Capitulo veintiséis: El tónico llamado Harry Potter.

—Ah, discúlpame —titubea Harry soltando nuestras manos.

—No te preocupes —lo tranquilice —Un accidente.

Veo nuestras manos que aún permanecen a escasos centímetros, las mías tiemblan, las suyas tiemblan, solo que hay algo diferente en una de las muñecas de Potter. Lo cual llamo mi curiosidad.

—¿Que tienes ahí? —ya sin miedo, sujeto la mano del chico con fuerza y estiró la manga de su chaqueta para poder verle con mayor amplitud.

«No debo decir mentiras» escrito en forma de cicatriz.

—¡Harry! ¿Que paso? ¿Este fue tu castigo? —adquiero con sorpresa.

—Eh, si. Pero tranquila que no es nada. 

Este sujeto si que está chiflado.

—¿Cómo que no es nada? Tienes una cicatriz en la mano nada más por estúpido castigo. ¿Te lo hizo Umbridge? Ay Harry, por eso estabas raro está semana. Lo lamento.

—No es tu culpa —se apresura a decir, levantando los brazos —asi que no lo lamentes. Te he dicho que no es nada. Los anteriores maestros me han pasado muy mal también, incluso los castigos de Snape son peores.

—Si, pero no te sacan abolladuras en la piel. Creí que te había hecho hacer una plana en un pergamino, no en tu mano.

—¡Es lo mismo!

—¡No, no es lo mismo! —me cruce de brazos ofendida —¿Cómo puedes dejarlo pasar?

—Es que no le quiero dar la satisfacción a Umbridge.

Harry pone su mano lastimada en mi hombro para relajarme, pero en vez de eso, me siento triste por el.

Había pasado por mucho el pobre, más que cualquiera y a pocas ahoras le había comprendido.

—Ay Harry, eres aún más valiente por esto.

Sujeto su mano de mi hombro y le acaricio con mi dedo pulgar en forma suave.

Y luego, aunque se que tomarnos las manos había sido extraño para los dos, lo jalo hacia mi cuerpo y le doy un buen abrazo.

Harry es alto para mí, no como Cedric o mis primos, pero lo suficiente para que mi rostro encaje con su pecho y pueda oír su corazón latir. Bombea bastante rápido.

Los brazos de él dudan un momento en si devolverme el abrazo o no. Pero al final lo hace.

Es cariñoso, tal vez un poco ansioso, diría más bien un poco torpe. No es perfecto, tampoco cálido o acogible, sin embargo, si me parecía especial.

Solo se sentía sincero y en ese momento era la única que necesitaba.

Lo necesitaba a él.

Harry.

Cuando nos separamos le dedique una sonrisa tímida y el se acomodo los anteojos un poco empañados.

Hedwig aún seguí ahí, viendo como sorpresa casa segundo de nuestro encuentro y un poco afligido después de que Potter lo obligará a irse con la carta para Sirius.

Ya después los dos bajamos la montaña dónde quedaba la lechuzeria. Sin decir nada.

Probablemente estaba más avergonzado que yo, pero parece no arrepentirse de lo sucedido, más bien sentía como su cuerpo me pedía más contacto, de vez en cuando rosaba su mano con la mía o pegaba el hombro contra el mío, incluso intento sujetarme de la cadera para impedir que me resbalara por el denso pasto.

—Supongo que tus amigos te esperan —señala Harry hacia el lago negro donde se encuentran los chicos sentados cerca de un árbol.

—Ya veo.

—Esto, me la pasé muy bien charlando contigo —dice jugando con sus dedos sin observarme.

—Yo igual, creo que nunca habíamos tardado platicando. Siempre tenemos contratiempos.

—Ron me dijo que tratabas de entrar al equipo de Hufflepuff. Él se quedó en nuestro equipo.

—Si me contó ayer en la cena —me alegraba saberlo aún así —. Lo encontre por casualidad en el campo y practicabamos juntos. Solo falto yo para saber que la familia es buena en el Quidditch.

—Creo que tendrás un puesto —asiente muy convencido —. Aún así, si quieres ayuda podríamos practicar juntos a veces, cuando estemos libres... Junto con Ron por supuesto.

—¿Bromeas? Eres el mejor buscador de Quidditch en todo el colegio. Obviamente acepto tu apoyo.

Harry se sonroja levemente y rasca su cabeza.

Ya ha Sido suficiente halago para el.

Aunque me duele aceptar que es uno de los mejores jugadores, porque Cedric también está de buscador.

Diablos, con todo este tema de Harry se me había olvidado por completo el hecho que Cedric estaba coqueteando con Cho y me molesté.

Supongo que se lo merece de todas formas.

—Bueno, creo que debería irme —anuncie.

—Esta bien. Nos vemos luego.

Hago una seña con la mano y me separó del chico.

—¡Ellie!

—¿Si?

—Ehmm... Que tengas un lindo día.

Sonrió abiertamente.

Creo que en realidad me agradaba Harry, de una manera tan distinta de lo que pensaría, pero luego recuerdo a Cedric y finalmente no se que hacer con este caos que se impregna en mi cerebro y aprieta el pecho.

Todo esto era una revolución de sentimientos irremediables.

—El tónico llamado Harry Potter si que te hizo  sentír bien —bromea Justin cuando me acerco al grupo que retosa en las raíces del árbol —. Mírate esa sonrisota, hasta parece que no viste a tu ex novio con otra chica.

Adiós sonrisa.

—Amor no la molestes.

—Solo trataba de ayudar.

—Pues pésima ayuda.

—Yo también quiero un poco de ese tónico —implora Hannah en una mala actuación, recostada en el regazo de Macmillan   —. Estoy desfalleciendo.

—Hannah, solo hiciste diez centadillas y moviste la cintura en círculos como una loca.  

—Suficente por un año.

—Lo que te falta es comida.

—Buena idea, Ernie.

—¡Abre! —el rubio le extiende un sandwich hacia su boca para darle un mordisco.

—Mmm, buenísimo. Creo que estoy recuperando mis fuerzas —ella abre los ojos —¡Es un milagro!

—¿De dónde sacaste un emparedado?

—Oh, le pedí a un niño de primer año que me lo trajera. 

—¿Saben? Se me ha abierto el apetito, vamos por el almuerzo.

El grupito se para de repente, para tomar camino hacia el gran comedor. Sin duda verlos con esta buena energía me alegraba bastante.

Comienzo a caminar junto a ellos hasta que me doy cuenta que Susan sigue el ritmo de mis pasos.

—¿Mejoraste?

—Tanto que lo había olvidado.

La pelirroja lanza una mirada pícara.

—De acuerdo —da una palmada leve en mi espalda —. Solamente que no se te olvide contarnos cada detalle. Te vimos con Potter.

—Tranquila, es un amigo nada más.

—Se muy bien de eso —me guiña el ojo y me empiezo a reír —. Mientras vamos a comer algo rico.

Bones sujeta mi brazo para ir corriendo por los demás, pasando una increíble mañana con contratiempos. Pero muy interesante. 

Cuando llegamos al gran comedor, varios chicos apenas se iban levando, eso decía por sus pijamas o los peinados locos que dejaba la almohada.

El grupito de Diggory no estaba, me fijé primero en eso para sentirme tranquila de que no lloraría al verlo de nuevo. Desde que inicio el curso solo contento las lágrimas.

Aún así ví a mis primos y a Harry, por lo que les saludé tímida. Potter fue el más entusiasmado que incluso tiro su jugo de manzana por accidente y después de eso evitó mirada, por vergüenza seguramente.

—Pasame otro emparedado —exige Abbott desde el otro lado.

—Ya te acabaste la charola entera —le hago saber con una sonrisa de orgullo. 

—Bueno, pásame un trozo de pollo.

—A la orden señorita del hambre.

Le acerque la charola del pollo frito y le sirvo jugo de manzana de paso, no quería una amiga lesionada por atragantarse con una alita. Eso sería raro o muy gracioso. 

—¡No puede ser! —la mayoría en la mesa se voltea rápidamente cuando escuchan a Susan gritar detrás del periódico —¡No puede ser!

—¿Que te sucede Susan? ¿Encontraste una foto de Dumbledore en calzoncillos?

—Lean este artículo pronto.

La chica nos extiende el diario para poder leer: “Dolores Umbridge nombrada mueva inquisidora del colegio Hogwarts de magia y hechicería”

—Ah, ¿Eso que significa?

—Significa que nuestras deducciones han sido confirmadas, Hogwarts está siendo regido por el ministerio. Umbridge será la nueva jefa.

—No entiendo —adquiere Ernie un poco serio —. ¿Que es ser una Suma inquisidora?

—Se refiere a una juez sobre las decisiones que tomara el colegio. Puede cuestionarlas, cambiarlas, incluso agregarlas. Pondrá a Hogwarts justo como ella quiera.

—Patas para arriba.

—Mal chiste Justin.

—¿Y cuando la nombraron?

—Esta mañana, no tiene mucho tiempo de echo —contesta Bone cambiando el pie de página para asegurse.

—Tiempos oscuros se acercan dijo Darth Vader.

Los cuatro fruncimos el ceño hacia Hannah.

—No. Lo dijo Dumbledore en tercer año.

—Ah, con razón. Ya decía que el “Yo soy tu padre” le pertenece a otra persona y no a Dumbledore. Me confundí.

—Como sea —cambie de tema —. Ahora hay que tenernos más cuidado uno nunca sabe cómo agarrar a Umbridge de mal humor.

—Creo que nosotros no seremos problema —admite Justin alzando los hombros —. Ya tendrá mucha distracción. 

No sé porque, instantáneamente volteamos a ver a los Gryffindors que parecían recién enterados de las nuevas noticias.

—¿Que hacen mis Hufflepuffs favoritos? —Mia aparece de pronto con una sonrisa satisfactoria —. Ya veo que con caras largas.

Del otro lado también aparece Logan saludando.

—¿Te enteraste de la noticia? —alzo la ceja para pescar su atención pero es muy impredecible.

Ella asiente alargando una sonrisa ligera.

—¿Y te sientes bien con eso?

—No en realidad —admite —Pero nadie se niega a un buen drama que seguramente nos dará.

—Castigar a Potter nada más por qué si es pasarse de la raya. Imagínate con los demás ahora que tendrá un puesto importante.

—Es por eso que será un buen Show —recalca la rubia.

Los Hufflepuffs le miran mal.

Entonces, luego de un rato de discusión con la chica y su mejor amigo que solo me observa callado. Un largo brazo enfrente de mi, interrumpe la conversación.

Se trata de Draco Malfoy, colocando una botella de vidrio frente a mi. Sin decir nada.

—¿Draco, que es esto? —cuestiono al chico que solo levanta los hombros y después se va.

Sin decir nada o mirarme.

Los otros están igual de sorprendidos que yo.

—¡Es veneno! ¡No te lo tomes, Ellie! —exclama Ernie.

Claro que no me lo voy a tomar. Me lo dió Draco Malfoy y eso no podía significar ser bueno. Más bien parecía de procedencia dudosa por mucho que fuese millonario.

—Enserio va a intentarlo de esa manera —susurra Wolf hacia Logan quien niega rotundamente.

—¿De que hablas Mía? —indague para obtener la información del porque Malfoy se comportó raro.

—Su madre envió un producto lácteo selecto para que lo probara, le sobraron algunas botellas —contesto Logan —Y no, no tienen veneno, acabo de tomar una.

—¡Yo te aviso! —dijo Hannah pidiendo permiso para tomar del frasco a lo que accedo mientras observamos detenidamente, si era veneno podría ponerse verde —Mmm, Yogurth. Viene de la granja La vaca contenta. ¡Está muy rico!

—Exquisito, querrás decir —le corrige Logan y ella le regala una mueca —Son nuestros proveedores, puedo traerte más si quieres, Ellie.

—Gracias Logan pero así estoy bien.

Le quito a Hannah la botella y tomo un poco para saber que efectivamente era Yogurth. Así que no había nada que temer, sin embargo me preocupaba el hecho que Malfoy me lo diera. Incluso pude adivinar que Crackfford permanecía entre decepcionado y ansioso. Parecía que algo no terminaba de cuadrar en ellos.

Aún así me pregunto si Logan le habrá dado la carta que le mando Chasity a Draco después de todo.

Nunca lo sabremos.

Hey Honeys its me! 💙

¿Que les parece Logan?

¿Habrá nuevo shipp?

¿Y que hay de Harry y Ellie?

¿Cedric quedará atrás en nuestros corazones?

¿Le daremos una oportunidad a Harry?

¿Pero si Draco o alguien más se opone?

Descúbrelo en los siguientes capítulos!!!

Las amooooooooooo

Bye 💙