Cap.40-Muerdago.
Capitulo cuarenta: Muérdago.
Diciembre por fin había llegado.
Te dabas cuenta de solo asomarte en la ventana para ver la nieve caer en plena mitad del día.
Deje de ver la nieve como una boba y anote lo que está en el pizarrón mientras la clase culmina y todos se levantan para abandonar el aula. Yo en cambio me tome mi tiempo.
—Hola —exclama una voz alegre enfrente mío.
Levanté la vista para poder observar a la pelirroja de Gryffindor que se había aparecido derrepente.
—Leah ¿Que haces aquí?
—Ya sabes, pasando el rato —se alza de hombros y luego extiende una joya de plata enfrente mío. Al mismo tiempo que una niña rubia platinada aparece, sosteniendo a Rodric —. En realidad vine a dejarte esto, el escarbato debió tomarlo de tu baúl cuando estábamos de vacaciones y hasta ahora me doy cuenta.
—¿Que? —tomo el collar con sutileza y observo el pequeño diamante verde que lo adorna —¿Como sabías que era mío? Ni siquiera me acordaba que lo tenía.
Se trataba del collar que me habían regalado el trío de serpientes hace un año, en navidad.
Leah se echó a reír como si fuera obvio.
—Hay un pequeño grabado que dice tu nombre por si no te habías dado cuenta.
Inspecciono el Dige con sutileza.
Ellie Prewett.
—Oh, si —doy la razón un poco torpe —. Pues gracias, supongo.
—¿Regalo de Malfoy? —alza la ceja un poco juguetona.
—En realidad fue un regalo de Wolf y Crackfford por navidad pero nunca lo utilice.
Esto me ponía un poco nerviosa. Cuando lo recibí había tenido problemas con ello.
—¿Quien mejor para dar joyas del color de su casa? —rueda los ojos —. Me ha costado casi toda la semana entregar las cosas que Rodric se robó y no le digas a nadie pero encontró una sortija y no se a quien le pertenece.
Ojalá no sea de Cedric para Cho, eso me terminaría de partir el corazón.
Después de un rato la niña rubia carraspea un poco y extiende a Rodric quien luce como un cachorro castigado.
—Uy, Hola Nuna —saludo a la chica y ella hace una mueca.
Leah en tanto parece un poco nerviosa.
—Es Luna, pero no te disculpes que es el nombre más amable que me han puesto aparte del mío —dice con tono neutro dando a demostrar que para nada le importa —. Tienes un poco de caspa en los hombros.
La chica señala las hombreras de mi túnica y abro los ojos con sorpresa. El shampoo que nos dan aquí no es muy bueno que digamos.
—Oh —procedo a levantar la mano para sacudirme pero me detiene rápidamente.
—¡No lo hagas! Es una buena estrategia para ahuyentar a los Narggles —esta última parte la susurra un poco misteriosa mientras yo miro a un poco confundida hacia Leah —. Será mejor que vaya ha entregar las joyas que faltan. Adiós Prewett.
Luna Lovegood está en el ED pero casi no platico con ella hasta ahora. Muchos dicen que es bastante extraña y a cierta castaña de risos no le agrada. Pero en todo caso es muy amable.
—Te alcanzó enseguida —anuncia Leah y me toma por los hombros para apartarnos de la multitud.
—¿Que son los Narggles? —dije insistente pero ella solo niega con la cabeza.
—Creeme que aún no lo sé. Desviando el tema, también vine para contarle algo que pasó este fin de semana en Hogsmeade. En el cuál por cierto, no te vi.
Trague saliva en seco.
—Hum, tenía deberes que terminar y preferí quedarme en mi sala común.
Eso fue una terrible mentira, claro que me había quedado en mi cuarto llorando hasta altas horas del amanecer. Salir con los ojos hinchados para que todos me vieran, no estaba en mis planes.
Smith no pareció muy convencida.
—Cierto chico estaba preocupado por ti de todos modos.
Mi corazón dió un vuelco.
—¿Cedric?
—No. Hablaba de Harry, no paraba de preguntar por ti, pero ninguno de tus amigos estaba, tampoco.
Solté un suspiro, ¿Por qué rayos estaba pensando en el? Ya ni siquiera teníamos nada que nos uniera.
—Ah, Harry.
—¿Qué traen tu y el? —cuestiona interesada, más de lo que debería estar sobre el tema.
—¡Nada! —conteste de pronto. Estimo demasiado a Leah pero he cierto que no es muy buena guardando secretos y no quiero arriesgarme a que Ron se entere de lo nuestro —. Me pidió prestado un libro y olvide devolverlo, ¿No me ibas a contar algo?
—¡Oh sí! —la chica se relaja un poco y me detiene a mitad del pasillo —. Jake Jackson ¡Apareció en Hogsmeade!
—¿Enserio?
—No es lo único. Cuando entre a las tres escobas con Neville, ambos nos dimos cuenta que salió del baño seguido de Snape, tenían una conversación secreta.
—Eso no suena muy bien —hice una mueca y Leah comenzó a reír.
—¡Ya se! Pero a Harry le preocupo eso cuando se lo conté. Lo mantiene con cuidado por el simple hecho que Snape pertenece a la Orden del Fénix y estaba hablando con el enemigo.
Arrugó un poco la frente. Creo que a nadie de nosotros nos había parecido la idea de tener a Snape de aliado, pero no sabía muy bien si desconfiar del todo. Al fin y al cabo Dumbledore confía en él y sabe lo que hace.
—Ademas —continua la Gryffindor —Cuando salí del lugar, choque con el por accidente y creeme que es más guapo en persona. Parece irreal y todo eso. Fue un poco raro porque primero dijo que me daría un autógrafo y aunque yo quisiera uno, estaba molesta porque el era el enemigo. Sin embargo me dejó con algo en que pensar.
Solté un gemido cuando se quedó a medias.
—¿Y? ¡¿Que te dijo?!
—Bueno, yo le pregunté que es lo que estaba haciendo aquí y el dijo que no me incumbia y yo le solté un par de palabras. Luego me dijo que me calmara porque al fin y al cabo perteneciamos al mismo bando.
—Eso quiere decir que te conoce —señale segura y ella asíntio.
—El problema es que no sé porque lo hace y si se refiere a que papá es un Mortífago y el también lo es... O que está de lado de Dumbledore.
Mire con intensidad, pensando.
—No puede, es decir, ya vimos que su lealtad le pertenece al ministerio.
—Sospecho que puede ser una idea de Dumbledore —susurra —De tener a Jackson en cubierto, porque ví que Madame Rosmerta lo dejo pasar a un cuarto con los demás profesores. Los que están en la Orden.
Ambas nos miramos con cierta tensión. Tanto que habíamos olvidado a los otros compañeros que pasaban para ir a sus clases.
En una de esas, una risa tan escandalosa se escucha por toda la habitación y nos llama la atención.
Entonces me encuentro con esa escena que me causo extrañesa.
Chasity Baker apareció de pronto con la bola de chicos populares de Slytherin, siguiéndola. Y ahí estaba Draco, ensanchando los hombros, produciendo una risa orgullosa, arrogante. Draco Malfoy como nunca antes. Por un momento cruzamos miradas sigilosas, a lo que él reacciona solo levantando su ceja, retador. Acto seguido le toma la mano a Chasity. Sin despegar los ojos de mí.
Son una pareja oficial, sin miedo a mostrarse, presumiendo la felicidad que les trae estar el uno con el otro. Ya sea por puro amor o por puro interés. No interesa.
Solo interesa el hecho que van tomados de la mano, produciendo en mi una sensación extraña en mi estómago.
Estaba harta de ver a las personas ir felices con sus parejas, por no decir que me encontraba celosa que todos estaban con quienes querían y yo me encontraba en un dilema.
Hasta Draco había encontrado el amor real.
—Pellizcame —implora Leah con la boca abierta —¿Acaso vimos lo mismo? ¿Draco está saliendo con la chica de Estados Unidos?
—Asi parece —me alzo de hombros —. Bien por el, dejara de molestarme.
Bien una preocupación menos.
—Que extraño, juraría que... Hum, nada.
Leah sacude la cabeza para despejar su mente. Luego volvemos a nuestra realidad cuando ambas sentimos una sensación cálida hasta el fondo de nuestras tunicas.
Meto la mano en el bolsillo y urgo hasta encontrar la causante.
—¡Hoy tenemos reunión del ED! —exclama Leah cuando observa su moneda.
—Shh, se más discreta —indico un poco nerviosa por los que se voltean curiosos, luego observo mi moneda también —. A la misma hora de siempre, ya extrañaba las reuniones.
Leah asiente gustosa.
—Con tanto caos en estos días es excelente encontrar algo de distracción ¿No crees?
Al principio me pareció bien, pero luego recuerdo a las personas que asistirán y ya no me tiene contenta la idea. No cuando pase todo mi fin de semana llorando por una de ellas.
Ya se que había sido culpa mía, es la cruz con la que debo cargar, sin embargo eso nunca quitará de mi mente el dolor el cuál se siente involuntario, muy dentro de mi.
—Pensando bien —dije un poco avergonzada —No creo poder asistir hoy, me siento un poco cansada.
Smith frunció las cejas.
—¿Te sientes mal? Puedo acompañarte a la enfermería si quieres.
—Solo estoy cansada. No dormi bien estos últimos días por terminar los deberes. Además creo que estoy en mi ciclo.
Leah me lanza una mirada comprensiva.
—Oh, ya veo. Es terrible cuando hace frío, asegúrate de quedarte cerca de la chimenea. Bien, me voy, tengo que seguir entregando lo que Rodric se robó.
La Gryffindor desaparece por el pasillo y yo también lo hago. No sin antes cachar la última mirada que Draco me da, antes de besar a su nueva novia.
𓄃 𓄃 𓄃 𓄃 𓄃
Al dar las siete para las ocho salgo rápidamente de la sala común, dejando a mis amigos atrás. Sabía que me insistían en ir a la práctica de hoy, pero me sentía muy mal con respecto a lo que paso con Cedric la vez pasada ¿Como le miraría la cara? Además Cho estaría ahí y aunque no tiene la culpa de nada, sería una doble tortura el solo mirarles agarrados de la mano.
Así que me dedique a vagar por los pasillos sin rumbo fijo para evitar a todos, tan solo por unas horas.
Varios se preparan para ir a cenar y otros solo caminan sin ningun rumbo fijo como yo.
Cuando cruzó las escaleras para ir al jardín principal y miro la gárgola en la que me escondí una vez, no evitó pensar en Harry. Estaba siendo un poco indiferente con el y no merecía nada de esto. Solo se esforzaba en estar para mí, mientras yo lloraba por otro chico con el cuál ya todo había terminado.
Sin siquiera pensarlo mis pies me guían hacia la sala de menesteres, nada más para verlo y explicarle mi actitud de los últimos días. Pero cuando estoy ahí parada, enfrente de la puerta, el corazón se me encoje ¿Como le iba a explicar todo eso? ¿Por qué debería decirle algo que lo iba a sentir mal? ¿Por qué no solo me comprometo con el?
Yo lo quiero, me gusta su compañía y valoro la persona que es. ¿Por qué no es tan fácil caer en sus brazos y ya?
Tragó en seco antes de entrar al cuarto y verlo. El azabache permanece solo en el cuarto, es el primero en llegar y al parecer se tomó el tiempo de adornar el cuarto con arreglos navideños casi iguales a los que pusieron alrededor del castillo. Incluso hay un árbol con pequeñas esferas y un cartel que dice «Harry Navidad»
—Harry navidad —me rio —Que lindo detalle.
Potter voltea asustado por escuchar mi voz que lo toma desprevenido.
—¡Ellie! —exclama, quitando el adorno con rapidez —No lo puse yo. Fue Dobby.
—¿Dobby? ¿El elfo del que me platicaste? —me acerque a él —Me gustaría conocerlo algún día, si no comenzare a pensar que estás loco como lo dicen en el profeta.
Lo ví asomar una sonrisa tímida.
—Acaba de irse de echó.
—Pues deberías decirle que le quedó muy bien el lugar.
—¿Que haces aquí? Leah me dijo que te sentías cansada para venir.
Negué con la cabeza.
—Queria verte.
El azabache se toma un momento para procesarlo. Se hace a un lado para tirar el adorno con su nombre.
—¿Enserio?
—¿Por qué te sorprende?
—No lo sé, tal vez porque anduviste muy rara estás últimas semanas —alza los hombros, evitando mi mirada.
—Por eso quería verte, quiero explicarte...
—¿Podemos hablar de eso más tarde? —Insiste el chico un poco agobiado — No quiero distraerme.
No me dolió, sabía de antemano que me merecía esto.
—Pero en verdad necesito decírtelo.
—Los demás están por venir —avisa el chico, quitando uno que otro adornó tonto.
Así que no me queda otra más que asentir, rendida.
—Bien, esperaré a que termine la clase hoy.
Tomo asiento en uno de los pequeños sillones y Harry me mira sin decir nada. Solo se nota un poco abatido, tanto que lo oigo suspirar.
Después de un rato de puro silencio en el cuál se ponía sentir la tensión. La puerta finalmente se abre, dejando pasar a todos los otros compañeros que me acompañan rápidamente en los sillones, esperando ansiosos a que el maestro hable.
Medíante la espera, lamentablemente pasa lo que tanto habría querido evitar.
Cedric entra de la mano con Cho, pero ya estoy acostumbrada a eso. Sin embargo, lo que termina por matarme, es ver ese beso profundo que se dan. Tan enamorados, felices, casi como la misma imagen que ví está mañana de Draco y su nueva novia. Debió ser el muérdago que cuelga por cada pasillo de Hogwarts.
Lo que resulta aún peor de todo eso, es que, Harry Potter me vio observandolos, triste.
El muérdago no hizo de las suyas está vez.
Leo sus comentarios si no no actualizo dentro de un mes 🫡
Jajaja es broma, comenten si quieren, estaré aquí para leerlas y espero actualizar más seguido :D
Recuerden que tengo un Fanfic de Sirius que voy a actualizar pronto por si se quieren pasar.
Bye 💙
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