con quién estás, pero la sangre siempre llama.
—¡Pedazo de Zoquete!
La pelea familia termina y nuestro tiempo espantoso aquí, igual.
Al final Leah toma su baúl que la Elfina le preparo y nos abre la puerta principal. Ella se despide amablemente y salimos al césped delantero.
—¿Donde dejaste a hocicos? —dijo Leah buscando con la mirada.
—¿Hocicos?
—Es su nombre clave, tenemos que ser cuidadosas.
Asiento a lo que dice pero finalmente alzo los hombros para darle ha entender que no tengo ni la mejor idea de dónde se encuentre.
La última vez lo deje acostando enfrente de la ventana, luego desapareció.
Caminamos unos cuantos pasos y encontramos al perro pulgoso rascando su espalda en los matorrales muy bien decorados, mientras que otras creaturas le hacen compañía.
—¡Hocicos! —grita la pelirroja de la emoción y se echa junto a él —¡Todo el verano sin saber de ti!
Sirius o mejor dicho Hocicos se levanté de repente jugando con la pelirroja. Diría que es una escena tan linda sobre una niña con su mascota. Pero en realidad ninguno de los dos son tiernos.
Sobre todo porque Hocicos es un hombre grande y Leah, pues es una domadora de la muerte.
—¡Basta de jugar! —exclamo un poco celosa —¡Nos esperan! ¿Recuerdan?
—¡Uy, si!
Leah por fin se levanta y Black nos marca el camino, moviendo la cola como todo un buen perrito.
Tomamos la misma ruta desde un principio. La verdad estaba muy agotada y el hecho de que ninguna de las dos hablara se había vuelvo incómodo.
Ella y yo nos vimos por última vez en la enfermería el día que todo sucedió y aparte de eso nunca tuvimos una conección prolongada, pero ahora que hemos sobrevivido juntas a una serpiente y un espantoso hermano mayor, el asunto debería cambiar.
—Gracias por venir a rescatarme de este manicomio —dijo de repente, yo creo leyendo mi mente. Le dedique una sonrisa sincera —. Eres tan buena como los demás te describieron.
—Te lo debía —dije finalmente.
Ella levanta la mirada y mira el paisaje, aún riendo.
—La verdad creí que eras pretenciosa y te gustaba llamar la atención, pero no parece ser tu culpa ¡Cómo Harry!
—Ah, ¿Gracias?
—Si, ya no te culpo por gustarle.
La chica suelta una risilla y avanza con suma alegría hacia el atardecer de Londres. Sin embargo yo me detengo en seco.
—¿Que?
Ella voltea preocupada.
—¿Que, dije algo malo? —alzo las cejas.
Como si de verdad lo que acaba de decir fuera tan natural. Tal vez no sabe guardar secretos.
—¿Cómo que le gusto a Potter?
Leah relaja el rostro y empieza a reír otra vez.
—¡Ah, si! ¡Ja¡ ¿No sabías eso? Todos en Hogwarts lo saben, bueno a excepción de Ron y tú.
Abro la boca impresionada.
—¿Como, quieres decir todo Hogwarts? ¿Ron? ¿De que me hablas?
Smith rueda los ojos, luego avanza para sujetarme del brazo y empezar a caminar a la par.
—Si, Ron no sabe porque es un tonto y además ¿Cómo esperas que reaccione si su mejor amigo quiere besuquiar a su prima? Recuerdo que fue todo un drama cuando iniciaste con Diggory.
Entonces agachó la cabeza al escuchar su nombre y la chica pronto se da cuenta de mi ánimo.
—Uuy, perdón por eso —suspira —¿Cómo estás?
—Aun no he pensado en una respuesta —le digo, viendo sus ojos color miel.
—Y... ¿Que tal él?
Suspiro profundamente para evitar las lágrimas y controlar mejor mi respiración.
—Bueno, está vivo, es lo que importa. Pero perdió la memoria. No recuerda nada, ni el torneo, ni sus clases, ni su tiempo en Hogwarts... Ni a mi.
Una lágrima cae por mi rostro y comienzo a recordar la vez que lo visite en el hospital, cuando me dijeron sus padres que había perdido la memoria y que era mejor dejarlo en paz.
Cuando me prometí a mi misma que lo dejaría para siempre.
Yo era culpable de todo al parecer y el hecho de salvarlo de la muerte no valió a fin de cuentas.
Leah se quedó callada y me dió un apretón en el hombro para consolarme.
𓄃 𓄃 𓄃 𓄃 𓄃
Por fin devuelta.
Leah coloca su baúl en el living, entrando a la casa como si acabará de llegar con sus abuelos para navidad. Sirius deja de ser hocicos y le da un apreton de hombro.
—Estoy feliz de que permanezcas a salvó —le dice con una sonrisa —. Le diré a tu madre que ya estás con nosotros.
Sirius se saca la chaqueta y la cuelga en su perchero. Yo le imito y pronto nos acorralan en la sala de estar cuando entramos finalmente.
—¡Leah! —grita Hermione lanzando su cuerpo contra ella para un abrazo —. Que bueno verte por fin, estábamos preocupados.
—¿De verdad?
Luego Ginny también le saluda con un abrazo y los gemelos sacuden su cabellera con cariño.
No recuerdo que todos le tuvieran estima, debe ser porque es Gryffindor y pasa más tiempo con ellos, que yo, que ando en Hufflepuff con mis amigos y mi novio... El cuál no sabe de mi ahora.
—¡Oh, Leah querida! —la tía Molly también aparece radiante de verla, como si se tratara de una hija perdida que no ha visto —. Debes estar hambrienta. ¿Por qué no descansan un poco? ¡La cena no tardará mucho!
Entonces la tía me da un abrazo también y se va dejandonos solos.
—Comida de la señora Weasley —sonrie Leah pícara —. Esto si es la buena vida.
—¡Sirius nos contó lo que pasó en tu hogar! —chilla Hermione —Debió ser difícil para ti.
La pelirroja se alza de hombros.
—Zack jamás se había comportado tan aterrador, pero si. Supongo que es oficial que él y mi padre están de lado del estúpido rampunsel Malfoy.
—¿De que hablas? —dijo Fred.
—Zack siempre ha sido aterrador.
—Incluso más que Snape.
—No me sorprendería si el día de mañana anuncian que es su verdadero hijo o algo así.
Espero que eso no ofenda a Smith, sin en cambio lanza una carcajada enorme.
—¿Cómo escapaste de ellos? —le pregunto mi prima y se me revuelve el estómago por recordar toda la travesía de esta tarde.
—La verdad el hecho que estuviera Prewett lo hizo más fácil ¿Cierto?
Sacudo la cabeza avergonzada, no tenía nada de energía por hablar de eso.
Leah les empieza a contar todo lo que Zack y su padre hicieron en verano mientras ella se encerraba en su cuarto o con las otra criaturas para evitar preguntas. También le contamos sobre la expulsión de Harry, y aunque se mofa de eso unas cuantas veces también permanece preocupada. La charla sigue para ponerse al día, hasta que llega Ron.
—¡Genial, Es la loca! —bufa mi primo cuando ve a la única pelirroja que no es su amiga —. ¿Que hace aquí?
—¡Ron! —regaña Hermione de pronto —. Es tu amiga, ¿No estás feliz que esté con vida?
—Eh, si bueno...
—¡Ron!
—Agg cómo sea —refunfuña y le dirige una sonrisa que más bien parece mueca —Leah...
—Ronald...
Al parecer alguien no le agrada al otro alguien.
Miradas tensas, por un rato y el ambiente sigue siendo el mismo desde un principio.
—Y bien, ¿Saben más sobre Potter?
Negamos.
—Nadie nos ha querido decir nada —le contesta Ron —. Ni siquiera Sirius que es quien más fácil se le sale la información ¡Cómo a ti!
—¿Sigues con eso Weasley? Ya te dije que no fue mi culpa que todo Gryffindor se enterará que perdiste tus calzoncillos en los baños el primer año.
Miro a Ron con sorpresa y este se pone rojo de la vergüenza.
Claro que ninguno evita reírse, excepto Hermione quien pide que se callen.
—Tu hermano menciono algo sobre Harry —le recordé y me lanza una mirada asesina para cerrar mi boca. Todos se quedan callados de pronto.
—El dice muchas cosas.
—No lo tome como un simple comentario—sentencie segura —. No si viene de Mortífagos, quienes probablemente están armando un plan desde ahora y el hecho que los Dementores atacarán a Harry no me parece una coincidencia.
—Eso significa que tenemos ambos bandos estan en contra de Harry y Dumbledore —razona Ginny y yo asiento.
—La verdad es que ya estoy acostumbrada a escuchar amenazas de muerte hacia Harry que ya no me parece una sorpresa—quita importancia Leah —¿Y bien, quien tiene hambre?
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