Luego de haber derramado un par de lágrimas en el auto, llegué a casa en donde mamá estaba terminando de preparar el desayuno y todos mis familiares estaban despertando con bastante resaca y completamente demacrados.

En momentos así agradecía mi resistencia al alcohol.

"Acabo de llegar a casa, me ha abierto tu mamá
Y debemos hablar, pero cuando vuelva"

Escribí rápido sentándome en la mesa, Yeonjun y Beomgyu estaban casi cayendo del sueño encima del pavo recalentado que había, mi papá estaba tomando un café cargadisimo y Jiwoon estaba tirada en el sofá durmiendo junto a la tía Sohee.

Sentí mi celular vibrar y lo desbloquee descuidadamente llevándome un sorbo de café a la boca, el cual tuve que devolver abruptamente ante lo que Seonghwa me había mandado.

Una. Maldita. Foto.

"Tengo una idea de que se trata
No te enojes:( prometo explicarte
Y aquí está la foto que pediste"

Sentí mi boca secarse más que el desierto de Sahara con solo ver la fotografía sin abrir en el chat, y al apretarla para verla en pantalla completa, toda mi sangre se fue hacia un lugar específico un poco más abajo de mi pelvis.

Seonghwa estaba ocupando esa sudaders gris que tenía con estampado de flores de ciruelo, solamente estaba ocupado eso. Estaba frente al espejo de cuerpo completo que teníamos colgado en el armario, sus piernas morenas y torneadas estaban a la vista, con las rodillas y pies hacia adentro y medias con dibujos de sushi. Podía ver el comienzo de sus boxers debajo de la sudadera porque esta tapaba un par de milímetros más abajo de su trasero. Una de sus manos cubierta por la manga estaba entre sus cabellos revueltos de recién despertado y la otra tomaba su celular.

Y su maldita expresión, no sabía si insultar a Seonghwa o alabarlo por morderse el jugoso labio inferior hinchado y tener uno de esos grandes ojos cerrados en un guiño que no se podía ni considerar inocente ni travieso, era atrevido.

Joder, que le había dicho como broma aquello, ¿era realmente necesario alborotarme cumpliendolo? Yo estaba de lo más bien imaginandomelo en mi cabeza, ahora no sabía si fue para mejor o peor haber recibido aquella fotografía.

¿Como podía dejar de mirarla? Seonghwa era perfecto, repasé la foto un montón de veces porque no podía creer lo guapo y bueno que estaba mi mejor amigo. Seonghwa era la única persona que se podía ver así de follable y hermoso siendo las 9 y cuarto de la mañana y recién levantado.

Sentí un golpe en mi nuca que me despabiló de mi celular el cual bloqueé nerviosamente al haber sido pillado, y me giré hacia mi progenitora que me miraba con una jarra de jugo y el ceño fruncido con extrañeza, sentí mis mejillas calentarse, rogando internamente para que no haya visto la foto.

"¿Estás seguro que tú y Seonghwa no son nada más que amigos?", me preguntó, me ruboricé aún más al ver que miraba mi teléfono por sobre la mesa, había visto la fotografía y reconocido a Seonghwa.

"El hecho de que me lo preguntes 6 meses luego de haber terminado es algo extraño, no seas chismosa", me quejé, sin mirarla, volviendo a mi desayuno y escuchando un suspiro de ella antes de volver al chat con Seonghwa y guardar esa foto.

"Oye, sé que era broma lo de la foto pero no me dejes en visto, siento que no te ha gustado:("

"Seonghwa, te quiero joder"

"Mierda, que dije", me mordí el labio luego de enviar el mensaje, Seonghwa ya lo había visto.

"Joder a golpes
Y mamá ha visto la foto"

Para el sábado me bajé del transfer en el refugio luego de sacar mi bolso con el equipo de snowboard y la tabla bajo el brazo, hacía bastante más frío que el otro día y agradecía haber tenido la grandiosa idea de colocarme una primera capa para mantener el calor y no morir congelado.

Crucé el camino hacia el refugio, que en realidad era un hotel el cual el hall se encargaba de alojar y ofrecer comida y bebidas a la gente que venía a la nieve tanto a jugar como a hacer snowboard o esquiar. Era bastante conocido en Jinju por ser hecho completamente de madera de la zona en un aspecto completamente rústico y acogedor, aparte de que en primavera cuando la nieve bajaba, este se llenaba de enredaderas y flores hasta la cima volviéndolo más colorido.

Apenas empujé la puerta del refugio, la calidez de la chimenea me recibió al igual que el aroma a café y huevos revueltos que me hizo suspirar relamiendome los labios ante lo rico que olía.

Habían muy pocas personas, una pareja adulta estaba en una de las mesas conversando mientras desayunaban y había una mujer con un niño pequeño en uno de los sofás cerca de la chimenea dormitando.

"¡Jongho!", me giré hacia el llamado, formando una sonrisa al ver a Daehwi agitando su mano exageradamente sentado en un puff y con un vaso desechable con chocolate caliente entre las manos.

Batalló para no derramar su bebida y levantarse de ese cómodo puff solamente para caminar hacia mi de forma torpe y con una sonrisa abierta. Llevaba pantalones para la nieve de color negro y un polar achiporrado de color blanco subido hasta el tope del cuello y que abultaba sus mejillas de forma adorable, y su cabello caía en forma de honguito por su frente.

"Viniste", sonó contento y yo asentí, encogiéndome de hombros.

"Te dije que iba a venir antes de que te fueras hoy", le recordé alzando una ceja, observando como él jugueteaba con la tapa de su chocolate y se mordisqueaba el labio.

"Pensé que no lo harías... ya sabes, recién conociendonos"

Miré hacia un costado, rascándome la nuca con mi mano libre al dejar mi bolso en el suelo.

"No desaprovecharía la oportunidad de estar en la nieve con alguien tan adorable y simpático como tú", Jongho sin filtros me llamaban, pude notar las mejillas de Daehwi encenderse y sus ojos brillar contentos, y eso de alguna forma me hizo sentir bien.

Nuestros ojos se conectaron durante un par de segundos. Y seguramente estaríamos viendonos como un par de tontos sonriendo parados en medio de un refugio que se estaba llenando por ser la hora del desayuno.

Mi estómago rugió, no había comido durante esta mañana para no perder el transfer hacia acá y creo que fue tan potente que Daehwi lo escuchó, formando una expresión de preocupación mientras sus ojos bajaban a mi estómago.

"¿Tienes hambre?", asentí con un poco de vergüenza, "¿No haz desayunado?", esta vez negué, mirando hacia un costado nuevamente, y senti su pequeña mano sujetar mi muñeca entre sus deditos delgados antes de comenzar a jalarme suavemente, "Ven, yo te invito al desayuno"

210129 | hwalight

Estoy emocionada por lo que se viene en el fic cmmdmxmdmx