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Cap.44-Infidelidades.



Capitulo cuarenta y cuatro: Infidelidades.






Dylan Anastasio Hoff Prewett.

Estaba parado ahí, parecía tan idiota como siempre a excepción del traje. Se veía más bien como un niño jugando a ser adulto.

Verlo en persona otra vez, me traía recuerdos desagradables. Empezando porque casi toda mi vida la hizo un infierno junto a su madre y hermana, incluyendo el año pasado, casi arruinando mi primer año en Hogwarts. 

El estómago se me estrujó cuando volteo disimuladamente y sin siquiera preverlo mis pies comenzaron a avanzar hacia el. No quería ser amable y saludarlo, lo que sucedió fue que mi ira más el conjunto de mi nuevo carácter quisieron descargarse en él. Así que involuntariamente ya me encontraba a sus espaldas lista para comfrontarlo.

—¿Que haces aquí? —lo sujete del brazo y este se volteó precipitadamente.

—A ti que carajos... ¡No puede ser! —exclama con los ojos bien abiertos de la impresión —¡Ellie Prewett! ¡Mi hermana de mentiras! ¿Que es esto? ¿Una broma? 

El mismo Dylan de siempre.

—No es ninguna broma, creí que estarías en Hungría.

—Pues ya vez que no. Regrese a Londres porque conseguí un empleo en el ministerio.

—¿Tu?

—¿Por qué te sorprende? —rie —Oh, es que desde que te fuiste han pasado cosas de las cuales ya me di cuenta no te has enterado. Pero las buena noticia es que no te extrañamos... Bueno, excepto cuando necesito que laven mis calzones pero ya compramos una elfa doméstica. 

Frunzo el ceño.

—Eso no respondió mi pregunta.

Dylan rueda los ojos.

—La única ventaja contigo es que saliste gratis —suspira —. Mamá consiguió un puesto aquí en San Mungo.

Abro la boca con impresión. Después de tantos años de apostar al parecer se le habían acabado los recursos.

—¿Un puesto? Es imposible, ella es una squib no puede hacer magia para ayudar a la gente.

Él se alza de hombros.

—Hace papeleo ¡Yo que se! —por un segundo se queda callado para acercarse más a mi —Oye ¿Cómo está Cho Chang? ¿Has hablado con ella?

Escuchar su nombre fue como una bala en el pecho, aún así se me hizo extraño. Ellos solo había asistido al baile juntos.

—Que te interesa —respondi severa —¿Cómo consiguió Mary un trabajo aquí?

Dylan se muerde el labio.

—Dime ¿Sigues con esa familia tuya? La de los pelirrojos pobres ¿Sigues viviendo ahí?

Esto se estaba volviendo un círculo de preguntas sin embargo me mantuve firme.

—Bueno, si Mary tuvo que buscar un trabajo es porque ustedes lo son también. Pero en resúmen si, ellos jamas me abandonarian.

El chico sonrió y se acercó a mi oído.

—Ya veremos, pero mientras deberías advertirles que se cuiden. ¿Estabas curiosa por los trabajos que conseguimos? ¿Quiere uno? No te preocupes, él está haciendo muchas cosas por nosotros, por todos nosotros.

—¿El? —lo mire confundida —A quien te...

—Oh, tan estúpida como siempre pero no demasiado como Griselda. Debo admitir que a veces me agradabas más pero que hacerle. Aún así espero que no te tropieces con serpientes, al parecer andan sueltas.

Mi cerebro hizo corto circuito cuando dijo la palabra serpientes. Lo ví rápidamente a los ojos para averiguar si era lo mismo en lo que estaba pensando. Dylan coloco sus manos en la espalda inclinándose un poco y sonriendo.

Se había dejado los pocos bellos del bigote y se veía asqueroso.

—No me digas que ustedes son M...

—Shh, no lo digas en voz alta. Es suficiente con que tú lo sepas —rueda los ojos de nuevo —Si lo piensas un poco aún estás a tiempo... Aún hay cosas por revelar y muy grandes.

—¿Cómo que?

Alza los brazos. 

—Averigualo. Tal vez ese niño de gafas, el famoso ¿Cómo se llamaba? Henry Payne. Lo sepa.

—Harry Potter, tarado ¿Ni siquiera sabes el nombre de tu enemigo?

Dylan echa una risa ligera.

—Como sea. Al final todos estaremos del lado que el instinto llama ¿Verdad?

Tragó saliva con dificultad. Aunque Dylan Good era un tarado había sido duro confrontarlo. Más aún cuando amenazaba tener información importante. Lastima que no estaba con la guardia baja, de lo contrario el tonto ya me abría soltado la sopa.

Sin más que decir me giro sobre mis pies para escapar pero me detiene.

—¡Espera! En serio necesito saber cómo está Cho Chang.

Yo volteo con interés.

—¿Para que quieres saber de ella?  

—Es que le mandé una carta la semana pasada.

Abrí los ojos con sorpresa y me incorpore nuevamente.

—Dylan eso es tonto —dije negando —Ella está saliendo con Cedric Diggory.

Incluso decirlo me dolió, pero eso no fue tan fuerte para mí cómo para Dylan. Abrió la boca confundido.

—¿Cedric Diggory? El idiota que estuvo contigo el año pasado ¿No había muerto?

—¡Claro que no! Está vivo y está saliendo oficialmente con Chang.

—Es que no puede ser... No ¡No!

El chico paso una mano por toda su melena mal cortada y me miró molesto.

—Es verdad.

—¡De que hablas! ¡Cho Chang y yo estamos saliendo! Le envío cartas todo el tiempo... ¡Por eso no respondió la última! ¡Íbamos a pasar Navidad juntos!

Pum, la bomba del chisme cayó en el área equivocada. Cho Chang estaba saliendo con mi ex hermanastro y mi ex novio al mismo tiempo.

No sé si la felicidad o la ansiedad me invadió. Hubiera preferido no saberlo. Hubiera preferido no tener el futuro de una relación en la palma de mi mano.

—¿Lo dices enserio? ¿Tú y Chang?

—¡Por supuesto! Pasamos el verano juntos y por eso entre a trabajar. Quería comprarle cosas lindas.

Ahí estaba la información y de mi dependía, era mi decisión, el hecho de como utilizar eso.

Un secreto. 

—Oh, pero esto no se va a quedar así. El tal Diggory me las pagará.

—El no tiene la culpa, ni siquiera sabe nada. También lo está engañando.

—¿Y serás tú quien se lo diga? —pregunta entre enojado y esperanzado.

—Yo no...

—Más vale que lo hagas, nos conviene a los dos... Ahora entenderás de lo que hablo.

Dylan me miró por último y paso aún lado rosado mi hombro con impotencia.

Me quedé congelada. 

¿En realidad lo diría? Porque si soltaba esa bomba, estaba segura de algo. Cedric y yo volveríamos a estar juntos. Pero a qué costo. No quería romperle el corazón, no otra vez.

La boca se me seco de pronto y comencé a temblar sin siquiera darme cuenta hasta que Ginny me encontró a mitad del pasillo y se acercó preocupada.

—Ellie ¿Estás bien? Te veo pálida.

—Eh, yo si... —dike recapacitando.

Aún así no pareció muy segura y volteó hacia el lugar donde Dylan se había retirado.

—¿Ese no es tu hermanastro? ¿Te vio? ¿Que paso? ¿Te hizo algo? —puso su mano en mi hombro notoriamente molesta. Probablemente para demostrar su apoyo.

—No, solo nos insultamos. Nada grave —asegure haciéndola reír.

—Por favor dime qué ganaste, ese chico no me da buena espina.

No, mucho menos ahora que son seguidores de Tu ya sabes quién.

—Tranquila, mejor vamos con los demás —dije cambiando de tema, Ginny simplemente asíntio.

Después de un rato, nos despedimos del tío Arthur y regresamos a Grimmauld Place. Cabe decir que el viaje de regreso estuvo mucho más incómodo de lo que fue la llegada. Principalmente porque venía concentrada en lo que Dylan había dicho. Harry también estaba abrumado, igual de pálido. Estaba segura que le había afectado uno de esos comentarios desatinados de Moody. Sin embargo no tuve tiempo para percatarme de su actitud. Solo estaba atenta de mis sentimientos.

En los que lo incluían por supuesto.

Cho Chang engañando a Cedric Diggory. ¿Por qué alguien haría eso? Después de ver a Cedric tan enamorado. Viendo como la veía con esos ojos con los que me miraba. ¿La gente era capaz de eso? A veces me imagino que Diggory pudo pensarlo cuando estaba conmigo. Un montón de chicas lo buscaban y yo no soy la gran cosa, pero me eligió y ahora que tenía otra oportunidad ¿Por qué le pasaba esto? 

Supongo que a veces los corazones rotos son necesarios para llegar al lugar indicado.

Esa y miles de preguntas más me hice a lo largo de toda la tarde, incluso en la cena mientras todos festejaban la buena salud y comían sopa de almeja. Yo solo movía la cuchara sin mucha hambre.

—Harry no bajará —avisa Ron con pesadez, no le hice mucho caso —, oigan ¿Ustedes creen en lo que dijo Moody?

—¿Sobre que Harry es rarito? Si, ya todos lo sabíamos —contesto Fred.

—No eso —susurro el hermano menor —Sobre que está poseído.

—Quien sabe. El señor oscuro puede tener muchas tácticas que no conocemos —apoyo George dudoso.

—La verdad no creo —niega Ginny —. No parece, sinceramente.

—¿Tu que opinas Ellie? Estuviste con él cuando paso, debes saber.

Miro mi sopa sin prestarles atención aún cuando se que mencionaron mi nombre.

—¿Ellie? —un golpecito en el hombro.

—¡Yo no sé nada! —exclame a la defensiva. Llamando la atención de todos en la mesa —Lo siento. ¿Que decían?

Ron se espero un rato para que Sirius y Moody se incorporarán en su plática privada.

—Sobre Harry —susurra asegurándose que nadie lo escucha —¿Tu ya sabes quién lo poseyó?

Respiró hondo, como si la pregunta fuera tan difícil de responder.

—No lo creo. De ser así, probablemente todos estaríamos muertos —dije indiferente, defendiendo —. Se habría enterado de cosas, dónde está el cuartel, sobre Sirius, todos nosotros.

Ron se incorporó en su asiento un poco culpable por pensar lo contrario. Ginny me dió la razón y los gemelos se quedaron conformes.

—¿Y Harry? —pregunte cuando caí en la cuenta que no se encontraba cenando.

—Cuando lo fui a ver estaba dormido. Pero creo que me estaba evitando.

—¿Y no lo trataste de convencer? —regañe cruzada de brazos.

Ron hizo una mueca.

—¡El no quiso hablarme y si no quiere hacerlo no voy a forzarlo!

Ruedo los ojos un poco molesta. Los hombres y su estúpido discurso de no hablar de sentimientos.

—Ire a verlo —dije limpiando mi boca con una servilleta para levantarme de la mesa.

Mi primo pareció asombrado con mi acción.

—Suerte, lo conozco y a veces es así de terco.

—Eso ya lo sé, pero que crees, también tú. 

Dobló la esquina y subo las escaleras con lentitud. Al principio pensé que de verdad estaba durmiendo pero escucho que hace unos ruiditos y después maldice por lo bajo. Definitivamente estaba despierto.

Así que abro la puerta del cuarto sin mucha pena y lo encuentro agitado, mirando su equipaje.

—La cena está lista deberías bajar a comer algo.

Harry se limpia el sudor con el dorso de la mano.

—No tengo mucha hambre. Ve tú si quieres.

—Ya lo hice —dije cerrando la puerta detrás de mi —Queria venir a verte.

—Pues eres la única —el azabache me regala una mueca de desagrado —los demás no me quieren aquí, piensan que soy fenómeno.

—Bueno ya estamos acostumbrados.

—Muy graciosa —mira severo y yo trato de no reír.

Tal vez pasar mucho tiempo con Hannah me estaba pasando una mala jugada.

—Solo trato de animarte —digo suspirando —. No te agobies por esto, los demás simplemente no lo entienden.

—¿Y crees que yo si?

—No pero...

—¿Sabes que? Quiero estar solo.

Potter aprieta sus puños y baja la mirada sin tomar en cuenta mi reacción.

—Bien, me iré —dije tratando de comprender —. Solo trataba de decirte que los demás no te ven raro, ellos quieren ayudarte aunque no saben cómo.

—Con esa ayuda mejor no quiero nada.

—Harry —conteste en forma de reproche haciendo que me mire por primera vez en un largo rato —No digas eso.

—Mira no quiero discutir en este momento, mejor vete a hablar mal de mi con otra persona. Busca a Diggory, probablemente estés mejor con el que conmigo.

Su cara se torna en un rojo de furia. Y el hecho de que entrometiera a Cedric en esto no me agradaba nada. Para empezar no tenía nada que ver en la conversación y por último era horrible ver la comparación que se hacía el mismo.

Tomó aire profundamente y entonó mi rostro en autoridad. Era hora de sacar la histeria femenina.

—Detente —exijo, por ello se nota confuso —Estas sonando como un idiota.

—¿¡Y que!?

—¿¡Y que!? ¡Ja! —bufe —Tienes razón, mejor me voy, así podrías pensar lo que acabas de decirme.

Salgo del cuarto dando un portazo bien fuerte. Aunque a los dos pasos que doy escucho que abre la puerta.

—¿Ellie? Lo siento no te quise decir eso.

—Pedir perdón no es suficiente —el baja la mirada —. Harry, si queremos que lo nuestro funcione tenemos que empezar a tenernos confianza, platicar de lo que pasa. No solo esconderse hasta que alguien lo resuelva.

Me acerco lentamente, para mirarle directo a los ojos verdes. De cerca son aún más lindos de lo que te imaginas y cuando me ve, el corazón se acelera como si estuviera bailando una canción. 

Quería besarlo. En verdad quería hacerlo.

—Es que el hecho que estés pasando por esto tu solo, me rompe el corazón.

Siento como el alza su mano izquierda y acaricia mi rostro con dulzura, sonríe un poco torpe para terminar negando.

—No quiero que te sientas mal pero tienen razón al decir que soy un caso. Ellie, ni siquiera Dumbledore puede explicar lo que pasa. Es por eso que me evita, el lo sabía desde hace tiempo.

—Dudo que este poseído, no se te voltean los ojos ni nada por el estilo —bromeo para aligerar la tensión.

—No quiero herir a nadie más, ¿Que tal si a la siguiente es Ron o alguno de los otros Gryffindors? ¿Que tal si eres tú? 

—¡Tú no has herido a nadie ni lo harás!

—Pero...

—Te conozco lo suficiente para decirte que a pesar de lo que viste, no le harías daño a nadie. Porque tienes gente que te ama aunque no lo creas y eso es suficiente para hacerte entrar en razón.

El azabache sonríe un poco.

—Con esas agallas pareces una Gryffindor.

Termine por darle un pequeño golpe en el hombro y el se ruboriza.

A pesar de eso no puedo dejar de sentirme inquieta y Harry no dejo de esconderse de los demás.

Hey Honeys

Que tal el chisme que les traje?

¿Que decisión tomara Ellie?

¿Les gusta Harry?

¿Que piensan de la aparición de Dylan?

Leo sus comentarios!!!

Recuerden seguirme en Spotify, pronto haré un playlist para la historia y si tienes canción para recomendar déjelas aquí!

Bye 💙

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